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La casa de la artista Polina Raiko, víctima colateral de la destrucción de Kajovka

La casa de la artista Polina Raiko se ha convertido en el último ejemplo del patrimonio cultural ucraniano víctima de la invasión rusa tras quedar el frágil edificio y sus pinturas únicas inundadas tras la destrucción de la presa de Kajovka.

Polina Raiko
Fragmento de los frescos de la casa de la artista Polina Raiki, retratados por S. Khramtsov.
Extraído web: Fundación Benéfica Polina Raiko.

"Lo primero que pensé cuando supe del desastre de la presa fue: ya no existe la casa de Polina Raiko. Es un crimen y una gran pérdida no solo para los ucranianos, sino para la cultura mundial", dijo Olena Afanasieva, responsable del Centro "Totem" de Desarrollo Cultural en Jersón.

Según Afanasieva la casa, situada en la localidad de Oleshky, ocupada por tropas rusas, era una "joya del arte naif" y las obras de Raiko se comparaban con las de artistas de fama mundial como Niko Pirosmani, Nikifor Drovniak, Grandma Mozes y las también ucranianas Maria Prymachenko y Kateryna Bilokur.

Polina Raiko no tenía formación artística y comenzó a pintar cuando tenía 69 años. Se convirtió en una forma de sobrevivir después de que su hija muriera en un accidente de tráfico y Raiko hubiera sufrido abusos por parte de su hijo. Raiko gastaba la mayor parte de su escueta pensión en pinturas y usaba su casa como si fuera un lienzo.

"Cuando pinto me siento como si volara. Mi alma está en el cielo y olvido todas las penas", declaró en una inusual entrevista.

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Sus pinturas llenas de color e imaginación de animales, naturaleza y gente fueron "descubiertas" solo a través de artistas locales poco antes de su muerte en 2004. Su obra ha servido desde entonces de inspiración a muchos en Ucrania y en otros países.

"La gente venía a esta casa desde toda Ucrania e incluso desde lejos, desde Canadá, Japón y Corea del Sur", explicó Afanasieva.

Los planes para recuperar el legado de Raiko por medio de la restauración del edificio quedaron abortados por la invasión rusa y la inmediata ocupación de Oleshky, así como de gran parte de la región de Jersón.

La inundación que siguió a lo que los ucranianos consideran destrucción deliberada de la prensa de Kajovka por parte de Rusia dejó la casa, una mezcla de arcilla, paja y arena, sumergida en el agua hasta el tejado, dijo Simon Khramtsov, responsables de la Fundación Polina Raiko.

"Vamos a hacer todo lo que podamos para salvarla. Hay gente dispuesta ya a bombear el agua y secar todo en cuanto baje el nivel", añadió.

Sería un milagro si el edificio no se desmorona, como le ha pasado a muchos en Oleshky, añade Elizaveta Vovchenko, que apoya a la fundación.

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Dice que su sueño de "inmortalizar" el legado de Raiko ahora ha desaparecido y teme que las pinturas hayan desaparecido para siempre.

"Ninguna foto del lugar puede recrear la atmósfera única del interior de la casa, que tenía cada centímetro de su superficie cubierta con pinturas", destacó.

Vovchenko dijo que los intentos de rescate probablemente van a ser impedidos por los ocupantes y por el riesgo que los activistas corren en el territorio controlado por los rusos.

Viacheslav Mashnytskyi, compañero de Khramtsov y cofundador de la Fundación Raiko, desapareció en Jersón el pasado octubre mientras intentaba ocultar su colección de arte.

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Según sus amigos se hallaron restos de sangre en su dacha en una de las islas del Dniéper, su barco desapareció y sus pertenencias aparecieron revueltas.

Para los ucranianos la destrucción sistemática y el pillaje del legado ucraniano por parte de Rusia es una estrategia clara destinada a acabar con la auténtica identidad del país invadido.

Más de 1.520 objetos que representan la tradición cultural han sido destruidos hasta el momento y casi una tercera parte destruidos completamente, según informó a principios de este mes el Ministerio de Cultura.

"También es una guerra por nuestra cultura. Hacemos todo lo posible para impedir que el enemigo nos quite nuestra identidad", dijo Iryna Golovniova, que tiene una tienda, "Grono", que vende decoración de interiores inspirada en las pinturas de Raiko.

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Parte de sus ingresos se dedican ahora a los esfuerzos por rescatar la casa.

"Los invasores destruyen todo en su camino pero no podrán romper el alma ucraniana", asegura Golovniova. Le invitamos a conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.