
"Murió en paz (...) y rodeado de sus seres queridos", declaró Thomas Hull a AFP, en referencia al músico, admirado internacionalmente por sus interpretaciones de Beethoven y Schubert.
Brendel nació el 5 de enero de 1931 en Wiesenberg, en el norte de Moravia (ahora República Checa) y pasó su infancia viajando por Yugoslavia y Austria.
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Tras la Segunda Guerra Mundial, su familia se muda a Graz, en Austria, donde estudia en el conservatorio de la ciudad. Brendel, que tenía fama de ser modesto, discreto e intensamente autocrítico, empezó a tocar el piano con seis años.
La fama le llegó décadas más tarde, después de un concierto en Londres en 1971 que él mismo describió como aburrido.
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El pianista firmó después con la prestigiosa compañía discográfica Philips y se instaló en la capital británica, donde vivió durante más de 50 años. Recibió el título de caballero comendador de la Orden del Imperio Británico de la reina Isabel II en 1989.
En Londres, el pianista realizó multitud recitales en las grandes salas y colaboraciones con prestigiosos directores de orquesta como el inglés Simon Rattle. Encadenó también grabaciones y giras dedicadas a su ídolo, Ludwig van Beethoven.
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Entre 1982 y 1983, Brendel realizó un total de 77 recitales en once capitales musicales en Europa y Estados Unidos, en los que presentó las 32 sonatas de Beethoven.
En paralelo, exploró y popularizó el repertorio para piano del romántico vienés Franz Schubert, de quien se convirtió en el intérprete de referencia.
Tras haber recorrido extensamente la obra de Beethoven, Brendel se centró, más tarde, en Wolfgang Amadeus Mozart y sus sonatas.
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Cuando se retiró de los escenarios en un concierto en Viena en diciembre de 2008, le preguntaron qué echaría más de menos. "La adrenalina", respondió. Y "a pesar de todos esos tosedores molestos y los teléfonos móviles y audífonos sonando", también echaría de menos al público, dijo.
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