Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

push logo
Sabemos que las notificaciones pueden resultar horribles, pero prometemos no abusar. Entérate de todo el mundo cultural en HJCK.
No, gracias.
¡Claro que sí!

Publicidad

En Canto y Música Coral: "La leyenda del beso", de Reveriano Soutullo y Juan Vert

En la nueva edición de Canto y Música Coral escucharemos "La leyenda del beso", con música de los maestros Reveriano Soutullo y Juan Vert. Le contamos algunos detalles de la obra.

617fb8978b59516451c4227ce94c7423.jpg
Representación de "La leyenda del beso", de Reveriano Soutullo y Juan Vert.
Teatro Cervantes de Málaga.

La leyenda del beso es una zarzuela en dos actos, dividida en tres cuadros. Con libreto de Enrique Reoyo, José Silva Aramburu y Antonio Paso, y música de los maestros Reveriano Soutullo y Juan Vert, se estrenó con gran éxito en el Teatro Apolo de Madrid, el viernes, 18 de enero de 1924.

Escuchemos en Canto y Música Coral por HJCK.com la versión que nos ofrece el sello discográfico Montilla, con el siguiente reparto:

Amapola por Dolores Pérez, Simeona por Luisa de Córdoba, Mario por Alberto Aguilá, Iván por José Picaso, Gorón por Santiago Ramalle, Gurko por Tino Moro, Coral por Alicia Olabarría y Ernesto por José Peromingo.

Acompañados por Coro de la Radio Nacional de España y Orquesta de Cámara de Madrid bajo la dirección de Enrique Estela.

Publicidad

Aquí el argumento de la obra:

La escena se desarrolla en el parque de un castillo señorial en tierras castellanas.

Artes de levantarse e1 te1ón se oyen lejanos 1os cantos de los gitanos "Cantando amarguras, recorro el sendero..." Al levantarse el telón, presenciamos una brillante escena de regreso de montería. Llegan los cazadores y entonan una alegre canción de caza.

Terminada la canción, se sucede una animada escena entre el Conde Mario, dueño del parque donde se desenvuelve la acción, y sus invitados. Durante esta escena, un criado del castillo anuncia a Mario que unos gitanos desean solicitar permiso del Conde para acampar por unos días en los terrenos del parque. Llegan1os gitanos cantando.

Terminado el canto de los gitanos, su jefe Alesko, solicita cortésmente el permiso para permanecer allí por unos días. Dice, para reforzar su petición, que veinte años atrás la misma tribu acampó en aquellos terrenos y fue regiamente atendida por el padre del actual Conde. Mario accede a que la tribu acampe en el parque y pone como condición que los gitanos le dediquen a él y a sus invitados una de sus típicas zambas. Así se acuerda y cuando la tribu va a retirarse, Mario se fija en una de las gitanas, 1a bellísima Amapola, a la que retiene unos momentos. Este aparte, es sorprendido por Iván, gitano enamorado de Amapola, al que tiene que contener Madre Ulita, la hechicera de la tribu, para evitar que se abalance sobre el Conde. Iván, acto seguido, declara su amor a Amapola.

Los invitados entraron en el palacio y, mientras, hay una corta y cómica escena en la que Cristóbal advierte a su novia Simeona que ande con cuidado porque ha visto que uno de los señores, Gorón, le dedica algunos galanteos. Ella asegura que no es cierto y consigue que su padre se lleve de allí a Cristóbal.

Publicidad

Salen los invitados después de la serenata de Mario y cuando estaban todos hablando, se oyen unos gritos pidiendo auxilio. Llega un criado anunciando que un jabalí, que fue herido durante la cacería y consiguió escapar, atacó a una de las gitanas. Corren todos en su busca y es Mario el que la encuentra, resultando ser la gitana Amapola, a la que trae desmayada en sus brazos. Canta con ella un romántico dúo, en el curso del cual le pide un beso, pero la gitana Ulita, que ha escuchado esta petición, impide que el Conde bese a Amapola y cuenta, para justificar su interrupción, la leyenda del beso: “La madre de Amapola fue una gitana bellísima que huyó de la tribu seducida por un rey. Este la abandonó más tarde y, por fin, vieja y enferma, regresó a la tribu. Poco antes de morir reunió a los suyos y sobre la cuna de Amapola dormida, pronunció su terrible maldición. Amapola sería como ella misma, bellísima y codiciada por muchos hombres, pero aquel que la besara, encontraría con el beso la muerte”

Mario dice que no le importa la muerte si puede besar a Amapola y cuando está a punto de conseguirlo, se oye lejano el canto de los gitanos, y Amapola huye hacia los suyos.

Escuche la obra completa en la nueva edición de Canto y Música Coral el domingo 14 de enero a las 9:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.