El 16 de octubre de 1969 se estrenó en Argentina "Invasión", una película dirigida por Hugo Santiago Muchnick, musicalizada por Aníbal Troilo y escrita por Jorge Luis Borges, bajo la producción de Proartel. Esta cinta era la promesa del éxito y el encuentro de grandes figuras de la música, el cine y la literatura que aseguraban todo menos decepción. Sin embargo, hubo incomprensión, rechazo e incluso, una desaparición de los negativos de la cinta hoy en día reconocida como un clásico del cine argentino.
"Invasión" fue una apuesta desde el principio, así lo propuso el escritor, ensayista y poeta Jorge Luis Borges en la sinopsis:
"Invasión es la leyenda de una ciudad, imaginaria o real, sitiada por fuertes enemigos y defendida por unos pocos hombres, que acaso no son héroes. Lucharán hasta el fin, sin sospechar que su batalla es infinita".
La película cuenta el enfrentamiento entre un grupo de invasores que llegan a la ciudad con maquinaria y armas para cumplir su cometido. En defensa de esta aquilea urbana, aparece un anciano que lidera otro grupo de hombres, pero desde el principio se saben perdedores. Por su argumento y naturaleza narrativa, esta pieza audiovisual fue enmarcada en el cine Hindú de Buenos Aires y luego de su estreno, fue aclamada por la crítica y rechazada por la mayoría de espectadores.
El fracaso de la cinta tuvo varias razones y lecturas. Por su parte, Borges lo atribuía a que el argumento resultaba incomprensible, pero los críticos de la época hablaron de la ciudad y la falta de identificación con los espacios de la cinta. "Borra cualquier referente (la muy protagónica ciudad, Aquilea, no existe fuera de la pantalla, no es Buenos Aires aunque está compuesta por algunas de sus partes). No ofrece sentidos transparentes, ni mucho menos un significado alegórico o político (aunque se la leyó frecuentemente en esta clave, siempre reserva una zona díscola que desmiente las interpretaciones totalizadoras)" comentaron en entrevista con La Nación.
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Un anuncio de la dictadura desde la ficción
Analistas, historiadores y directores de cine han estudiado detenidamente la cinta para lograr comprender sus aportes históricos y con el tiempo, un halo de premonición se ciñó en torno a "Invasión".
Para algunos, este fue el primer anuncio de la dictadura que encabezaron Videla, Massera y Agosti y la lucha armada en los años 70. Por otro lado, se especuló sobre la escena en la que son encerrados algunos de los defensores de la ciudad en La Bombonera que predijo algunos de los actos violentos cometidos en la dictadura de Pinochet y la utilización del Estadio Nacional de Chile como campo de concentración.
Esta idea cobró fuerza en 1978 cuando en medio de la dictadura militar fueron robadas 8 bobinas del negativo original de la cinta. El saqueo fue realizado en el laboratorio de Alex donde estuvo siempre alojado el material y ante el reclamo de los creadores solo hubo una respuesta nada esclarecedora, así lo comentó Muchnick en una entrevista: "Nos dijeron que robaban los negativos para sacar las sales y el nitrato de plata y la plata, pero resulta que después de la Segunda Guerra Mundial los negativos no son más como eran antes, no se puede hacer eso. Es una pavada. Otros decían que era para fundirlos y hacer peines. No: fue un operativo. Vinieron y los robaron".
Sin embargo Muchnick junto a Hugo Aronovich, director de fotografía de la película, rehicieron un negativo original de la película con las copias de los positivos que encontraron por todo Buenos Aires. La primera proyección de esta cinta restaurada tuvo lugar en el Festival Internacional de Cine Independiente de BBBAA (Bafici) en 2002.
Años más tarde, gracias a un trabajo en equipo de la productora de Mariano Llinás y el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) se editó una versión en DVD que sumaba entrevistas con Hugo Santiago, además de un recorrido por las locaciones de Invasión y el libro del investigador David Oubiña.
51 años después del estreno, la cinta de dos horas de duración está disponible en el canal de Youtube del escritor argentino.
"Se trata de un film fantástico y de un tipo de fantasía que puede calificarse de nueva. No se trata de una ficción científica a la manera de Wells o Bradbury. Tampoco hay elementos sobrenaturales. Los invasores no llegan de otro mundo, y tampoco es psicológicamente fantástico: los personajes no actúan –como suele ocurrir en las obras de Henry James o Kafka– de un modo contrario a la conducta general de los hombres. Se trata de una situación fantástica: la situación de una ciudad que esta sitiada por enemigos poderosos y defendida –no se sabe por qué– por un grupo de civiles”, dijo Borges de la película
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Apaguen las luces, busquen algo de comer porque aquí empieza "Invasión":