Benito Taibo: "Para que los niños lean, hay que recurrir a los trucos más sucios"

El escritor mexicano Benito Taibo asegura que para que niños y jóvenes adopten el hábito de la lectura, "hay que recurrir a los trucos más sucios, engañarlos y utilizar trampas", pero rechaza las lecturas obligatorias, que "destruyeron muchas generaciones" de lectores.

Foto de archivo del escritor mexicano Benito Taibo.

"Estás leyendo y a tu lado, el niño con el teléfono en la mano, y de repente sueltas una carcajada", aconseja Taibo, que intervino en Málaga (España) en Verdial, la Fiesta de las Letras y la Cultura Iberoamericana.

Otra posibilidad es decirle al niño: "¿Ves este libro? No lo puedes coger, no es para ti", y ponerlo "en la parte más alta de la biblioteca", añade.

En su caso, su vida de lector es "compleja, azarosa y llena de saltos", porque pasó "del siglo XIX al boom latinoamericano", pero Taibo sostiene que "no importa por dónde se empiece a leer, porque tarde o temprano se acabará cayendo en Cortázar, todos los caminos llevan a él", en referencia al autor argentino.

En su opinión, en los últimos años se han producido "dos fenómenos radicales para la transformación de este odio" a la lectura, el primero de ellos en Youtube.

"De repente, a finales de 2010, aparecieron unos jóvenes de 16 o 17 años, sobre todo de Monterrey -México-, que aparecían frente a la cámara, decían que habían leído por ejemplo 'Oliver Twist' y que les había parecido una joya".
Taibo cree que esos jóvenes "dieron en el blanco, por la utilización de las plataformas digitales, a las que las nuevas generaciones están mucho más acostumbradas, y se convirtió en un fenómeno".

"Gracias a esos chicos que les hablaban de tú a tú, hubo un momento de quiebre en el que los chicos empezaron a leer por gusto y no por obligación", sostiene.

Otro fenómeno se produjo durante la pandemia gracias a las redes sociales, donde se crearon clubes de lectura "a los que se conectaban quinientas personas que leían un libro y hablaban contigo", algo que permitía "el encierro prolongado" y en lo que los chicos jóvenes "encontraron una tabla de salvación".

Pero "todo empezó con san Harry Potter, el gran fomentador de la lectura entre los chicos de 10 o 12 años que se leían tomos de ochocientas páginas".

"Eso les abrió el camino hacia la fantasía. Algunos tuvieron muy buena suerte y llegaron a la fantasía de los 50 o los 60, y otros tuvieron menos suerte y llegaron a 'Crepúsculo', porque no concibo un hombre lobo lampiño, que me parece una imbecilidad, pero estos también terminarán llegando a Cortázar", confía. Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.

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