Publicada en español por Tusquets, la última novela de Murakami es una historia sobre un amor perdido, la identidad y el autodescubrimiento.Haruki Murakami (Kioto, 1949) debutó en la literatura con 'Escucha la canción del viento' (1979).En español se publicaron sus novelas 'Tokio blues' ('Norwegian Wood'), 'Crónica del pájaro que da cuerda al mundo', '1Q84' y 'La muerte del comendador', entre otras, además de libros de relatos y ensayos como 'Underground', 'De qué hablo cuando hablo de correr', 'De qué hablo cuando hablo de escribir' o 'Música, solo música', además de dos relatos ilustrados, 'La chica del cumpleaños' y 'Tony Takitani'.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.El escritor japonés recibió numerosos premios, entre ellos el Noma, el Tanizaki, el Yomiuri, el Franz Kafka, el Jerusalem Prize o el Hans Christian Andersen, y su nombre suele barajarse reiteradamente como candidato al Nobel de Literatura, que aún no ha logrado.En España mereció el Premio de narrativa Arcebispo Juan de San Clemente, la Orden de las Artes y las Letras (concedida por el Gobierno español), el Premi Internacional Catalunya 2011 y, recientemente, el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2023.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Murakami (Kioto, 1949) y Kawakami (Osaka, 1976), referentes de distintas generaciones de la literatura contemporánea nipona, volvieron a coincidir así en el auditorio Okuma de la Universidad de Waseda, el mismo escenario donde aparecieron juntos en 2019 para leer obras que no habían visto la luz y mantener un diálogo literario.Unas 1.100 personas asistieron a esta cita literaria celebrada en la víspera en la Casa Internacional de Literatura de la Universidad de Waseda (Biblioteca Haruki Murakami), en una de las escasas ocasiones en la que este autor aparece en público, y el primer evento destacado desde que recogió el Princesa de Asturias en España el pasado octubre.En el acto, llamado 'Authors Alive, versión especial Haruki Murakami vs Mieko Kawakami. Sesión de lectura Búhos de primavera', Murakami presentó un relato llamado 'Kaho' (nombre femenino), que según dijo había escrito apenas unos días atrás, y cuyo contenido no está permitido reproducir."Escribir una obra nueva para leer en público es una tarea difícil, porque hay que adecuar la forma de escribirla y su contenido. Además, es cierto que tiene que ser ciertamente corta porque si no, no da tiempo a leerla hasta el final".Kawakami, autora del éxito editorial internacional y Premio Akutagawa 2007 para autores nipones emergentes 'Pechos y huevos', presentó por su parte su relato inédito 'Watashitachi no doa' ('Nuestra puerta').💬 Conéctese a nuestro canal de Whatsapp para que conozca todas las novedades de la cultura. En el evento también participó el actor Yoshiyuki Ozawa, hijo del director de orquesta japonés Seiji Ozawa, fallecido el mes pasado a los 88 años y considerado una de las figuras niponas más relevantes de la música clásica.Ozawa, cuyo padre es coautor de un libro de conversaciones sobre música junto a Murakami, leyó parte de 'Escucha la canción del viento', novela debut del autor nipón publicada originalmente en 1979.Murakami afirmó que "no recordaba nada" al escuchar los fragmentos de su obra primigenia, ya que no suele leer sus textos tras publicarlos, según dijo.El literato nipón, ataviado con vaqueros, chaqueta y zapatillas deportivas, también intercambió bromas con Ozawa, mostrando la relación cercana que mantiene con él además del que fuera su padre, y expresó públicamente su pésame por la muerte del músico nipón.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El escritor está en la ciudad española de Oviedo (norte), donde el viernes recibirá el Premio Princesa de Asturias de las Letras. Para el autor de "Tokio blues", "la cabeza del ser humano es capaz de funcionar incluso con fallos, pero un ordenador no es así".Su desconfianza hacia la Inteligencia Artificial la hace extensiva a las redes sociales, pese a haber puesto en marcha iniciativas como la de un consultorio con sus lectores a través de una página web, una experiencia que reflejó en uno de sus libros."He probado un poco las redes sociales, pero llegué a la conclusión de que no me sirven, así que no las uso ahora", reflexiona Murakami tras lamentar que, en un primer momento, podrían ayudar a crear una democracia "de alguna forma nueva" y haber terminado "decepcionado".La influencia de las redes sociales y del proceso de digitalización pueden hacer que a una gran mayoría de usuarios de internet el ritmo de las novelas les parezca "muy lento", señala el escritor japonés más leído del mundo, aunque a la vez se mostró convencido de que las obras literarias "perduran más"."Por eso tengo fe en el poder de las novelas y de las historias. A lo mejor hay muy poca población en el mundo que acepta una información más tardía o lenta. Aunque sea el diez o incluso el cinco por ciento, confío mucho en la fuerza de esas personas", subrayó."Solo escribo lo que me da la gana"Murakami, que ya fue premiado en otras ocasiones en España, asegura sentirse "agradecido" por un galardón para el que, al igual que para el Nobel, sonaba hace décadas.El jurado reconoció su capacidad para expresar algunos de los grandes temas y conflictos de nuestro tiempo como la soledad, la incertidumbre existencial o la deshumanización en las grandes ciudades, además de un carácter de "puente" entre la cultura oriental y la occidental del que él reniega."Yo solo escribo lo que me da la gana y no pienso nada sobre desempeñar un papel del Este o del Oeste, ni en servir de puente", advierte Murakami, que llegó a la literatura tras años como traductor de autores como Truman Capote, Scott Fitzgerald, J.D. Salinger, Raymond Caver y John Irving, a los que leyó en inglés en su etapa en el instituto.Así, cuando decidió cerrar el bar de jazz que regentaba en Tokio junto a su esposa para dedicarse por completo a la literatura, su "desafío" consistió en cómo expresarse en lengua japonesa a partir de la innegable influencia que habían tenido sobre él esos autores.Libros, música y gatosCatalogado inicialmente como autor de culto y convertido después en uno de los escritores más vendidos del mundo, un Murakami esquivo con los actos públicos admite no sentirse "cómodo" con ser famoso, dado que se considera "una persona íntima que escribe historias íntimas"."Prefiero una vida tranquila. Estoy feliz solo con tener conmigo libros, música y gatos. Aun así, me alegro mucho de que me lea mucha gente", afirma el autor de "Baila, baila, baila", reconocido melómano, aunque confiesa orgulloso haber sido capaz de alejar la música de sus últimas novelas.No obstante, advierte, la música le sale "naturalmente" y siempre le acompaña. "Al levantarme y cuando empiezo a escribir escucho música clásica. Cuando corro o conduzco el coche, escucho rock y por la noche, jazz", afirma sobre la dieta musical que sigue a diario. Y recuerda, también con agradecimiento, la propuesta de Patti Smith de que el Nobel otorgado a Bob Dylan debió ser para él.A sus 74 años Murakami también se muestra satisfecho y sin arrepentirse de haber cerrado a finales de la década de los años 70 su club de jazz en Tokio, el Peter Cat: "Me vino bien trabajar todo el tiempo concentrándome en escribir como un escritor dedicado solo a ello. Fue muy difícil compaginar dos profesiones", recuerda.Escuche lo mejor de la música clásica por la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Shinchosha también dio a conocer la portada que llevará la novela en Japón, donde se puede ver una especie de pasadizo, así como una breve descripción de la trama, que parece indicar que podría tratarse de una historia de misterio."Se debe ir a esta ciudad. A costa de todo. Como en un viejo sueño, se abre una estantería escondida y se despierta la historia sellada, que empieza a moverse", detalla el comunicado de la editorial que dice que este libro refleja "el mundo de Murakami 100 % y hace temblar el alma".La novela, de unas 1.200 páginas, será la primera del escritor en seis años, tras publicar en 2017 "Killing Commendatore" (La muerte del comendador), y la primera que se publicará simultáneamente en papel y en formato electrónico.El 13 de abril será la fecha de publicación en Japón, donde tendrá un precio de 2.970 yenes (unos 21 euros), pero todavía se desconoce la fecha de lanzamiento en otros países.Nacido en Kioto (oeste de Japón), Murakami, de 74 años, debutó en la literatura con la novela "Hear the wind sing" (Escucha la canción del viento, 1979) y es conocido por obras como "Norwegian wood" (Tokio blues, 1987), "Kafka on the shore" (Kafka en la orilla, 2002) o las más recientes "1Q84" (2010) y "Men without women" (Hombres sin mujeres, 2014).Sus obras han sido traducidas a más de 50 idiomas y su trayectoria ha sido reconocida con numerosos premios, entre ellos el Noma, el Tanizaki, el Hans Christian Andersen, el Franz Kafka o el Jerusalem Prize. Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Enfrentarse a una cinta de 179 minutos en un mundo hiper-conectado y lleno de cientos de estímulos por segundo podría resultar una odisea. Drive My Car, sin embargo es una oda a la belleza contemplativa, una revolución global en el séptimo arte acostumbrado desde tiempos inmemoriales a la acción sin sentido, a la demostración económica de los grandes estudios y las plataformas de streaming en narrativas muchas veces opacadas por la grandilocuencia vacía de una imagen estéticamente bella.Esto se entiende mejor en palabras del filósofo y ensayista Byung Chun Han: “La era de la prisa, su sucesión cinematográfica de presencias puntuales, no tiene acceso a la belleza ni a la verdad. Sólo en una contemplación prolongada, incluso en una moderación ascética, las cosas descubren su belleza, su esencia fragante”. Y Drive My Car tiene eso como premisa fundamental: abordar la historia sin intermedios, cortes o bifurcaciones, dándole el debido tiempo que ocupa la realidad misma en historias similares que transcurren en lo cotidiano. En la vida real no hay saltos de guion, ni botón de adelantar.La película de Hamaguchi estrenada en el Festival de Cannes y con cuatro nominaciones al Óscar en las categorías de Mejor director, Mejor guion adaptado, Mejor película internacional y Mejor película (siendo la primera película de origen japonés en esta última categoría) es un elogio a la simpleza técnica, la pureza fotográfica y una sutil mirada a uno de los temas que más espinas genera en la mayoría de las culturas: el duelo. Pero cuidado, no se queda solo allí.No se trata de un filme con giros argumentales gigantes o sorpresivos, su grandeza no radica allí y eso no equivale a que parte fundamental de su éxito no recaiga en la adaptación del cuento. Su grandeza radica en plantear un cambio en la forma común de representar los sentimientos en pantalla. Solemos recurrir a las metáforas como un círculo común de expresión, a imágenes preconcebidas de cómo debemos sentir, cómo actuar y qué decir. Pareciese que tuviésemos un libreto para expresar lo que sentimos.Aquí no. Aquí la vida es retratada tal y cómo es. Con la parsimonia de las horas mientras cualquier tragedia ocurre y no da espera de sentar bases.Podríamos dividir de forma fácil, la película en dos grandes partes: la primera, si se quiere, un prólogo del drama. Conocemos la cotidianidad de los personajes en los que rondará la historia. Kafuku, un director y actor de teatro consolidado que trabaja en adaptar la famosa obra de Chejov Tio Vania (un guiño al corazón de la trama si se quiere, en términos de agobio existencial). También aparecen en escena Oto, la esposa de Kafuku, una aclamada guionista y un tercero en escena que será Kōji takatsuki, un joven actor en crecimiento.De repente, pasada la primera media hora, la vida de Kafuku cambiará para siempre. Primero un glaucoma que le impedirá conducir a futuro su coche, después, encuentra a su esposa siéndole infiel con el joven actor. Por último, su esposa aparece muerta por una hemorragia cerebral.Y sin embargo, Kafuku no parece derrumbarse. Al menos no como estamos acostumbrados a verlo en pantalla. El único asomo de desdicha es un quiebre en medio de una de las presentaciones de Tio Vania. Esto abre paso a la segunda parte de la historia.Dos años después, el protagonista acepta una residencia en Hiroshima donde volverá a dirigir la obra de Chejov. Allí conoce a Toko, una conductora asignada que le da el teatro mientras dura su estadía. Este es el corazón de la trama: El carro desde siempre ha sido el lugar seguro del protagonista. En él, repasa los fragmentos de las obras que dejó grabada su esposa en un momento también de introspección rutinario. Compartirlo, dejar que otra persona tome las riendas de ese “safe place” construido en soledad es una transgresión.Poco a poco las conversaciones entre pasajero y conductora se hacen más íntimas. Comparten secretos, culpas, dolores, cargas. No hay consejos, no hay moralidad. Solo hechos. Aunque la herida sean los otros o el infierno como alguna vez declaró Sartre, también son la salvación parece decirnos Hamaguchi y Murakami. Al final, en un viaje compartido a la casa de infancia de Toko, las heridas parecen cerrarse. (Eso no quiere decir que caigan en el olvido).Lo más importante de todo este viaje, es que "no existe una escuela que enseñe a vivir" como cantaba alguna vez Mercedes Sosa. O en una frase de Sabato: “Aunque terrible es comprenderlo, la vida se hace en borrador, y no nos es dado corregir sus páginas.” Quizá “Drive My Car” tampoco sea un manual para seguir al pie de la letra sobre la vida, pero si de algo podemos estar seguros es que nos ayudará a comprenderla un poco mejor después de verla.Por supuesto no será sorpresa si se lleva la mayoría de los galardones a los cuales fue nominado en la 94.ª edición de los Premios Óscar. Será recordada como un clásico atemporal del cine contemporáneo. No olvide conectarse a nuestra Señal en Vivo.
Uno de los elementos centrales de las obras de Murakami es su gran componente musical, una pasión confesa del autor. En «Música, solo música» publicada en 2011, Murakami ahonda en el Jazz y la música clásica de la mano de Seiji Ozawa, así que si son amantes de la música y su historia, este es un episodio para ustedes. Nos encuentran en todas las redes sociales como @HJCKRadio y pueden escuchar la serie completa en hjck.com.
En Los últimos sufrimientos del Salvador (compuesta por Carl Philipp Emanuel Bach entre 1769 y 1770), se concentran, por así decirlo, los principios compositivos más esenciales y se ofrece una visión profunda del pensamiento de Bach sobre una nueva música que debe ser, sobre todo, un lenguaje del sentimiento.Un solo coral y seis arias contrastan con once recitativos acompañados, algunos de los cuales conducen directamente a ariosos, como por ejemplo, en las secciones donde se representa la traición de Judas Iscariote (Den Menschenfreund willst du verrathen).💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.O donde el silencio de Cristo ante Pilato se convierte en realidad en un silencio musical (Und doch, welch Beyspiel der Geduld); y finalmente, donde una sola palabra (muere) acompañada de un pizzicato en el bajo es suficiente para marcar la muerte del Salvador.En Música Antigua y del Barroco escucharemos la versión de la Cantata 'Die letzten Leiden des Erlösers' (Los últimos sufrimientos del Salvador), Wq 233, de Carl Philipp Emanuel Bach, que nos ofrecen Barbara Schlick y Greta de Reyghere, sopranos; Catherine Patriasz, contralto; Christoph Pregardien, tenor; Max van Egmond, bajo; el Collegium Vocale Gent y La Petite Band bajo la dirección de Sigiswald Kuijken.Esta obra será presentada en la nueva edición de Música Antigua y de Barroco, el próximo viernes santo (29 de marzo) a las 9:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.
El viernes de Semana Santa se lleva a cabo una de las conmemoraciones más representativas y profundas del cristianismo, en la que se recuerda la crucifixión y muerte de Jesús de Nazaret.Las Lamentaciones de Semana Santa forman parte de una tradición que tiene fuertes raíces en la música sacra desde el siglo XV: antes de Joseph Hector Fiocco, el mismo tema había sido planteado por Orlando di Lasso, Carissimi, Alessandro Scarlatti, Charpentier, François Couperin, por citar sólo los más conocidos. Después de Fiocco, el último en el orden cronológico fue Igor Stravinsky con Threni en 1958.Para la Semana Santa, la liturgia pedía lecturas cantadas de piezas extraídas de las Lamentaciones del profeta Jeremías; que en el ámbito de la cultura francesa tomaron el nombre de "Leçons des Ténèbres" (Lecturas de las tinieblas), pues con cada verso se apagaba una vela hasta que finalmente la iglesia quedaba en total oscuridad, representando el descenso temporal de Cristo al inframundo.Otra de las muchas obras que han sido compuestas para dicha conmemoración y que ha sido poco difundida es la Passio per il Venerdì Santo (Pasión para el Viernes Santo) de Giuseppe Giordani o Giordaniello, compositor italiano quien nació en Nápoles el 19 de diciembre de 1751 y falleció en Fermo el 4 de enero de 1798. 💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.Giordani estudió música con Domenico Cimarosa y Niccolò Antonio Zingarelli, y en 1774 fue nombrado director de música de la capilla de la catedral de Nápoles. En 1776 escribió su Passio per il Venerdì Santo, y su primera ópera (L'Epponina) fue lanzada en 1779.Y finalmente en esta edición del Concierto de la Tarde escucharemos la primera lección de las Lamentaciones que compuso Estêvao de Brito, el compositor portugués que vivió entre los años 1575 y 1641.Si bien la polifonía floreció más tarde en Portugal que en la mayoría de los demás países europeos, las Lamentaciones de De Brito deben mucho a los antecedentes españoles, al tiempo que llevan al límite ciertos aspectos del estilo del Renacimiento tardío, como gran parte de la música portuguesa de principios del siglo XVII.Todas estas obras serán transmitidas el viernes santo (29 de marzo) a las 3:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.
La Misa de Réquiem de Giuseppe Verdi, una obra monumental en el repertorio de la música clásica, es una expresión inigualable de emoción, drama y grandeza. Compuesta en memoria del escritor y poeta italiano Alessandro Manzoni, Verdi creó una obra que trasciende los límites litúrgicos y se convierte en una experiencia musical y espiritual profundamente conmovedora.Verdi comenzó a concebir su Réquiem en 1868, cuando Manzoni falleció, pero no fue hasta 1873 que completó la obra. Aunque Verdi era conocido principalmente por sus óperas, su incursión en la música sacra con esta obra resultó ser igualmente impresionante. La Misa de Réquiem no es una composición litúrgica convencional, sino más bien una visión personal de Verdi sobre el texto latino tradicional, que abarca una amplia gama de emociones humanas, desde la angustia hasta la esperanza.La Misa de Réquiem de Verdi consta de siete secciones principales: el "Requiem" (Requiem aeternam), el "Dies Irae", el "Offertorio", el "Sanctus", el "Agnus Dei", el "Lux aeterna" y el "Libera me". Cada sección está marcada por una intensidad dramática excepcional y una variedad de recursos musicales que muestran la habilidad de Verdi para crear tensión y emoción.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.El "Dies Irae", en particular, es una de las secciones más impactantes de la obra, con sus tumultuosos coros y orquestación apasionada que retratan el juicio final y la ira divina de manera vívida y dramática. Contrastando con esto, el "Lux aeterna" ofrece un momento de paz y serenidad, con su hermosa melodía y armonías celestiales.Verdi demostró una maestría excepcional en la escritura coral y orquestal en esta obra, utilizando técnicas innovadoras para crear una atmósfera de intensidad emocional y espiritual. Su capacidad para combinar elementos operísticos con la solemnidad de la música sacra resultó en una obra que trasciende los límites del género y continúa cautivando al público hasta el día de hoy.El legado de la Misa de Réquiem de Verdi perdura a través de su influencia en generaciones posteriores de compositores y su impacto duradero en el repertorio de conciertos. Su habilidad para capturar la profundidad de la experiencia humana y elevarla a un plano espiritual lo convierte en uno de los trabajos más significativos en el canon de la música clásica.La Misa de Réquiem de Giuseppe Verdi es una obra monumental que combina la grandeza operística con la devoción sacra de una manera única y conmovedora. A través de su música poderosa y emotiva, Verdi nos lleva en un viaje espiritual que nos confronta con nuestras propias emociones y nos recuerda la fragilidad y la trascendencia de la vida humana. Su legado perdura como un testimonio eterno de la capacidad de la música para elevar el alma y trascender las barreras del tiempo y del espacio.Podrá escuchar esta obra maravillosa en la edición especial de nuestro Concierto de la Tarde, hoy jueves santo. Esta versión estará interpretada por Katia Ricciarelli, Shirley Verrett, Plácido Domingo, Nicolai Ghiaurov, Orquesta y Coro del Teatro alla Scala bajo la dirección de Claudio Abbado y estará al aire a las 3:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.
Como parte de su segundo ciclo de cantatas, en 1724, en Leipzig, el alemán Johann Sebastian Bach compuso Herr Jesu Christ, du höchstes Gut, una cantata sacra, específicamente una cantata de iglesia, conocida en español como Señor Jesucristo, oh bien supremo.Bach, uno de los compositores más importantes del período barroco, compuso esta obra religiosa durante su primer año como Thomaskantor en Leipzig, donde fue responsable de la música en las principales iglesias de la ciudad. Para poner en contexto, Thomaskantor ó "Kantor de Santo Tomás" fue el título honorífico y cargo que tuvo el compositor alemán entre 1723 y 1750.Durante esos años, Bach fue el encargado de la educación musical y la dirección de la música en las principales iglesias de la ciudad de Leipzig, especialmente en las de Santo Tomás y en San Nicolás. Este cargo musical durante la labor de Bach fue considerado uno de los más respetados e influyentes de la Alemania protestante, participando no solo en actos religiosos y académicos, sino también en elecciones del concejo municipal y homenajes de la ciudad.“Señor Jesucristo, oh bien supremo” es una cantata de iglesia que incluye movimientos de coral, arias solistas y recitativos con un movimiento final de coral. La obra está escrita para voz solista (soprano), un coro de cuatro partes (SATB), y un conjunto instrumental que suele incluir cuerdas y continuo (órgano u otros instrumentos de bajo).Pese a que se desconoce la autoría del texto de la cantata, se sabe que está basado en el himno en el himno del mismo nombre (Herr Jesu Christ, du höchstes Gut), del poeta y teólogo Bartholomäus Ringwaldt.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.El himno original tiene un carácter de oración penitencial y de súplica a Cristo. En el mismo sentido, la cantata, en su conjunto, reflexiona sobre la relación de los devotos con Cristo, expresando arrepentimiento, confianza y gratitud por la misericordia divina.Algunas grabaciones notables de esta cantata incluyen las realizadas por John Eliot Gardiner con el grupo Solistas Barrocos Ingleses y el Coro Monteverdi, y la grabación de Karl Richter con la Orquesta Bach de Múnich.En la HJCK podrá escuchar esta obra sacra interpretada por Kurt Equiluz (tenor), Max van Egmond (bajo), el Coro de Niños de Hannover, el Collegium Vocale de Gent y el Leonhardt Consort bajo la dirección de Gustav Leonhardt🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
La muestra exhibirá desde retratos del siglo XVI realizados por Hans Holbein el Joven a fotografías contemporáneas de Hiroshi Sugimoto o los trajes utilizados en el popular musical 'SIX', en la primera exhibición histórica desde la reapertura de la galería de arte londinense el año pasado.Así, recogerá más de 140 trabajos con referencias a las vidas de Catalina de Aragón, Ana Bolena, Juana Seymour, Aaa de Cléveris, Catalina Howard y Catalina Parr, incluidas pinturas, dibujos, libros, fotografías o trajes, algunos nunca vistos antes.Con las diferentes obras que hablan de las seis esposas del Tudor, la National Portrait Gallery pretende "poner el foco narrativo en estas mujeres extraordinarias y no en su tristemente célebre marido", como se recoge en la nota de prensa.El objetivo es que el público aprenda sobre las relaciones de las distintas reinas con la corte y con el rey, además de sobre sus intereses, su ideología o sus creencias y valores, entre otros aspectos de sus vidas.Entre los trabajos destacados que se expondrán se encuentra un retrato de Ana de Cléveris pintado por Edgar Degas, la caja con las herramientas de escritura de Catalina de Aragón o el libro de horas de Ana Bolena.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.Estas obras de la época interactúan con otras posteriores, que mostrarán cómo la cultura popular ha reinterpretado y representado a las seis mujeres, recordadas por el momento de su muerte y no por sus vidas —en inglés, existe la rima 'Divorced, beheaded, died / Divorced, beheaded, survived' ('Divorciada, decapitada, muerta / Divorciada, decapitada, superviviente')—.Como dijo el director de la National Portrait Gallery, Nicholas Cullinan, la muestra espera "generar la empatía" de los asistentes.Y también pretende "recordarnos que debemos reflexionar sobre las historias que construimos colectivamente y la facilidad con la que podemos terminar definiendo a las personas por un único momento de sus vidas", destacó.La exposición, acompañada de la publicación de un libro del mismo título escrito por la comisaria, Charlotte Bolland, permanecerá abierta durante los meses de verano hasta el 8 de septiembre.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.