Los tres científicos, cuyos nombres llegaron a la prensa sueca temprano el miércoles, fueron premiados por "el descubrimiento y la síntesis de puntos cuánticos", afirmó el jurado. Los puntos cuánticos son unos nanocristales de semiconductores, de entre 2 y 10 nanómetros de diámetro. Un nanómetro es una milmillonésima parte de un metro.Horas antes del anuncio oficial de los laureados, un comunicado de prensa con sus nombres fue enviado por error a algunos medios suecos. Hans Ellegren, secretario general de la Real Academia Sueca de Ciencias, encargada de hacer el anuncio, afirmó "lamentar profundamente" esa difusión anticipada."Lamentamos profundamente lo ocurrido. Lo importante es que eso no afectó en nada la atribución de los premios", agregó. La filtración del nombre de un ganador del Nobel es muy poco frecuente y la Academia Sueca se esfuerza para que los debates sean secretos. La lista de los nominados también se mantiene en secreto durante 50 años.En concreto, el premio Nobel fue atribuido a Alexei Ekimov, de 78 años y nacido en Rusia, y a Louis Brus, de 80 años y nacido en Estados Unidos, "por haber descubierto que es posible fabricar puntos cuánticos"; y a Moungi Bawendi, de 62 años y nacido en Francia, por haber "realizado un método de síntesis que hace que los puntos cuánticos sean muy ampliamente utilizables", declaró Heiner Linke, miembro del Comité del Nobel de química.Louis Brus es profesor en la Universidad de Columbia, en Nueva York; Alexei Ekimov fue científico jefe de la empresa Nanocrystals Technology, con sede en Estados Unidos; y Moungi Bawendi es profesor en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT)."Los laureados con el premio Nobel de Química 2023 lograron producir unas partículas tan pequeñas que sus propiedades están determinadas por fenómenos cuánticos", explicó la Academia.Diminutos componentes nanotecnológicos, los puntos cuánticos difunden la luz de los televisores y de las lámparas LED y también pueden guiar a los cirujanos cuando retiran tejidos tumorales, según el comunicado de la Academia."Sorprendido, impactado, honrado"Contactado justo tras el anuncio, Moungi Bawendi se dijo "muy sorprendido" así como "impactado y muy honrado". "No sabía [que hubo una filtración], me despertó la Academia Sueca. Estaba profundamente dormido", declaró por teléfono durante la rueda de prensa, asegurando que no se esperaba la llamada.Por otro lado, la radio sueca SR contactó con Louis Brus, con quien la Academia Sueca no había logrado comunicarse. Brus afirmó que se sentiría "extremadamente feliz si se confirmara que es cierto"."Preferiría hablar más tarde, durante la mañana. Todavía estoy atontado, pero es evidentemente un gran honor", dijo a la emisora.El año pasado, tres científicos fueron premiados con el mismo galardón por "el desarrollo de la química click y bioortogonal", utilizadas sobre todo en tratamientos farmacéuticos.Como los otros Nobel, el de Química fue criticado por su falta de diversidad y de igualdad. Desde 1901, solo ocho mujeres lo han conseguido, de 114 laureados.Los tres laureados compartirán el premio, de 11 millones de coronas (en torno a 920.000 euros, 1 millón de dólares), que les será otorgado por el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia en Estocolmo el 10 de diciembre, aniversario de la muerte del científico Alfred Nobel, quien creó los premios en su testamento.El de química es el tercer Nobel de la temporada, después del de Medicina y del de Física, anunciados esta semana.Los galardonados con el Nobel de Literatura y con el de la Paz serán anunciados el jueves y el viernes respectivamente, y el lunes se comunicará el de Economía.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Los físicos atómicos fueron distinguidos "por métodos experimentales que generan pulsos de luz de attosegundos para el estudio de las dinámicas del electrón en la materia", explicó el jurado.Los científicos lograron crear estos pulsos de luz ultrabreves. "Un attosegundo es tan corto que hay tantos en un segundo como segundos ha habido desde el nacimiento del universo", ejemplificó la Real Academia Sueca de Ciencias.El jurado elogió a los ganadores por "crear pulsos extremadamente cortos de luz que pueden ser usados para medir los procesos rápidos en los que los electrones se desplazan o cambian de energía"."Las contribuciones de los laureados han permitido la investigación de procesos que son tan rápidos que previamente eran imposibles de seguir" y la identificación de "distintas moléculas, por ejemplo en diagnósticos médicos", agregó.Estos hallazgos "abren la puerta al mundo de los electrones", esas partículas elementales muy ligeras con carga eléctrica negativa que gravitan alrededor del núcleo atómico."Muy, muy especial"Profesora en la Universidad Lund de Suecia, Anne L'Huillier, de 65 años, se ha convertido en la quinta mujer en ganar en esta categoría desde la creación de los premios en 1901. La científica explicó que recibió la llamada del jurado en medio de una clase y que después "fue difícil" terminarla."Estoy muy emocionada (...) No hay muchas mujeres que consigan este premio, con lo que es muy, muy especial", dijo. L'Huillier se une a Marie Curie (1903), Maria Goeppert Mayer (1963), Donna Strickland (2018) y Andrea Ghez (2020) en el selecto grupo de mujeres ganadoras del Nobel de Física.La investigadora explicó que sus estudios, además de analizar los electrones, tenían aplicaciones concretas en la industria de los semiconductores y las técnicas de imagen. Respecto al estudio de estas partículas, dijo que "en este tipo de procesos, los electrones se parecen más a olas, a olas de agua, y lo que intentamos medir con nuestra técnica es la posición de la cresta de la ola"."¡Adelante!"En una rueda de prensa más tarde, la física animó a las jóvenes mujeres a lanzarse en la carrera científica. "!Adelante!", exclamó. Casada y con dos hijos, insistió en que es posible combinar la investigación con una "vida normal, con familia e hijos".Esta científica ya figuraba entre las favoritas al galardón después de ganar en 2022 el prestigioso premio Wolf, a menudo precursor del Nobel, junto con Krausz y el canadiense Paul Corkum.Krausz aseguró, sin embargo, que no se esperaba la llamada. "No estaba seguro si estaba soñando o era realidad", afirmó el físico autriaco-húngaro, director del Institut Max Planck en Alemania.El científico dijo que se estaba preparando para una jornada de puertas abiertas en el establecimiento, donde tenía que dar algunas conferencias para los visitantes. Por su parte, Pierre Agostini es profesor de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos. El año pasado, la Academia Sueca recompensó al francés Alain Aspect, al estadounidense John Clauser y al austriaco Anton Zeilinger, pioneros en los mecanismos revolucionarios de la física cuántica.La temporada de anuncios de los Nobel seguirá con el de Química el miércoles, el de Literatura el jueves y el de la Paz el viernes, desde Oslo. El lunes 9 de octubre se desvelará el galardón de Economía, el último en crearse.Los laureados de esta edición recibirán un premio de once millones de coronas (casi 994.000 dólares), lo que supone el mayor monto (en la divisa sueca) en la historia más que centenaria de estos premios.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Capítulo I Liu Jin Ya era muy tarde cuando Liu Jin se encontró de pie frente a la puerta de madera de la entrada de su casa. Bajo la luz de la luna, grandes racimos de uvas arrojaban tímidamente unos reflejos brillantes que parecían desprender su propia luz. Debido al fuerte viento que de tanto en tanto se arremolinaba en el lugar, las hojas de los álamos blancos emitían sonidos agradables al oído.Alguien hablaba al mismo tiempo, y su voz se mezclaba con el rumor acompasado de las hojas al agitarse por el viento. Liu Jin era incapaz de oír claramente lo que estaba diciendo esa persona, pero sabía quién era, ya que no era la primera vez que lo veía en ese lugar, como también sabía que cada noche se presentaba allí y se sentaba siempre en el mismo bloque de piedra. Liu Jin, al principio, le tenía miedo y se quedaba dentro de casa sin querer salir, y sólo se atrevía a mirarlo una y otra vez a través de la ventana de su habitación.Sólo después, tras observar detenidamente su sombra, Liu Jin supo que era como la de los viejos que se pasean inofensivamente sin rumbo alguno por los caminos de los pueblos, y dejó de repente de tenerle miedo. Se armó de valor y se acercó a él. El hombre tenía una mirada penetrante y con sus ojos podía distinguir a la gente incluso en la semioscuridad. Sus manos estaban siempre ocupadas. Liu Jin se dio cuenta de que manoseaba constantemente un cordel y le daba vueltas. Al hombre no le gustaba hablar con nadie, y se lo hizo saber a Liu Jin. Se expresaba con sonidos discordantes, más que con palabras bien pronunciadas destinadas a construir un discurso fonéticamente concatenado y comprensible, y lo hacía para exteriorizar un estado de confusión que le obligó a decirle a Liu Jin como si quisiese excusarse:—No consigo aclarar mis pensamientos; no, no consigo hacerlo…El hombre vivía cerca de Liu Jin, y ambos eran, por consiguiente, vecinos; pero ¿dónde vivía exactamente? ¿De dónde había salido? ¿Cuál era su origen? Aunque no hablaba como Liu Jin, ella confiaba en sus palabras, que se mezclaban con la musiquilla de las hojas al vibrar. El viento se paraba, y sus palabras se hacían un poco más inteligibles. El viento arrancaba de nuevo sacudiendo las hojas del álamo, y las palabras de ese hombre con apariencia de viejo se distorsionaban. Era verdaderamente extraño, y su voz en medio de la noche aguijoneaba los oídos sensibles de Liu Jin:—A mediodía, en el mercado del pueblo, en ese lugar preciso…, ¿te acuerdas? —le dijo el viejo haciendo un esfuerzo.Liu Jin, haciendo también un esfuerzo, trató de escuchar al hombre y acordarse del mercado a esa hora: las ropas, los ornamentos dorados y plateados, los racimos de uva con sus innumerables granos, los extranjeros que ella esperaba que le comprasen algo, etc. Tras pensarlo un rato, no llegó a ninguna conclusión. Aquella noche también podías escuchar a una mujer cantando en la calle, y por la voz parecía ser una mujer joven que se lamentaba de algo. ¿Y el viejo?, ¿podía oír esa voz desgarrada? Se diría que no, porque no se sentía conmovido por la triste melodía.El hombre sólo escuchaba sus propias palabras. Liu Jin ya se había acostumbrado durante el día a aquella voz y pensaba que era muy parecida a la de otros ancianos que se juntaban en el patio bajo los álamos. Los ancianos eran como los álamos: muy viejos, igual que ese hombre que se sentaba sobre el banco formado por un bloque de piedra. Cuando Liu Jin le hacía preguntas, él manoseaba nerviosamente la cuerda. ¿Qué vendía? ¿Cuerdas? Había trozos de cordel en el suelo, y a ella le picó la curiosidad; por qué estaban ahí, si ella vendía ropa en el mercado… Le preguntó si vendía cuerdas, pero el viejo no contestó. Ya era tarde y a Liu Jin le entró sueño, pues estaba cansada del día de mercado, y se fue a dormir, dejando solo al hombre. En la espesa neblina de la noche, la canción de la joven se había vuelto más amarga y desolada que antes, y así lo percibió Liu Jin. A la mañana siguiente regresó al lugar para ver si el viejo continuaba allí, pero no había ni rastro de él. Tampoco estaban los trozos de cuerda en el suelo. Ese hombre era verdaderamente raro, volvió a pensar Liu Jin. Azuzada por la curiosidad, preguntó por él en el vecindario. Nadie, sin embargo, lo conocía. Ni siquiera lo habían visto, le dijeron una y otra vez.Las gentes de ese lugar no salían por las noches, se quedaban en sus casas; por esa razón no se habían fijado. Liu Jin no se lo creyó. Seguro que no era cierto, pero ella sabía que era un pueblo pequeño, gente muy conservadora y temerosa de los que venían de fuera. Salir por la noche no era una de las costumbres locales, y quien lo hacía se delataba: era un extranjero. ¿Conocería al viejo de la cuerda la joven que cantaba en la calle? A Liu Jin le pareció que era la mujer de la familia del laodie Meng Yu—una familia que criaba ovejas y corderos que llevaba luego al matadero y posteriormente al mercado para venderlos—.Liu Jin les había comprado más de una vez algo de carne. Aquella noche de otoño, el viejo de conducta y apariencia extrañas había dejado un poco fría a Liu Jin y con una amalgama de sentimientos contradictorios en su cabeza que la habían confundido mucho. Ese estado mental no era el suyo de siempre ni el que tenía poco antes de ver al hombre.Hacía cinco años que vivía en un patio. Sus padres (Hu Shan y Nian Si) la habían traído tiempo atrás a ese burgo lejano desde un pueblo industrial del interior del país donde Liu Jin ni siquiera había nacido y que le resultaba totalmente extraño. Cinco años antes, sus padres, ya envejecidos, fueron desplazados de nuevo al interior del país y regresaron a su pueblo de origen con un equipo de trabajo formado por caballos y hombres, y ella volvió a ese lugar perdido en ninguna parte donde había vivido con ellos muchos años atrás. ¿Por qué había regresado al pueblo fronterizo? ¿No tendría que haberse dirigido a una gran ciudad próspera para trabajar en lugar de a un pueblo miserable? De esa gran ciudad, Liu Jin sólo tenía la imagen idealizada y distorsionada a partir de lo que le habían explicado sus padres en su infancia —una imagen allá en el confín que perdía su contenido y los límites que la definían como entidad visible a medida que pasaba el tiempo—, pero el pueblo real al que había vuelto aparecía monstruosamente ante sus ojos. Sin embargo, la gran ciudad imaginaria que le habían prometido sus padres se había convertido ya para ella, antes de pisarla de nuevo, en un recuerdo. También recordaba cuando ellos prepararon las maletas para llevarla a ese pueblo fronterizo.No supo entonces por qué la habían trasladado a ese lugar lejos de la civilización, y nunca lo llegó a saber. Ahora que había regresado recordaba las primeras noches tras su llegada y el murmullo de las hojas de los álamos junto al río, que era como una explosión repentina con diferentes niveles de intensidad y duración.16 Liu Jin aprendió a distinguir qué sonido emitía cada árbol, como si fueran voces humanas. A veces, cuando no lo reconocía, se asustaba, pero no tardaba en recuperarse gradualmente. Su padre, cuando la veía, levantaba la ceja de su ojo derecho, que era su manera de reaccionar siempre que sucedía algo. «Ya eres grande, no te asustes por esas cosas…, y acabarás acostumbrándote a este pueblo», le decía cuando llegaron.Liu Jin se acordó de la actitud absurda que mantenía con su madre: se hacía la tonta. Las maletas de sus padres eran muy pesadas, y ella se hizo la tonta para no tener que cargar con ellas. Liu Jin tenía 30 años cuando regresó al pueblo en el que había vivido con sus padres; ¿por qué ahora seguía sus pasos?, se preguntaba. Cuando salió el tren que se los llevaba lejos del pueblo, ni siquiera se asomaron a la ventanilla del vagón para despedirse de ella. Liu Jin tampoco sabía lo que pensaban en esos momentos, cuando dejaban ese pueblo lleno de aparentes promesas. Una vez desapareció de su vista el último vagón del tren, el pueblucho de la frontera hizo de repente su aparición a lo lejos, ante sus ojos, como si de un fantasma se tratase.Liu Jin había regresado al pueblo fronterizo. Sus padres ya se habían ido y ella estaba de nuevo sola en el mismo lugar donde había pasado su infancia con ellos. Al contemplarlo en la lejanía, desde la estación de tren a la que acababa de llegar, ese pueblucho ya no era el pueblo fronterizo, pensó Liu Jin, sino que era el pueblo de Humo. Ese pueblo blanco y denso como el humo de un cigarrillo dispersándose en el aire era su lugar de origen en el interior del país. Luego le pareció ver un espejismo —el pueblo no era real, era un complejo de construcciones irreales—. Contempló el edificio alto y desnudo donde vivieron sus padres y le llamaron la atención las ventanas del exterior. ¿Por qué salía luz a través de ellas? El interior del apartamento debía de estar vacío y a oscuras. ¿Quién había dentro? Se acordó de la falda de cien pliegues al viejo estilo que su madre le había regalado y que ella llevaba en ese momento. Al regresar a su hogar, Liu Jin oyó sus propios pasos, constantes y serenos. Quería volver a su casa, aunque de ninguna manera se consideraba una mujer sentimental a quien le pueden más los recuerdos del pasado que la vida del presente; pero tenía miedo y le temblaba el cuerpo mientras dejaba la estación.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Recordando a mahatma Gandhi la noche anterior a su 154 cumpleaños. Gandhi fue nominado al Premio Nobel de La Paz en 12 ocasiones", publicó en la red social X (anteriormente Twitter) la organización Premio Nobel a propósito de celebrarse hoy el aniversario del nacimiento del pacifista universal.Esta omisión resulta conflictiva cuando Martin Luther King Jr, que reconoció a Gandhi como su mentor, y Albert Luthuli, que aplicó los principios de lucha no violenta del líder indio en Sudáfrica, sí recibieron el reconocimiento.Nominado múltiples veces, "y nunca lo recibió", respondió con un mensaje la escritora india y académica de la Universidad Metropolitana de Londres, Sunny Singh, que sostiene que "esta omisión todavía desacredita al Nobel pero tuvo poco impacto en Gandhi".Según la organización Premio Nobel, Gandhi fue nominado en 1937, 1938, 1939, 1947 y, finalmente, unos días antes de ser asesinado en enero de 1948. Aunque varios miembros del Comité Nobel han lamentado esta decisión, la institución no ha ofrecido una posición clara sobre por qué Gandhi no recibió el premio.De acuerdo a los registros, que son develados décadas después de las nominaciones, el símbolo de la lucha de la no violencia del siglo XX compartió candidatura en 1948 con el líder soviético Josef Stalin (1879-1953). De hecho, el secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética fue nominado al Premio Nobel de la Paz en dos ocasiones, 1945 y 1948, "por sus esfuerzos para poner fin a la Segunda Guerra Mundial".Gandhi fue asesinado en Nueva Delhi ese año, dos días antes de que cerrara la lista de nominaciones."Nadie había recibido jamás el Premio Nobel de la Paz de forma póstuma. Pero, según los estatutos de la Fundación Nobel vigentes en aquel momento, los premios Nobel podían, en determinadas circunstancias, otorgarse póstumamente", señaló un artículo publicado por el instituto bajo el título, "Mahatma Gandhi, el laureado perdido".El comité intentó a través de numerosas deliberaciones hacer por primera vez un reconocimiento póstumo, pero las respuestas fueron negativas; las instituciones suecas que otorgan los galardones consideraron que "los premios póstumos no deberían concederse a menos que el ganador muriera después de que se hubiera tomado la decisión del Comité".Ese año, casi diez meses después del asesinato de Gandhi, el Comité Nobel Noruego decidió no otorgar el premio alegando que “no había ningún candidato vivo adecuado”."Mahatma Gandhi es más que una simple persona, él es una emoción, una inspiración. Y su ideología de Ahimsa, Satyagrah (fuerza de la verdad, término aplicado para la lucha no violenta de Gandhi) necesita ser recordada, entre todo el caos y el ruido sin sentido", escribió hoy una joven activista para responder a la publicación hecha por el instituto Premio Nobel.Mohandas Karamchand Gandhi, más conocido como "mahatma" ("gran alma") Gandhi, nació el 2 de octubre de 1869 en la ciudad india de Porbandar, situada en la actual región de Gujarat.Aunque algunas de sus ideas han sido cuestionadas, la figura de Gandhi sigue despertando pasiones por el apego a la integridad moral y la defensa de la paz y la concordia en la vida pública.No olvide sintonizar la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar
Los científicos "contribuyeron al desarrollo a un ritmo sin precedentes de una vacuna durante una de las mayores amenazas para la salud de la humanidad en los tiempos modernos", indicó el jurado. Al elegir a estos investigadores, que estaban en la lista de favoritos, el Comité del Nobel en Estocolmo rompió con su tradición de reconocer trabajos con varias décadas de trayectoria.Karikó, de 68 años, y Weissman, de 64 años, trabajan juntos en la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos, y ya ganaron varios galardones por sus investigaciones, incluyendo el premio Lasker Award, considerado un precursor del Nobel. También ganaron el Premio Princesa de Asturias en 2021, que compartieron con otros científicos.La tecnología premiada este lunes data de 2005 pero las primeras vacunas que utilizaron ARN mensajero fueron desarrolladas por Pfizer/BioNTech y Moderna contra el covid-19 durante la pandemia. Desde entonces, se han inyectado miles de millones de dosis todo el mundo.A diferencia de las vacunas tradicionales que usan virus debilitados o piezas de proteínas de virus, la técnica del ARN mensajero utiliza moléculas que indican a las células qué proteínas producir. Este proceso simula una infección y esto entrena al sistema inmune para cuando se enfrente a un virus verdadero.Esta idea fue demostrada por primera vez en 1990, pero no fue hasta mediados de 2000 cuando Weissman y Karikó desarrollaron una forma de controlar la respuesta inflamatoria que sufrían los animales en los experimentos y esto abrió la vía al desarrollo de vacunas seguras para los humanos.Una investigadora marginadaPara Karikó, la 13ª mujer en ganar el galardón de Medicina, el Nobel recompensa años de trabajo como investigadora en la sombra y todos sus esfuerzos para convencer a sus superiores del interés de estudiar el ácido ribonucleico mensajero.La científica fracasó a la hora de obtener subvenciones para sus estudios y la Universidad de Pensilvania, donde estaba encaminada a obtener una cátedra, la destinó a puestos menores, en un momento en que ella necesitaba el trabajo para mantener su visa.Karikó dijo a la radio sueca SR que al principio no se creyó la noticia del Nobel y siguió en directo la ceremonia con emoción. Entonces, su primer pensamiento fue para su madre, ya fallecida, que solía escuchar el anuncio del ganador con la esperanza de que nombraran a su hija. "Lo escuchaba todos los años. Desafortunadamente hace cinco años murió a los 89 años. Quizás nos escucha desde el cielo", afirmó.Weissman confesó que pensó que se trataba de una broma cuando su colega "Katie" le comunicó la noticia. "Nos preguntamos si alguien nos estaba gastando una broma", dijo a AFP. "Es el premio definitivo, el premio en que pensaba cuando tenía cinco años y empecé a interesarme en cómo funcionan las cosas", añadió.El año pasado, el Nobel de Medicina fue para el sueco Svante Pääbo por el desarrollo de la paleogenética y sus descubrimientos sobre la evolución humana. Pääbo trabajó en la secuenciación del genoma de los neandertales y descubrió que compartimos parte de nuestros genes con este homínido extinto.Irán, UcraniaLa temporada del Nobel seguirá el martes con el galardón de Física y el miércoles con el de Química. Entre los nombres que despuntan para el Nobel de Literatura del jueves aparecen la escritora rusa disidente Liudmila Ulítskaya, el escritor vanguardista chino Can Xue o el célebre y amenazado escritor británico Salman Rushdie.La guerra en Ucrania y las divisiones en la comunidad internacional plantean un dilema para la comisión del Nobel de la Paz, que debe ser anunciado el viernes en Oslo.Algunos abogan por recompensar a las mujeres iraníes que protestaron contra el uso obligatorio del velo después de la muerte de la joven Mahsa Amini en septiembre de 2022.Los ganadores de este año recibirán 11 millones de coronas (un millón de dólares), la mayor dotación en la historia más que centenaria del galardón. La Fundación Nobel anunció a mediados de septiembre que aumentaba el monto del premio gracias a su mejor situación financiera.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Murátov está categóricamente en desacuerdo con la decisión del Ministerio de Justicia y recurrirá a los tribunales", señala la nota publicada en Telegram. Mientras transcurran las diligencias judiciales, Murátov cesará sus funciones, que serán ejercidas de manera provisional por uno de sus colaboradores, Serguéi Sókolov."Nóvaya Gazeta" destaca que su director ha sido acusado de ser agente extranjero no por recibir financiación exterior, sino por "formar una opinión negativa sobre la política interior y exterior de Rusia". "Claro está. Por su opinión y sus ideas", señala.El pasado 1 de septiembre el Ministerio de Justicia de Rusia declaró agente extranjero a Murátov, al que acusó participar "en la elaboración y difusión de materiales por parte de agentes extranjeros y también utilizó plataformas extranjeras para difundir opiniones destinadas a formar una actitud negativa hacia la política interior y exterior".A principios de marzo de 2022 Murátov pidió un alto el fuego "incondicional" en la guerra en Ucrania y anunció la entrega de la medalla del Nobel de la Paz a una fundación de ayuda a refugiados ucranianos.El galardón fue vendido en Nueva York en una subasta que recaudó la cantidad récord de 103,5 millones de dólares, que fueron destinados a Unicef para ayudar a los niños ucranianos.Murátov también ha denunció el "genocidio" de los medios independientes en Rusia, donde se han clausurado casi 300 cabeceras.Recientemente, Murátov subrayó que cada vez son más los rusos que desean la paz, pero que la guerra es una cuestión de supervivencia para Putin.En los últimos meses el premio Nobel participa en la defensa legal del activista Oleg Orlov, uno de los dirigentes de Memorial, que recibió el Nobel de la Paz el pasado año, y que es juzgado por desprestigiar al Ejército ruso."Nóvaya Gazeta" fue bloqueado por las autoridades rusas en septiembre de 2022 después de que el periódico suspendiera en marzo de ese año su publicación.Según una ley rusa aprobada a finales de 2019, a partir de ahora Murátov y los medios rusos que publiquen sus artículos en Rusia deberán catalogar todos sus materiales periodísticos como elaborados por un "agente extranjero".No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
1.La primera fotografía de la cual fui consciente es una foto de mi madre antes de que ella me diera a luz. Desafortunadamente, es una fotografía en blanco y negro, lo que significa que muchos de los detalles se han perdido, convirtiéndose solo en formas grises. La luz es suave y lluviosa, probablemente una luz de primavera, la clase de luz que se filtra a través de una ventana, manteniendo la habitación con un brillo apenas perceptible. Mi madre está sentada al lado de nuestra vieja radio, como esas que tienen un ojo verde y dos diales, uno para regular el volumen y el otro para encontrar una estación radial. Esta radio luego se convirtió en mi gran compañera de la infancia; de ella aprendí sobre la existencia del cosmos. Al girar una perilla de ébano, los delicados sensores de las antenas se movieron y en su alcance cayeron todo tipo de estaciones diferentes: Varsovia, Londres, Luxemburgo y París. A veces, sin embargo, el sonido fallaba, como si entre Praga y Nueva York, o Moscú y Madrid, las antenas de las antenas tropezaran con agujeros negros. Cada vez que sucedía eso me temblaba la espalda. Creía que a través de esta radio diferentes sistemas solares y galaxias me hablaban, crepitaban y chirriaban y me enviaban información importante.Cuando de niña miraba esa foto estaba segura de que mi madre me había estado buscando al girar el dial de nuestra radio. Como un radar sensible, penetró en los reinos infinitos del cosmos, tratando de averiguar cuándo llegaría y de dónde. Su corte de pelo y su atuendo (un gran cuello de barco) indican cuándo se tomó esta foto, es decir, a principios de los años sesenta. Mirando desde algún lugar fuera del marco, la mujer encorvada ve algo que no está al alcance para una persona que mira la foto después. Cuando era niña, imaginaba que lo que estaba sucediendo era que ella estaba mirando el tiempo. Nada sucede realmente en la imagen: es una fotografía de un estado, no un proceso. La mujer está triste, aparentemente perdida en sus pensamientos.Cuando más tarde le pregunté acerca de esa tristeza, lo cual hice en numerosas ocasiones, siempre buscando la misma respuesta, mi madre dijo que estaba triste porque yo aún no había nacido, pero ya me extrañaba."¿Cómo puedes extrañarme cuando todavía no estoy allí?", le preguntaba.Sabía que extrañas a alguien que has perdido, que el anhelo es un efecto de pérdida."Pero también puede funcionar al revés", respondió. "Extrañar a una persona significa que está allí".Este breve intercambio, en algún lugar del campo del occidente de Polonia a finales de los años sesenta, un intercambio entre mi madre y yo, su pequeña hija, siempre ha permanecido en mi memoria y me ha dado una fuerza que me ha durado toda mi vida. Porque elevó mi existencia más allá de la materialidad ordinaria del mundo, más allá del azar, más allá de la causa y el efecto y las leyes de la probabilidad. Ella colocó mi existencia fuera del tiempo, en la dulce vecindad de la eternidad. En la mente de mi hijo entendí que había más de lo que había imaginado antes. Y que incluso si dijera: «Estoy perdido», entonces todavía comenzaría con las palabras «Yo soy», el conjunto de palabras más importantes y extrañas del mundo.Y así, mi madre, una joven que nunca fue religiosa me dio algo que alguna vez se conoció como un alma, y me proporcionó el narrador más tierno del mundo.2.El mundo es un tejido que tejemos diariamente en los grandes telares de informaciones, debates, películas, libros, chismes, pequeñas anécdotas. Hoy, el alcance de estos telares es enorme: gracias a Internet, casi todos pueden participar en el proceso asumiendo la responsabilidad o no, con amor u odio, para bien o para mal. Cuando esta historia cambia, también lo hace el mundo. En este sentido, el mundo está hecho de palabras.Por lo tanto, cómo pensamos sobre el mundo y, quizás aún más importante, cómo lo narramos tiene un significado masivo. Una cosa que sucede y no se dice deja de existir y perece. Este es un hecho bien conocido no solo por los historiadores, sino también (y, quizás, sobre todo) por todos los sectores políticos y tiranos. El que tiene y teje la historia está a cargo de su versión.Hoy nuestro problema radica, al parecer, en el hecho de que todavía no tenemos narraciones listas no solo para el futuro, sino incluso para un ahora concreto, para las transformaciones ultrarrápidas del mundo de hoy. Nos falta el lenguaje, nos faltan los puntos de vista, las metáforas, los mitos y las nuevas fábulas. Sin embargo, vemos intentos frecuentes de aprovechar narraciones oxidadas y anacrónicas que no pueden encajar en el futuro, sin duda suponiendo que algo viejo es mejor que una nada nueva, o tratando de lidiar de esta manera con las limitaciones de nuestros propios horizontes. En una palabra, carecemos de nuevas formas de contar la historia del mundo.Vivimos en una realidad de narraciones polifónicas en primera persona, y nos encontramos rodeados por ese ruido polifónico. Lo que quiero decir con primera persona es la clase de cuento que orbita estrechamente el yo de una especie de cajero que, más o menos directamente, escribe sobre sí mismo y a través de él. Hemos determinado que este tipo de punto de vista individualizado, esta voz del yo, es la más natural, humana y honesta, incluso desde una perspectiva más amplia. Narrar en primera persona es tejer un patrón absolutamente único; es tener un sentido de autonomía como individuo, ser consciente de ti mismo y de tu destino. Sin embargo, también significa construir una oposición entre el yo y el mundo, y esa oposición puede ser alienante a veces.Creo que la narración en primera persona es muy característica de la óptica contemporánea en la que el individuo desempeña el papel de centro subjetivo del mundo. La civilización occidental se basa, en gran medida, y depende de ese descubrimiento del yo que constituye una de nuestras medidas más importantes. Aquí la persona es el actor principal y su juicio, aunque es uno entre muchos, siempre se toma en serio. Las historias tejidas en primera persona parecen estar entre los mayores descubrimientos de la civilización humana; son leídas con reverencia, con plena confianza. Esta clase de historia, cuando vemos el mundo a través de los ojos de un yo que es diferente a cualquier otro, crea un vínculo especial con el narrador que le pide a su oyente que se coloque en su posición única. Lo que las narraciones en primera persona han hecho para la literatura y, en general, para la civilización humana es reelaborar por completo la historia del mundo, de modo que ya no es un lugar para las acciones de héroes y deidades sobre las que no podemos tener influencia, sino más bien un lugar para personas como nosotros, con historias individuales. Es fácil identificarse con personas que son como nosotros, lo que genera entre el narrador de la historia y su lector u oyente una nueva variedad de comprensión emocional basada en la empatía. Y esto, por su propia naturaleza, reúne y elimina fronteras. Es muy fácil perder el rastro en una novela de las fronteras entre el yo del narrador y el yo del lector.La «novela absorbente» en realidad cuenta con que esa frontera se difumine: el lector, a través de la empatía, se convierte en narrador por un periodo de tiempo. Así, la literatura se ha convertido en un campo para el intercambio de experiencias, un ágora donde todos pueden contar su propio destino o dar voz a su alter ego. Por lo tanto, es un espacio democrático: cualquiera puede hablar, todos pueden crear una voz que hable por sí misma. Nunca en la historia de la humanidad tantas personas han sido escritoras y narradoras. Solo tenemos que mirar las estadísticas.Cada vez que voy a ferias de libros veo cuántos de los libros que se publican en el mundo de hoy tienen que ver precisamente con esto: el ser autor. El instinto de expresión puede ser tan fuerte como otros instintos que protegen nuestras vidas y se manifiesta más plenamente en el arte. Queremos que nos noten, queremos sentirnos excepcionales. Hay variedad de narrativas: «Te voy a contar mi historia», o «Te voy a contar la historia de mi familia», o incluso, simplemente, «Te voy a contar dónde he estado». Comprende el género literario más popular de hoy. Este es un fenómeno a gran escala también porque hoy en día tenemos acceso universal a la escritura y muchas personas alcanzan la capacidad de expresarse en palabras e historias. Paradójicamente, sin embargo, esta situación es similar a un coro compuesto solo por solistas, voces compitiendo por llamar la atención, todos viajando por rutas similares, ahogándose unos a otros. Sabemos todo lo que hay que saber sobre ellos, podemos identificarnos con ellos y experimentar sus vidas como si fueran nuestras. Y sin embargo, notablemente a menudo, la experiencia lectora es incompleta y decepcionante ya que resulta que expresar un «yo» autoritario difícilmente garantiza la universalidad. Parece que lo que nos falta es la dimensión de la historia, que es la parábola. Porque el héroe de la parábola es a la vez él mismo, una persona que vive bajo condiciones históricas y geográficas específicas, pero al mismo tiempo va mucho más allá de esas circunstancias concretas.Cuando un lector sigue la historia de alguien escrita en una novela puede identificarse con el destino del personaje descrito y considerar su situación como si fuera la suya, mientras que en una parábola debe entregar completamente su distinción y convertirse en el Hombre común. En esta operación psicológica exigente la parábola universaliza nuestra experiencia y encuentra un denominador común para destinos muy diferentes. Que hayamos perdido de vista, en gran medida, la parábola es un testimonio de nuestra actual impotencia.Quizás para no ahogarnos en la multiplicidad de títulos y apellidos comenzamos a dividir la literatura en géneros, que tratamos como las diferentes categorías de deportes, con escritores como sus jugadores especialmente entrenados.La comercialización general del mercado literario ha llevado a una división en ramas: ahora hay ferias y festivales de este o aquel tipo de literatura, completamente separados, creando una clientela de lectores ansiosos por esconderse en una novela criminal, alguna fantasía o ciencia ficción. Una característica notable de esta situación es que lo que se suponía que ayudaría a los libreros y bibliotecarios a organizar en sus estantes la gran cantidad de libros publicados y a los lectores a orientarse en la inmensidad de la oferta, se convirtió en la creación de categorías abstractas no solo en las obras existentes. Cada vez más el trabajo de los géneros literarios es como una especie de molde de pastel que produce resultados muy similares, su previsibilidad se considera una virtud, su banalidad es un logro. El lector sabe qué esperar y obtiene exactamente lo que quería.Siempre me he opuesto intuitivamente a tales órdenes, ya que conducen a la limitación de la libertad de autor, a una reticencia hacia la experimentación y una transgresión que de hecho es la cualidad esencial de la creación en general. Y excluyen completamente del proceso creativo cualquier excentricidad sin la cual el arte se perdería. Un buen libro no necesita defender su afiliación genérica. La división en géneros es el resultado de la comercialización de la literatura en su conjunto y el efecto de tratarla como un producto a la venta con toda la filosofía de la marca y la focalización y otros inventos similares responde al capitalismo contemporáneo.Hoy podemos tener la gran satisfacción de ver el surgimiento de una forma completamente nueva de contar la historia del mundo que se muestra en las series de televisión cuya tarea oculta es inducirnos un trance. Por supuesto, este modo de narración ha existido durante mucho tiempo en los mitos y los cuentos homéricos. Heracles, Aquiles u Odiseo son, sin duda, los primeros héroes de las series. Pero nunca antes este modo ha ocupado tanto espacio o ejercido con una influencia tan poderosa en la imaginación colectiva. Las dos primeras décadas del siglo XXI son propiedad indiscutible de las series. Su influencia en los modos de contar la historia del mundo (y, por lo tanto, en nuestra forma de entender esa historia también) es revolucionaria.En la versión de hoy, la serie no solo ha extendido nuestra participación en la narrativa en la esfera temporal generando sus diversos tempos, ramificaciones y aspectos, sino que también ha introducido sus propias órdenes nuevas. Dado que en muchos casos su tarea es mantener la atención del espectador el mayor tiempo posible, la narrativa de la serie multiplica los hilos entrelazándolos de la manera más improbable, de modo que cuando se pierde, incluso, se remonta a la vieja técnica narrativa una vez comprometida por la ópera clásica, de la Deus ex machina. La creación de nuevos episodios a menudo implica la revisión total y ad-hoc de la psicología de los personajes para que sean adecuados a los eventos en desarrollo de la trama. Un personaje que comienza como gentil y reservado termina siendo vengativo y violento, un personaje secundario se convierte en protagonista, mientras que el personaje principal, al que ya nos hemos apegado, pierde importancia o en realidad desaparece por completo, para nuestra consternación.La materialización potencial de otra temporada crea la necesidad de finales abiertos en los que no hay forma de que ocurran o resuenen completamente cosas misteriosas llamadas catarsis: catarsis, anteriormente la experiencia de la transformación interna, el cumplimiento y la satisfacción de haber participado en la acción final. Tal complicación, en lugar de conclusión, el aplazamiento constante de la recompensa que es la catarsis, hace que el espectador sea dependiente. La fabula interrumpida creada hace mucho tiempo y bien conocida por las historias de Scherezade, ahora retoranda audazmente en serie, alteran nuestra subjetividad y tiene extraños efectos psicológicos sacándonos de nuestras propias vidas e hipnotizándonos. Al mismo tiempo, la serie se inscribe en el ritmo nuevo, prolongado y desordenado del mundo, en su comunicación caótica, su inestabilidad y fluidez. Esta forma de contar historias es probablemente la que más creativamente busca una nueva fórmula hoy.En ese sentido hay un trabajo concienzudo en la serie sobre las narrativas del futuro, sobre la estructura de la historia para que se adapte a nuestra nueva realidad. Pero, sobre todo, vivimos en un mundo de demasiados hechos contradictorios y mutuamente excluyentes, todos luchando entre sí con uñas y dientes.Nuestros antepasados creían que el acceso al conocimiento no solo brindaría a las personas felicidad, bienestar, salud y riqueza, sino que también crearía una sociedad igualitaria y justa. Lo que faltaba en el mundo, en su opinión, era la sabiduría omnipresente que surgiría naturalmente de la información.John Amos Comenius, el gran pedagogo del siglo XVII, acuñó el término «pansofismo». Con él se refería a la idea de la omnisciencia potencial, el conocimiento universal que contendría en él toda la cognición posible. Esto también fue, y sobre todo, un sueño de información disponible para todos. ¿El acceso a los hechos sobre el mundo no transformaría a un campesino analfabeto en un individuo reflexivo consciente de sí mismo y del mundo? ¿El conocimiento al alcance de la mano no significará que las personas se volverán sensibles y dirigirán el progreso de sus vidas con ecuanimidad y sabiduría?Cuando surgió Internet por primera vez parecía que esta noción finalmente se realizaría de manera total. Wikipedia, que admiro y apoyo, podría haberle parecido a Comenius, como muchos filósofos de ideas afines, el cumplimiento del sueño de la humanidad: ahora podemos crear y recibir una enorme cantidad de hechos que se complementan y actualizan sin cesar y que son democráticamente accesibles para casi todos los lugares de la Tierra.Un sueño cumplido es a menudo decepcionante. Resultó que no somos capaces de soportar esta enorme cantidad de información que, en lugar de unir, generalizar y liberar, ha diferenciado, dividido o encerrado en pequeñas burbujas individuales creando una multitud de historias que son incompatibles entre sí o, incluso, abiertamente hostiles unas hacia otras, y antagónicas.Además, Internet, completamente y de manera irreflexiva sujeta a los procesos del mercado y dedicada a los monopolistas, controla cantidades gigantescas de datos utilizados no de manera pansófica para un acceso más amplio a la información, sino que, por el contrario, sirve, sobre todo, para programar el comportamiento de los usuarios, como aprendimos después del asunto de Cambridge Analytica. En lugar de escuchar la armonía del mundo, hemos escuchado una cacofonía de sonidos, una estática insoportable en la que tratamos, desesperados, de escuchar una melodía más tranquila, incluso el ritmo más débil. La famosa cita de Shakespeare nunca ha sido más adecuada de lo que es para esta nueva realidad cacofónica: cada vez más, Internet es una historia, contada por un idiota, llena de ruido y furia.La investigación por parte de politólogos desafortunadamente también contradice las intuiciones de John Amos Comenius, basadas en la convicción de que cuanto más universalmente disponible fuera la información sobre el mundo, más políticos se aprovecharían de la razón y tomarían decisiones importantes. Pero parece que el asunto no es tan simple. La información puede ser abrumadora y su complejidad y ambigüedad dan lugar a todo tipo de mecanismos de defensa, desde la negación hasta la represión, incluso para escapar a los principios simples de simplificación, ideología y pensamiento partidista.La categoría de noticias falsas, fake news, plantea nuevas preguntas sobre qué es la ficción. Los lectores que han sido engañados, desinformados o engañados repetidamente han comenzado a adquirir lentamente una idiosincrasia neurótica específica. La reacción a tal agotamiento con la ficción podría ser el enorme éxito de la no ficción que, en este gran caos informativo, grita sobre nuestras cabezas: «Te diré la verdad, nada más que la verdad» y «¡Mi historia se basa en hechos !”.La ficción ha perdido la confianza de los lectores ya que mentir se ha convertido en un arma peligrosa de destrucción masiva, incluso si todavía es una herramienta primitiva. A menudo me hacen esta pregunta incrédula: «¿Es verdad lo que escribiste?». Y cada vez siento que esta pregunta es un presagio del final de la literatura.Esta pregunta, inocente desde el punto de vista del lector, suena al oído del escritor verdaderamente apocalíptica. ¿Que se supone que debo decir? ¿Cómo voy a explicar el estado ontológico de Hans Castorp, Anna Karenina o Winnie the Pooh?Considero que este tipo de curiosidad leída es una regresión de la civilización. Es un deterioro importante de nuestra capacidad multidimensional (concreta, histórica, pero también simbólica, mítica) para participar en la cadena de acontecimientos llamados nuestras vidas. La vida es creada por los acontecimientos, pero solo cuando somos capaces de interpretarlos, tratamos de entenderlos y de darles un significado, se transforman en experiencia. Los acontecimientos son hechos, pero la experiencia es algo inexpresablemente diferente. Es la experiencia, y no cualquier evento, lo que constituye el material de nuestras vidas. La experiencia es un hecho que ha sido interpretado y situado en la memoria. También se refiere a una cierta base que tenemos en nuestras mentes, a una estructura profunda de significados sobre la cual podemos desplegar nuestras propias vidas y examinarlas completa y cuidadosamente. Creo que el mito cumple la función de esa estructura. Todo el mundo sabe que los mitos nunca sucedieron realmente, pero siempre están sucediendo. Ahora continúan no solo a través de las aventuras de los héroes antiguos, sino que también se abren paso en las historias ubicuas y más populares de películas, juegos y literatura contemporáneas. Las vidas de los habitantes del Monte Olimpo han sido transferidas a la dinastía, y los actos heroicos de los héroes son atendidos por Lara Croft.En esta ardiente división entre verdad y falsedad, los cuentos de nuestra experiencia que crea la literatura tienen su propia dimensión.Nunca me ha entusiasmado particularmente ninguna distinción directa entre ficción y no ficción, a menos que comprendamos que esa distinción es declarativa y discrecional. En un mar de muchas definiciones de ficción, la que más me gusta es también la más antigua, y proviene de Aristóteles. La ficción es siempre un tipo de verdad.También estoy convencida de la distinción entre historia real y trama hecha por el escritor y ensayista E.M. Forster. Dijo que cuando decimos: «El rey murió y luego la reina murió», es una historia. Pero cuando decimos: «El rey murió, y luego la reina murió de pena», eso es un complot. Toda ficcionalización implica una transición de la pregunta «¿Qué sucedió después?» a un intento de entenderlo basado en nuestra experiencia humana: «¿Por qué sucedió de esa manera?».La literatura comienza con ese «por qué», incluso si tuviéramos que responder esa pregunta y otra vez con un «No sé» corriente. Por lo tanto, la literatura plantea preguntas que no pueden ser respondidas con la ayuda de Wikipedia, ya que va más allá de la información y los acontecimientos refiriéndose directamente a nuestra experiencia.Pero es posible que la novela y la literatura en general se estén convirtiendo ante nuestros ojos en algo realmente marginal en comparación con otras formas de narración; que el peso de la imagen y de las nuevas formas de transmisión directa de la experiencia (cine, fotografía, realidad virtual) constituirá una alternativa viable a la lectura tradicional. La lectura es un proceso psicológico y perceptivo bastante complicado. En pocas palabras: primero el contenido más elusivo se conceptualiza y verbaliza transformándose en signos y símbolos, y luego se «decodifica» de nuevo del lenguaje a la experiencia. Eso requiere una cierta competencia intelectual. Y, sobre todo, exige atención y concentración, habilidades cada vez más raras en el mundo extremadamente distraído de hoy.La humanidad ha recorrido un largo camino en sus formas de comunicar y compartir experiencias personales, desde la oralidad, confiando en la palabra viva y la memoria humana, hasta la Revolución de Gutenberg, cuando las historias comenzaron a ser ampliamente mediadas por la escritura y de esta manera arregladas y codificadas. El mayor logro de este cambio fue que llegamos a identificar el pensamiento con el lenguaje, con la escritura. Hoy enfrentamos una revolución en una escala similar, cuando la experiencia se puede transmitir directamente, sin recurrir a la palabra impresa. Ya no es necesario llevar un diario de viaje cuando simplemente se puede tomar fotos y enviarlas a través de sitios de redes sociales directamente al mundo, de una vez y para todos.No hay necesidad de escribir cartas, ya que es más fácil llamar. ¿Por qué escribir novelas gordas cuando puedes entrar en una serie de televisión? En lugar de salir a la ciudad con amigos, sería mejor jugar un juego. ¿Alcanzar una autobiografía? No tiene sentido, ya que estoy siguiendo la vida de las celebridades en Instagram y sé todo sobre ellas. Ni siquiera es la imagen la que más se opone hoy al texto, como pensamos en el siglo XX, preocupándonos por la influencia de la televisión y el cine. Es, en cambio, una dimensión diferente del mundo, que actúa directamente sobre nuestros sentidos.3.No quiero esbozar una visión general de la crisis al contar historias sobre el mundo. Pero a menudo me preocupa la sensación de que falta algo en el mundo que al experimentarlo a través de pantallas de vidrio y aplicaciones, de alguna manera se vuelve irreal, distante, bidimensional y extrañamente indescriptible, a pesar de encontrar cualquier información asombrosamente fácil. En estos días, las palabras preocupantes «alguien», «algo», «en algún lugar», «en algún momento» pueden parecer más arriesgadas sobre ideas muy específicas y definidas pronunciadas con total certeza, como «la tierra es plana», «las vacunas matan», «el cambio climático no tiene sentido» o «la democracia no está amenazada en ninguna parte del mundo». «En algún lugar» algunas personas se están ahogando al intentar cruzar el mar. «En algún lugar», por «algún» tiempo «Algún tipo de» guerra ha estado ocurriendo. En la avalancha de información, los mensajes individuales pierden sus contornos, se disipan en nuestra memoria, se vuelven irreales y se desvanecen.La avalancha de estupidez, crueldad, discursos de odio e imágenes de violencia se contrarrestan desesperadamente con todo tipo de «buenas noticias», pero no ha sido así. La capacidad de controlar la dolorosa impresión, que encuentro difícil de expresar, de que hay algo mal en el mundo. Hoy en día, este sentimiento, una vez exclusivo de los poetas neuróticos, es como una epidemia de falta de definición, una forma de ansiedad que emana de todas las direcciones.La literatura es una de las pocas esferas que intentan mantenernos cerca de los hechos concretos del mundo, su propia naturaleza siempre es psicológica, porque se enfoca en el razonamiento interno y los motivos de los personajes revelan su experiencia inaccesible a otra persona o, simplemente, provoca al lector a una interpretación psicológica de su conducta. Solo la literatura es capaz de permitirnos profundizar en la vida de otro ser, comprender sus razones, compartir sus emociones y experimentar su destino.Una historia siempre da vueltas en torno al significado. Incluso si no lo expresa directamente, incluso cuando se niega deliberadamente a buscar significado, y se enfoca en la forma, en el experimento, cuando presenta una rebelión formal, buscando nuevos medios de expresión. Mientras leemos incluso la historia escrita de manera más conductista y moderada no podemos evitar hacer las preguntas: «¿Por qué está sucediendo esto?», «¿Qué significa?», «¿Cuál es el punto?», «¿A dónde lleva esto?». Es muy probable que nuestras mentes hayan evolucionado hacia la historia como un proceso de dar sentido a millones de estímulos que nos rodean, y que incluso cuando estamos dormidos continúan ideando implacablemente sus narraciones. Entonces, la historia es una forma de organizar una cantidad infinita de información dentro del tiempo, estableciendo su relación con el pasado, el presente y el futuro, revelando su recurrencia y organizándolo en categorías de causa y efecto. Tanto la mente como las emociones participan en este esfuerzo.No es de extrañar que uno de los primeros descubrimientos realizados por las historias fue el Destino, además de aparecerse siempre a las personas como algo aterrador e inhumano, de hecho introdujo el orden y la inmutabilidad en la realidad cotidiana.4.Señoras y señores: unos años más tarde, la mujer de la fotografía, mi madre, que me extrañaba aunque todavía no había nacido, me estaba leyendo cuentos de hadas.En uno de ellos, de Hans Christian Andersen, una tetera que había arrojado al basurero se quejó de lo cruel que había sido tratada por la gente, porque la desecharon tan pronto se rompió su asa. Pero si no fueran perfeccionistas, tan exigentes, podría haber sido útil para ellos. Otros objetos rotos recogieron su melodía y contaron historias verdaderamente épicas de sus pequeñas y modestas vidas como objetos.Cuando era niña, escuchaba estos cuentos de hadas con las mejillas sonrojadas y lágrimas en los ojos. Creía profundamente que los objetos tenían sus propios problemas y emociones, así como una especie de vida social comparable a la humana. Los platos de la cómoda podían hablar entre sí, y las cucharas, cuchillos y tenedores en el cajón formaban una especie de familia. Del mismo modo, los animales eran criaturas misteriosas, sabias y conscientes de sí mismas con quienes siempre habíamos estado conectados por un vínculo espiritual y una similitud profundamente arraigada. Los ríos, los bosques y las carreteras también tuvieron su existencia: seres vivos que mapearon nuestro espacio y crearon un sentido de pertenencia, un enigmático Raumgeist. El paisaje que nos rodeaba también estaba vivo, al igual que el Sol y la Luna, y todos los cuerpos celestes, todo el mundo visible e invisible.¿Cuándo comencé a tener dudas? Estoy tratando de encontrar el momento en mi vida cuando con solo pulsar un interruptor todo se volvió diferente, menos matizado, más simple. El susurro del mundo quedó en silencio, para ser reemplazado por el estruendo de la ciudad, el murmullo de las computadoras, el trueno de los aviones que sobrevolaban el cielo y el ruido blanco y agotador de los océanos de información.En algún momento de nuestras vidas comenzamos a ver el mundo en pedazos, todo por separado, en pequeños trozos que son galaxias separadas entre sí, y la realidad en la que vivimos lo sigue afirmando: los médicos nos tratan por especialidades, nuestro almuerzo no tiene nada que ver con una enorme granja de ganado, o mi nuevo top con una fábrica en mal estado en algún lugar de Asia. Todo está separado de todo lo demás, todo vive aparte, sin ninguna conexión.Para que todo esto nos resulte más fácil se nos dan números, etiquetas de nombre, tarjetas, identidades plásticas crudas que intentan reducirnos a usar una pequeña parte del todo, de lo que ya hemos dejado de percibir.El mundo se está muriendo y no lo notamos. No vemos que el mundo se está convirtiendo en una colección de cosas e incidentes, una extensión sin vida en la que nos movemos perdidos y solitarios, arrojados aquí y allá por las decisiones de otra persona, limitados por un destino incomprensible, una sensación de ser el juguete de Las principales fuerzas de la historia o el azar. Nuestra espiritualidad se está desvaneciendo o se está volviendo superficial y ritualista. O bien, nos estamos convirtiendo en seguidores de fuerzas simples: físicas, sociales y económicas que nos mueven como si fuéramos zombies. Y en un mundo así somos realmente zombies.Es por eso que anhelo ese otro mundo, el mundo de la tetera.5.Toda mi vida he estado fascinada por los sistemas de conexiones e influencias mutuas que generalmente desconocemos, pero que descubrimos por casualidad, como sorprendentes coincidencias o convergencias del destino, todos esos puentes, tuercas, pernos, juntas soldadas y conectores que seguí en vuelos. Me fascina asociar hechos y buscar orden. En la base, como estoy convencida, la mente del escritor es una mente sintética que recoge obstinadamente todas las pequeñas piezas en un intento de unirlas nuevamente para crear un todo universal.¿Cómo vamos a escribir, cómo vamos a estructurar nuestra historia para que sea capaz de elevar esta gran forma de constelación del mundo?Naturalmente, me doy cuenta de que es imposible volver al tipo de historia sobre el mundo que conocemos por mitos, fábulas y leyendas, que, comunicada oralmente, mantuvo el mundo. Hoy en día la historia debería ser mucho más multidimensional y complicada; después de todo, realmente sabemos mucho más, somos conscientes de las increíbles conexiones entre cosas que parecen estar muy separadas.Echemos un vistazo de cerca a un momento particular en la historia del mundo.Es el 3 de agosto de 1492 , el día en que una pequeña carabela llamada Santa María zarpará de un muelle en el puerto de Palos en España. El barco está al mando de Cristóbal Colón. El sol brilla, hay marineros yendo y viniendo por el muelle, y hay estibadores cargando las últimas cajas de provisiones a bordo. Hace calor, pero una ligera brisa del oeste refresca a las familias que se han despedido. Las gaviotas se pavonean de arriba abajo por la rampa de carga observando de cerca las actividades humanas.El momento que ahora podemos ver a través del tiempo llevó a la muerte de 56 millones de los casi 60 millones de nativos americanos. En ese momento, representaban aproximadamente el 10 por ciento de la población total del mundo. Sin darse cuenta, los europeos les trajeron algunos regalos letales: enfermedades y bacterias a las que los habitantes indígenas de América no tenían resistencia. Además de eso vino la despiadada opresión y el asesinato. El exterminio continuó durante años y cambió la naturaleza de la tierra. Donde los fríjoles, el maíz, las papas y los tomates habían crecido en campos cultivados que se regaron de una manera sofisticada, la vegetación silvestre regresó. En solo unos años, casi 150 millones de acres de tierra cultivable se convirtieron en jungla.A medida que se regeneraba, la vegetación consumía grandes cantidades de dióxido de carbono, lo que debilitaba el efecto invernadero y, a su vez, redujo la temperatura global de la Tierra.Una de las muchas hipótesis científicas para explicar el inicio de la edad de hielo menor que a finales del siglo XVI trajo un enfriamiento a largo plazo del clima en Europa.La edad de hielo menor cambió la economía de Europa. Durante las décadas que siguieron, los largos inviernos congelados, los veranos frescos y las intensas precipitaciones redujeron el rendimiento de las formas tradicionales de agricultura. En Europa occidental, las pequeñas granjas familiares que producen alimentos para sus propias necesidades resultaron ineficientes. Se produjeron olas de hambruna y la necesidad de especializar la producción. Inglaterra y Holanda fueron la más afectadas por el clima más frío. Como sus economías ya no podían depender de la agricultura comenzaron a desarrollar el comercio y la industria. La amenaza de tormentas llevó a los holandeses a secar los pólderes y convertir las zonas pantanosas y las zonas marinas poco profundas en tierra. El cambio hacia el sur del rango donde se produce el bacalao, aunque catastrófico para Escandinavia, resultó ventajoso para Inglaterra y Holanda: permitió que estos países comenzaran a convertirse en potencias navales y comerciales. El enfriamiento significativo se sintió particularmente agudo en los países escandinavos. El contacto con Groenlandia e Islandia se interrumpió, los inviernos severos redujeron las cosechas y se iniciaron años de hambruna y escasez. Así que Suecia volvió su mirada codiciosa hacia el sur, embarcándose en una guerra contra Polonia (especialmente cuando el Mar Báltico se había congelado, lo que facilitaba marchar un ejército a través de él) e involucrarse en la Guerra de los Treinta Años en Europa.Los esfuerzos de los científicos, tratando de establecer una mejor comprensión de nuestra realidad, demuestran que es un sistema de influencias mutuamente coherente y densamente conectado. Esto ya no es solo el famoso «efecto mariposa», que como sabemos implica la forma en que los cambios mínimos al comienzo de un proceso pueden conducir en el futuro a resultados tremendos e impredecibles, pero aquí tenemos un número infinito de mariposas y sus alas, en constante movimiento, una poderosa ola de vida que viaja a través del tiempo.En mi opinión, el descubrimiento del «efecto mariposa» marca el final de la era de la fe inquebrantable en nuestra propia capacidad de ser efectivos, nuestra capacidad de controlar, y de la misma manera nuestro sentido de supremacía en el mundo. Esto no le quita a la humanidad nuestro poder para ser constructor, conquistador e inventor, pero ilustra que la realidad es más complicada de lo que la humanidad podría haber imaginado. Y que no somos más que una pequeña parte de estos procesos.Tenemos cada vez más pruebas de la existencia de algunas dependencias espectaculares, a veces muy sorprendentes a escala mundial.Estamos todos ―personas, plantas, animales y objetos― inmersos en un solo espacio que se rige por las leyes de la física. Este espacio común tiene su forma, y dentro de él las leyes de la física esculpen un número infinito de formas que están incesantemente vinculadas entre sí. Nuestro sistema cardiovascular es como el sistema de una cuenca fluvial, la estructura de una hoja es como un sistema de transporte humano, el movimiento de las galaxias es como el torbellino de agua que fluye por nuestros lavabos. Las sociedades se desarrollan de manera similar a las colonias de bacterias. La escala micro y macro muestra un sistema interminable de similitudes. Nuestro discurso, pensamiento y creatividad no son algo abstracto, alejado del mundo, sino una continuación en otro nivel de sus interminables procesos de transformación.6.Me sigo preguntando si en estos días es posible encontrar las bases de una nueva historia que sea universal, integral, inclusiva, arraigada en la naturaleza, llena de contextos y al mismo tiempo comprensible.¿Podría haber una historia que vaya más allá de lo poco comunicativo de uno mismo, revelando un mayor rango de realidad y mostrando las conexiones mutuas? ¿Sería capaz de mantener su distancia del punto central bien pisado, obvio y poco original de las opiniones comúnmente compartidas, y lograr mirar las cosas de manera periférica, lejos del centro?También sueño con un nuevo tipo de narrador: una «Cuarta persona», que no es simplemente una construcción gramatical, por supuesto, sino que logra abarcar la perspectiva de cada uno de los personajes, además de tener la capacidad de Paso más allá del horizonte de cada uno de ellos, que ve más y tiene una visión más amplia, y que puede ignorar el tiempo. Oh sí, creo que la existencia de este narrador es posible. ¿Alguna vez te has preguntado quién es el maravilloso narrador de historias en la Biblia que grita en voz alta: «En el principio era la palabra»? ¿Quién es el narrador que describe la creación del mundo, su primer día, cuando el caos se separó del orden, quien sigue la serie sobre el origen del universo, quien conoce los pensamientos de Dios, es consciente de sus dudas y con un mano firme establece en papel la increíble frase: «¿Y Dios vio que era bueno»? ¿Quién es, quién sabe lo que Dios pensó?Dejando de lado todas las dudas teológicas, podemos considerar esta figura de un narrador misterioso y tierno como milagrosa y significativa. Este es un punto de vista, una perspectiva desde donde se puede ver todo. Ver todo significa reconocer el hecho último de que todas las cosas que existen están mutuamente conectadas en un solo todo, incluso si las conexiones entre ellos aún no nos son conocidas. Verlo todo también significa un tipo de responsabilidad completamente diferente para el mundo, porque resulta obvio que cada gesto «aquí» está conectado a un gesto «allá», que una decisión tomada en una parte del mundo tendrá un efecto en otra parte de eso, y esa diferenciación entre «lo mío» y «lo tuyo» comienza a ser discutible.Por lo tanto, podría ser mejor contar historias honestamente de una manera que active un sentido del todo en la mente del lector, que active la capacidad del lector para unir fragmentos en un solo diseño y descubrir constelaciones enteras en pequeñas partículas de eventos. Para contar una historia que deja en claro que todo el mundo y todos están inmersos en una noción común, que producimos minuciosamente en nuestras mentes con cada giro del planeta.La literatura tiene el poder de hacer esto. Deberíamos eliminar las categorías simplistas de literatura de alto y bajo nivel, popular y de nicho, y tomar la división en géneros muy a la ligera. Deberíamos abandonar la definición de «literatura nacional», sabiendo al igual que nosotros que el universo de la literatura es una sola cosa, como la idea de unus mundus, una realidad psicológica común en la que nuestra experiencia humana está unida. El autor y el lector realizan roles equivalentes, el primero a fuerza de crear, el segundo haciendo una interpretación constante.Tal vez deberíamos confiar en los fragmentos ya que son fragmentos que crean constelaciones capaces de describir más, y de una manera más compleja, múltiples -dimensional. Nuestras historias podrían referirse entre sí de una manera infinita, y sus personajes centrales podrían entablar relaciones entre sí.Creo que tenemos una redefinición por delante de lo que entendemos hoy en día por el concepto de realismo, y una búsqueda de uno nuevo que nos permita ir más allá de los límites de nuestro ego y penetrar en la pantalla de vidrio a través de la cual vemos el mundo. Porque en estos días la necesidad de la realidad es atendida por los medios de comunicación, los sitios de redes sociales y las relaciones indirectas en Internet. Quizás lo que inevitablemente nos espera es una especie de neo-surrealismo, algunos puntos de vista reorganizados que no temerán enfrentarse a una paradoja e irán contra la corriente cuando se trata del simple orden de causa y -efecto. De hecho, nuestra realidad ya se ha vuelto surrealista. También estoy segura de que muchas historias requieren una reescritura en nuestros nuevos contextos intelectuales, inspirándose en nuevas teorías científicas. Pero me parece igualmente importante hacer referencia constante al mito y a todo el imaginario humano. Volver a las estructuras compactas de la mitología podría traer una sensación de estabilidad ante la falta de especificidad en la que están viviendo hoy en día. Creo que los mitos son el material de construcción para nuestra psique y no podemos ignorarlos (a lo sumo, podríamos desconocer su influencia).Sin duda, pronto aparecerá un genio capaz de construir una narrativa completamente diferente e inimaginable en la actualidad, y todo lo esencial se acomodará. Este método de narración seguramente nos cambiará; dejaremos caer nuestras viejas y restrictivas perspectivas y nos abriremos a las nuevas que, de hecho, siempre han existido en algún lugar aquí, pero hemos estado ciegos ante ellas.En el Doctor Faustus, Thomas Mann escribió sobre un compositor que ideó una nueva forma de música absoluta capaz de cambiar el pensamiento humano. Pero Mann no describió de qué dependería esta música, simplemente creó la idea imaginaria de cómo podría sonar. Quizás en eso se basa el papel de un artista: dar un anticipo de algo que podría existir y, por lo tanto, hacer que se vuelva imaginable. Y ser imaginado es la primera etapa de la existencia.7.Escribo ficción, pero nunca es pura fabricación. Cuando escribo tengo que sentir todo dentro de mí. Tengo que dejar que todos los seres vivos y los objetos que aparecen en el libro me atraviesen, todo lo que es humano y más allá del ser humano, todo lo que está vivo y no está dotado de vida. Tengo que mirar de cerca cada cosa y persona, con la mayor solemnidad, y personificarlos dentro de mí, personalizarlos.Para eso me sirve la ternura, porque la ternura es el arte de personificar, de compartir sentimientos, y, por lo tanto, descubriendo similitudes. Crear historias significa dar vida constantemente a las cosas, dar existencia a todas las pequeñas partes del mundo que están representadas por las experiencias humanas, las situaciones que las personas han sufrido y sus recuerdos. La ternura personaliza todo con lo que se relaciona, lo que hace posible darle una voz, darle el espacio y el tiempo para que exista y se exprese. Es gracias a la ternura que la tetera comienza a hablar.La ternura es la forma más modesta de amor. Es el tipo de amor que no aparece en las Escrituras o en los evangelios, nadie lo jura, nadie lo cita. No tiene emblemas o símbolos especiales, ni conduce a la delincuencia ni a la envidia inmediata.Aparece donde miramos de cerca y con cuidado a otro ser, a algo que no es nuestro «yo».La ternura es espontánea y desinteresada; va mucho más allá del sentimiento de empatía. En cambio, es el compartir consciente, aunque quizás un poco melancólico, del destino común. La ternura es una profunda preocupación emocional por otro ser, su fragilidad, su naturaleza única y su falta de inmunidad al sufrimiento y los efectos del tiempo. La ternura percibe los lazos que nos conectan, las similitudes y la similitud entre nosotros. Es una forma de mirar que muestra al mundo como vivo, interconectado, cooperando y codependiente de sí mismo.La literatura se basa en la ternura hacia cualquier ser que no sea nosotros. Es el mecanismo psicológico básico de la novela. Gracias a esta herramienta milagrosa, el medio más sofisticado de comunicación humana, nuestra experiencia puede viajar a través del tiempo llegando a aquellos que aún no han nacido, pero que algún día recurrirán a lo que hemos escrito, las historias que contamos sobre nosotros mismos y nuestro mundo.No tengo idea de cómo será su vida, ni quiénes serán. A menudo pienso en ellos con un sentimiento de culpa y vergüenza.La emergencia climática y la crisis política en la que ahora estamos tratando de encontrar nuestro camino, y que estamos ansiosos por oponernos al salvar al mundo, no han salido de la nada. A menudo olvidamos que no son solo el resultado de un giro del destino o del destino, sino de algunos movimientos y decisiones muy específicos, económicos, sociales y que tienen que ver con la perspectiva mundial (incluidos los religiosos). La avaricia, la falta de respeto a la naturaleza, el egoísmo, la falta de imaginación, la rivalidad interminable y la falta de responsabilidad han reducido el mundo al estado de un objeto que se puede cortar en pedazos, agotar y destruir.Por eso creo que debo contar historias como si el mundo fuera una entidad viva y única, formándose constantemente ante nuestros ojos, y como si fuéramos una parte pequeña y al mismo tiempo poderosa de él.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Así lo relató en Madrid Coetzee, autor seleccionado para inaugurar el proyecto "Escribir el Prado", una iniciativa entre el museo español y la Fundación Loewe.Esta iniciativa invita a escritores de prestigio internacional a "interpelar desde la imaginación narrativa las colecciones del museo", una de las principales pinacotecas del mundo.Coetzee participó en una charla abierta al público en el Museo del Prado con su traductora al español, la filósofa y escritora Mariana Dimópulos, quien tradujo su última novela, titulada "El polaco", que el escritor escribió en inglés pero quiso que fuera traducida al español para publicarse primero en este idioma.Porque, según recordó, cuando empezó a escribir esa novela se había desilusionado "y mucho, acerca del inglés como fuerza política global y deseaba recalcar" su ruptura personal para con él.Coetzee, que ya en otras ocasiones expresó sus reservas con ese idioma, relató cómo quiso que su texto original en esa lengua, una vez transformado en español, "desapareciera durante un tiempo para que fuera este último el que alumbrara una multiplicidad de traducciones"."Pero este plan no sobrevivió a fuerzas superiores que operan en la industria de las editoriales del mundo. En Polonia, en Francia, en Japón y en otros países, se negaron a traducir tomando como original el texto en español, decían que este texto no era el original", relató el autor, cuyo libro estuvo solo en castellano durante ocho meses."Y en este combate que provoqué con la lengua -inglesa- perdí y el principio de la lengua original triunfó", lamentó.El escritor sudafricano, que ha fijado su residencia desde finales de junio a mediados de julio en Madrid, para hacer del museo su centro de actividad, escribirá un texto vinculado al Prado, el primero de una colección que se centrará en la exploración de los vínculos expresivos entre la ficción y las artes plásticas.John Coetzee y Dimópulos hablaron también sobre el lenguaje y la imagen y sobre si las palabras pueden traducir las pinturas y lo que transmitían varios cuadros, tanto del Museo del Prado como de otras pinacotecas, para considerar que no lo pueden hacer.El escritor, que comenzó su intervención con unas palabras en español antes de comenzar el diálogo en inglés no sin antes prometer que la próxima vez lo haría todo en castellano, habló también de las imágenes que tiene de sus personajes literarios y de la importancia de la música, la tercera de las grandes artes ya que, aseguró, nunca redacta un párrafo sin prestar atención al ritmo.El director de la pinacoteca, Miguel Falomir, recordó que el museo lleva trabajando en la iniciativa "Escribir el Prado" largo tiempo tras constatar el enorme interés que los escritores actuales prestan al arte del pasado. Recuerde conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El científico falleció el domingo, indicó la universidad, en la que trabajó durante 37 años, en la escuela Cockrell de Ingeniería.Sus contribuciones al desarrollo de las baterías de litio allanaron el camino para crear celulares inteligentes y lograr una sociedad menos dependiente de los combustibles fósiles.John Goodenough se convirtió en la persona más anciana en ganar un premio Nobel en 2019, cuando, a sus 97 años, compartió el galardón de Química con el británico Stanley Whittingham y con el japonés Akira Yoshino, por la invención de la batería de litio."El legado de John como un científico brillante es inconmensurable: sus descubrimientos mejoraron las vidas de millones de personas en todo el mundo", declaró Jay Hartzell, presidente de la Universidad de Texas en Austin, en un comunicado.Buscando una fuente alternativa de energía durante la crisis del petróleo de los años 1970, Stanley Whittingham descubrió una manera de aprovechar la energía potencial del litio, un metal tan ligero que flota en el agua.Sin embargo, la batería que construyó era demasiado inestable como para ser usada. Goodenough trabajó a partir del prototipo de Witthigham y logró duplicar la energía potencial de la batería hasta cuatro voltios.En 1985, Yoshino utilizó un material basado en el carbono que almacena iones de litio y que, al final, hizo que la comercialización de las baterías fuese viable.Gracias a los trabajos de investigación de los tres científicos se lograron las baterías recargables más potentes y ligeras creadas hasta ahora. Recuerde conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Manuel Araya fue clave con su testimonio, su gestión y su valentía para que existieran los elementos que dieron pie a la querella por la muerte del poeta que presentó el Partido junto con su familia", dijo el miércoles el Partido Comunista de Chile en una declaración.Considerado como un hombre de confianza de Neruda, fue una de las primeras voces que cuestionaron la versión oficial de que el poeta chileno falleció el 23 de septiembre de 1973 por un cáncer de próstata.La tesis que planteó Araya en 2011, y que ha sido respaldada por un sobrino de Neruda y por el Partido Comunista -donde militaba el poeta-, es que el autor de "Canto General" fue envenenado pocos días después del golpe de Estado del 11 de septiembre 1973, por agentes de la dictadura de Augusto Pinochet."Neruda era un peligro para Pinochet. Acuérdense de la guerra española y de los refugiados que se llevó en el Winnipeg. A Pinochet no le interesaba que (Neruda) se fuera del país por ningún motivo", dijo Araya en febrero pasado para insistir en la versión del asesinato.Sin embargo, hasta ahora la justicia no ha validado esa teoría. Un panel de expertos ya entregó sus conclusiones a la jueza a cargo del caso de la muerte de Neruda, Paola Plaza, quien debía analizarlas.Por el momento no hay evidencia científica determinante para avalar la tesis del asesinato.La bacteria 'Clostridium botulinum' "estaba ahí (en el cuerpo de Neruda) en el momento de su muerte, pero aún no sabemos por qué. Sólo sabemos que no debería estar ahí", dijeron entonces Hendrik y Debi Poinar de la Universidad McMaster (Canadá) y miembros del panel científico. No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Una oda a la historia de la fotografía española aterriza en una de las principales plazas de Bruselas, con cincuenta imágenes que son el reflejo de las diferentes épocas que caracterizaron y configuraron los últimos 80 años de historia de España, y que muestran la evolución de esta disciplina.Podrán detenerse, observar y caminar entre ellas. Podrán utilizar su móvil para escanear los códigos QR que contienen la descripción de cada fotografía y ensimismarse conociendo las historias que cuentan. También la de sus autores. Y descubrirán la importancia de cada uno de ellos en la evolución de esta disciplina y la relevancia que tuvieron esas imágenes en su carrera.Después, marcharán y seguirán su camino, pero habrán contemplado el medio centenar de imágenes que recoge la exposición al aire libre '50 fotografías con historia', un recorrido por los últimos 80 años de la fotografía en España, que refleja no sólo la evolución de este arte, sino también las últimas ocho décadas de historia en el país.La muestra, organizada por Acción Cultural Española y comisariada por Gonzalo Revidiego, aterriza en la capital belga de la mano de la Embajada de España en Bruselas y en el marco de la presidencia de España del Consejo de la Unión Europea (UE).Recorre la historia de España desde el estallido de la Guerra Civil, con autores como Agustí Centelles y Martín Santos Yubero, que fueron los ojos y cronistas de la contienda. Continúa en la posguerra, con imágenes que tienen una mirada renovada y que se alejan del pictorialismo tradicional, como las de Ricard Terré o Ramón Masats.El recorrido llega a la Transición, una época que, como explica Revidiego a EFE, "necesitaba de libertad de prensa y de libertad de creación", donde surgen nombres como Alberto García-Alix o Marisa Flórez, con su icónica fotografía de Dolores Ibárruri bajando por las escaleras del hemiciclo del Congreso de los Diputados en compañía del escritor Rafael Alberti, después de su exilio durante el franquismo.Tras ello, el espectador llega al auge del documentalismo en los años 90, y finaliza en una fotografía más contemporánea como la de Cristina de Middel, Premio Nacional de Fotografía en 2017, cuya imagen expuesta se sitúa en los límites difusos entre la realidad y la ficción, pues explora la intención fallida del Gobierno de Zambia de llevar al hombre a la luna en 1964."La selección (de las imágenes) se hizo basándonos en lo icónico de las fotografías, pero también en el peso de la historia que había detrás de cada una de ellas, que es clave para hacer llegar la fotografía a las personas que tienen curiosidad o inquietud por conocer la cultura fotográfica", explicó Revidiego a EFE.Durante la presentación de la exposición, Revidiego se detuvo en la fotografía de Joana Biarnés, una pionera del fotoperiodismo español y referente de la disciplina que abrió el camino al reconocimiento del trabajo de muchas otras mujeres.Biarnés fotografió a los Beatles en su única y fugaz visita a la España franquista de 1965. Según explicó, la fotógrafa logró colarse en la habitación donde se hospedaban los miembros de la banda en Barcelona y "obtuvo el mejor reportaje de la banda en España".Sus instantáneas no llegaron a publicarse en el momento porque no estaban en consonancia con las líneas editoriales de la época.Otros nombres tan emblemáticos de la profesión como Eduardo Nave -cuyo trabajo retrató paisajes marcados por los atentados perpetrados por ETA-, Francesc Català Roca, Sandra Balsells, Gervasio Sánchez, Oriol Maspons, Joan Foncuberta, Cristina García Rodero o Ouka Leele dan vida a esta exposición que explora la evolución del lenguaje fotográfico.La propuesta, que surge del libro homónimo publicado en 2017, lleva 4 años recorriendo diversas ciudades como Madrid, Barcelona, Córdoba o Fráncfort: "Queremos que siga itinerando porque es un formato que acerca la cultura a la gente. En este caso la cultura fotográfica", dijo Revidiego.Entre la selección de fotógrafos se encuentran 17 Premios Nacionales de Fotografía y dos Premios Nacionales de Artes Plásticas.No olvide sintonizar la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar
Violeta Parra fue una cantautora, folclorista, y artista chilena, conocida por su contribución a la música popular de Chile y por su activismo en la preservación de la cultura tradicional de su país. Fue miembro de la familia Parra, en la que se encuentra el poeta Nicanor Parra.«Defensa de Violeta Parra»Dulce vecina de la verde selvaHuésped eterno del abril floridoGrande enemiga de la zarzamoraVioleta Parra.JardineraloceracostureraBailarina del agua transparenteÁrbol lleno de pájaros cantoresVioleta Parra. (...)Desde joven, Violeta Parra mostró un interés por la música y el canto. Aprendió a tocar varios instrumentos, incluyendo la guitarra y el cuatro, y comenzó a recopilar canciones tradicionales de la zona central de Chile. Su voz emotiva y su habilidad para tocar instrumentos la convirtieron en una figura influyente en la escena musical de su país."Has recorrido toda la comarcaDesenterrando cántaros de gredaY liberando pájaros cautivosEntre las ramas.Preocupada siempre de los otrosCuando no del sobrinode la tíaCuándo vas a acordarte de ti mismaViola piadosa."Violeta Parra dedicó una parte significativa de su vida a viajar por Chile y otras regiones de América Latina para recopilar canciones folclóricas y preservar la cultura tradicional. Su trabajo ayudó a documentar y dar a conocer canciones y danzas populares que de otro modo podrían haberse perdido. Fundó "La Peña de los Parra" en Santiago, un espacio cultural donde se reunían artistas, músicos y poetas para compartir y promover la música folclórica chilena. Este lugar se convirtió en un centro importante para la difusión de la cultura popular."Tu dolor es un círculo infinitoQue no comienza ni termina nuncaPero tú te sobrepones a todoViola admirable.Cuando se trata de bailar la cuecaDe tu guitarra no se libra nadieHasta los muertos salen a bailarCueca valseada."Además de su música, Violeta Parra también incursionó en el arte visual. Creó arpilleras, tapices bordados que representaban la vida rural y los problemas sociales de Chile. Sus obras artísticas se exhiben en museos de todo el mundo."Cueca de la Batalla de MaipúCueca del Hundimiento del AngamosCueca del Terremoto de ChillánTodas las cosas.Ni bandurriani tencani zorzalNi codorniza libre ni cautivaTúsolamente tútres veces túAve del paraíso terrenal."A lo largo de su vida, Violeta Parra se identificó con causas políticas y sociales. Su música a menudo abordaba temas de justicia social y derechos humanos. En la década de 1960, se involucró en movimientos de izquierda y apoyó al gobierno de Salvador Allende."Charagüilla gaviota de agua dulceTodos los adjetivos se hacen pocosTodos los sustantivos se hacen pocosPara nombrarte."Trágicamente, Violeta Parra se suicidó el 5 de febrero de 1967. Su muerte conmovió profundamente a Chile y al mundo de la música. Sin embargo, Violeta perdura a través de su música, su trabajo de preservación cultural y su influencia en generaciones posteriores de músicos y artistas chilenos."PoesíapinturaagriculturaTodo lo haces a las mil maravillasSin el menor esfuerzoComo quien se bebe una copa de vino.Basta que tú los llames por sus nombresPara que los colores y las formasSe levanten y anden como LázaroEn cuerpo y alma."BONUSHa sido tanta la influencia e importancia de Violeta Parra en Chile y Sudamérica que bandas de rock y cineastas han realizados homenajes. 2004. Concierto Homenaje a Violeta Parra por los Bunkers, banda de rock conocida por su estilo musical variado y sus letras poéticas2011. Violeta se fue a los cielos. Bipic de Andrés Wood. En la construcción del guión participó su hijo Ángel Parra. No olvide sintonizar la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar
Anaïs Nin (1903-1977), la icónica escritora franco-estadounidense, es célebre por su estilo literario distintivo que combina una prosa rica y sensual con una profunda exploración de la psicología humana y la sexualidad. Su contribución a la literatura se destaca por varias características notables.En primer lugar, Nin es conocida por su extensa producción de diarios personales, que abarcan décadas de su vida y que se han convertido en una fuente invaluable de conocimiento sobre su vida y pensamiento. Su habilidad para plasmar sus experiencias personales en palabras conmovedoras y poéticas la ha convertido en una autora destacada en el género del diario íntimo.Los "Diarios Amorosos" de Anaïs Nin son una serie de siete volúmenes publicados que abarcan desde 1931 hasta 1974. En ellos, Nin relata sus experiencias íntimas, sus relaciones amorosas y sus reflexiones personales. Su estilo de escritura es altamente introspectivo y revelador, explorando su propio mundo interior con una franqueza y una sensualidad que eran inusuales en la literatura de su época.En "Diarios Amorosos", Nin examina detalladamente sus propias relaciones y la interacción entre el amor, la intimidad y la creatividad. Su escritura está impregnada de una sensualidad y una poesía que a menudo la acercan al género de la literatura erótica.La escritura de Anaïs Nin es sumamente introspectiva y a menudo reveladora. A través de sus palabras, explora sus propios deseos, emociones y luchas, proporcionando una mirada profunda a su mundo interior. Esta introspección le permite abordar temas de la identidad, la pasión y la búsqueda de la autenticidad de una manera que resuena con el lector.Anaïs Nin también es conocida por su enfoque en la psicología de sus personajes y su propia psicología. Su escritura profundiza en los rincones más oscuros de la mente humana, explorando temas de deseo, neurosis y autodescubrimiento. Sus personajes son complejos y multidimensionales, lo que añade profundidad a sus historias.sNo olvide conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Un empleado de un museo de Múnich confesó haber sustituido varias pinturas almacenadas en un depósito por falsificaciones, y de haber subastado los originales. El Tribunal de Distrito de Múnich declaró culpable al hombre de 30 años de tres casos consumados y un intento más de venta ilegal de bienes culturales y lo condenó a una pena de prisión de un año y nueve meses, anunció el tribunal el lunes.El tribunal también ordenó la confiscación de más de 60.000 euros (63.500 dólares) en concepto de indemnización.¿Qué pinturas fueron reemplazadas?El imputado fue empleado técnico desde mayo de 2016 hasta abril de 2018 en el museo y tenía acceso al almacén donde se guardaban los cuadros. Según el tribunal, sustituyó el cuadro "Das Märchen vom Froschkönig" ("La fábula del Rey Rana") de Franz von Stuck por una falsificación.Fingiendo que la pintura había pertenecido a sus bisabuelos o abuelos, ofreció el original a subasta en una casa de subastas de Múnich, que vendió la pintura por 70.000 euros (74.000 dólares) a una galería en Suiza. De la fraudulenta operación quedaron 49.127,40 euros en efectivo, después de deducir los gastos de la subasta.Robos para darse lujosEn total, el acusado cobró 60.617 euros por las pinturas. Gastó el dinero para saldar deudas y financiar un estilo de vida lujoso. Según el tribunal, entre otras cosas, el hombre se compró "un reloj de pulsera nuevo, caro y... un Rolls Royce".Según los informes, en el tribunal el hombre no sólo confesó sus crímenes sino que también mostró "sincero remordimiento"."Declaró que había actuado sin pensar y dijo que no podía explicar su comportamiento", informó el tribunal.No olvide sintonizar la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar
La traducción es omnipresente en nuestra vida cotidiana, tanto que ya casi ni nos damos cuenta de que existe. Sin embargo, la encontramos en todas partes: en un manual de instrucciones sobre cómo armar una estantería de IKEA sin saber sueco o en cómo entender a un futbolista japonés recién fichado sobre lo que quiere que haga su entrenador alemán.Un traductor sagradoEn 2017, la ONU declaró el 30 de septiembre como Día Internacional de la Traducción. No es del todo casual: también es el día de conmemoración de san Jerónimo, importante teólogo y escriba de los siglos IV y V después de Cristo.Su obra más famosa, la Vulgata, es una traducción al latín de los manuscritos griegos del Nuevo Testamento. También tradujo al griego partes del evangelio hebreo. Jerónimo recibió clases de latín en la escuela y más tarde aprendió griego y hebreo con fluidez durante sus viajes. Murió el 30 de septiembre de 420 cerca de Belén y es considerado el patrón de los traductores.El mundo sería más tonto y más pobre sin traducciónNo tan antigua como la traducción latina de la Biblia es la campaña Descubre la Traducción. La Comisión Europea la puso en marcha en 2020 para atraer a la gente a la profesión de traductor.Según la comisión, sin traducción el mundo sería más aburrido, pobre y desigual, tanto económica como culturalmente, ya que sólo unos pocos afortunados con conocimientos de lenguas extranjeras tendrían acceso a los bienes, la información y la cultura de otros países.Neruda y FrozenLas traducciones nos permiten disfrutar de libros, canciones, películas, series y juegos de computadora que tienen su origen en una lengua extranjera, y hasta fomentar la conciencia intercultural.Si no, no podríamos entender los poemas del escritor chileno Pablo Neruda o los cuentos daneses de Hans Christian Andersen. ¿Cómo podríamos adquirir conocimientos y sabiduría de libros como la Biblia cristiana, el Corán islámico, el Talmud judío o incluso la obra más importante del hinduismo, el Bhagavad Gita?El villancico alemán Noche de paz (Stille Nacht) fue declarado patrimonio cultural inmaterial por la Unesco en 2011 y se supone que es el villancico navideño más traducido de la historia.Por su parte, la canción Let It Go de la película de Disney Frozen (2013) ha sido traducida a más de 40 idiomas, incluidos malayo y mandarín.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.