
Erik Satie, el compositor, organista y pianista francés, es considerado a menudo simplemente como un músico excéntrico, pero también aclamado como precursor de ese espíritu de irreverencia artística conocido en la década de 1920 como Dada, e incluso de la música minimalista que se hizo prominente en la década de 1980.
A los 14 años y sabiendo al menos lo mínimo para liberarse de la escuela, Erik Satie empezó sus estudios musicales en el Conservatorio de París con muchas esperanzas y sin ninguna reserva bajo la tutela de Mathías y Tadou.
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Entre las primeras obras de Erik Satie se encuentran las Gymnopédies, que comenzó a esbozar mientras estaba en el servicio militar y que compuso en 1888 como tres piezas para piano. Se cree que su título inventado tiene vagas alusiones a las danzas gimnásticas de un antiguo festival griego para los guerreros caídos, pero su ritmo de vals suavemente oscilante, sus armonías modales y su repetición melódica con pequeñas variaciones imparten un espíritu medieval a la música.
Erik Satie entre 1891 y 1895 compuso música mística para la secta de los Hermanos Rosacruces sobre textos de Peladan, Mazel, Bois y Contamine de Latour, con una fuerte tendencia medieval. Y entre 1895 y 1905 compuso música para cabaret. Más tarde Satie presentó al público de París su drama sinfónico ‘Sócrates’, obra sobre tres fragmentos sacados de los diálogos de Platón (Banquete, Fedro, Fedón), y ejecutado por primera vez en enero de 1918 en la Société Nationale de París.
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Sócrates es un breve oratorio para cuatro sopranos y pequeña orquesta y representa un momento de repliegue de las posiciones humorísticas que había adoptado el autor durante veinte años. Esta obra de Satie es considerada como la más aproximada de las suyas al carácter discreto e intimista de la música francesa.
Aunque Erik Satie fue una persona fascinante de variadas maneras, fue su música la mayor de las razones de su popularidad. Fue una persona muy creativa y tuvo una gran influencia sobre Claude Debussy, Maurice Ravel y Francis Poulenc.
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Genoveva de Brabante es una pieza teatral compuesta alrededor de 1900 por Erik Satie. Una obra de títeres corta con tres arias y tres coros, un preludio en miniatura con un ritmo que sugiere movimientos de títeres y un tema que se repite varias veces como entreacto y marcha de soldados. Aquí la ingeniosa música de Satie combina el sabor de obras anteriores con un matiz de cabaret y music-hall que añade un delicado efecto picante.
Este personaje de cabaret tan descarado domina las siete pequeñas danzas que escribió para La trampa de Medusa, una "comedia lírica" burlesca, incluso sin sentido, con su propio texto hablado y una pequeña orquesta de tres instrumentos de viento, tres de cuerda y una percusión ruidosa.
Erik Satie ejerció gran influencia en el desarrollo de la música del siglo XX, particularmente en Francia, incluso entre los impresionistas a quienes abiertamente ironizaba. Fue una especie de gurú musical de Debussy, Ravel, Stravinsky, Poulenc y muchos otros.El ballet Parade, una de sus partituras de mayor reconocimiento, incluye entre los instrumentos objetos insólitos como sirenas, máquinas de escribir y una rueda de lotería, e introdujo en la música las concepciones revolucionarias del surrealismo y del dadaísmo.
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Es muy evidente que Erik Satie en su enfoque creativo se desvía de los caminos habituales. Genoveva de Brabante (1895) no es una ópera, La misa de los pobres (1895) es una misa en modo litúrgico, La trampa de Medusa (1913) es una "comedia lírica" en el sentido común, y Sócrates (1919) es un oratorio. Las Gymnopédies (1888) son intrigantes en su título; Los títeres bailan (1913) ofrecen la imagen de una música inmóvil, Mercurio (1924) es un desaire a la mitología y Las cosas vistas a la derecha y a la izquierda (1914) es un desafío a la música pretenciosa y a la vana destreza de los virtuosos.
En resumen, Erik Satie se levanta contra todas las convenciones, las de la escena lírica, de la música religiosa, del ballet, del concierto. Esta "originalidad desagradable" que le valió insultos y sarcasmos durante su vida, es hoy... la garantía más segura de su gloria póstuma.
Podrá escuchar obras maravillosas de Erik Satie en la nueva edición de El Músico de la semana el lunes 30 de junio a las 3:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.