La noticia fue anunciada por su hijo Christopher Rice, a través de las redes oficiales de la autora. "La inmensidad del dolor de nuestra familia no puede ser exagerada. Como mi madre, su apoyo para mí fue incondicional, me enseñó a abrazar mis sueños, rechazar la conformidad y desafiar las voces oscuras del miedo y la duda. Como escritora, me enseñó a desafiar los límites de género y a rendirme a mis pasiones obsesivas".Anne Rice tuvo sufrió un derrame cerebral que desencadenó complicaciones irreversibles, hasta agotar el cuerpo de la escritora de 80 años. Falleció en el hospital de Nueva Orleans y en ese mismo estado se llevarán a cabo sus exequias, en medio de una ceremonia privada, según confirmó Christopher Rice. Desde su primera publicación, estuvo clara la inclinación estética de Anne Rice. El límite, la oscuridad y los universos que pueden ofrecer verdades alternativas a las reales, ocuparon la atención y el torrente de palabras de la escritora, quien pasó a la historia en 1976, al publicar “Entrevista con el vampiro”, una novela que apunta a construir una imagen de los vampiros que supera la dimensión física y ahonda en la inmortalidad, la pérdida, la sexualidad y el poder.“Entrevista con el vampiro” fue adaptada al cine en 1994, bajo la dirección de Neil Jordan y con papeles protagónicos de Brad Pitt y Antonio Banderas. La cinta se estrenó el 11 de noviembre de ese mismo año y recaudó más de 223 millones de dólares en taquilla ante un presupuesto estimado de cincuenta millones.Esa búsqueda convirtió a Rice en un referente del género y una de las figuras más importantes de la literatura en el Siglo XX. En "Crónicas Vampíricas", una serie de novelas que continúo escribiendo Rice, terminó de dar forma al universo que la autora no abandonó luego de su primera publicación. Allí exploró los anhelos, pasiones y hambre, e incluso la vida sexual de los vampiros, una línea narrativa que adaptarían obras como Crepúsculo o True Blood.
Tras permanecer hospitalizado varias semanas en el Hospital Country 2000 de Guadalajara, falleció esta madrugada Vicente Fernández, la leyenda de la música ranchera, tras complicaciones derivadas de la inflamación de sus vías respiratorias en los últimos días y por el cual tuvo que continuar con apoyo respiratorio y ser ingresado nuevamente a terapia intensiva. El charro de 81 años había sido internado desde el pasado 6 de agosto luego de sufrir una caída en su finca Los Tres Potrillos que le dejó una fuerte lesión en las vértebras cervicales y de la que no pudo recuperarse por sí solo.Durante su extensa carrera que comenzó en 1964, Vicente Fernández cosechó grandes momentos en la historia del cancionero popular en México, lo que le valió ser considerado un símbolo de la cultura hispanoamericana y uno de los mejores exponentes de la música ranchera, lo que le valió dos premios Grammy, ocho premios Grammy Latinos, catorce premios Lo Nuestro y una estrella en el paseo de la fama de Hollywood, alcanzando una cifra de 70 millones de copias vendidas hasta 2019.Vicente Fernández nació en Huentitán el Alto, en el estado de Jalisco el 17 de febrero de 1940, en el hogar de Ramón Fernández Barba y Paula Gómez. Con apenas 14 años de edad, la futura estrella de la ranchera participó en un concurso amateur en Guadalajara en el que obtuvo el primer lugar, y a los 20 años, Vicente debutó en un prestigioso programa de televisión llamado La calandria musical en el que interpretaba grandes éxitos de Jorge Negrete y Pedro Infante, su ídolo. El 27 de diciembre de 1963 se casó con María del Refugio Abarca con quien tuvo tres hijos: Vicente, Gerardo y Alejandro. Tras pasar varios meses cantando rancheras en el cabaret El Sarape junto al Mariachi Amanecer de Pepe Mendoza y el Mariachi de José Luis Aguilar, con su voz alcanzó fama local que luego se extendió a las regiones a través de la emisora XEX-AM. Tras audicionar varias veces sin conseguir éxito, solo sería hasta el verano de 1966 cuando Vicente firmó su primer contrato con la filial de CBS en México, con la que grabó su primer disco de larga duración, "La voz que usted esperaba", en el que destacó "La copa rota" de Benito de Jesús, y "Perdóname" y "Parece que fue ayer" de Armando Manzanero.Tras el explosivo éxito de su primer álbum, le siguieron varios trabajos de gran renombre como "¿Cuánto te debo?" de Dino Ramos y Roberto Cantoral en Palabra de rey (1969) y "La cruz de tu olvido" de Antonio Valdés en ¡Arriba Huentitán! (1972). Sin embargo, su primer éxito internacional llegó en 1973 con "Volver, volver" de la autoría de Fernando Maldonado. El tema lo consolidó rápidamente como uno de los más grandes cantantes rancheros de todos los tiempos, rompiendo hasta entonces todos los récords de ventas en Hispanoamérica, España y Estados Unidos. Para ese mismo año, incursiona por primera vez en el cine en la película Tacos al carbón, dirigida por Alejandro Galindo y encarnando a Constancio Rojas, un humilde vendedor de tacos al que un día le cambia la suerte al ganarse un automóvil y el premio mayor que sorteaba una marca de detergentes.El éxito estuvo seguido de la grabación de los boleros "Perdón", de Pedro Flores e interpretado junto al Mariachi de Gilberto Torres; y "Desvelo de amor", de Rafael Hernández. Para 1974 ya era conocido en todo México y su carrera empezaba a despegar con las primeras giras que ofreció en algunos países de Latinoamérica. Ese mismo año lanzó otra exitosa producción para el sello CBS: El ídolo de México, en el que se destacaron "El Arracadas" de Gilberto Parra, "Las llaves de mi alma", de su autoría, y "El rey" y "Que te vaya bonito", ambos temas compuestos por José Alfredo Jiménez.En 1975 lanza El hijo del pueblo, otra producción con la que mantuvo su récord en ventas y con la que inmortalizó otros temas rancheros como "La ley del monte" de José Ángel Espinoza y "El hijo del pueblo", dos temas que incluyó en las dos películas homónimas en las que participó como Maclovio Arrieta y Vicente Aurelio Martino López respectivamente. En 1976 reinterpreta en el álbum A tu salud a su ídolo Jorge Negrete con uno de los primeros temas que lo hizo famoso: "Preciosa", de Rafael Hernández, y en 1979 lanza El tahúr al mismo tiempo que participa como protagonista en la película del mismo nombre —en la que debutó como director asistente— que cuenta la triste historia de Martín Estrada, un hábil jugador de naipes, y el triángulo amoroso con la esposa de Raúl Vidal.A comienzos de 1980, visitó Colombia por primera vez, emprendiendo una larga gira por las principales ciudades del país. Ese mismo año lanzó El tapatío con el que llegó a los primeros lugares con "Que te vas, te vas" de Cuco del Toro, "De qué manera te olvido" de Federico Méndez y "No me sé rajar" de Carmelo Frayle. En 1983 publicó el álbum 15 Grandes con el Número Uno que vendió más de un millón de copias, y al año siguiente, protagonizó su primer gran concierto en la Plaza de Toros México, la más grande del mundo, con una concurrencia de 54.000 espectadores.En 1987 lanzó Dos Corazones, un álbum a dueto con Vikki Carr, y en 1989 volvió a tocar los primeros lugares con el álbum Por tu Maldito Amor, del que se desprende el éxito internacional del mismo nombre e inspirado en la desgracia de Federico Méndez, el primer director artístico del charro, quien se suicidó tras sufrir una decepción amorosa. En este álbum también se destaca "Aunque mal paguen ellas", cantada a dúo con el cantante brasileño Roberto Carlos y que fue un gran éxito en la radio.Al finalizar la década, Vicente Fernández ya había posicionado en la región otros grandes éxitos como "La diferencia" de Juan Gabriel en 1982; "¿De qué me sirve ser rey?" de Tirzo Paiz en 1984; "Motivos" de Italo Piazzolante en 1987, y el internacional "Mujeres divinas" de Martín Urieta en 1988 y que contó con la participación de Chamín Correa y su requinto. En 1990, produjo el trabajo Las Clásicas de José Alfredo Jiménez y en 1992, Qué de Raro Tiene, del que se desprenden el tema que da nombre al álbum y "Acá entre nos", ambos temas compuestos por Martín Urieta. En 1993 publica el disco Lástima que Seas Ajena en el que además del éxito homónimo, incluye "Nuestro Juramento" y una nueva versión del tema "Perdón" esta vez, acompañado por su hijo Alejandro Fernández.En 1995 publicó Aunque me Duela el Alma; en 1997, Estatua de marfil; en 1998, Me Voy a Quitar de En Medio; y en 1999, estuvo de gira promoviendo su nuevo trabajo discográfico que rendía un tributo al trío Los Dandys. Ese mismo año fue nominado por la academia musical para recibir el Premio por Mejor Trayectoria Artística, en los premios Ritmo Latino en el Anfiteatro Universal de Los Ángeles. En el nuevo milenio, su producción musical estuvo marcada por el tributo que rindió a Agustín Lara en 2002, y los álbumes Se me hizo tarde la vida en 2004 y La tragedia de un vaquero en 2006. El 25 de septiembre de 2007 lanzó al mercado su álbum Para siempre, certificado como disco de diamante y oro en México; mientras que con esta nueva producción alcanzó su sexto disco de platino en los Estados Unidos a solo semanas de su lanzamiento. El sencillo "Estos celos" se mantuvo por más de tres meses en el primer lugar de los principales listados de popularidad de la Música Regional Mexicana, mientras que el álbum alcanzó el Disco de Diamante y de Oro por la venta de más de 550.000 unidades vendidas, únicamente en México. Gracias a su gira alcanzó Disco de Diamante en Colombia y un reconocimiento especial por la venta de más de un millón y medio unidades vendidas de la misma producción, a nivel internacional. Además, la canción que dio nombre al álbum fue elegida como tema principal de la telenovela mexicana de Televisa Fuego en la sangre (2008).En 2008 grabó Primera fila, un concierto totalmente en vivo desde la Arena VFG, título de su primer material editado en el formato Blu-ray, siendo el primer artista hispanoamericano en incursionar en esta modalidad. Por esta nueva grabación, Vicente recibió doble Disco de Platino y Oro en México, Disco de Platino en Centroamérica, Disco de Platino en Colombia, y Doble Disco de Platino y Oro en los Estados Unidos, donde permaneció seis semanas consecutivas en el primer lugar de Billboard y se convirtió en el DVD musical más vendido del año en toda la industria discográfica estadounidense.El 14 de febrero de 2009, Vicente Fernández presentó un concierto en el Zócalo de la Ciudad de México con más de 220.000 asistentes. En julio de ese mismo año, lanzó su producción Necesito de ti, que logró nuevamente un Disco de Platino y Oro en México y Disco de Oro en Estados Unidos. En 2010 salió a la venta la producción El hombre que más te amó, producida por el propio Vicente y dirigido por Javier Ramírez y al año siguiente presentó el disco Otra vez, con el que participó en la inauguración de los Juegos Panamericanos interpretando el Himno Nacional de los mexicanos.El 8 de febrero de 2012 anunció su retiro de los escenarios, no sin antes realizar una gira mundial que se extendió hasta abril de 2016 cuando realizó su último concierto de despedida en el estadio Azteca, cantando alrededor de 45 canciones. Sin embargo, anunció que aunque era su último concierto, no se retiraba de la música. Desde entonces, su vida estuvo llena de enfermedades, desde vencer un cáncer de próstata hasta una delicada operación a causa de un cáncer de hígado. En agosto de 2013, Vicente Fernández fue hospitalizado por una trombosis pulmonar de la que logró salir invicto del hospital.Con la muerte de Vicente Fernández no solo desaparece la última gran voz de la ranchera del siglo XX, sino el último sobreviviente de los "cuatro gallos" —además de Jorge Negrete, Pedro Infante y Javier Solís— que nutrió al cancionero mexicano con sones, huapangos y corridos, y que proyectó a la música regional en Latinoamérica como la máxima expresión cultural de ese país.
Las primeras experiencias musicales de Carl Nielsen consistieron en escuchar cantar a su madre, a su padre interpretar el violín y la corneta de pistones; y estudiar tres grandes clásicos de la música europea: Bach Mozart y Beethoven.A pesar de su pobreza, los padres de Carl Nielsen le encaminaron y le inscribieron en el Conservatorio de Copenhague. Allí comenzó a componer con su innato sentido de la armonía.Su cultura general incluía las mitologías, escandinava y griega, Shakespeare y Goethe. A los cinco años de estar allí, en 1889 ya se ganaba la vida como violinista de la orquesta Real.Carl Nielsen compuso música de género diverso; el catálogo de sus obras incluye óperas, música incidental y seis sinfonías. Su estilo, aunque original, tiene mucho en común con el de los compositores románticos de la segunda mitad del siglo Diecinueve, pero el sabor de su música es marcadamente nacionalista. Lo mismo se puede decir de su música de cámara, reconocida en su poderosa originalidad.Carl Nielsen, nuestro invitado a esta audición del Músico de la Semana, escribió su primera sinfonía en 1892 y la segunda casi diez años después. Los Cuatro Temperamentos, como así título a su obra, muestra las razones por las cuales las seis sinfonías de Nielsen constituyen uno de los más grandes tesoros del desarrollo de la forma en el siglo XX.Esta sinfonía no se atiene a ninguna clase de programa, como fue usual entre los contemporáneos de Nielsen. El título no es más que una indicación general, y cada movimiento evoca un carácter de la personalidad humana.El primer movimiento, es Allegro colérico; el segundo, Allegro cómodo y flemático; el tercero, Andante melancólico y el cuarto Allegro sanguíneo.Fuera de su labor como compositor Carl Nielsen llevó una activa vida musical; hasta 1914 fue director de la Real Orquesta Danesa, y más tarde ocupó la misma posición en el Conservatorio. Entre los compositores daneses del siglo XX, Nielsen es quizás el único cuyo nombre tuvo una amplia divulgación fuera de su país natal.La primera obra de Carl Nielsen compuesta específicamente para orquesta fue la inmediatamente exitosa Suite para cuerdas (en 1888), que evocaba el romanticismo escandinavo expresado por Grieg y Svendsen. La obra marcó un hito importante en la carrera de Nielsen, ya que no solo fue su primer éxito real, sino que también fue la primera de sus piezas que él mismo dirigió cuando se representó en Odense un mes después.Podrá escuchar más acerca de la vida del compositor francés y apreciar algunas de sus obras en la nueva edición de El músico de la semana, el lunes 5 de junio a las 3:00 p.m. por nuestra señal en vivo.
Originalmente, estas palabras que están leyendo estaban pensadas para ser leídas hacia mediados de mayo, como pueden intuir, el retraso es evidente.Por favor, bajen las antorchas literarias y déjenme exponer mi caso. Podrán decidir a lo largo de este texto si soy digna de la hoguera o no. El libro llegó a mí como todas las cosas buenas que pasan en la vida, por azar y por amor. Un amigo muy cercano me preguntó si quería formar parte de reseñar este libro con una corta explicación de lo que se trataba, acordamos que así sería.En medio de ajetreos, me entregó el libro. Lo primero que me llamó la atención fue su portada, donde Carlo Airoldi luce pletórico, con una pinta de luchador bigotón que no se puede superar. El hombre parece listo para abatirse a puñetazos en la Londres de Jack London. Y su título, que se me quedó en la cabeza dando vueltas, El Truco es Resistir, me asaltaba en momentos diferentes del día, todos los días, como un taladro.El momento que elegí para leerlo sería un viaje de 15 horas en carretera hasta Arauca. En medio de la mañana, en alguna parte de la vía mientras a lado y lado solo hay llanura, me encontré cara a cara con el mito, Carlo Airoldi, y su sueño olímpico. Su alma inquieta por naturaleza y el amor a correr, a echar a andar los pies hasta que el cuerpo pida tregua. El libro comienza con un relato fantástico y una oda a la competencia y el honor, mientras Carlo corre 1.000 km entre Torino y Barcelona. “Estoy completamente exhausto, no tengo un ni un musculo que no me duela, no hay postura que alivie mis dolores. Y sonrió porque esto quiere decir que el dolor y el cansancio no son verdadero, y así engaño un poco. Louis me mira y su mirada es la misma que comenzó a dirigirme después de la primera semana de carrera. La misma mirada, cada vez más larga, que me mantuvo después de que dejamos atrás Italia, a nuestra llegada a Marsella. Los mismos ojos incrédulos cuando entendió que lo enfrentaría hasta Barcelona, hasta la meta.”Para dar un aproximado más cercano, esto sería la distancia desde Bogotá a Ibarra, la primera ciudad ubicada después de nuestra frontera con Ecuador, a unos 100 km de Ipiales, la última población de Colombia hacia la frontera. En esa barbaridad de distancia, Carlo Airoldi no solo probó su talento, fuerza y brío, sino también su corazón.En el último kilómetro solo eran Carlo y Louis Ortégue, el francés, que solo se ponía comunicar con Carlo por señas, “El solo hablaba su francés”. Justo antes de llegar a Barcelona, este último se desploma por el agotamiento y la dura prueba que supone recorrer esta distancia, como un ovillo en el piso, rendido. Carlo se devuelve justo cuando quería acelerar para tomar ventaja, una carrera no puede terminar casi para ningún atleta. Carlo lo toma en sus brazos y se lo cuelga a la espalda. Al llegar, aclara que él es el primero y el francés el segundo. Maravillados por su gesto, los organizadores deciden entregarle un premio metálico para que pueda volver a Milán, su hogar, en tren.Me conmovió tanto este gesto de Carlo que tuve que leerlo varias veces estas páginas, por si había perdido algún detalle, había leído alguna palabra que no era, pero en un gesto de honor, respeto y competencia, sucedió. Cerré el libro para tomar un poco de aire y visualizar a Carlo en ese momento. En mi mente, y a pesar de que la narración de Agostinelli no da estos detalles, me tomaré esta licencia que solo ser lector permite: lo imagino hinchado, bajo un sol sin tregua, lleno de polvo, mientras este se pega a él como lodo por el sudor, tratando de desviar su mente del dolor que supone seguir durante días una ruta y enfrentarse a sí mismo, para luego, en lo que en mi cabeza luce como agonía, tener este gesto de profunda humanidad y amor al deporte.Mi confesión es que este trocito de relato de Agostinelli me obsesionó durante días, en los que no podía pasar de estas páginas, releerlo y releerlo para añadir más datos a mi cabeza. Mientras estaba en una hamaca, en la calurosa Arauca, pasé de página como si nada, para encontrarme con algo todavía más alucinante, aún más mitológico, olímpico.Durante su viaje de vuelta a Milán desde Barcelona, Carlo se va a enterar de lo que se puede considerar los primeros Juegos Olímpicos modernos, en 1896 en Atenas, y de lo que será su obsesión durante un año y probablemente toda su vida: la carrera olímpica la Maratón - Atenas (40 km), que parte desde la ciudad de Maratón y terminaría en el Estadio Panathinaikó en Atenas para cerrar las olimpiadas. Desde este momento, para Carlo, todo se traduce a ese momento en que entra triunfal a un estadio abarrotado que aclama a gritos a su nuevo héroe.Sin ánimo de arruinar para nadie esta obra, porque creo que no solo merece ser leída, sino masticada, página a página, esto llevará a nuestro héroe a asumir la tarea absolutamente delirante, por necesidad y hambre de gloria, de caminar desde Milán hasta Atenas, unos 2000 km y un tramo del Mar Adriático. En dimensión latinoamericana, esto sería como caminar desde Bogotá hasta Cajamarca, Perú, atravesando todo el sur del país por Pasto y de punta a punta a Ecuador. Aun hoy, con todas las vías y carreteras modernas, es una locura; imaginémoslo en el siglo pasado, por territorios escarpados y sorteando áreas incomunicadas por vía.Por páginas y páginas, vemos el camino de Carlo durante 28 días. Este relato, al estilo de los cuentos de vieja escuela, al estilo de las “Las Mil y noches” o “En busca del tiempo perdido” de Proust, esa forma clásica de narrar una proeza, que te mantiene en vilo; me devolvió una parte de asombro y fascinación, esa capacidad para sorprendernos que solo tienen los más jóvenes. En medio de estas páginas, encontré una prueba humana fascinante. Carlo y su relato, mejor dicho, su vida y obra, me dieron un poco de fuerza para sortear mi propia carrera. En estos días de turbulencias y desasosiego, estas páginas me recordaron que podía resistir un poco más y aprender a sufrir con gracia, como una prueba del carácter humano, no para no rendirse, sino para jugármela por lo que vale la pena. Eso debe ser personal para cada persona. El título que lleva este libro me ha acompañado como un mantra, recordándome que sufra con estilo, con pundonor, y lo deje ir cuando ya sea suficiente.El truco de resistir creo que no solo está en aguantar, sino en honrar los pasos que se dan en el camino, reconociendo el padecimiento de cada uno de ellos y acostumbrando al cuerpo al dolor que solo da el amar con ganas y con cada fibra del alma al juego, a la competencia y a la vida. El desenlace de este libro es tan doloroso como alentador. Agostinelli logra en estas páginas recuperar un poco de la esencia de los libros de mitología y mezclarlos con una excelente crónica que se puede devorar, masticar o, como lo hice yo, rumiarla.
De hecho, el filme, que se estrena este viernes, está basado en la obra homónima que el escritor estadounidense publicó en 1978 con gran acogida por parte de sus lectores."No es real. No es real. No es real", reza el inquietante eslogan de esta cinta dirigida por el británico Rob Savage ("Host" y "Dashcam") y que cuenta con las actrices Sophie Thatcher ("Yellowjackets") y la jovencísima Vivien Lyra Blair ("Obi-Wan Kenobi") como protagonistas."Recuerdo haber leído la historia cuando era pequeño, así que sabía que podía ser aterradora para el público y aún más para los fanáticos de Stephen King. (...) Quería que esta vez fuera una criatura sangrienta pero que también supusiera una amenaza física contra la que luchar", explicó Savage en entrevista con EFE.La trama relata la historia de la estudiante de secundaria Sadie Harper (interpretada por Thatcher) y su hermana menor Sawyer (Blair) cuando pierden a su madre y no reciben el apoyo necesario por parte de su padre (Chris Messina), un terapeuta que lidia con su propio dolor.Entonces, mientras el pequeño mundo familiar se derrumba, el progenitor ofrece ayuda psicológica a un paciente desesperado que se presenta en su casa acechado por una aterradora entidad sobrenatural que se alimenta del sufrimiento humano."Pregunté a psicólogos reales para que me explicaran mejor cómo interpretar este papel y qué tipo de terapia se supone que estaba aplicando. Además, se notó que el director conocía muy bien el género porque me guio a la perfección", comentó Messina, quien también apareció este año en "Air", en declaraciones a EFE.Una postura con la que coincidió Thatcher, también presente en la conversación con EFE, añadiendo que Savage le recomendó películas como "Don't Look Now" (1973) u "Ordinary People" (1980) para ayudarla a conocer mejor su personaje.Es entonces cuando aparece en escena el coco, hombre del saco o "boogeyman" (en inglés), una criatura que, dependiendo de la cultura, puede adoptar apariencia humana o configurarse como una especie de monstruo con cabeza y dedos alargados que molesta a niños y padres.Estaba previsto que la cinta se estrenara directamente en el servicio de "streaming" Hulu pero, tras una exitosa proyección de prueba a finales del año pasado, se anunció que pasaría primero por las salas de cine.Sus creadores quisieron consultar la visión de Stephen King acerca de esta obra en una maniobra inusitada que pasó por alquilar su cine favorito en Portland (Maine, EE.UU.), ciudad natal del autor, para que la viera como en casa."Él sabe lo que no le gusta y, si le hubiéramos fastidiado la historia, nos lo habría dicho. En cambio, nos envió un precioso ensayo sobre lo mucho que le había gustado la película", aseguró Savage, quien añadió que fue el mismo King el que sugirió que la película se estrenara en cines, públicamente semanas atrás.Scott Beck y Bryan Woods ("A Quiet Place"), así como Mark Heyman ("Black Swan") se encargaron del guion de esta cinta que ha contado con un presupuesto ligeramente superior a los 40 millones de dólares y que encontrará en la película "Spider-Man: Across the Spider-Verse" (Sony Pictures) su principal contendiente en la taquilla del fin de semana.El resto del reparto de "The Boogeyman" lo completan, entre otros, Marin Ireland ("The Umbrella Academy"), Madison Hu ("Bizaardvark"), LisaGay Hamilton ("Vice") y David Dastmalchian ("Boston Strangler").No será la primera vez que esta leyenda aterrice recientemente en el mundo del cine porque Universal Studios lanzó el año pasado la película "The Black Phone" cuyo personaje principal, encarnado por Ethan Hawke, también estaba inspirado en el coco u hombre del saco.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Hablar de Henry Purcell (1659 - 1695) es remitirse a uno de los nombres más aclamados (si no el más) de la historia de la música barroca inglesa, gracias a su destacada obra que se expandió en diversos géneros en el corto tiempo de producción que tuvo, debido a su fallecimiento a los 35 años de edad. Dentro de su destacado repertorio, una de las composiciones más importantes es El rey Arturo, una semiópera en cinco actos con libreto del poeta John Dryden basada en el personaje de la literatura europea, especialmente inglesa y galesa que según los registros se representó por primera vez en el Queen's Theatre, Dorset Garden de Londres, a fines de mayo o principios de junio de 1691. Como era costumbre para la época, contrario al imaginario de la representación de una obra de estas características, los personajes no suelen tener espacios de canto (siempre y cuando no posean propiedades especiales para la trama, sobre todo, sobrenaturales), por lo que los personajes son en vez de interpretes, actores. La trama de la ópera esta basada en las batallas entre las tropas británicas del rey Arturo y el pueblo sajón, dejando de lado la tradicional historia basada en las leyendas del castillo de Camelot. En la trama sin embargo, sí aparecen los personajes tradicionales de estos cuentos, como Merlín, además de la aparición de personajes como Cupido y Thor. La historia por supuesto se valdrá de las temáticas del siglo XVII, en la que podremos ver al rey Arturo en una cruzada por recuperar a su prometida, la princesa Cornualles Emmeline, que ha sido secuestrada por el rey sajón Oswald de Kent. El primer acto de la ópera inicia justamente con el rey Arturo, después de diez años de batallas contra los sajones, manteniendo firmemente en su poder a todo el reino a excepción de Kent. Los sajones están dirigidos por Oswald, que se ha propuesto conquistar no sólo el reino de Arturo, sino también a su amada, la ciega Emmeline, hija de Conon (duque de Cornualles). Arturo se despide de ella antes de la decisiva batalla final contra el invasor pagano. La historia por supuesto derivará una vez más en el amor y el protagonista triunfando por encima de cualquier desgracia y tempestad. El rey Arturo fue representada al menos dos veces durante la vida de Purcell y continuó representándose a fines de la década de 1690, manteniéndose hasta nuestros días como una de las puestas en escenas más representadas y difundidas de la historia. Podrá escuchar el domingo a las 9:00 p.m. en Canto y música coral esta ópera interpretada por Nancy Argenta, Linda Perillo, Julia Gooding, Jamie MacDougall, Brian Bannatyne-Scott, Gerald Finley, el Coro y El Conjunto The English Concert bajo la dirección de Trevor Pinnock en nuestra señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Entre las obras expuestas del Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO) destaca "Ulises", una enorme máscara de cuero negro, látex y acero inoxidable con la que el artista plástico David Lozano representa a un "cuerpo oscuro sometido a las pasiones y deseos, a veces reprochables para una sociedad mojigata". El "temor" que inspira esta máscara "dialéctica" se rompe cuando el público se acerca a la obra y desde su parte trasera se adentra en un interior cubierto de tela de peluche que recuerda que la realidad tiene "dos caras".Esta pieza suspendida del techo de la sala hace parte de la serie "Ulises, cuerpo gaseoso", una instalación que recrea el sauna masculino "Ulises" de Bogotá, espacio que Lozano define como un "lugar de la memoria" que estuvo en auge en la década de los 90 y que aún continúa activo."Algunos de mis amigos que iban a Ulises y a otros sitios murieron. Digamos que es un homenaje a todos esos amigos y no amigos que murieron y desaparecieron durante la pandemia (de VIH/Sida)", relata a EFE el artista.Esperma sobre tinta azúl Un centenar de abstractas eyaculaciones se superponen a la palabra "sementerio" con la que, en tinta azul, fueron marcadas las hojas de papel sobre las que reposan las muestras de esperma de quienes participaron en esta obra en la que Wilson Díaz reflexiona sobre la existencia sexuada, haciendo énfasis en la noción de muerte.Como pieza estrella que da nombre a la exposición destaca un revelado parcial de plata en gelatina de Miguel Ángel Rojas con la que se responde al "pánico vivido" en la década de los 80 por el "peligro y violencia asociados al contagio del vih", acrónimo que los artistas decidieron escribir en minúsculas para "transformar su peso simbólico". En ella se vislumbra una fusión de dibujo tras los cuales se distinguen algunas escenas de sexo, pequeñas figuras que irradian angustia y hasta la propia muerte.Los videos experimentales también tienen presencia en esta exposición con artistas como Camilo Acosta y Santiago Lemus, quienes en "Los Amarillos" reflexionan acerca de la ictericia que experimentan algunos pacientes de esa enfermedad, fruto de los efectos secundarios de los antirretrovirales que les amarillean la piel.Como extensión de esta pieza audiovisual, Acosta y Lemus protagonizaron este jueves en el Mambo "Manifiesto amarillo", una performance en la que ingirieron más de una decena de papeles amarillentos y mojados en los que se leían frases como "El vih no es una enfermedad, es un síntoma político".Más allá del VIHLa exposición se presenta junto a una línea de tiempo en la que se hace referencia a algunas obras creadas por artistas y colectivos colombianos, así como algunos testimonios y documentos que datan desde comienzos de los años 80 hasta la actualidad, a fin de examinar "la profunda historia cultural de la crisis del sida".Bautizada como "Hilos de sangre: Historias y memorias del vih/sida en Colombia", esta línea temporal se enmarca dentro de una investigación del artista colombiano radicado en Nueva York Carlos Motta y el investigador Pablo Bedoya."Nos dimos cuenta de que no había realmente una fuente visitable y accesible públicamente en Colombia a la cual uno se pudiera acercar, si quisiera conocer acerca del vih. Tanto Pablo como yo pensamos que eso era una gran falta en la memoria histórica del país", explicó a EFE Motta.Como parte de este ciclo expositivo disponible hasta el 11 de junio, Motta también inunda las paredes del MAMBO con "Stigmata", exposición antológica que, más allá de hablar del VIH en piezas como "La caída de los condenados" cubre otras aristas relacionadas con la experiencia de la democracia desde la perspectiva de los grupos minoritarios.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.