El compilador del libro, José Luis Iturrioz, dice este sábado a Efe que la publicación es un intento para que la obra rulfiana también esté al alcance de quienes hablan lenguas originarias, pues desde hace años ha sido traducida a otros idiomas, pero se había dejado de lado a los lectores de estas comunidades.
“Rulfo ha sido traducido a muchas lenguas, pero no a lenguas originarias de América y de México. El año 2017 se cumplió el centenario del nacimiento de este escritor, y pensé que sería justo celebrarlo de una manera original”, explicó en entrevista.
La traducción adquiere un significado especial por la labor indigenista de Rulfo (1917-1986), quien durante 23 años trabajó en el Instituto Nacional Indígena (INI) y en los años 80 dirigió su labor editorial, de acuerdo con el Gobierno de México.
Un cuento sobre el pueblo
“Nos han dado la tierra” es un cuento que forma parte del libro “El Llano en llamas”, de Juan Rulfo, quien devela con maestría el sentir del pueblo mexicano ante las injusticias y la desesperanza.
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Iturrioz consideró que el ambiente rural, los problemas sociales y la escritura costumbrista reflejados en los cuentos de Rulfo son producto del tiempo que el narrador pasó entre las comunidades indígenas y los pueblos mexicanos, por lo que era justo que tuvieran acceso a ellos.
“(Rulfo) fue fotógrafo y observador de la vida y las costumbres tradicionales, oyendo la narrativa oral de estos pueblos, aunque fuera en castellano. Cuando los indígenas leen a Rulfo sienten que se trata de un escritor propio, que narra de una manera que les resulta cercana”, señaló.
El libro, que se titula igual que el cuento rulfiano “Nos han dado la tierra”, forma parte de la colección “Literatura en Lenguas Originarias de América. Miguel León Portilla” de la Editorial Universidad de Guadalajara, de la que Iturrioz es coordinador.
Una diversidad lingüística
En México, más de 7,3 millones de personas hablan alguna de las 68 lenguas indígenas reconocidas por el país, lo que representa el 6 % de la población total, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El cuento de Rulfo fue traducido a lenguas que reflejan la diversidad cultural en el país, como la wixárika, el cora, el purépecha, el mixe, el ch'ol, el tlapaneco, el tutunaku, otomí y el mazahua, además de contener la versión original en castellano.
Los textos fueron realizados por jóvenes hablantes de las lenguas indígenas que participaron en el Diplomado de traducción de la organización “Witsili: Lenguas Indígenas Mexicanas”, conformado por académicos universitarios y jóvenes indígenas migrantes residentes en la ciudad mexicana de Guadalajara.
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Iturrioz contó que tuvieron la tarea de traducir el cuento de Rulfo a sus respectivas lenguas, pero no solo desde la perspectiva académica, sino que debieron integrar su cosmovisión y consultar a los expertos en narración oral de sus comunidades.
“Fue uno de los retos que tuvimos. Acordamos que la traducción fuera orientada a la lengua y la cultura metas, no una traducción apegada al original, para que los lectores sintieran el cuento como propio. Hay árboles y paisajes en el cuento de Rulfo que no corresponden a los de cada comunidad, pero sobre todo cambian los valores simbólicos”, explicó.
Agregó que una de las intenciones es que esta publicación llegue a las comunidades indígenas mediante los diversos programas de promoción de la lectura.
El libro es distribuido por la Editorial Universidad de Guadalajara en formato digital y por la Librería Carlos Fuentes en formato impreso desde sus páginas web.
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