Esta es una de las historias que se desempolvaron después de años y de silencios.
Ella es Angelina Beloff, una artista rusa que dedicó su vida a la pintura el dibujo y el arte. Sin embargo, podríamos atrevernos a decir que Beloff dedicó gran parte de su pulsión creativa y emocional en el amor que le profesó al también pintor, el mexicano Diego Rivera. Ambos se casaron y vivieron juntos en París, en una época marcada por la guerra y la pobreza. Mientras Rivera regresó a México para convertirse en la leyenda que hoy conocemos, a Beloff le tomó mucho tiempo arrivar la tierra latinoamericana de sus sueños. Su historia de amor —también de abandono, de eclipse y frustración— fue narrada por la escritora Elena Poniatowska en el libro "Querido Diego, te abraza Quiela".
A Beloff México le agradece, sobre todo, el trabajo que realizó con los guiñol, un títere de guante nacido en Lyon a comienzos del siglo XIX, que ella pudo adaptar y llevar a la cultura mexicana. Además de ser una de las fundadoras del Salón de la Plástica Mexicana.
Publicidad