El norteamericano Isaac Stern fue uno de los violinistas más prestigiosos del siglo XX, tanto por las interpretaciones que hizo de las obras más importantes del repertorio clásico, como por sus actitudes radicales en momentos en que sintió que la música como arte, era amenazada.
Aun se recuerda como a fines de los años 50, salvó el Carnegie Hall de la destrucción. "No es sólo un edificio. Es una idea. Es una mitología necesaria para la música", dijo Stern cuando se pretendió demoler la sala de conciertos para dar lugar a un edificio de 44 pisos. El violinista lanzó una campaña para preservar el Carnegie Hall y logró que se aprobara una legislación que luego le permitió a la ciudad comprarlo por 5 millones de dólares. Así cumplió las palabras que dijo en alguna ocasión "Cuando uno cree en algo, puede mover montañas”.
Otro episodio de su agitada vida como virtuoso y por decirlo de alguna manera “diplomático de la música en el mundo”, fue el muy recordado concierto que dio en Jerusalén en 1991, en plena Guerra del Golfo. Cuando las sirenas comenzaron a sonar, la audiencia temió lo peor y comenzó a colocarse máscaras de gas. El violinista, sin embargo, ignoró la interrupción y prefirió concentrarse en un solo de Bach.
Stern fue también uno de los músicos que más registros realizó, con más de 100 grabaciones de cerca de 200 obras y casi de un centenar de compositores en su repertorio.
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A él acudían los compositores para estrenar sus obras, entre ellos Bernstein, Penderecki, Rochberg, Schuman, Dutilleux y Peter Maxwell Davies; igualmente dio las primeras interpretaciones en Estados Unidos de piezas de Bartók y Hindemith por ejemplo.
Durante más de sesenta años de carrera profesional, el violinista Isaac Stern actuó en los escenarios más importantes del mundo, guió las carreras de numerosos músicos jóvenes y dedicó parte de su tiempo al avance del arte tanto nacional como internacionalmente. Además, grabó, como ya anotamos, más de doscientas obras de sesenta y tres compositores.
Stern llegó con sus padres a Norteamérica cuando tenía diez meses de edad. Creció y se educó en San Francisco, comenzó a interpretar violín a los ocho años y su principal maestro fue Naourn Blinder, concertino de la Sinfónica de San Francisco.
Isaac Stern realizó su debut formal con orquesta en 1936 interpretando el Concierto N°3 de Saint-Saëns con la Sinfónica de San Francisco dirigida por Willem Van Den Berg. Un año después apareció nuevamente con la orquesta interpretando el Concierto de Brahms dirigido por Pierre Monteux. Su recital debut en Nueva York lo realizó en el Town Hall en 1937 y actuó por primera vez en el Carnegie Hall en 1943.
Durante su carrera Isaac Stern colaboró con artistas de distintas generaciones como Yefim Bronfman, Emanuel Ax, Yo-Yo Ma, Jaime Laredo, Mariss Jansons y Robert MacDonald entre muchos otros. También realizó talleres y cursos para jóvenes en el Carnegie Hall, en los Encuentros Musicales Internacionales de Jerusalem, en el Curtis Institute, en el Conservatorio de San Francisco, etc.
Por más de 35 años fue presidente del Carnegie Hall y fue el primero en recibir el Premio Albert Schweitzer. Además, fue honrado por presidentes de los Estados Unidos, Francia y Japón, orquestas norteamericanas y europeas, así como entidades y universidades de todo el mundo.
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Otros hitos de su carrera incluyen el cine y la televisión. La película De Mao a Mozart: Isaac Stern en China ganó el premio de la Academia en la categoría documental de larga duración en 1981 y recibió una mención especial en el Festival de Cannes.
Tras la Guerra de los Seis Días en 1967, Isaac Stern interpretó con la Filarmónica de Israel y Leonard Bernstein el Concierto de Mendelssohn en el Monte Scopus, como una manera de recordar a los caídos y que fue llevada al cine como A Journey to Jerusalem.
Podrá escuchar las interpretaciones de Isaac Stern el lunes 18 de julio a las 3:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCKen el programa El músico de la semana.
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