Hijo de padres germanos que emigraron a Inglaterra y que llegaron a ser importantes industriales de la exportación, Frederick Delius creció en un ambiente musical y confortable. Su padre Julius era un músico aficionado. Antes de llegar a la adolescencia ya interpretaba piano y violín, pero se esperaba que siguiera con el negocio de la familia. De hecho, trabajó durante tres años como aprendiz con un creciente sentimiento de frustración.
En 1884 obtuvo el permiso de su padre para viajar a su plantación de naranjos en Florida, Estados Unidos, donde pronto instaló un piano y recibió lecciones de teoría de un profesor local. En 1885, un año y medio después de haberse establecido en Danville, Virginia, comenzó a enseñar música. Ingresó al Conservatorio de Nueva York en 1886 y en 1888 retornó a Europa para establecerse en París, donde permaneció los siguientes diez años.
Su experiencia americana le marcó para siempre. El recordaba en particular las canciones que los trabajadores negros cantaban en los barcos, en las plantaciones y en las fábricas del sur.
Estas canciones se reflejan en Koanga , su tercera ópera, y en Appalachia , cuyo título se refiere no a la cadena de montañas de los Estados Unidos, sino a una vieja palabra que designaba a los indios de América del Norte.
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Este título fue atribuido a una breve rapsodia para orquesta que Delius compuso en 1896 y 1903 escribió una obra nueva con el mismo título, basada en uno de los temas de la obra precedente, una serie de variaciones sobre una vieja canción de esclavos con coro final.
Gracias a los esfuerzos del director de orquesta británico Thomas Beecham, la música de Delius se dio a conocer en Gran Bretaña y en los Estados Unidos. En 1929 Beecham organizó un gran festival Delius en Londres.
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La música de Frederick Delius es conocida por su capacidad para transmitir emociones profundas y complejas. A través del uso de melodías líricas, armonías ricas y cambios de ritmo dramáticos, Delius crea una experiencia musical que es tanto conmovedora como emocionante.
La música de Frederick Delius se caracteriza por su atmósfera poética y la sutil evocación de distintos estados de ánimo, así como por su lirismo y cualidades armónicas, más que por las estructuras contrapuntísticas o las rítmicas.
La ópera Fennimore y Gerda (última composición de Delius en este género), con libreto en alemán, del propio compositor, que se basó en la novela Niels Lyhne del escritor danés Jens Peter Jacobsen. Delius empezó a escribir Fennimore und Gerda en 1908 y la terminó en 1910, pero el estreno, que se pretendía que fuera en Colonia, se vio retrasado por la Primera Guerra Mundial y no tuvo lugar hasta el 21 de octubre de 1919, en la Opernhaus de Fráncfort del Meno.
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Frederick Delius comenzó a componer su Concierto para violín en 1916 y lo completó en 1919. La obra fue estrenada por el famoso violinista Albert Sammons, con la Orquesta Sinfónica de Londres bajo la dirección del propio compositor. El concierto fue un éxito inmediato y se ha convertido en una de las piezas más queridas del repertorio para violín.
El Concierto para violín de Delius es una obra maestra de la música clásica que combina la belleza y la emoción del violín en una experiencia musical inolvidable. Desde su misteriosa introducción hasta su emocionante final, esta pieza es un testimonio del talento y la visión creativa de Delius como compositor.
Los últimos años de la su vida Frederick Delius los pasó recluido en la casa que, con su esposa, había construido en Grez-sur-Loing. Durante estos años fue envejeciendo con crecientes problemas de salud que terminaron produciéndole ceguera y parálisis, hasta al punto de necesitar una silla de ruedas.
Podrá escuchar obras maravillosas del compositor Frederick Delius en la nueva edición de El Músico de la Semana el lunes 10 de junio a las 3:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.
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