A veces olvidada de la historia oficial griega, la comunidad judía de Grecia vuelve a ser destacada en Atenas, simultáneamente en el Museo judío de Grecia y en el Museo epigráfico de Atenas.
"Por primera vez exponemos inscripciones que revelan la presencia judía en el mundo griego desde el siglo IV antes de JC", señala Anastasia Loudarou, curadora de la exposición "Caminos de piedras-historias de piedras, las inscripciones judías en Grecia".
Desde los años 2000, Anastasia Loudarou y el museo judío de Grecia trataban de "probar que la sociedad griega siempre fue multicultural" y que la historia griega no está dominada solo por la religión ortodoxa.
"Parte integrante de la identidad griega"
"La comunidad judía es parte integrante de la identidad griega, lo que fue a veces negado a lo largo de los siglos", declaró a la AFP el gran rabino de Grecia, Gabriel Negrin.
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Unos 5.000 judíos viven en la actualidad en Grecia, donde la población se considera en 90% cristiana ortodoxa. Hasta febrero de 2023, turistas y griegos pueden descubrir por primera vez estelas que documentan la vida de los judíos del siglo IV antes de JC hasta la época bizantina. "Esta exposición es vital", subrayó Gabriel Negrin, al margen de la recepción de la exposición.
Unos 60.000 judíos griegos murieron en los campos de concentración nazis, el 83% de la comunidad de antes de la guerra, según cálculos. "Esta historia debe ser transmitida a las nuevas generaciones y facilitará el combate contra la ignorancia y los prejuicios donde con frecuencia surgen el antisemitismo y el odio del otro", consideró el gran rabino.
En Grecia, los comportamientos antisemitas que subsisten están relacionados con la poderosa Iglesia ortodoxa que no perdonó oficialmente a los judíos por la muerte de Jesucristo.
El 36% de los griegos tienen "sentimientos negativos" hacia los judíos y cerca del 60% de ellos creen en las teorías conspiracionistas de una "red secreta judía que influye en los asuntos económicos y políticos", según una encuesta de la Liga de acción y protección, publicada el año pasado.
"Las inscripciones no mienten"
En el museo judío de Atenas, los objetos antiguos que aparecen junto a las obras de arte contemporáneo facilitan "un diálogo sobre el asunto de la diversidad", subrayó la directriz del museo Zanet Battinou.
Así, una inscripción que data de 300 a 250 antes de J-C menciona la liberación de un esclavo judío mientras y la obra del artista Viktor Koen presenta a su abuela, una ex-esclava negra en Estados Unidos.
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Junto al museo arqueológico de Atenas, la galería epigráfica revela unos treinta objetos que nos llevan a Delos, pequeña isla de las Cícladas, santuario dedicado a Apolo, donde fueron encontrados los vestigios de una sinagoga, pero también en Chalkida en la isla de Eubea, donde un cementerio judío fue revelado, y también en la ciudad bizantina de Mystras en el Peloponeso, donde estelas funerarias judías fueron descubiertas.
"Las inscripciones son pruebas que no pueden mentir", destaca Eleni Zavou, arqueólogo en el museo epigráfico. "Muestran la multiculturalidad del mundo griego, la importancia de las comunidades judías a niveles político, artístico, religioso, económico", añade.
En diciembre de 2021, el Primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis y el presidente ruso Vladimir Putin llegaron a un acuerdo sobre el regreso de los archivos de la comunidad judía griega, de los que los nazis se apoderaron y Rusia recuperó tras la toma de Berlín por el Ejército rojo en mayo de 1945.
Su retorno a Grecia es "un acontecimiento de gran importancia histórica que cierra un capítulo trágico del judaísmo griego y abre otro, más brillante, para la comunidad científica, que podrá ahora reconstituir la larga historia de la presencia judía en Grecia", declaró entonces la ministra griega de Cultura, Lina Mendoni.
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