Magdalena Abakanowicz nació en Falancy, Polonia en 1930, cuando tenía nueve años la Alemania nazi invadió su país, suceso que marcaría después su trabajo artístico. Tras la Segunda Guerra Mundial llegó el régimen comunista y de nuevo se truncó el camino para poder estudiar.
En 1950, Abakanowicz se instaló en Varsovia para atender a clases en la Academia de Bellas Artes, años después fue reconocida como una figura fundamental para la vanguardia de arte polaca innovando con materiales naturales en sus esculturas.
Años más tarde decidió tomar como elemento de estudio al ser humano y al cuerpo, la artista decía que cuando investigaba al humano se investigaba a ella misma. Así también el uso de arcilla, yute, resina y pegamento se convirtieron en su sello artístico.
Otro elemento distintivo dentro de la obra de Abakanowicz fue el tapiz y los elementos que lo componían, los llamó Abakans, sus obras gigantescas llenaron galerías en toda Europa y se volvió referente para este tipo de arte entre la década del 60.
Publicidad
En las siguientes dos décadas la artista se dedicó a hacer esculturas de formas humanas huecas y faltantes de cabeza, centrándose en la cultura humana y la naturaleza como un todo, además de su condición y posición en la sociedad moderna.
Desde 1965 a 1990 se dedicó también a ser maestra en distintos institutos artísticos, como la Escuela de Arte en Polonia y la Universidad de California en Los Ángeles donde dictó clases en 1984. Tras 1980 la artista decidió incluir metales en sus esculturas, como el bronce que fue protagonista en sus trabajos Bronze Crowd (1990-91) y Puellae (1992).
Abakanowicz mencionó en su discurso dado en la Academia de Bellas Artes de Łódź: "la expresión del arte saturado de historia, deformada por la modernidad va divergiendo de la dirección del arte en el mundo libre. Tal vez la experiencia de la multitud, esperando en fila pasivamente, pero lista para pisotear, destruir o adorar como una criatura sin cabeza, se convirtió en el núcleo de mi análisis, tal vez fue una fascinación con la escala del cuerpo humano o un deseo de determinar la cantidad mínima necesaria para expresar el conjunto".
La artista ganó numerosos premios por su trabajo en la escultura contemporánea, entre los que destaca el Lifetime Achievement in Contemporary Sculpture Award en Estados Unidos, en 2005 y el Gran Premio de la Bienal de Sao Paulo, Brasil. Su trabajo como maestra de arte en la Academia de Finas Artes de Poznań fue tan fundamental que ahora la institución lleva su nombre.
No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Publicidad