Las telenovelas producidas en Siria suelen ser muy populares en el mundo árabe, especialmente durante el mes de ayuno musulmán del ramadán, un momento de máxima audiencia para los espectadores de la región.
Pero en 2012, estas series desaparecieron de las pantallas de las monarquías del Golfo tras la ruptura de las relaciones diplomáticas entre el gobierno de Bachar Al Asad, acusado de "crímenes contra la humanidad" y varios países de la región como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Baréin y Catar, que apoyaron a la oposición y a los rebeldes.
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La guerra en Siria, que se desencadenó por la represión de manifestaciones prodemocráticas, dejó medio millón de muertos y millones de desplazados. Desde entonces, el 90% de la población está sumido en la pobreza.
A finales de 2018 y tras sucesivas victorias del régimen sirio, ayudado militarmente por su aliado ruso, se multiplicaron las iniciativas de acercamiento entre las monarquías del Golfo y Damasco. En marzo, Asad visitó los Emiratos, un aliado de Riad.
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Y este año, por primera vez en diez años, la cadena saudita MBC difundió la serie producida en Siria "Pena suspendida" al iniciar el ramadán. También la difunde en su plataforma de streaming Shahid.
"Lejos de la política"
La telenovela, cuyo guión fue escrito por Ali Wajih y Yamen al-Hajali, trata del difícil regreso de los desplazados a sus localidades de origen. Fue grabada en Wadi Barada, un suburbio de Damasco donde se enfrentaron rebeldes y fuerzas progubernamentales.
En una de las escenas, las autoridades interrogan a un simpatizante de la oposición, que termina por revelar la identidad de otro simpatizante, que después es detenido. "Se trata del primer drama social sirio difundido en una cadena saudita" desde 2011, declaró a la AFP el realizador de la serie Seif el-Sbei, asegurando que el boicot de las series sirias se debía "probablemente a razones políticas en la región".
La cadena MBC solo había mantenido dos telenovelas sirias al aire, pero eran producidas por ella misma, como la muy famosa "Bab al-Hara". "Hemos sufrido el boicot desde hace años. El arte tiene que verse como arte, lejos de la política", dice a la AFP Hajali, que coescribió el guión.
Arabia Saudita no restableció aún sus relaciones con el régimen de Bachar Al Asad, pero algunos observadores consideran que el fin del boicot de las series producidas en Siria constituye un acercamiento entre ambos países.
"Las telenovelas han sobrepasado la política", opina el investigador y periodista sirio Badih Sanij. "Los vínculos entre Arabia Saudita y Siria se están restableciendo a través de las series de televisión y las restricciones que se impusieron a las artes debido a la política están empezando a remitir", agrega.
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"Es el inicio de un largo camino" hacia el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, concluye por su parte el productor de la serie "Pena suspendida", Ahmed al-Cheikh. "Estamos al principio del camino, y espero que este impulso continúe", agregó.
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