Asombro , de Tomás González
La obra de Tomás González está compuesta de novelas, cuentos y poemas. Tras más de una decena de libros, el autor antioqueño decidió revisar sus textos de no ficción, así como las entrevistas que había concedido durante veinte años apropósito de su obra, para reunirlos en un solo libro, como una suerte de poética de una de las obras más entrañables de Colombia. Dividido en tres partes, este libro se presenta como un revés de la trama: las ideas, la vida y las reflexiones sobre la propia obra resultan de una luminosidad y una belleza sin igual.
Cada parte conforma el universo de un escritor admirado que ha dejado la piel en cada uno de sus libros. Leerlo es entrar en un territorio poco conocido por los lectores del autor. Memorioso, a veces juguetón, en otras malgeniado, siempre lúcido, estas páginas nos muestran a un escritor que ha vivido desde la infancia una relación de extrañeza y gran profundidad con el mundo y con la literatura.
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Primera persona del singular, de Haruki Murakami
Amores de adolescencia evocados con serena nostalgia, jóvenes apenas vislumbradas, reseñas de jazz sobre discos imposibles, un poeta amante del béisbol, un simio parlante que trabaja como masajista y un aciano que habla de un círculo con varios centros... Los personajes y las escenas de este esperadísimo volumen de relatos hacen saltar por los aires los límites entre la imaginación y el mundo real. Y nos devuelven, intactos, los amores perdidos, las relaciones truncadas y la soledad, la adolescencia, los reencuentros y, sobre todo, la memoria del amor, porque "nadie podrá arrebatarnos el recuerdo de haber amado o de habe restado enamorados alguna vez en la vida", asegura el narrador.
Un narrador en primera persona que, a veces, podría ser el propio Murakami. ¿Se trata entonces de un libro de memorias, de unos relatos con tintes autobiográficos o de un volumen exclusivamente de ficción? El lector tendrá que decidir.
Tres Horizontes, de Lina Florez y Pablo Pérez
Los creadores de Emilia, Lina Flórez y Pablo Pérez, presentan un nuevo cómic periodístico colombiano: Tres horizontes. Este libro narra las historia s de tres mujeres de generaciones distintas; tres mujeres de Medellín que desde sus recuerdos y vivencias muestran cómo cada una ha encarado las presiones de la vida familiar y la profesional para construir su autonomía. Las vidas de estas mujeres, los prejuicios que enfrentan y los caminos que eligen, se convierten en un prisma a través del cual se observa la cotidianidad de las mujeres en el siglo XXI.
Sus acciones cotidianas exponen la capacidad de autonomía en pleno ejercicio, y proyectan un horizonte para el empoderamiento femenino. Al integrar la expresividad del dibujo y la intimidad de los testimonios de las protagonistas, este ejercicio periodístico en formato cómic busca expandir las posibilidades narrativas de estas historias sobre autonomía femenina.
Los Vencejos, de Fernando Aramburu
Toni, un profesor de instituto enfadado con el mundo, decide poner fina su vida. Meticuloso y sereno, tiene elegida la fecha: dentro de un año. Hasta entonces cada noche redactará, en el piso que comparte con su perra Pepa y una biblioteca de la que se va desprendiendo, una crónica personal, dura y descreída, pero no menos tierna y humorística. Con ella espera descubrir las razones de su radical decisión, desvelar hasta la última partícula de su intimidad, contar su pasado y los muchos asuntos cotidianos de una España políticamente convulsa.
Aparecerán, diseccionados con implacable bisturí, sus padres, un hermano al que no soporta, su exmujerAmalia, de la que no logra desconectarse, y su problemático hijo Nikita; pero también su cáustico amigo Patachula. Y una inesperada Águeda. Y en la sucesión de episodios amorosos y familiares de esta adictiva constelación humana, Toni, hombre desorientado empeñado en hacer recuento de sus ruinas, insufla, paradójicamente, una inolvidable lección de vida
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Murallas Infinitas, de Felipe Agudelo
La terrible aparición en el Salto del Tequendama de una serie de muchachas adolescentes, que aparentemente se han suicidado, es el nuevo caso que cae entre las manos del investigador Gotardo Reina. El tiempo ha pasado y él aún sigue en la búsqueda de Amarilis, su hermana desaparecida. Es su amiga, la teniente Chitiva, quien lo vincula a esta nueva investigación.
El proceso de pesquisa y rastreo del caso conduce a Gotardo Reina ha internarse en el mundo oscuro de las redes de trata de personas, especialmente de mujeres. Por esta razón deberá no solo enfrentarse a una peligrosa organización criminal de corte internacional, que opera en Colombia, sino que tendrá que plantarse, cara a cara, ante una parte de su propia historia familiar, que hasta entonces había permanecido oculta para él. Diversos peligros lo obligarán a salir de Bogotá y emprender un breve pero intenso viaje a la costa caribeña, antes de poder resolver los enigmas que plantea la extraña muerte de muchachas en puntos distantes de nuestra geografía.
Razones para destruir una ciudad, de Humberto Ballesteros
A sus cuarenta y seis años, Natalia, maestra de escuela en un pueblo a dos horas de la capital, vive todavía en casa de su madre, una discapacitada que depende por entero de ella. Pero en las noches, en un pequeño cuarto que año tras año ha acondicionado para ese propósito, vive en Venecia. Una Venecia de canales trazados con tiza, construida con cartón, icopor, ladrillos en miniatura y sobre todo historias: delirios circulares que se cuenta a sí misma, basados en los libros que la obsesionaron de niña.
En esa ciudad imaginaria no se sufre ni se envejece, y los pocos aventureros que logran pisar sus calles regresan a su infancia y se dedican a jugar para siempre. Pero, por mucho que uno se esfuerce por evitarlo, la vida no se detiene. De improviso, circunstancias fuera de su control fuerzan a la soñadora a aceptar que no se pueden habitar dos lugares al mismo tiempo, mucho menos cuando uno de ellos no existe. Hace once años, un jurado compuesto por Melba Escobar, Carolina Sanín y Juan David Correa le otorgó a esta breve y bella primera novela el Premio Nacional “Ciudad de Bogotá”.
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Cantar es sobrevivir, de Sergio Álvarez
Un periodista en crisis personal y laboral es enviado a buscar historias de reconciliación tras el acuerdo de paz firmado en 2016 con la guerrilla de las Farc. Los viajes a las zonas de conflicto le confirman que la guerra no ha terminado y que la injusticia y la violencia permanecen, pero también le enseñan que, además de la solidaridad y las ganas de vivir, lo que ayuda a resistir es el amor que la gente tiene por la música.
Cantar es sobrevivir es un recorrido por una Colombia que intentamos ocultar pero que sigue en pie: la costumbre de usar el narcotráfico para financiar a los grupos paramilitares que asesinan cualquier forma de disidencia ideológica o política; la responsabilidad de las élites y las fuerzas armadas en esos crímenes; la indolencia y el silencio de las clases medias ante el abuso institucionalizado y el eterno desplazamiento al que se somete a la gente sencilla.
Como en 35 muertos, su anterior novela, Sergio Álvarez halo grado un relato necesario para un país que se niega a mirarse al espejo. Esta vez lo hace con la banda sonora incluida en el relato, además demostrarnos los hechos, el autor nos cuenta cómo la música los acompaña y cómo se convierte en una forma de sanación, de identidad y de esperanza.
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Galápagos, de Fátima Vélez
La primera novela de la escritora Fátima Vélez, cuenta, a partir de la caída de una uña, la historia de Lorenzo, un pintor que pasa sus días entre Bogotá y París, los primeros indicios de su enfermedad y el posterior viaje que emprende junto a un grupo de amigos por las islas Galápagos. En este viaje están presentes también la nostalgia, la búsqueda del placer y ladecadencia de los cuerpos.Esta novela resultó finalista en el Premio Nacional de Narrativa Elisa Mújica 2020.
Se trata de un viaje hacia la descomposición. Enesta novela, hecha de pieles y voces, conviven la poesía y el humor, la belleza y el absurdo. Es la exploración de cuerpos enfermos y deseantes que se niegan a desaparecer, cuerpos que oscilan entre la pulsión creadora y el abandono, que se cuentan historias para evitar el final o para recibirlo.