Diarios de festival: Florecer para abrazar y agradecer
Ibagué recibe a sus hijos, mujeres y hombres de arte, músicos de esta tierra que van por las calles del país y del mundo con el recuerdo vivo de la capital musical de Colombia. Esta vez no fue el viento el que hizo mover las flores de los ocobos, fueron las notas que emanaron de los instrumentos de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Conservatorio de Ibagué y de la Orquesta sinfónica del Conservatorio del Tolima, que bajo la batuta de Germán Gutiérrez, acompañaron la voz suave de Santiago Cruz, todos juntos, todos hijos de esta tierra, que por una noche le cantaron a ella.