El Comité de Restitución, establecido en 2001 por el gobierno neerlandés para estudiar la devolución del arte robado por los nazis a los herederos de sus dueños originales, pidió devolver la pintura "Vista de Murnau con la iglesia" (1910), a los herederos de Johanna Margarethe Stern-Lippmann (1874-1944), coleccionista de arte judía alemana víctima del Holocausto.
El museo empieza ahora a preparar la entrega a los herederos del cuadro, en cumplimiento de la opinión vinculante del Comité y en la que es la primera gran restitución desde que Países Bajos estableciera una nueva política de devolución del arte robado por los nazis, en un gesto de “buena voluntad” y “humanidad”.
La entrega de esta pieza, un óleo sobre lienzo, llega después de siete años de lucha por parte de los herederos de la coleccionista alemana, puesto que su primer reclamo fue desestimado en una primera opinión del Comité y se les negó la devolución del cuadro, que ha estado en posesión de Eindhoven desde 1951 y formaba parte de la colección del Museo Van Abbemuseum.
Esta segunda opinión estuvo precedida de una investigación adicional que duró dos años y de la que resultaron “pruebas suficientes de que la familia perdió su posesión contra su voluntad por circunstancias directamente relacionadas con el régimen nazi”.
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Anastasia van Gennip, directora comercial del museo, aseguró que la opinión del Comité “es clara y vinculante”, y lamentó, junto al municipio, que los procedimientos y la investigación “se hayan demorado tanto”, desde que fueron iniciados en 2015.
“Vamos a organizar la transferencia en consulta con la familia tan pronto como sea posible. Tanto el municipio como el museo siempre han sido de la opinión de que se debe hacer justicia en casos como estos. Hemos participado en todas las investigaciones con mente abierta y cooperado en ellas junto con la familia”, explicó Van Gennip.
La familia judía señaló en un comunicado conjunto que se alegra de poder recuperar el Kandinsky y recordó que “la pintura solía tener una posición destacada colgada en la casa de sus bisabuelos y representa gran parte de la historia familiar, por lo que su regreso ahora marca un momento importante” para ellos.
“No traerá de vuelta a los nueve miembros de la familia inmediata que fueron asesinados de forma tan trágica, pero es un reconocimiento de la injusticia que nosotros, y muchos como nosotros, hemos soportado”, señalaron.
El pasado marzo, Ámsterdam decidió devolver a un heredero judío otro cuadro de Kandinsky, adquirido en los años cuarenta, para “reparar una injusticia”, a pesar de que el Comité de Restituciones no considerara probado que el propietario original hubiera vendido el cuadro bajo coacción.
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