Al investigar la historia de los nietos restituidos en Argentina para un podcast, Bianchini se topó con la historia de Claudia, quien fue entregada a una familia de militares tras la tortura y desaparición de sus padres durante la dictadura argentina.
"¿Cómo puede uno completar una parte de la historia que nadie quiere contar y que muchos tratan de ocultar?", se pregunta el periodista en una entrevista con EFE.
¿Qué le pasa a una persona que a los 21 años le dicen que su nombre no es su nombre, que todo lo que cree es una mentira, que sus padres son en realidad sus apropiadores y que van a ser detenidos por estar implicados en su secuestro?, son las dudas que Bianchini se planteó cuando empezó a trabajar en el libro.
Tras una visita guiada al centro clandestino de detención y tortura donde la protagonista fue separada de sus padres, el escritor intentó sin éxito reconstruir la historia de Claudia en su imaginación: "Sin memoria, sin relato, la historia se diluye. Necesitamos que haya alguien que nos cuente para saber qué fue efectivamente lo que pasó".
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Una herida abierta para muchos argentinos
Encontrar testimonios es tarea casi imposible. Del lado de los militares no hay apenas, pues quienes alguna vez contaron lo sucedido, después se arrepintieron y lo negaron ante el juez.
Este silencio impide cerrar la herida porque "hay algo que todavía está ahí y no ha podido resolverse -constata Bianchini-. Un familiar de desaparecidos en Argentina va caminando por la calle y ve a alguien parecido fisonómicamente a la persona que buscó durante todo su vida y tiene el acto de reflejo de darse la vuelta".
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Negación y retroceso en Argentina
En este sentido, Bianchini considera preocupante la negación actual del Gobierno argentino sobre los 30.000 desaparecidos en la dictadura en su país: "En lo referente a lo cultural y a los derechos humanos, hay un retroceso muy importante respecto de lo que se había venido trabajando en estos últimos años".
Pero para Claudia Poblete es importante conocer la verdad, como para tantos otros, por eso facilitó al escritor el material con el que empezó a trabajar: unos casetes que forman parte del archivo biográfico de las Abuelas de Plaza de Mayo en el que están grabadas las entrevistas con los familiares de donde salieron los relatos del libro.
Escuchando estas entrevistas y las grabaciones de las conversaciones con Claudia, Bianchini se dio cuenta de que la historia "era mucho más narrable en formato de crónica" y así lo hizo en "Tu nombre no es tu nombre", una publicación con la que se espera contribuir a que "vuelva a recuperarse poco a poco la memoria histórica".
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