En esta entrega de nuestros #DiariosdeFestival hablamos sobre la luz y su forma de afectarnos. Desde el Cartagena Festival de música, han surgido formas de reaccionar al mundo y sus gestos. Cuando el Teatro Adolfo Mejía estaba todo en silencio y nadie ocupaba sus celulares ni los rostros de sus compañeros viví ese momento. La luz perforó el techo de mármol y apuntó a un espacio íntimo del escenario. No había nadie ahí todavía, pero la gracia estaba dispuesta, nos preguntamos: ¿cómo es posible que no confirmen los viajes en el tiempo? Si a esta hora, se ve en los ojos de la luz la posibilidad de ver de frente el nacimiento del mundo.