Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

push logo
Sabemos que las notificaciones pueden resultar horribles, pero prometemos no abusar. Entérate de todo el mundo cultural en HJCK.
No, gracias.
¡Claro que sí!

Publicidad

29 años de "Rage Against The Machine"

Durante 52 minutos,Tim Commerford, Zack de la Rocha, Tom Morello y Brad Wilk, hacen de la rabia y la indiferencia un camino musical hacia el activismo político, para hacer frente a la represión estatal del gobierno norteamericano.

01-1.jpg
Protestas pacíficas de comunidades budistas durante el gobierno de Ngô Đình Diệm, previo al inicio de la guerra de Vietnam.
Malcolm Browne

Desde los primeros acordes que tocaron, la agrupación californiana Rage Against The Machine se convirtió en un statement de lucha social para muchos de sus seguidores y su primer disco homónimo, publicado en 1992, nació como un manifiesto de rebeldía, un archivo de memoria sobre lo que se vivió en la década de los años 90.

Durante 52 minutos,Tim Commerford, Zack de la Rocha, Tom Morello y Brad Wilk, hacen de la rabia y la indiferencia un camino musical hacia el activismo político, para hacer frente a la represión estatal del gobierno norteamericano. Es importante rescatar episodios puntuales en los que su música fue incómoda para el poder, como su enfrentamiento con el partido Demócrata en agosto del 2000, en medio de la convención nacional en el estadio Staples Center de Los Ángeles.

Por su seguridad, el grupo de políticos optó por cerrar el perímetro del estadio y dejó por fuera a la ciudad de Los Ángeles, dando inicio a una extensa protesta en frente de la corte y quien votó a favor se los ciudadanos, limitando el cierre y demarcando una Zona de protestas, junto a la entrada del estadio. Con la demanda, se abrió un espacio para instalar luces, sonido y un escenario y hacer presencia desde un lugar específico durante la convención

El 14 de agosto de 2000 y los protestantes cedieron una hora de la zona para que Rage Against the Machine realizara un concierto gratuito frente a 8.000 personas revueltas y furiosas. Al subir al escenario Zach de la Rocha saludó y declaró “nuestra democracia ha sido secuestrada. Nuestras libertades electorales en este país ya no existen hace mucho porque son controladas por las corporaciones ¡No vamos a permitir que estas calles sean tomadas por los Demócratas o Republicanos!” Acto seguido tocaron Bulls on Parade dentro de un set de 40 minutos que también incluyó los clásicos Sleep Now In The Fire, Guerrilla Radio y Testify, entre otros.

Publicidad

Ese sentimiento está presente en la música. Esa búsqueda de autonomía, desprecio por las formas burocráticas y filiación a la anarquía se encuentra a lo largo del tracklist de Rage Anainst The Machone. La portada, por ejemplo, es una fotografía de Malcolm Browne que retrata el momento preciso en el que un monje se inmola como protesta a las persecuciones que sufrían los budistas durante el gobierno de Ngô Đình Diệm, previo al inicio de la guerra de Vietnam.

Killing in the Name fue el sencillo promocional del álbum y alcanzó el primer lugar en las cadenas de radio más importantes e incluso sonó completa en BBC Radio 1 en 1993. Morello, durante una lección de afinación, encontró la melodía del riff y cuenta: “Estaba justo tocando el bajo en una lección de guitarra y estaba enseñando a un alumno sobre la afinación del descenso de Re mayor”.

Si bien el rap tenía ya un lugar asegurado en los oídos de muchos para 1992, con el disco homónimo de la banda un aire de novedad llegó a la música del momento. La combinación de las guitarras brillantes, con la fuerza del rapeo convirtieron a Rage Against The Machine en un referente obligado para los enamorados del sonido de los años 90.

Podría decirse que hay un hilo conductor en el álbum y es la rabia. La cadencia y la fuerza de los instrumentos alimentaban el desasosiego que experimentaban los integrantes de la banda. Con ideas políticas claras y una crítica directa al sistema, los músicos construyeron un camino de 140 canciones que parecían conducir a quien escuchara por un limbo, un abismo que al final, era la realidad vista de la forma más cruda. Una vez más, escuchemos el disco completo.