Una niña que interpreta a un chico de nueve años que quiere ser niña: Sofía Otero, sin ninguna experiencia previa, emocionó e hizo historia en el festival cinematográfico al alzarse con el premio a la mejor interpretación.
La película se llama "20.000 especies de abejas", y su directora, Estíbaliz Urresola, hizo un casting de 500 niñas para seleccionar a Sofía.
La cinta, ambientada en el País Vasco español, entusiasmó a la crítica en Berlín, y tuvo éxito de ventas, según su distribuidora, Inicia Films.
"Cuando le hice la prueba final a Sofía Otero, fue tan apabullante su capacidad y la versatilidad con la que se movía por distintas escenas ... fue como una evidencia", explicó Urresola, de 39 años, en entrevista con la AFP.
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Era la primera vez que una ópera prima de una directora española concursaba en la Berlinale.
Premios para documentales
Tatiana Huezo es una documentalista mexicana que ganó el premio al mejor documental por su obra "El Eco", y a la mejor dirección en la sección Encuentros. El documental narra la vida diaria y las privaciones de una comunidad indígena en el estado de Puebla (centro).
La vejez, la pobreza, la especial relación entre humanos y animales son retratados de forma elocuente. Huezo se atarda en los rostros, en las manos, en las miradas de sus protagonistas.
"El cine es realidad un acto de amor, de fe, de resistencia", clamó al recibir su premio. Huezo le dedicó su obra a "todas las mujeres en México que abren camino" en el mundo del cine.
En ese espacio del documental, Paul B Preciado sorprendió con "Orlando, mi biografía política", que ganó también dos premios: el especial (ex aequo) del jurado de la sección Encuentros, y una mención especial en la sección documental.
We're looking back at an amazing 73rd Berlinale that gives us the energy and motivation for the festival editions to come.
— Berlinale (@berlinale) February 27, 2023
And just like our Honorary Golden Bear winner Steven Spielberg – we're not finished either!
Watch some of this year's highlights in the clip below. ✨📽️ pic.twitter.com/ChE6C2LK6p
Es una obra centrada en este transexual español, nacido mujer y que se transformó en hombre, y ensayista con cierto eco en la prensa francesa.
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Una dupla argentina, Leandro Koch y Paloma Schachmann, también se alzaron con un pequeño galardón (GWFF, premiado con 50.000 euros) por su documental "Adentro mío estoy bailando". Rodado en el este de Europa, esta pequeña joya narra con un tono irónico y lleno de ternura la búsqueda de intérpretes de música klezmel.
La música klezmel, que aún se interpreta en bodas y ocasiones speciales de la comunidad judía argentina, es un estilo musical lleno de energía y alegría. Pero esa música desapareció casi totalmente en los países de origen tras el Holocausto, y la emigración a Israel de los judíos que lograron sobrevivir.
El portugués Joao Canijo también intrigó con dos obras en competición, algo poco habitual en la Berlinale. "Mal viver", su película en competición por el Oso de Oro, se llevó finalmente el Premio del Jurado.
"Mal viver" cuenta la historia de un trío de mujeres (abuela, hija y nieta) que regentan un hotel en el norte de Portugal y que viven ahogadas en un mar de resentimiento mutuo y de secretos familiares nunca resueltos.
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La segunda parte, "Viver mal", que concursaba en la sección Encuentros, retoma precisamente ese telón de fondo y lo pasa al primer plano. Los huéspedes se convierten en protagonistas, y de fondo, como un decorado conocido pero intrigante, deambulan esas tres mujeres atrapadas por su relación tóxica.
"Cuando rodábamos sabíamos perfectamente lo que iba dentro de un film, y lo que iba en el otro", aseguró Canijo a la AFP. Fue un auténtico trabajo de "bisutería cronológica", explicó con tono orgulloso. Le invitamos a conectarse con nuestra señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.