La música barroca fue un período de la historia de la música que abarcó aproximadamente desde el final del Renacimiento, alrededor de 1600, hasta mediados del siglo XVIII, alrededor de la década de 1750.
Este período fue marcado por una gran expansión en la composición musical, el desarrollo de nuevas formas musicales y la aparición de figuras destacadas en la composición y la interpretación. De acuerdo con la Enciclopedia Británica, este periodo musical es conocido por su “espíritu grandioso, dramático y enérgico, pero también por su diversidad estilística”.
Para entender el surgimiento de la música barroca es necesario abordar a su antecesor, el estilo polifónico. Desde finales de la Edad Media y durante el Renacimiento, situado entre los siglos XV y XVI tuvo auge el estilo polifónico universal, caracterizado por sonidos simultáneos con identidades musicales propias, pero que forman una armonía en su conjunto.
A partir del siglo XVII, Italia lideró un cambio trascendental en la música, “con su énfasis en la voz solista, la polaridad de la melodía y la línea de bajo, y el interés por la armonía expresiva, se desarrolló para el uso profano la música barroca”, según relata la Enciclopedia Británica. Por su parte, el estilo polifónico se reservó para la música sacra. “La ampliación del vocabulario permitió una distinción más clara entre música sacra y profana, así como entre los lenguajes vocal e instrumental, y las diferencias nacionales se hicieron más pronunciadas”, se lee en ese compendio.
Publicidad
El inicio del período barroco estuvo influenciado por varios cambios culturales y sociales, incluida la Contrarreforma en la Iglesia Católica y el surgimiento de una clase media acomodada interesada en la música. Uno de los aspectos más significativos de la música barroca fue el desarrollo de la armonía tonal, que estableció la primacía de ciertas tonalidades y acordes en la composición musical.
Una de las características más importantes de la música barroca fue el uso del bajo continuo, también conocido como continuo o bajo cifrado, que consistía en un conjunto de acordes que acompañaban la melodía principal. Este bajo continuo era interpretado por un instrumento armónico, como el clavecín, y un instrumento bajo, como el violonchelo o la viola da gamba.
En Italia, el compositor Claudio Monteverdi comenzó a explorar nuevas técnicas expresivas en la música vocal e instrumental. Monteverdi es especialmente conocido por sus innovaciones en la ópera, con obras como Orfeo y L'incoronazione di Poppea.
💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.
Durante las primeras décadas del siglo XVII, la música barroca comenzó a consolidarse como un estilo distintivo en Europa. En Italia, se desarrolló la escuela de ópera veneciana, con compositores como Monteverdi y Francesco Cavalli. Por su parte, en Alemania, Heinrich Schütz, conocido por su música sacra, combinó la influencia italiana con la tradición luterana alemana.
A mediados de ese siglo se desarrolló la música instrumental. En Francia, Jean-Baptiste Lully emergió como una figura dominante, estableciendo un estilo distintivamente francés en la música operística y de ballet. Italia siguió aportando al desarrollo de formas instrumentales como la sonata y el concierto grosso con compositores como Arcangelo Corelli y Girolamo Frescobaldi.
Publicidad
Para ejemplificar, el concierto grosso, se caracteriza el contraste entre un grupo de instrumentos solistas, conocido como concertino, con la orquesta más grande, conocida como ripieno o tutti. La sonata barroca, por su parte, consta de varios movimientos contrastantes y era interpretada, generalmente, por un pequeño grupo de instrumentos.
Durante su apogeo, a finales del siglo XVII, la música barroca contó con una producción prolífica en todos los géneros. Compositores como Johann Sebastian Bach en Alemania y Antonio Vivaldi en Italia produjeron algunas de sus obras más importantes. Bach, destacado por su música sacra, incluyendo cantatas, oratorios y obras para órgano, y Vivaldi, por sus conciertos y obras instrumentales virtuosas.
“La ópera, el oratorio y la cantata fueron las nuevas formas vocales más importantes, mientras que la sonata, el concierto y la obertura se crearon para la música instrumental”, puntualiza el compendio británico. Para principios del siglo XVIII, la música barroca empezó su tránsito hacia el período clásico.
En esta transición hubo una una superposición de estilos y se desarrollaron nuevas formas musicales como la sinfonía y la ópera seria. El alemán, posteriormente nacionalizado inglés, George Frideric Handel, fusionó influencias italianas, alemanas y británicas que jugaron un papel importante que fungieron como puente entre el barroco y el clasicismo.
Publicidad
🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.