Para Laurence Herszberg, directora de Series Mania, el mayor festival de Europa que empezó en Lille (Francia) el viernes, las ficciones "ocupan cada vez más espacio en la realidad" y su influencia crece a lo largo de los años.
"Podemos manipular con una serie", asegura en una entrevista a AFP.
El crítico televisivo del New York Times, James Poniewozik, es más comedido. "No estoy seguro que la televisión pueda hacer creer a la gente algo para la que no están dispuestos a creer".
En cambio, "pueden ayudar a imaginar una realidad un poco diferente a su día a día, que no estaban dispuestos a aceptar antes".
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Cita como ejemplo las ficciones estadounidenses que ponían en escena personajes abiertamente gays, como "Will & Grace", que se empezó a emitir en 1998 y normalizó la homosexualidad en la televisión antes incluso de la legalización del matrimonio del mismo sexo.
Del mismo modo, "Star Trek" presentó en los años 1960 una tripulación espacial diversa, con una mujer negra y un asiático, y "ha podido ayudar a hacer evolucionar las mentalidades" sobre lo que podía ser un equipo en una oficina estadounidense, estima Poniewozik.
Al tener las series varias temporadas, la audiencia accede a estas realidades distintas durante varios años. "Nos hacen conocido lo que es desconocido, nos familiarizan con una hipótesis", explica a AFP Thibaut de Saint Maurice, investigador en la Universidad Panteón-Sorbona de París.
Otro ejemplo citado habitualmente es el ascenso de un presidente afroamericano a la Casa Blanca en la serie "24" antes de la elección de Barack Obama.
Pero el poder transformador de las series es limitado, precisa Thibaut de Saint Maurice: "En Estados Unidos, con '24' o 'Homeland', o en Francia con 'Baron Noir', los espectadores se han habituado a ver una mujer presidenta. Pero esto no ha ocurrido hasta ahora" en estos dos países.
Construcción de liderazgos
En algunos casos, la pequeña pantalla ha permitido a algunas figuras crearse un personaje que terminó por llevarlos al poder. "Es el caso de Donald Trump con el programa de telerrealidad 'The Apprentice', pero también Volodimir Zelenski con 'Servidor del pueblo'", dice Poniewozik.
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"Con 'The Apprentice', Trump dio la impresión de que era un jefe de empresa determinado y lo aprovechó durante la campaña presidencial", explica este periodista que escribió un libro sobre esta cuestión.
En "Servidor del pueblo", donde Zelenski interpreta a un profesor de historia convertido contra todo pronóstico en presidente de Ucrania, el actual líder en Kiev construyó una cierta idea de liderazgo.
"En un país donde reina la corrupción, la idea es que el verdadero poder político no viene del hecho de que eres el fuerte, sino al contrario, de que tienes que enfrentar los mismos desafíos que tus conciudadanos", añade Poniewozik.
En cierto modo, Zelenski prolonga la imagen de la serie en la actualidad, colgando en redes sociales videos grabados con su móvil en las calles de Kiev, como podría hacer cualquier ucraniano que se haya quedado en la capital.
Vea el tráiler de la serie: "Servant of the people" (2016).
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"Es un político que es también actor, productor, realizador, que domina perfectamente los códigos y el vocabulario de la ficción, y esto le sirve para describir una realidad", afirma Thibaut de Saint Maurice.
En el futuro, otras ficciones pueden hacer emerger nuevos líderes, aseguran convencidos los expertos.
Y un ejemplo puede concretarse pronto con "Turbia", una serie colombiana sobre la escasez de agua potable, presentada el domingo en Series Mania.
La política Francia Márquez interpreta a una afrocolombiana de un barrio pobre de Cali, amenazada de ser expulsada debido a un proyecto de infraestructuras.
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Sin embargo, en la realidad puede convertirse en vicepresidenta del país si el candidato de izquierdas Gustavo Petro, en cabeza de la carrera presidencial, es elegido en mayo.
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