Heinrich Ignaz Franz von Biber entró muy joven al servicio de la música del Príncipe Obispo de Olmütz , quien era no sólo un cultivado y celoso hombre de iglesia, sino también amigo de las artes y generoso patrocinador de la música. Su capilla privada, encomendada a la dirección de Biber contaba con un buen elenco de músicos y gozaba de una excelente reputación.
La prolífica obra de von Biber muestra una predilección por el canon y por un diapasón armónico. Se le conocía como virtuoso del violín y su fama actual se debe sobre todo a sus obras para este instrumento, muchas de las cuales emplean diferentes afinaciones de las cuerdas.
Sin lugar a dudas una de sus obras más características es su Harmonia Artificiosa-Ariosa , una serie de siete partitas y cada una de ellas empieza con un elaborado movimiento abstracto ( Sonata, Praeludium o Intrada ), seguido de varias danzas ( Allamande, Sarabande, Gigue, Canario, Balletto ) y variaciones. También incluye algunos bailes que parecen haber sido especialmente populares en las cortes de los Habsburgo.
A Heinrich Ignaz Franz von Biber se le debe reconocer como el más notable de los compositores alemanes de su tiempo, además de gozar de una amplia reputación internacional como violinista. Su propia técnica le permitía alcanzar fácilmente complicados pasajes polifónicos y explorar las diversas posibilidades de afinación de la scordatura (afinación de un instrumento de cuerda que es diferente de la afinación normal y estándar).
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Biber escribió una de las primeras piezas conocidas para violín solo, la monumental pasacalles de las Sonatas de Misterio (una colección de 15 sonatas cortas para violín y continuo, con un pasacalles final para violín solo). Se presume que las Sonatas de Misterio se completaron alrededor de 1676, pero fueron desconocidas hasta su publicación en 1905.
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Durante la segunda mitad del siglo XVII, Heinrich Ignaz Franz von Biber fue considerado, junto con los compositores de la escuela de Dresde (Johann Jakob Walther y Johann Paul von Westhoff), uno de los mejores y más influyentes violinistas de Europa. Pero a diferencia de la mayoría de los compositores para violín, Biber no se limitó a la música para instrumento. También fue un prolífico compositor de obras vocales sacras: misas, réquiems, motetes, etc.
Podrá escuchar obras maravillosas del compositor Heinrich Ignaz Franz von Biber en la nueva edición de El Músico de la Semana el lunes 6 de mayo a las 3:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.