Ante unas 2.000 personas en la repleta Sala Dorada de la "Wiener Musikverein", los filarmónicos presentaron bajo la batuta del maestro Franz Welser-Möst 15 piezas en el programa principal, de ellas 14 que no se habían tocado nunca en las más de ocho décadas de historia de este concierto. Solo el vals "Aquarelas“, de Josef Strauss, ya había formado una vez parte del Concierto, en el año 2002.
15 piezas
Doce de las 15 piezas eran obras de la legendaria familia Strauss, siendo la mayoría de ellas (8) composiciones de Josef (1827-1870), hijo del patriarca Johann Strauss padre y el mediano de los tres hermanos compositores (junto con Johann hijo y Eduard).
Las tres restantes piezas eran obras de los compositores Carl Michael Ziehrer, Joseph Hellmesberger y de Franz von Suppé (1819-1895), del que los filarmónicos tocaron hoy la obertura de la opereta cómica "Isabella", una pieza con marcado ritmo español, incluyendo castañuelas.
"Quiero demostrar que aquí se esconden muchos tesoros maravillosos que merece la pena desenterrar. Para mí es un emocionante viaje de descubrimiento y creo que la gente escuchará y dirá: "Vaya, ¿por qué no hemos oído esto antes?", había dicho Welser-Möst unos días antes del Concierto.
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El maestro austríaco, un declarado amante de la música de Josef Strauss, reconoció además que su pieza favorita del Concierto 2023 es el vals "Perlas de Amor", que se presentó en la segunda parte del recital. Welser-Möst, de 62 años, dirigió este domingo por tercera vez el célebre concierto, tras las ediciones de 2011 y 2013.
Después de dos ediciones (2021 y 2022) marcadas por la pandemia del coronavirus, la 83 edición del Concierto de Año Nuevo se pudo celebrar este domingo sin restricciones sanitarias.
Coro de niñas
En la décima pieza de la mañana se produjo un histórico estreno al actuar por primera vez en este concierto un coro de niñas , en la polca francesa "Heiterer Muth" (Coraje alegre), de Josef Strauss.
Las niñas -de entre 9 y 14 años de edad- del coro "Wiener Chormädchen" cantaron junto a sus famosos colegas de los "Niños Cantores de Viena" , una institución que cumple este año el 525 aniversario de su fundación.
En el público había numerosas personalidades, entre ellas el presidente de Bulgaria, Rumen Radev, invitado de honor del gobierno austríaco, que había vetado hace unas semanas la entrada del país balcánico en la zona Schengen, de libre circulación comunitaria. Emisoras de radio y de televisión de un centenar de países retransmitieron en directo el concierto.
Protesta de activistas
Según la agencia de noticias austríaca APA, agentes de la policía local interceptaron durante la pausa del concierto el intento de una protesta de seis activistas en la Sala Dorada del Musikverein en contra del cambio climático.
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Según la policía, los activistas de nacionalidad austríaca y alemana, con edades de entre los 26 y 67 años, fueron reconocidos por los agentes, que impidieron su ingreso en la sala del concierto.
Se incautaron pancartas y pegamento, con la que los activistas pretendían pegarse en algún lugar de la sala. El ministro del Interior de Austria, el conservador Gerhard Karner, agradeció a los agentes por su "actuación consecuente y profesional" para que el Concierto pueda seguir adelante como estaba planeado.
También la Orquesta Filarmónica de Viena agradeció en un comunicado a los agentes de seguridad. "Con su intervención, se descubrieron seis activistas y se pudo evitar una interrupción del concierto, que representa la unión, la esperanza y la paz", señala la nota de la orquesta.
En un comunicado, la organización medioambientalista "Última Generación" aseguró que sus activistas tenían la intención de levantar en la sala una pancarta con el lema "Dos Años Más", para exigir ante los políticos reunidos que actúen de forma inmediata contra el cambio climático.
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Saludo de año nuevo
Como es tradicional, el concierto finalizó con varias propinas: en la primera, Welser-Möst y los filarmónicos tocaron "Galope de los Bandidos" (Johann Strauss hijo).
A continuación la orquesta felicitó el Año Nuevo con el ineludible "Prosit Neujahr" (Feliz Año Nuevo, en alemán), después de que el director citara al filósofo Friedrich Nietzsche, con las palabras: "La vida sin música sería un error".
Para terminar, las dos propinas más conocidas: el vals "El Danubio Azul" de Johann Strauss hijo y la "Marcha Radetzky" de Johann Strauss padre, que el público acompañó con frenéticas palmas.
Poco antes de terminar el Concierto 2023, la Filarmónica de Viena anunció que el Concierto 2024 será dirigido por el maestro alemán, Christian Thielemann , quien ya estuvo al frente del recital en 2019. No olvide conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
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