Mohamed Mbougar Sarr, un joven senegalés, ganó en noviembre el premio Goncourt, el más prestigioso galardón literario de Francia, por una novela inspirada en su vida.
Su libro, "La más secreta memoria de los hombres", hace indirectamente referencia a las experiencias de Ouologuem con la industria editorial francesa y despertó un renovado interés por este autor maliense en todo el mundo francófono.
El propio Ouologuem ganó un importante galardón francés, el premio Renaudot, por su novela de 1968 "El deber de la violencia".
Fue el primer africano en ganarlo y ocurrió cuando el autor aún vivía en Francia. Pero su carrera implosionó poco después, tras ser acusado de plagio, por lo que regresó a Malí.
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Su hijo menor, Ambibe, ocupa hoy la casa familiar en Sevare, la ciudad donde el autor pasó sus últimos años hasta su muerte en 2017.
Antes de llevar a los visitantes hacia la tumba abandonada, Ambibe recuerda como en los últimos años, su padre centraba su enojo hacia Occidente.
"Traumatizado"
Mientras prepara té, cuenta que Ouologuem solía protestar solo frente a la misión de paz de la ONU en Malí.
También lo llevaba en motocicleta a los bares, donde "rompía botellas y le decía a los clientes que eran malos musulmanes", recuerda Ambibe con una sonrisa, orgulloso de un padre que, según él, tenía las ideas claras.
Pero según otros miembros de la familia, Ouologuem estaba "traumatizado" por los escándalos que lo llevaron a regresar a Sevare.
Nacido en 1940 en el Sudán francés (actual Malí), este brillante hijo de un inspector de escuela se mudó a París para estudiar cuando tenía 20 años, el mismo año en que su país logró la independencia.
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A los 28 años, publicó "El deber de la violencia", una crítica ácida de la violencia ejercida por los imperios precoloniales de África Occidental. La novela fue aclamada por la crítica y ganó el Renaudot. Pero poco después, la historia de Ouologuem comenzó a torcerse.
El libro fue criticado por sus contemporáneos, como el intelectual Leopold Sedar Senghor, que lo acusó de "complacer a los blancos". Otros, como Graham Greene, lo acusaron de plagio, lo que Ouologuem siempre rechazó. El premio Renaudot se le retiró y sus libros desaparecieron de las estanterías.
"Era un viejo loco"
A finales de los años 1970, Ouologuem abandonó la escritura y regresó a Malí, donde empezó una nueva vida y se convirtió al islam.
Sustituyó sus trajes hechos a medida por las indumentarias tradicionales africanas y dejó de fumar. Ya no quería oír hablar de literatura y prohibió a su familia leer.
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Según sus familiares, irrumpía regularmente en las canchas de fútbol cercanas a su casa y gritaba que era un "deporte de blancos".
"Era un viejo loco", opinó un anciano de la zona, reacio a contar más sobre él o su familia de la que se rumorea tenía muchas tierras y conexiones en el barrio.
El Hadj Amadou Yebedie, el imán de la mezquita local, recuerda que Ouologuem leía mucho y quería "saber todo sobre el islam". Pero sobre todo, "rehuía todo lo que tuviera que ver con los blancos".
Ambibe, que tiene un pequeño negocio de transporte de mercancías, no conoció la vida anterior de su padre hasta que cumplió 12 años. "Cuando vi las fotos, no podía creer que fumaba cigarrillos", cuenta. Hoy en día, en Sevare no hay rastro alguno de Ouologuem o de sus libros.
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Su editor, Seuil, con el que se había enemistado, sacó una nueva edición en 2018 para los cincuenta años de su novela.
"Hoy en día se acepta que 'El deber de violencia' es un montaje vertiginoso de textos reescritos procedentes de múltiples horizontes culturales [ensamblados] para formar una obra literaria autónoma que se desprende brillantemente de sus fuentes", dijo la editorial en un comunicado. El libro es parte de "los principales títulos de la literatura", añadió.
Pero pese al renovado interés por Ouologuem a la luz del Premio Goncourt de Mbougar Sarr, solo se vendieron 4.000 ejemplares de la novela reeditada.
Mientras tanto, sus hijos -- dos de un primer matrimonio viven en Francia y otros tres en Malí-- siguen peleando por su herencia.
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