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La difícil situación sobre el sistema musical en Colombia

A comienzos de febrero, la primera dama Verónica Alcocer visitó Venezuela para conocer de primera mano el sistema orquestal del vecino país. Después de esto, un grupo de músicos, docentes y gestores culturales expresaron su preocupación por replicar dicho modelo en Colombia. El Ministerio de Cultura acaba de publicar una carta en respuesta. En esto va el debate.

Orquesta Sinfónica Juvenil NY
Según una carta publicada por un grupo de expertos del sector musical, la propuesta del sistema orquestal del Gobierno puede perpetuar "lógicas coloniales que juzgan cualquier música desde el canon europeo".
/AFP

El 2 de febrero de este año fue publicada en el portal Change.org una "Carta del sector musical al Presidente Gustavo Petro" , firmada hasta este momento por 2.424 personas. El documento revela la preocupación y el rechazo de músicos, docentes y gestores culturales frente a la propuesta del Ministerio de Cultura de replicar el modelo orquestal venezolano en Colombia.

La iniciativa del Gobierno se confirmó luego de la visita de Verónica Alcocer, primera dama de Colombia, a Venezuela. En palabras del presidente Gustavo Petro, Alcocer fue a conocer el sistema orquestal venezolano para confirmar que “despegaremos en este año el sistema orquestal colombiano ligado a todo el sistema educativo”, dijo el presidente.

El anuncio, al contrario de lo esperado por el Gobierno, trajo consigo más reticencia que conformidad. En el comunicado publicado justo después de conocerse esta idea se enumeran 10 motivos por los que habría que, por lo menos, examinar con lupa la propuesta del sistema orquestal. Entre las advertencias realizadas por el grupo dejan expuesto que esta iniciativa "se trata de un modelo con muy baja participación de los sectores más marginados".

Entre los firmantes de la carta se encuentran musicólogos y expertas en gestión cultural que advierten que el sistema que propone el Gobierno abriría una brecha irreconciliable entre quienes empiecen el proceso y quienes logren terminarlo. Es sabido que la música académica o clásica premia, sobre todo, procesos de una exigencia física, económica y temporal trascendentales.

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En un país como Colombia, donde los jóvenes se ven abocados a un mundo laboral precarizado y en permanente explotación; donde además, cargan con la responsabilidad económica de suplir necesidades familiares es muy difícil imaginar cómo podrían avanzar en los procesos del sistema orquestal clásico. "Nos preocupa que la política se concentre en la creación de una pirámide profesionalizante que parte de prácticas colectivas en la base y que culmina en unos pocos profesionales competitivos, dejando muchos músicos frustrados en el camino", previenen en la petición.

La respuesta del Ministerio no esclarece las inquietudes del sector. El 20 de febrero la ministra de cultura Patricia Ariza publicó en su cuenta personal de Twitter un comunicado sobre el tema. En él destaca que "El cambio social es también un cambio cultural, para el Gobierno del Cambio la participación de los y las artistas y creadores, en este proceso, reviste la mayor importancia". A pesar de que este enunciado podría tomarse como una apertura para la conversación, el tema no parece evolucionar.

En la comunicación del Ministerio abordan el tema del Plan Nacional de Música para la Convivencia (PNMC), mencionado también en la carta dirigida al presidente. Este plan inició en el año 2002 y ha beneficiado a 1054 escuelas municipales de formación musical diversa, autóctona y original de los territorios. Según el sector musical "no es conveniente crear un sistema paralelo como el que el Viceministerio ha planteado, alrededor de las orquestas sinfónicas o de las agrupaciones artísticas colectivas. Como ya se evidenció, toda práctica musical, incluidas las prácticas sinfónicas, son acogidas por el ecosistema del PNMC".

La réplica del Ministerio confirma que a pesar de que "para el gobierno del Cambio, la participación de los y las artistas y creadores, en este proceso, reviste la mayor importancia", el Gobierno seguirá adelante con su idea. "Como lo señala el presidente Gustavo Petro, este año despegará el Sistema orquestal colombiano, ligado al Sistema Educativo, acogiendo y complementando la actual cobertura del PNMC".

Las preocupaciones bien argumentadas del sector parecen ser ignoradas por el Gobierno. Sigue siendo cuestionable porqué, si teniendo en Colombia un sistema firme, estructurado y que ha mostrado resultados importantes y valiosos frente a la creación y fomento de músicos y espacios culturales, es necesario calcar estructuras de afuera que no responden a las necesidades únicas de nuestros territorios.

Si sabemos que la construcción de la paz y el ingreso de más niños, niñas, jóvenes y adolescentes a la música (al arte o al deporte) son un imperativo en la construcción de país, por qué no robustecer las políticas y entidades que ya existen en el país y atender a un grupo de expertos que conocen de fondo la situación musical en sus bifurcaciones específicas. Esto no quiere decir que no deban darse espacios y no se deban invertir recursos y energía en procesos orquestales clásicos, todo lo contrario: atender las necesidades culturales significa, sobre todo, entenderlas en sus contextos.