La exposición "Al encuentro del principito", que estará abierta hasta el 26 de junio, se compone de multitud de objetos del escritor y aviador.El cuento fue escrito en 1942 en Estados Unidos, en Nueva York y en Asharoken, un pueblo costero de Long Island (noreste).Cuando, en abril de 1943, Saint-Exupéry se marchó de Estados Unidos para combatir contra las tropas nazis, le dio el manuscrito a su amante, la periodista Sylvia Hamilton, quien se lo vendió a la Morgan Library & Museum de Nueva York 25 años después.Ese museo ha prestado algunas de las hojas más importantes de ese tesoro literario, incluyendo las acuarelas originales, pintadas por el propio Saint-Exupéry, que representan al asteroide del Principito -que es la cubierta del libro- y otra en la que aparece el Principito con su largo abrigo de forro rojo.La muestra plasma toda la profundidad de la inspiración que desembocó en esa obra maestra, desde la infancia de Saint-Exupéry y una carta escrita a la que más tarde sería su esposa, Consuelo, en 1930, en la que menciona "un niño que descubrió un tesoro" y "se volvió melancólico", hasta los bocetos en los que fue dando forma al héroe.El aviador, desaparecido durante una misión en el mar Mediterráneo en julio de 1944, no vivió para ver el éxito planetario de su obra.Pero, al final de su vida, en la que el libro solo había sido editado en Estados Unidos, en inglés y en francés, "el personaje y el autor acabaron por confundirse", explicó la comisaria de la exposición, Anne Monier-Vanryb.
La nueva novela de Michel Houellebecq, uno de los escritores franceses más traducidos y cuyos libros son muy vendidos en el extranjero, se llamará "Anéantir" (aniquilar en español) y saldrá el 7 de enero, reveló el viernes el editor Flammarion en su página web. Tras "Sumisión" en 2015 y "Serotonina" en 2019, sus dos últimas publicaciones, el escritor sigue eligiendo titulares de una sola palabra.El libro, de 736 páginas, se envió a la prensa el viernes, con un embargo en el que se pide a los periodistas que no divulguen nada de su contenido antes del 30 de diciembre. Además, Houellebecq no les concederá ninguna entrevista para promocionar el libro. El autor participó en la elaboración del volumen, indicando que su modelo eran los libros impresos en Alemania, más pesados, rígidos y resistentes, y con un papel que permanece siempre blanco.
"Lo que me parece bello, lo que me gustaría hacer, es un libro sobre nada, un libro sin ataduras exteriores, que se sostendría por sí mismo gracias a la fuerza interior de su estilo". Esto fue lo que le confesó Gustave Flaubert en una carta a Louise Colet escrita en 1852, y una frase que ya había inmortalizado de forma ampulosa y precisa en "Noviembre", su primera novela publicada diez años atrás cuando apenas tenía 20 años. En esta temprana obra, transgresora y algo irónica, Flaubert explora los sutiles mecanismos de la atracción erótica y los remordimientos provocados por las relaciones adúlteras y el lado pasional de las relaciones humanas, reuniendo en ella su fuerza literaria y su obsesiva preocupación estética del lenguaje, anticipándose así a ser uno de los más grandes literatos de la Europa del siglo XIX y situándose como un puente entre Balzac y Proust."Cuando leo a Shakespeare me vuelvo más grande, más inteligente y más puro. Llegado a la cima de una de sus obras, me parece que estoy en una alta montaña: todo desaparece y todo aparece. Ya no se es hombre, se es ojo; surgen horizontes nuevos, las perspectivas se prolongan hasta el infinito". Así seguía escribiéndole el joven en cartas a su amada Colet. Y si se trataba de amores, Gustave sabía distinguir entre la vanidad y el orgullo. En cierta ocasión, Louise le reprochó no destinarle más atención a ella increpándole de arrogante y vanidoso, a lo que Flaubert le responde que la arrogancia no es su fuerte y que tampoco lo es la vanidad, porque por principio se consideraba un ermitaño.Mientras que Flaubert escribía sobre el orgullo, al que llamaba un oso blanco soberano sobre un tempano de hielo, aseveraba que la vanidad era como un loro que parloteaba de rama en rama escandalosamente buscando atraer las miradas. Curiosamente, Gustave tenía tendido sobre su casa una piel de oso blanco, sobre la cual se tendía a pensar y a escribir, y con la que con cierta sorna admitía el orgullo de parecerse a este animal imposible de acariciar. Quizás de allí, de sus letras, de su estilo y de sus historias, haya algo del espíritu salvaje y huraño del que siempre bebió.Pero al final de su vida, sentía un gran disgusto al ser especialmente conocido por "Madame Bovary", una novela que, para él, tenía el tema menos sublime de cuantas escribió. “¡Nunca en mi vida he escrito algo más difícil que lo que hago ahora, diálogos triviales!”. “¡Tengo que hacer hablar, en estilo escrito, a gentes de lo más vulgar!”, se lamentaba el escritor ya enfermo en su lecho de muerte.Aunque Flaubert fue uno de los escritores más importantes de su tiempo, tras la publicación de “Madame Bovary”, la burguesía provinciana se resintió de que él fuera la máscara de la moral y la decencia religiosa que los retrató en toda su estupidez:, desde Charles Bovary y el pastor de la aldea ficticia de Yonville-l'Abbaye hasta el farmacéutico Homais. Sin embargo, la satisfacción que sintió la sociedad en Rouen fue inmensa cuando fue acusado por primera vez en 1856 después de la primera publicación de su novela, siendo acusado de violar "la moral y la religión". Sin embargo, después del juicio Flaubert se convirtió en un autor de superventas con más de 30.000 copias vendidas. "Retomaré mi vida plana y tranquila, en la que las frases sean solo aventuras en la que no recoja más flores que metáforas. Escribiré como en el pasado, escribiré por placer, para mí", le escribió a Madame Schlésinger en una de sus cartas. Pero el arte era lo último para Flaubert. A veces le tomaba varias noches escribir una frase o cambiar algunas palabras. "Una frase es viable si se adapta a todas las exigencias de la respiración. Sé que es bueno cuando puedo leerlo en voz alta", decía. El arte le servía como un escudo protector contra las exigencias irrazonables de la realidad y cuyo eterno glamour le hacen un maestro de su tiempo y con el que se considera que nace la modernidad literaria.Pero por encima de estas novelas se encuentra "L'Éducation sentimentale", la historia moral de Flaubert sobre los hombres de su generación; su novela que hace época, ingeniosa, grandiosa y desilusionante con los numerosos e impresionantes cuadros escénicos y, por último, pero no menos importante, una base autobiográfica. La novela comienza en el vapor del Sena con Frédéric Moreau y Madame Arnoux. El joven Frédéric se las arregla para agarrar su largo pañuelo con las rayas moradas antes de que caiga al agua. La escena se inspira en el bello incidente que tiene lugar en la vida real de un joven Gustave de quince años en una playa de Normandía en 1836, donde encuentra una bata roja con rayas negras que la marea amenaza con arrastrar. Ese albornoz pertenece a Madame Schlésinger, una mujer casada, que es once años mayor que él y de la cual el futuro escritor se enamoró. Ella es "el único amor" de su vida, dirá más tarde en las “Mémoires d´un fou”. El amor de Frédéric por Madame Arnoux, por otro lado, es el único, verdadero, de toda la vida, a pesar de algunas aventuras amorosas.Las letras compensan la distancia de Flaubert y el rigor de la forma en su literatura. En ellas, Flaubert se desahoga con letras espontáneas, drásticas e inmediatas. Más de tres mil han sobrevivido; en Francia están disponibles en volúmenes en estuches, dispersos, seleccionados en alemán. En el ocaso de su vida, manifiesta en “Bouvard y Pécuchet” su desprecio burgués, incluso al burgués que habitaba en él mismo. En esta obra, Bouvard y Pécuchet son dos enciclopedistas para los que todos sus conocimientos son inútiles, excepto por la idea de que este conocimiento siempre será insuficiente, en realidad no saben nada. Este saber a medias, impregnado de ignorancia y sinsentido, se refleja en las frases vacías que Flaubert recogió en su "Diccionario de lugares comunes" desde 1850 con ideas grandiosas y modismos vacíos con los que el mundo conmemora, luego dos siglos de su nacimiento, que la estupidez sigue siendo universal y que como Flaubert dijo en "Salambó": “escribir es vivir”.
El manuscrito de "El principito", de Antoine de Saint-Exupéry, nunca antes expuesto en Francia, se exhibirá en París de febrero a junio de 2022, anunció el Museo de Artes Decorativas (MAD). El aviador y escritor escribió este relato en Nueva York, donde estaba exiliado, entre junio y noviembre de 1942.Desde entonces, el manuscrito no salió de EE.UU.: el autor se lo había dejado a una amiga, Silvia Hamilton, antes de acudir al norte de África durante la guerra, en 1943. La amiga lo vendió a la Morgan Library & Museum en 1968. Esta institución privada prestará el manuscrito al MAD, que acoge la exposición "Al encuentro del principito" del 17 de febrero al 26 de junio en el Louvre.La exposición tendrá "más de 600 piezas", incluyendo "acuarelas, bocetos y dibujos -la mayoría inéditos- pero también fotografías, poemas, extractos de periódicos y correspondencias", precisó el museo en un comunicado. "El principito", que cuenta las aventuras en varios planetas de un niño en apariencia ingenuo pero filósofo, es uno de los mayores éxitos de la literatura mundial.Tras su publicación en francés y en inglés en 1943, Saint-Exupéry falleció durante una misión en el Mediterráneo en 1944. Así, el autor no supo nada del destino de esta obra, que no se publicó en Francia hasta 1946 y que ahora ha sido traducida a más de 300 idiomas. El manuscrito fue expuesto en 2014 por la Morgan Library & Museum de Nueva York. Originalmente de más de 30.000 palabras y difícil de entender, fue reducido a la mitad por un escritor que buscaba la mayor simplicidad posible.
Un enfant terrible, un joven maldito entre los malditos, así era Jean Nicolas Arthur Rimbaud, una de las más exquisitas y bellas plumas de la lengua francesa jamás escrita. Su poesía, irreverente y trágica, transgresora y surrealista, es precursora de eminentes letras como William Burroughs, Henry Miller y otros grandes de la generación beat que florecieron durante la era de la contracultura.“Nada ordinario germina de esa cabeza. Será un genio del mal o un genio del bien”. Esa fue la sentencia premonitoria que dijo el maestro de escuela luego de que el joven Arthur ganara consecutivamente todos los premios de lectura y literatura de su escuela. La abrumadora expresión melancólica de su diáfana prosa combinada con la crueldad de su tez pálida, su voz quebradiza y sus enredados cabellos, lograron enamorar a Paul Verlaine y tras de él, al mundo entero.El "Shakespeare niño", como lo consideró Víctor Hugo, nació en Charleville el 20 de octubre de 1854, en el seno de un hogar desdeñable. Abandonados él y sus hermanos por su padre, Rimbaud pasó la infancia junto a su despiadada madre que lo castigaba encerrándolo en el granero de su casa, una experiencia que años más tarde inmortalizó en su poemario "Iluminaciones" de 1886:La asfixiante atmósfera de su hogar le ahogaba. Agobiado, Rimbaud escapaba una y otra vez de su casa. Lo hizo desde los 16, hasta que definitivamente huyó a París, sin dinero y abandonado a su suerte, que sería poca y no le duraría mucho. Terminó preso a mano de unos comisarios alemanes luego de que se colara en un tren. Tiempo después fue rescatado por Georges Izambard, quien además de pagar la fianza, lo hospedó en su casa por un largo tiempo y se convirtió en su profesor.Tras su regreso a casa, en mayo de 1871, Rimbaud le envió una de las llamadas Cartas del vidente. En esta carta (que incluye el poema El corazón atormentado), el joven Arthur le confiesa que quiere ser poeta, y que está trabajando para convertirse en un auténtico "vidente":En París, Paul Verlaine, que ya era un poeta consagrado, había quedado maravillado con los originales de Las primeras comuniones y El barco ebrio, que había recibido de Rimbaud. "Ven, querida gran alma, te esperamos, te queremos”, escribió desde París el otro maldito, agregando en el sobre de la carta un boleto de tren. Así fue como el joven Arthur se mudó a vivir con Verlaine y su joven esposa.Embriagados con ajenjo y hastiados de fumar opio y drogarse con hachís, este período junto a Verlaine fue el más productivo de toda su vida, hasta que en una de esas noches de excesos, Rimbaud acaba hiriendo a un fotógrafo con una vara metálica. Verlaine, para salvarlo de las autoridades, lo envía de regreso a la casa de su infancia. Pocos meses después, Arthur regresa a París a buscar a Verlaine, quien abandona a su esposa y a su bebé para irse con su joven amante a Londres.En un viaje a Bruselas, Rimbaud y Verlaine discuten y, en medio de una borrachera, el joven poeta resulta herido de un disparo en la muñeca y su amante es condenado a dos años de cárcel. Inspirado en esta tormentosa relación, Arthur escribe Una temporada en el infierno, la única que publica en vida. Contrató a un impresor inglés y prensó cien copias, las cuales terminaron arrumadas en un sótano hasta que mucho después, a comienzos del siglo XX, un crítico francés las encontró.Arthur Rimbaud llegó en 1880 a un puerto del ardiente Cuerno de África, en el Mar Rojo, entre Arabia y Abisinia, bajo la asfixiante canícula y allí fue encontrado casi agónico por compatriotas que lo socorrieron y le ofrecieron trabajo. Llevaba años errando por el mundo, Suecia, Bélgica, Holanda, Alemania, Gran Bretaña, Chipre, Java, Zanzíbar, Egipto, Alejandría. Algunas veces encontraba trabajo en un barco u otras hacía de albañil o capataz, antes de partir de repente hacia otros rumbos, como si dentro llevara la condena del viaje y la angustia de expiar un pecado o buscar un espejismo lejano. Este hombre irascible y amargo, elocuente y capaz de muchos silencios, trató de hacer una fortuna que nunca llegó, porque murió en Marsella a los 37 años, después de que le amputaran la pierna derecha sin saber que tras abandonar la poesía, se convertiría en uno de los mitos de la literatura universal. Ignoró que era el gran Arthur Rimbaud, el hombre con el corazón entre las tinieblas.
El escritor senegalés Mohamed Mbougar Sarr, de 31 años, ganó este miércoles el prestigioso premio literario francés Goncourt por su novela "La plus secrète mémoire des hommes" (El recuerdo más secreto de los hombres). Mbougar Sarr se convierte así en el primer escritor del África subsahariana que recibe este galardón, el más preciado de los premios literarios franceses.El escritor era el gran favorito y se impuso con seis de los diez votos de los jurados, en la primera ronda de votaciones. "Siento una gran alegría. Aún me faltan las palabras", dijo. El presidente de la Academia Goncourt, Didier Decoin, elogió la novela y la calificó de "himno de la literatura".El ganador del Goncourt recibe un cheque simbólico de 10 euros (13 dólares), pero el premio le garantiza la publicación y venta de centenares de miles de ejemplares. El ganador del año pasado, "L'Anomalie" (La anomalía), de Hervé Le Tellier, vendió más de un millón de ejemplares, algo nunca visto desde "L'Amant" (El amante), de Marguerite Duras.También la escritora belga Amélie Nothomb, cuyas obras son muy populares y han sido traducidas a varias lenguas, logró el premio Renaudot por su obra "Premier sang" (Sangre primera).
El prestigioso premio Femina fue entregado este lunes a la editora y periodista Clara Dupont-Monod por "S'adapter" (Adaptarse), un relato sobre la llegada de un niño discapacitado a una familia. En la categoría de ensayo, fue recompensada Annie Cohen-Solal por "Un étranger nommé Picasso" (Un extranjero llamado Picasso), que cuenta cómo el artista nunca obtuvo la nacionalidad francesa.Y en la categoría de novela extranjera, el premio fue para el turco Ahmet Altan por "Madame Hayat", una obra escrita en la cárcel que todavía no ha sido publicada en su lengua original. En 2019, el escritor español Manuel Vilas se llevó este galardón por "Ordesa", un ejercicio de introspección que en España se convirtió en un fenómeno de ventas en casi todas las librerías del país.El premio Femina es el primero de estas recompensas literarias al que le seguirá el Médicis el martes, el Premio de la Academia Francesa el jueves, y los Goncourt y Renaudot el 3 de noviembre.
Hace 58 años, el 11 de octubre de 1963, falleció Jean Cocteau, un artista con múltiples facetas, ya que fue poeta, narrador, dramaturgo, pintor, dibujante y cineasta. El autor de libros como La dificultad del ser y de películas como El testamento de Orfeo y La bella y la bestia fue un hombre contradictorio que llevó el lenguaje de la vanguardia a la Academia Francesa. En nuestro archivo HJCK, recuperamos esta entrevista con Serge Linares, especialista de la obra de Jean Cocteau y organizador en 2003 de la exposición Jean Cocteau, en el filo del siglo celebrada en París, en el Centro Georges Pompidou.
Una inusual quema de libros fue realizada por una junta escolar en Ontario, Canadá, como un acto de reconciliación con los pueblos indígenas. Tras la dura condena de los líderes políticos canadienses, la propia junta ahora dice que lamenta su gesto simbólico.La primera ceremonia de la "purificación de la llama", se llevó a cabo en 2019 por el Conseil scolaire catholique Providence, que supervisa las escuelas primarias y secundarias en el suroeste de Ontario. En dicho encuentro, la emisora nacional de Canadá informó que al menos 30 libros fueron quemados con "fines educativos" y cuyas cenizas se utilizaron como fertilizante para plantar un árbol. Desde entonces, se retiraron más de 4.700 libros de los estantes de las bibliotecas de 30 escuelas, y desde entonces han sido destruidos o están en proceso de ser reciclados, informó.Lyne Cossette, portavoz de la junta, dijo al National Post que se formó un comité y que "muchos encargados de los conocimientos y saberes ancestrales participaron de la quema y fueron consultados en varias etapas, desde la conceptualización hasta la evaluación de los libros y la iniciativa de plantación de árboles". Además, “simbólicamente, algunos libros se usaron como fertilizante”, dijo.El proyecto, titulado Redonnons à la terre ("devuélvele a la tierra" en español), tenía la intención de "hacer un gesto de apertura y reconciliación al reemplazar libros en las bibliotecas que tenían contenido obsoleto y llevaban estereotipos negativos sobre las Primeras Naciones". Los títulos incluyen ejemplares de Tintín, Asterix, Jacques Cartier y algunas historias de Disney, como la de Pocahontas, que fueron desplazados por su “representación negativa de los pueblos indígenas y la representación aborigen ofensiva de los dibujos”.Cuando se le preguntó sobre la quema de libros, Justin Trudeau dijo que nunca estaría de acuerdo con la quema de libros”. Por su parte, Yves-François Blanchet, líder del Bloc Québécois, dijo “no quemamos libros”, en una conferencia de prensa. “Nos exponemos a la historia, la explicamos, demostramos cómo la sociedad ha evolucionado o debe evolucionar”.También se eliminaron libros que contienen apropiación cultural, así como libros de historia obsoletos, como dos biografías de Jacques Cartier, un explorador francés que cartografió San Lorenzo, y otra del explorador Étienne Brûlé. André Noël, un periodista de Quebec, señaló en Twitter que su libro Trafic chez les Hurons, publicado en 2000, estaba entre los que se retiraron de los estantes. En un hilo de Twitter, Noël escribió que la eliminación de su libro "sorprende y parece excesiva".
El jurado del Médicis, uno de los premios literarios más prestigiosos de Francia, reveló la selección para su edición 2021, que incluye al cubano Leonardo Padura en su lista de novelas extranjeras.La última novela de Leonardo Padura, Como polvo en el viento, sobre el exilio cubano forma parte de las 11 obras extranjeras que aspiran al galardón. En su obra, Padura narra el devenir de un grupo de amigos cubanos que a partir de la década de los 90 empieza su dispersión por el mundo, mientras asisten al colapso y desmoronamiento de un mundo que hasta ahora conocían.También están en la lista Hijas de la alemana Lucy Fricke, Madame Hayat, del turco Ahmet Atlan, y la primera novela del diseñador escocés Douglas Stuart, Shuggie Bain. Los premios Médicis a la novela en francés, extranjera y ensayo serán entregados el próximo 26 de octubre.El jurado también reveló las 13 obras que aspiran al premio en francés, entre las que figura "Le premier exil", del guionista y escritor argentino afincado en Francia Santiago Amigorena. El jurado de los Medicis reúne a Marianne Alphant, Michel Braudeau, Marie Darrieussecq, Dominique Fernandez, Anne Garreta, Patrick Grainville, Andreï Makine, Frédéric Mitterrand, Pascale Roze y Alain Veinstein.Los ganadores de la anterior edición fueron Chloé Delaume con su obra Le Coeur Synthetic y el español Antonio Muñoz Molina, ganador extranjero por Un caminante solitario entre la multitud.El Premio Médicis es un galardón literario francés dado cada año en el mes de noviembre. Fue fundado en 1958 por Gala Barbisan y Jean Pierre Giraudoux, se concede a un autor cuya "fama aún no empareje a su talento". En 1970 se añadió el Premio Médicis Extranjero, con el que han sido galardonados una serie de escritores de lengua española: los cubanos Severo Sarduy (1970) y Alejo Carpentier (1979); los argentinos Julio Cortázar (1974), Héctor Bianciotti (1977), el colombiano Álvaro Mutis (1989), el chileno Antonio Skármeta (2001), el español Enrique Vila-Matas (2003).
Paulus fue compuesto entre 1834 y 1836; los primeros estudios y planos datan de 1831. El estreno tuvo lugar en el marco del 18º Festival de Música del Bajo Rin el 23 de mayo de 1836 en Düsseldorf.Para Mendelssohn, el estudio de la música sacra era una cuestión del corazón, sólo mantenía correspondencia con su padre Abraham sobre cuestiones que iban mucho más allá de la liturgia y generaban problemas teológicos. Lo familiarizado que estaba el padre de Félix con Pablo se muestra en la carta del 10 de marzo de 1835, que fue escrita poco antes de la muerte de Abraham en noviembre del mismo año.Compuesto por Felix Mendelssohn-Bartholdy con la ayuda de Julius Fürst, (un amigo de la infancia) a partir de las palabras de la Sagrada Escritura, la primera parte de Paulus comienza con la lapidación de San Esteban, en la que Saulo de Tarso ‘se complace’. 💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.Saulo es un judío respetuoso de la ley que sigue a la comunidad cristiana en Siria. De camino a Damasco, Jesús se le aparece y convierte a Saulo. Saulo queda ciego por tres días: Como discípulo, es bautizado con el nombre de Pablo y se convierte en uno de los principales misioneros del cristianismo.La versión de Paulus, Op. 36 que transmitimos hoy en Canto y Música Coral está a cargo de: Hellen Kwon, Elzbieta Ardam, Hans Peter Blochwitz, Peter Lika, el Ensamble 'Bach' de la Academia Coral Europea y la SWR Symphony Orchestra (La orquesta Sinfónica de Alemania), bajo la dirección de Joshard Daus.Podrá escuchar la obra completa en la nueva edición de Canto y Música Coral este domingo, 19 de mayo a las 9:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.
Conversamos sobre el recetario "Saboreando la vida", producido en alianza por la Universidad ECCI y el Instituto Nacional de Cancerología. ¿Cómo se gestó este proyecto y en qué consiste?Es un producto elaborado a dos manos dentro del marco de una de las tareas que tienen las universidades y es la del desarrollo de investigaciones. Como universidad tenemos un convenio con el Instituto Nacional de Cancerología en el que nos pidieron desarrollar un producto, un recetario, con recetas agradables, hablando sensorialmente. También debían ser asequibles y que contaran con las caractarísticas nutricionales adecuadas para contribuir en la calidad de vida de niños y niñas que están padeciendo algún tipo de cáncer.El recetario parte del trabajo con grupos focales en dos horages de paso de Bogotá, ¿cómo fue el proceso de investigación e interacción con estos grupos?En esta investigación necesitábamos capturar información de primera mano, de fuentes primarias, para diseñar las recetas y qué mejor fuente que los albergues infantiles de pacientes con estas características que además están asociados al Instituto Nacional de Cancerología.Utilizamos grupos de enfoque para permitir que los participantes dieran sus opiniones, lo hicimos motivando a los padres de familia, a los pacientes y a las personas que trabajan en los albergues a través de escuelitas de gastronomía. En estas actividades se preparaban cosas fundamentales, básicas, orientados por chefs de la Universidad ECCI y paralelamente capturábamos información.El enfoque de este recetario son los pacientes pediátricos oncológicos, ¿cuáles son los retos de aportar a la dieta de este grupo tan específico?El próposito es suministrar el diseño de alimentos para que sean preparados en las casas de los pacientes, que tengan características nutricionales, que no les vayan a causar perjuicios en razón a su enfermedad o tratamiento; el recetario no busca solucionar o curar la enfermedad, es una aclaración necesaria.Ahora, se eligen pacientes oncológicos pediátricos porque la alimentación de los niños y niñas es muy especial, debe ser placentera; en el caso de los pacientes adultos hay más probabilidad de que accedan a ciertos alimentos.Es un libro diseñado como un genérico para la enfermedad y para los síntomas de tratamiento; por ahora, no está enfocado en un cáncer en especial.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.Hay unas dificultades que surgen en razón a la enfermedad misma, pero también hay otros síntomas que son propios del tratamiento, por eso la estructura del recetario está ligada a esa tipología de sintómas, como vómito, diarrea, disfagia, estreñimiento, falta de apetito. Si la niña o el niño están pasando por síntomas de disfagia o estreñimiento, por ejemplo, van a encontrar ideas de lo que pueden hacer, recetas ricas en fibra.En relación con los alimentos y productos que componen esta herramienta, cómo pueden variar dependiendo la región del país en la que están los pacientes. Estas recetas no se salen de un presupuesto común y corriente, son recetas económicas. Infortunadamente, existe la idea de que para alimentarse bien durante el tránsito de estas enfermedades se debe recurrir a recetas muy costosas, pero este no es el caso. Uno de los principios de esta investigación es que los alimentos sean de fácil acceso, pero también que fueran regionales.En cuanto a la diferenciación de recetas normales u ortodoxas, tienen un componente hacia la parte de nutrición y un componente muy específico en cuanto a la tipología del síntoma.¿Cuál fue la participación de los estudiantes de Gastronomía o de otros programas de la Universidad ECCI en esta investigación?Este tipo de proyectos no tiene razón si no hay participación activa de los estudiantes. En esta investigación participaron estudiantes de Gastronomía, en la captura de información, en el trabajo con los grupos de enfoque. También participaron estudiantes de Enfermería, porque también hicimos diálogos grupales con personal médico del Instituto Nacional de Cancerología, en los que participaron médicos, enfermeros, fonoaudiólogos, personal de pediatría.En el diseño del libro mismo también tuvieron parte estudiantes de Publicidad y mercadeo, en el registro visual, en la fotografías. Se anima a los estudiantes a que participen en este tipo de proyectos.¿Cómo incentivar todavía más la participación de estudiantes en proyectos sociales?El mismo objetivo y el próposito cuando es social es suficiente motivador para los estudiantes, es muy interesante para ellos ver que están contribuyendo en algo tangible, algo real, que es útil directamente para la sociedad; que no queda difuso entre el hacer, la apropiación y la utilización en la sociedad.La generación actual es bastante inquieta frente a los problemas sociales. Yo estoy convencido de que cuando ellas y ellos ven estos propósitos sociales se motivan bastante.¿Cómo puede acceder la gente a este recetario?Al ser un producto de investigación, pero con una perspectiva de proyección social, este recetario es completamente gratuito. Se encuentra en la página web del Instituto Nacional de Cancerología y también de la Universidad ECCI. En ambos accesos hay un repositorio donde se puede descargar en PDF gratuitamente.El libro es muy ameno, las recetas están organizadas por sintómas, que a su vez se especifícan por comidas princiaples como lo son el desayuno, almuerzo y cena. También hay otro tipo de recetas para ocasiones especiales.Acceda a este libro haciendo clic aquí. 🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"El ejército ruso ha aniquilado las ciudades ucranianas. Ha exterminado sobre todo la cultura", denunció Loznitsa anoche al presentar el filme, fuera de competición, en las sesiones especiales de certamen de la Costa Azul gala, acompañado por parte de su equipo y por el delegado general del festival, Thierry Frémaux.La guerra lleva presente en Europa "desde hace diez años", recordó el también realizador del exitoso documental 'Maidan' sobre los disturbios civiles de 2013 y 2014 en la plaza central de Kiev, en referencia a que las agresiones rusas comenzaron hace mucho más de dos años, con la anexión unilateral de la península de Crimea en 2014.Pero a comienzos de 2022, enfatizó el director, el conflicto adoptó un "carácter extremadamente salvaje" con la invasión del país a gran escala por parte del régimen de Vladímir Putin.Fue ese mismo año cuando Loznitsa se embarcó en el rodaje de The Invasion, un camino que en cierta medida concluyó anoche, en la tercera jornada de la 77 edición del Festival de Cannes, mostrando al público el "dolor inconmensurable" de todos los ucranianos. "Contamos hoy con compartir ese dolor con vosotros", dijo Loznitsa.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.La vida interrumpida por las alarmas antiaéreasYa desde su introducción, con imágenes de funerales de soldados caídos en la defensa de Ucrania, The Invasion obliga a recordar que la guerra continúa, a pesar de que su peso en titulares haya decaído, y el impacto que eso tiene en millones de personas todos los días.Loznitsa, fiel a su estilo de planos generales estáticos y pacientes en los que la acción se va revelando por sí misma, bucea en todo tipo de escenas de lo cotidiano de su país.Es un día a día que a veces queda completamente transformado por la presencia permanente del conflicto, pero que en otras ocasiones, a fuerza de costumbre, prosigue solo sutilmente trastocado por la guerra.En las bodas, los novios van vestidos con su uniforme militar. En las calles se reparten víveres indispensables. En las escuelas, los niños dibujan tanques y las profesoras intentan continuar con su lección con normalidad, aunque tengan que dar la clase en refugios antiaéreos por la amenaza de las bombas rusas.Hasta en las librerías, los dependientes invitan tranquilamente a los clientes a salir del local porque han sonado las alarmas y hay que ponerse a cubierto.El realizador ucraniano muestra también que los libros han sido, de hecho, una parte significativa de la guerra al nivel cultural, a través de imágenes de la destrucción de cientos de ejemplares firmados por autores rusos o relativos esa cultura -ni Dostoyevski se salva-, en un intento de reafirmar la identidad ucraniana frente al invasor.De vuelta al nivel más humano de las consecuencias de la guerra, Loznitsa también visita un centro de rehabilitación en el que hombres y mujeres con miembros amputados aprenden a vivir con sus nuevas extremidades ortopédicas y muestra cómo sus compatriotas de fe cristiana ortodoxa continúan con los tradicionales baños helados triples para conmemorar el bautismo de Cristo.Las imágenes de los bombardeos están presentes, pero son siempre de los momentos posteriores. Es decir, no están las explosiones, pero sí sus consecuencias.Y es que a Loznitsa no le ha interesado hacer un documental sobre el frente de batalla -al estilo, por ejemplo, de la oscarizada este año 20 Days in Mariupol ('20 días en Mariúpol')-, sino sobre todo el dolor del pueblo que se encuentra detrás.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El filme, que lleva más de un mes en las carteleras, muestra no solo la distancia cultural, sino también la falta de acceso para entender cómo se percibe la realidad en las comunidades más alejadas del territorio andino peruano."En este país llamado Perú existen varias naciones y, por ende, somos culturas diferentes, me parece que todavía eso no se entiende", declaró Tito Catacora.El codirector, quien quedó a cargo del proyecto tras la muerte repentina de su sobrino Oscar durante el rodaje de la película, señaló que la obra busca mostrar "que el ser humano es cada vez más egocéntrico y piensa que la naturaleza está para dominarla y explotarla"."Nuestra cultura originaria considera que en este mundo nada es inerte, una piedra no es un objeto, sino que tiene vida", aseguró antes de añadir que, desde esa lógica, "el trato es distinto" en la relación con el mundo.El nuevo cine peruano'Yana Wara', que va por su quinta semana en cines a nivel nacional, se describe como una película de arte. "Hacemos este tipo de obras con la finalidad de que el espectador pueda reflexionar y proponer soluciones a los problemas que abordamos", sostuvo Catacora.La elección de lugares, el extenso territorio altiplánico, la lengua aimara como idioma principal en la película y la propuesta visual en blanco y negro, fueron hechas en conjunto por sus directores; sin embargo, el corte final fue liderado por Tito.La etapa de rodaje y edición llevó a que Tito pueda darle un toque más "racionalista y atrevido", lo que hizo que 'Yana Wara' tomara otro rumbo al que Oscar hubiera elegido."Obviamente yo soy más racionalista, a diferencia de Oscar, que era más emotivo. Si él hubiera culminado la película sería distinta. Pero creo que no se ha perdido el espíritu, eso se conserva" añadió.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.El Perú distanteAunque la ausencia de Oscar fue determinante en la elaboración final de 'Yana Wara', la propuesta de hacer un cine 'diferente', que revele la esencia y reivindique a la cosmovisión andina, es algo que perdura tras su muerte."Nosotros, los pueblos originarios, al estar aislados adolecemos de muchos servicios, educación, salud o incluso orden interno, pero no podemos hacer nada" comentó Tito.Aludió de esa manera a las circunstancias de la muerte de Oscar, quien sufrió una apendicitis en un lugar remoto de los Andes sin servicios de salud, una circunstancia que al igual que sus personajes de ficción lo condujo a la muerte."Un día antes estábamos grabando y es algo raro, pero es lo que ha ocurrido", comentó Tito, quien junto a su familia y el equipo técnico de la película trabajaba con Oscar."He evitado comentar lo que pasó exactamente, porque no soy médico, nosotros somos más pragmáticos, por más que se hable de mi sobrino y se realicen homenajes, mi sobrino no va volver", remarcó.Tito agregó que "solo sus familiares" lo llevan "en el corazón" y para ellos "él ya es como un dios menor". Reconoció, además, que "hacer cine es difícil" en Perú, aunque el legado que construyeron con Oscar es algo que desea continuar. "Seguiremos hasta donde tengamos las posibilidades", prometió. Añadió que, en 'Yana Wara', se puede ver el contraste entre lo místico y lo humano, la visión andina y la de ciudades como Lima Metropolitana.Se menciona, por ejemplo, a personajes fantásticos como el 'Anchanchu', un espíritu maligno que es considerado dueño de la riqueza, y al que muchos mineros se encomiendan por oro y plata. "Nosotros pensamos que, para dar a conocer nuestra visión, era necesario tratar sobre los espíritus malignos", dijo Catacora.A partir de eso, sus directores incorporaron otros temas, como la violencia de género, la medicina andina y la justicia comunal."Para nosotros hablar del 'Anchanchu' no es ningún mito ni algo fantasioso, sino es algo real y tangible, yo mismo los he escuchado y sé cómo se expresan, alguien me dirá que estoy delirando, pero no es así", concluyó.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El cantautor cubano Silvio Rodríguez lanzará en junio Quería Saber, su primera producción discográfica en tres años y en la que incluye temas compuestos durante este "maltrecho" siglo, informaron este jueves sus estudios Ojalá."El próximo viernes, 7 de junio, se presentará en las principales plataformas digitales de música el álbum Quería saber, de Silvio Rodríguez", señaló Ojalá en un comunicado publicado en el blog Zurrón del Aprendiz, del famoso artista.Según Ojalá, antes del lanzamiento, los seguidores de Rodríguez, de 77 años y fundador de la Nueva Trova Cubana, podrán disponer de dos sencillos: Quería saber, el 24 de mayo, y América, siete días después.Es el 22º disco de la extensa carrera de Rodríguez, autor de temas antológicos como La era está pariendo un corazón y Ojalá.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.La única canción del disco "que no es de este siglo" es "Tonada para dos poemas de Rubén Martínez Villena", un destacado escritor y revolucionario cubano que vivió entre 1899 y 1934, cuya música compuso a principios de la década de 1970."Las demás canciones, las actuales, las canté en muchos conciertos de barrio, y creo que son como este joven y maltrecho siglo, al que espero que un buen día le crezcan alas", afirma Rodríguez en el comunicado, refiriéndose a los más de 100 recitales que realizó entre 2010 y 2020 para llevar su música a los barrios más humildes del país.El artista también reflexiona sobre el título del álbum: "Es difícil ponerle nombre a un disco"."Primero iba a ser Canciones del siglo XXI (menos una). Después pensé en Después. Por último, me he decidido por Quería saber. Aunque quizá debería llamarse Quiero saber, porque eso es lo que me mueve", apuntó.Su última producción discográfica data de 2021 cuando presentó Silvio Rodríguez con Diákara, según Zurrón del Aprendiz.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.