"La literatura hispanoamericana o iberoamericana tiene autores y autoras muy interesantes que merecen estar traducidos a muchos idiomas y ser leídos por mucha gente, pero ocupar los espacios de poder no es tan fácil en este momento, porque parecería que los ojos están puestos en otras literaturas", afirma Piñeiro.
Para explicar esta realidad, la autora de "Elena Sabe" (2006), "Las grietas de Jara" (2009) y "Las maldiciones" (2017) relata su experiencia tras aparecer entre los finalistas del Booker International 2022, uno de los premios literarios más prestigiosos del Reino Unido, ganado este año por la novelista india Geetanjali Shree.
"Mucha gente me decía 'qué suerte que una persona de habla hispana llegue ahí, porque no son las lecturas más leídas en los círculos de poder de la literatura'. También estuvo en la longlist Fernanda Melchor y me decían eso, que las dos deberíamos estar agradecidas porque lo que se lee más ahora viene de zonas asiáticas", asevera la escritora.
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"Me llama la atención y no me llama la atención. Son cosas que pasan en la geopolítica y la literatura no está exenta de eso", agrega Piñeiro, galardonada con el Premio Clarín de Novela 2005, el Sor Juana Inés de la Cruz 2010 y el Pepe Carvalho de novela negra 2019, entre otras distinciones.
Ejemplos de buena literatura
Según Piñeiro, la "moda" dentro del universo literario actual no está en leer autores latinoamericanos, ya que "no están dadas las condiciones más propicias" para su explosión internacional y solo puede llegarse a otras culturas "con mucho esfuerzo y con buena literatura".
Dos factores de los que, desde luego, no carecen los escritores de habla hispana: solo en su país, Piñeiro cita como ejemplos a Samanta Schweblin, Mariana Enríquez, Selva Almada, Gabriela Cabezón Cámara y Camila Sosa Villada, quienes son "leídas en todas partes" y "traducidas a muchísimos idiomas" por la "fuerza" de su literatura.
Una fuerza también presente en otros lugares de la región, como México (Fernanda Melchor, Valeria Luiselli, Guadalupe Nettel, Emiliano Monge), Chile (Alejandra Costamagna, Nona Fernández, Lina Meruane, Alejandro Zambra), Colombia (Pilar Quintana, Juan Gabriel Vásquez), Bolivia (Liliana Colanzi, Magela Baudoin), Ecuador (María Fernanda Ampuero) o Perú (Renato Cisneros).
"Creo que tenemos autores y autoras extraordinarias escribiendo en todos los lugares en que se habla castellano, no solamente en toda Latinoamérica, también en España; produciendo textos impresionantes que, cuando llegan a ser traducidos, ocupan lugares en esos espacios de poder", asegura la autora nacida en Burzaco, provincia de Buenos Aires, en 1960.
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"Yo creo que todos ellos van encontrando un lugar en un mundo que hoy no tiene todos sus ojos puestos en Latinoamérica, sino en otras zonas; pero eso no tiene que ver con la literatura, sino con lo geopolítico y con los intereses económicos", sentencia la escritora argentina, quien publicó hace apenas dos meses su última novela, "El tiempo de las moscas" (Alfaguara).