El Nobel de Física 2021 fue concedido este martes a dos expertos en la modelización física del cambio climático, el japonés-estadounidense Syukuro Manabe y el alemán Klaus Hasselmann, así como al teórico italiano Giorgio Parisi, experto en el desorden en los sistemas complejos.
Es la primera vez desde 1995, cuando el Nobel de Química reconoció las investigaciones sobre el agujero en la capa de ozono, que un Nobel científico premia trabajos directamente relacionados con el cambio climático, pero en un contexto de emergencia completamente diferente.
Los expertos en meteorología Syukuro Manabe, nacido en Japón hace 90 años pero residente en Princeton, Estados Unidos, y Klaus Hasselmann, de 89 años, fueron distinguidos con la mitad del premio por "la modelización física del clima de la Tierra y por haber cuantificado la variabilidad y predicho de forma fiable el cambio climático", indicó el jurado. El comité del Nobel recompensó así la obra fundacional de Manabe sobre el efecto invernadero de los años 1960, con los que mostró que los niveles de CO2 en la atmósfera se correspondían con un aumento de la temperatura terrestre.
Por su parte, Hasselmann, radicado en Hamburgo, fue reconocido por haber logrado establecer unos modelos climáticos fiables pese a las grandes variaciones meteorológicas. La otra mitad del premio fue atribuida a Parisi, de 73 años y radicado en Roma, "por el descubrimiento de la interacción del desorden y las fluctuaciones en los sistemas físicos, desde la escala atómica a la planetaria".
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"Creo que es muy urgente que tomemos decisiones muy fuertes [por el clima]. Está claro que debemos actuar muy rápidamente y sin demora en favor de las generaciones futuras", afirmó el laureado italiano durante una conferencia de prensa telefónica con la Fundación Nobel.
"Los descubrimientos reconocidos este año muestran que nuestros conocimientos sobre el clima descansan sobre una base científica sólida, fundamentada en análisis rigurosos y observaciones", declaró de su lado Thors Hans Hansson, presidente del comité del Nobel de Física, en un comunicado.
Los tres galardonados se repartirán los 10 millones de coronas suecas (unos 990.000 euros, 1,1 millones de dólares) del premio según esta proporción: El 50% será para Parisi y la otra mitad se la repartirán, a partes iguales, entre Manabe y Hasselmann.
En Ginebra, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) afirmó que se trataba de una "gran noticia". "Esto demuestra de nuevo que la ciencia climática está fuertemente valorada y debe ser fuertemente valorada", declaró su secretario general, Petteri Taalas.
A un mes de la COP26, cumbre mundial sobre el clima organizada en Glasgow (Reino Unido), el premio concedido a los dos expertos en meteorología y climatología tendrá, a buen seguro, un fuerte eco político. Al Gore y expertos del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) ganaron el premio Nobel de la Paz en 2007.
El año pasado, el premio reconoció al británico Roger Penrose, el alemán Reinhard Genzel y la estadounidense Andrea Ghez, pioneros de la investigación sobre los "agujeros negros", las regiones del universo de donde nada se puede escapar. A causa de la crisis sanitaria, por segundo año consecutivo los laureados recibirán el premio en su país de residencia, aunque todavía hay esperanza de que el galardonado con el de la Paz pueda recoger su premio en Oslo.