A medida de que el entretenimiento coreano creció, en los años 2000 se creó un término para identificar esta especie de movimiento, el “Hallyu” que significa literalmente “ola coreana” empezó a impregnar el mundo con sus artistas y producciones, y a llevar las costumbres ancestrales coreanas a occidente.
El Hallyu hace parte de los pilares de la economía coreana, al lado de la tecnología, la industria de las cirugías plásticas y la industria cosmética. En 2018, el Hallyu le dejó 18 billones de wones en ganancia a la economía del país, eso es alrededor de 54 mil millones de pesos colombianos.
Según el Ministerio de Cultura, Deporte y Turismo de Corea del Sur, en el 2019 la cifra de visitas al país alcanzó su pico más alto llegando a 17,5 millones de visitantes. En el estudio de datos que realizó el diario El Tiempo en el 2021 se comenta que es por el incremento de audiencia que ha creado el Hallyu en el mundo.
El gobierno coreano aprovechó la ola del entretenimiento y creó estrategias turísticas para que más personas visitaran Corea, el Hallyu también aumentó la visión positiva de los extranjeros hacia el país, gracias a la industria del entretenimiento Corea tiene una impresión positiva del 76,7%.
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Es claro que el consumo del Hallyu llevó a Corea al reconocimiento mundial, creando prácticamente una potencia del ocio, sin embargo, el teatro del entretenimiento también conlleva crear una estética e imaginarios que se alejan de la realidad y afectan la salud mental de los jóvenes.
Ahora bien, ahondaremos en algunos elementos de la cultura coreana que se han convertido en las banderas que reconoce el mundo cuando mencionamos a Corea del Sur.
El cine y la televisión: el impacto en la juventud y la influencia de las redes sociales
La historia de los dramas coreanos comienza en la década de los 60’s cuando se empezaron a emitir las telenovelas en las casas privilegiadas que tenían un televisor en su sala. Las temáticas que se veían en los 70’s eran historias ambientadas en el pasado, en las dinastías y por otro lado el día a día, la vida cotidiana de los ciudadanos.
Los temas que se trataban en la televisión fueron cambiando, sin embargo, actualmente se ve reflejado lo mismo que se presentaba hace 50 años, las novelas históricas y el romance. A medida de que la audiencia fue creciendo las temáticas se empezaron a expandir creando producciones de thriller, acción y distopías.
Por ejemplo, en el año 2009 se estrenó uno de los k-dramas (korean dramas) más famosos de toda la historia televisiva en Corea, Boys Over Flowers , una adaptación televisiva del manga japonés con el mismo nombre. La serie se basa en un romance en medio de una escuela secundaria que comienza una rivalidad entre las familias más importantes del país, esta serie tuvo un impacto mediático y actitudinal en las estudiantes de esa época, la fiebre del dorama se convirtió en una obsesión por los actores y las situaciones que ocurrían en el programa.
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De ahí se derivó el comportamiento repetitivo en la televisión coreana de continuar creando producciones románticas con el protagonista héroe o la chica de clase baja que repite la historia con el rico del colegio. Sin embargo, esto ha evolucionado y las productoras han decidido crear otro tipo de contenidos como las películas de terror o thriller psicológico, un ejemplo de esto es uno de los grandes éxitos a nivel mundial, Train to Busan, una historia en medio del caos de un apocalipsis zombie.
Como no mencionar a los thrillers como Crónica de un asesino en serie del director Bong Joon Ho, quien crearía este largometraje basado en el primer asesino serial coreano; otra de las películas que entran en este género es Olvidado (Forgotten) , la historia de un hombre quien quiere descubrir qué le sucedió a su hermano, sin darse cuenta que el objetivo de toda la trama es él mismo.
Indiscutiblemente se debe hablar de Parasite (Parásitos) , la ganadora al Óscar como mejor película, la crítica hacia la desigualdad social que se vive en Corea. Sin duda alguna esta producción es el reflejo de la evolución temática del cine coreano, la crueldad y el golpe de realidad que refleja esta película es el ejemplo de lo que se deja de lado en una sociedad que aparenta ser perfecta.
Asimismo se encuentra similitud con la serie más vista en Netflix, El juego del Calamar, la cual llegó al 100% en Rotten Tomatoes y se ha llevado ya varios premios en Estados Unidos por las interpretaciones de sus actores. El Juego del Calamar es un drama que transporta al espectador a una situación de vida o muerte y que también refleja la desigualdad y las problemáticas sociales que sufren los coreanos de clase media baja.
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Esta serie se volvió viral y arrasó con el resto de producciones a días de su estreno, es cruda y resalta la humanidad de sus personajes, sus errores y la empatía que podemos llegar a sentir cuando nos enfrentamos a una situación de dificultad, así como la maldad que hay dentro de cada ser humano.
El cine y la televisión relatan, de manera intrínseca, la humanidad y así ha venido sucediendo con las producciones coreanas que relatan la vida de personas que se enamoran, sufren, lloran, asesinan y sienten en carne viva lo que sucede en su entorno.
La fábrica del K-pop, ¿qué hay detrás?
El K-pop se ha convertido en la ventana de Corea del Sur hacia el resto del mundo, la industria de la música creó un portal cultural hacia la cultura coreana. Esto no fue siempre así, en los 2000 la música pop coreana empezó a construir un imperio con grupos que ahora son icónicos, pero que antes solo comercializaban en Corea, a medida de que la industria fue creciendo el K-pop empezó a ser parte fundamental para la cultura del país.
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En un principio, grupos como Seo Taiji & Boys, Shinwa y BoA fueron la base para que las generaciones venideras de estrellas se posicionaran y lograran el éxito. Desde allí comenzó la era dorada del K-pop y el comienzo de su camino a una de las industrias musicales más complejas y crudas.
El K-pop empezó a ser un fenómeno mundial cuando en el 2012 se estrenó la canción “Gangnam style” del cantante y productor PSY, el tema llegó a todo el mundo y se volvió viral en muy poco tiempo. De ahí en adelante el negocio del K-pop creció de manera descomunal, las ventas empezaron a subir y las cifras de reproducción estallaron los conteos.
Con la aparición de grupos como BTS, EXO, Twice y Blackpink el género tuvo más relevancia en occidente y se transformó en una pandemia musical juvenil, estos y otras agrupaciones comenzaron a hacer giras internacionales y a llenar estadios. El pop coreano había llegado para cambiar la mirada del resto del mundo hacia Corea.
Ahora bien, el fenómeno logró este movimiento masivo, pero ¿cómo sucede esto dentro de la industria? Pues las empresas y agencias musicales reclutan a los artistas desde muy pequeños, los entrenan y los debutan con otros jóvenes creando así los famosos grupos de K-pop.
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Las tres empresas musicales más importantes de Corea son SM Entertainment, JYP Entertainment y YG Entertainment de las que han salido los grupos más importantes de la industria. Los niños que son reclutados por las agencias se convierten en internos del entrenamiento, terminan sus estudios y entrenan al mismo tiempo, deben cumplir con unas habilidades estipuladas y llegar a un nivel casi perfecto para poder debutar; deben saber cantar, rapear, bailar y en algunos casos componer y producir. Se enfrentan a un nivel de exigencia que ataca su salud mental y física, también están frente a las críticas de una sociedad basada en estereotipos y cánones estéticos que, en muchas ocasiones, son imposibles de cumplir.
Los “idols” de K-pop se ciñen a unas reglas que deben cumplir al pie de la letra, deben entrenar más de 8 horas diarias para sus lanzamientos, no pueden tener ningún tipo de relación amorosa, no pueden visitar a sus familiares mientras están en entrenamiento y no pueden estar vinculados a ningún escándalo.
No todo en el mundo del K-pop es oscuro, hay grupos que han sobrellevado estas situaciones complejas y deciden continuar porque en realidad les apasiona la música, quieren ser ellos mismos dejando de lado las apariencias y las críticas. Los fanáticos han visto esta evolución y la presión a la que son sometidos sus grupos favoritos, no se puede negar la disciplina pero se rescata la resiliencia y la pasión por su trabajo musical.
Estos grupos crean conceptos elaborados en cada álbum que lanzan, un ejemplo claro de la mezcla entre la literatura, la filosofía y el K-pop es la historia que hay detrás de varios discos de la banda más popular del momento, BTS. Este grupo creó todo un concepto sólido alrededor de la novela emblemática de Hermann Hesse, Demian y los arquetipos de la personalidad de Carl Jung.
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En esta realización y a través de más de cuatro álbumes musicales cada integrante de BTS es un arquetipo diferente y reflejan los personalidades de Demian, esto lo han continuando en la mayoría de su discografía y así muchos jóvenes comenzaron a leer el clásico literario, este concepto se convirtió en todo un movimiento en torno a la agrupación y a la filosofía de Jung.
El K-pop se transformó en un constructo cultural reconocido en todo el mundo, dando ganancias al gobierno coreano y a la industria musical, al mismo tiempo formando un movimiento musical colosal en el que los fanáticos crean una identidad alrededor de sus grupos favoritos.
La estética y lo que se vende
Corea del Sur es conocido también por la “belleza” establecida y la cirugía plástica, la forma de la cara en V, los ojos grandes y la piel extremadamente blanca son algunas de las características que hacen parte de los cánones que rigen la estética coreana tanto en hombres como en mujeres.
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“Corea del Sur se ha convertido en uno de los 10 principales mercados de belleza del mundo, según la firma de investigación de mercado global Mintel, con muchas mujeres que llegan al extremo de la cirugía plástica para alcanzar estándares de belleza uniformes.”, fragmento de un artículo acerca del movimiento “Escape the corset” en Elperiodico.com.
Estos conceptos de belleza son lo que se ve cuando se hace una búsqueda acerca de belleza coreana, es lo que vende, lo que trae tráfico y por lo que se identifica a un país que tiene más que ofrecer. En 2019 varios colectivos de mujeres decidieron crear el movimiento“Escape the corset” que consiste en una crítica hacia los estereotipos y la forma de ver la belleza, las mujeres decidieron llevar el cabello corto y la cara sin maquillaje para expresar su belleza natural ante lo ya establecido.
Corea del Sur será el país invitado en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, es un honor presenciar una gran variedad de actividades musicales, literarias, deportivas y artísticas que representan un país lleno de ancestralidad y cultura, por lo mismo los invitamos a visitar su pabellón desde el 19 de octubre en Corferias.