El momento actual de la industria cinematográfica nacional es, de lejos, el más productivo de su historia. Esta década culminará con cerca de 278 películas producidas, cifra inmensamente superior a la cantidad registrada en los años 2000 (84) e incluso antes.
Jerónimo Rivera, docente investigador de la Universidad de La Sabana, experto y crítico de cine, se dedica a recopilar este y otros datos de la trayectoria de la industria cinematográfica nacional en su página web, donde estudia la evolución y transformación del cine de nuestro país.
Sus investigaciones y análisis también están disponibles en su blog del diario El Tiempo y en su más reciente libro, El papel del cine colombiano en la escena latinoamericana, editado por la Universidad de La Sabana, recientemente lanzado al mercado.
En entrevista con HJCK, Jerónimo explicó por qué en el contexto internacional el cine colombiano sigue siendo invisibilizado, mientras que es líder en la región, un fenómeno que analiza desde varias perspectivas. Lea también: BIFF 2019, un festival pensado para jóvenes
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Por una parte, dice, tiene que ver la tradición y trayectoria. “Aquí, a pesar de que en los años 90 no tuvimos un ente regulador del cine y una ley que realmente cobijara a los realizadores, algunas personas de manera terca, de manera bastante valiente, decidieron hacer cine y no dejar que el cine colombiano decayera del todo”.
Según Rivera, esto es muy importante tenerlo en cuenta pues el cine nacional no nació en el siglo XXI, sino que empezó desde inicios del siglo XX, lo que marca una “tradición, aunque no es la más extensa ni la más importante en América Latina, que es importante para que luego resurja la Ley de Cine y empiezan a hacer muchísimas películas, se empieza a trabajar cine desde las regiones y que hoy tengamos un número de películas realmente muy importante”.
“Estamos hablando de la cuarta cinematografía a nivel latinoamericano después de Brasil, Argentina y México, y que en temas de exhibición tengamos la tercera cinematografía más importante. Entonces, son pasos que se han llevado poco a poco y que tiene que ver mucho en este movimiento el surgimiento de la Ley de Cine de 2003 y, en menor medida, el surgimiento también de la ley 1556 de 2012, que permitieron que este sector de la cinematografía sea cada vez más sólido”, añadió.
Sin embargo, según explica el experto más no es mejor, pues advierte que “la Ley de Cine y el Fondo de Desarrollo Cinematográfico tienen que hacer una modificación porque la prioridad del cine colombiano hoy no es hacer mayor cantidad de películas”.
Rivera indica que esa era una prioridad en el año 2003, cuando prácticamente no se hacía cine en el país, pero en el punto actual de la industria, con entre 40 y 60 películas en cartelera al año que compiten entre ellas y tienen baja audiencia. Le puede interesar: Literatura al margen: Dios, el imaginado
Por eso, “habría que hacer un replanteamiento de la ley y rebalancear, volver a barajar las cartas para mirar cuáles son las reales necesidades del medio hoy en día, que no van por el orden de hacer más películas, sino de que la gente vaya más a cine”, mayor participación en festivales y más posibilidades para los realizadores a la hora de recaudar el dinero que invirtieron en su trabajo.
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Así mismo, compartió un breve listado de cinco películas colombianas de la última década que recomienda a cualquier amante del cine; cintas que, paradójicamente, no gozaron de gran despliegue ni exposición al momento de ser exhibidas:
1 Matar a Jesús de Laura Mora (2018)
2 Los nadie de Juan Sebastián Mesa (2016)
3 Gente de bien de Franco Lolli (2015)
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4 Nadie nos mira de Julia Solomonoff (2018)
5 Manos sucias de Joseph Kubota (2014)
Encuentre en las principales librerías del país el libro El papel del cine colombiano en la escena latinoamericana, de Jerónimo Rivera, y siga su trabajo en www.jeronimorivera.com
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