Las salas de cines comenzaron a reabrir en Bombay, una ciudad amante del cine y sede de la industria fílmica de Bollywood, con la esperanza de que algunas cintas taquilleras les ayuden a recuperarse de los meses de cierre por la pandemia en India. El cine ocupa un lugar especial en la cultura india, donde las estrellas gozan de un estatus casi divino y la gente ve la misma película varias veces.Un brote devastador del coronavirus alejó a los indios de las grandes pantallas, dejando a muchas salas pequeñas en la quiebra. Muchos indios recurrieron a las plataformas de "streaming" como Netflix, que vio dispararse sus suscripciones y estrenó algunas cintas de Bollywood.Solo algunos cines se aventuraron a abrir. Proyectaron cintas antiguas junto con la nueva película de James Bond y la última cinta de Venom, con pocos asistentes sentados a distancia. "Soy un entusiasta del cine y he esperado este día mucho tiempo. La última película que vi fue en 2019, antes de la pandemia. Estoy muy emocionado de volver", dijo Smer Sagar tras ver "Sin tiempo de morir".La industria espera que una serie de filmes taquilleras de gran presupuesto traigan de vuelta los buenos tiempos a las salas. En el fin de semana del Diwali, el festival de las luces de noviembre, se empezarán a estrenar algunas de las producciones indias que están en espera desde hace tiempo, como "Sooryavanshi", protagonizada por Akshay Kumar, una de las grandes estrellas de Bollywood.Sin helados, con mascarillaBollywood, la industria cinematográfica india en lengua hindi, tenía un valor de 2.500 millones de dólares en 2019. Las cintas en otras lenguas también son un negocio importante en India. El estado de Maharashtra y Bombay están entre los últimos en reabrir sus cines, pero para la industria fílmica es un lugar "muy, muy importante", comentó el analista del mercado del cine, Komal Nahta."Maharashtra aporta cerca de 20% del total de ingresos cinematográficos de India, y Bombay es el centro neurálgico de Bollywood", recordó Nahta. Las salas operan con un aforo máximo de 50% y no se puede ingresar con alimentos, a diferencia de los días prepandémicos cuando la gente podía pedir que le llevaran "biryani" (arroz indio) y helados a sus asientos.Los asistentes deberán usar mascarilla todo el tiempo y los trabajadores del cine deben estar plenamente vacunados, aunque ese requisito no se le exige al público. "Los efectos de la pandemia van a perdurar, pero esperamos que 2021 traiga al público de vuelta a los cines", dijo Ajay Bijli, presidente de la mayor cadena de cines de India, PVR. Nahta pronosticó que el púbico "va a regresar con fuerza, y por lo tanto veremos ingresos probablemente más allá de lo que todos imaginan".
El pasado 21 de septiembre a través de su cuenta personal de Twitter, la senadora del Partido Verde, Angélica Lozano, publicó un comunicado dirigido al ministro de Salud Fernando Ruíz. En dicha solicitud, la senadora reconoce la situación que atraviesa actualmente el sector artístico y cultural en el país ya la vez lanza una propuesta establecida tres fases para “permitir que la reactivación de sectores especialmente afectados sea realmente progresiva y segura, pues no hay que esperar tanto tiempo para que el aforo aumente hasta el siguiente nivel” afirmó la senadora en esa red social.El propósito de la petición es modificar la resolución 777 del 2 de junio dictada por el gobierno nacional y que define las condiciones para el desarrollo de actividades económicas. Actualmente, el aforo de un establecimiento es permitido en porcentajes de 25%, 50% y 75% que responden a los ciclos establecidos. Sin embargo, el porcentaje de cobertura de vacunación de población priorizada en la Fase I del Plan Nacional de Vacunación y Índice de Resiliencia Epidemiológica Municipal (IREM), un número de 0 a 1 y determinado por tres factores, son los requisitos para cada ciclo.Las consideraciones para cada uno tienen en cuenta lo siguiente: el primero inicia cuando el municipio alcanza una cobertura del 69% de vacunación en la población priorizada en la Fase I del Plan Nacional de Vacunación, el segundo ciclo emperezaría cuando el porcentaje de cobertura llegue a 70% o cuando el municipio o distrito logren tener un Índice de Resiliencia Epidemiológica Municipal (IREM) mayor a 0.5, el tercer ciclo se da cuando este sea mayor a 0.75.La propuesta por parte de los congresistas contempla un cambio al Ciclo 2 de la resolución 777, el cual pretenden dividirse en tres subciclos más, sin aumentar o disminuir los aforos o requisitos de los Ciclos 1 y 3. Estos con el fin de incrementar en 10% el rango de aforo de este ciclo hasta llegar al 70%, si se cumplen unas condiciones específicas para cada uno. Como se mencionó anteriormente, el Ciclo 2 requiere cobertura de vacunación de población priorizada del 70% y un IREM mayor a 0.5.La solicitud que fue firmada por Angélica Lozano, Mauricio Toro, Antonio Sanguino y Catalina Ortiz del Partido Verde, Esperanza Andrade del Partido Conservador y José Daniel López del Partido Cambio Radical, cita las acciones realizadas por la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte. Sin embargo, también afirma que “la mayoría de los equipamientos no han logrado programar sus espacios y ofrecer sus servicios a la ciudadanía en condiciones que permitan por lo menos llegar a un punto de equilibrio económico”, asegura la congresista.Finalmente, Lozano resalta que, a diferencia de otros espacios, los teatros pueden garantizar el orden de ingreso, permanencia y salida de sus asistentes y el cumplimiento de las normas de bioseguridad. A la iniciativa se sumaron Alex López del Polo Democrático y Carlos Guevara del Partido MIRA.
Debido a las enormes pérdidas que ha ocasionado la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus en el último año, al menos 29 vendedores estacionarios ubicados en el Parque Centenario, en Cartagena, anunciaron que durante tres días cambiarán libros por comida, puesto que las ventas han bajado considerablemente a tal punto que no tienen cómo sostener a sus familias y piden solidaridad.“Estamos pasando necesidades, la reactivación económica no la sentimos, fuimos el primer sector que cerró y el último que abrió”, dijo Faisudy Fontalvo, presidenta de la Asociación de Libreros de Cartagena. Tras su llamado, la solidaridad no se hizo esperar y a las pocas horas, decenas de ciudadanos acudieron hasta el lugar con varios kilos de alimentos, algunos haciendo el trueque entre alimentos y letras; otros, simplemente dejando mercados como una muestra de apoyo y resiliencia.En una ciudad llena de contrastes, las cifras de pobreza extrema se evidencia en las grandes dificultades que existen para el acceso a los servicios públicos, los altos costos del sistema educativo y el constante crecimiento de la economía informal. Según el Plan de Emergencia Social, a junio de 2021, la pandemia dejó al menos a 100.000 personas nuevas en la pobreza extrema."Vendemos literatura, cuentos infantiles, universitarios, códigos para abogados. Hay literatura desde $5.000 hasta $ 25.000. Los escolares pueden ser más caros, porque depende de la asignatura, pero no tenga dudas de que son más baratos que en cualquier otra librería de la ciudad", cuenta Faisudy. Sobre la iniciativa que se inició esta semana y que finaliza este viernes 10 de septiembre, la lideresa explicó que responde a esos padecimientos y a la necesidad de darle de comer a sus familiares.
En la mañana de este martes, falleció en Estrasburgo (Francia) a los 81 años Jean-Luc Nancy. Era considerado uno de los pensadores más importantes y lúcidos del siglo XX. Su trabajo filosófico abordó el origen de los nacionalismos y la construcción de las nacionalidades en un tiempo que vio surgir y desaparecer naciones producto de la decolonización y la Segunda Guerra Mundial.Aún a su avanzada edad, Nancy seguía escribiendo. En diciembre de 2020 publicó "Un virus demasiado humano", un ensayo en el que en sus páginas reflexionaba sobre la vida y la muerte: En su ensayo y a propósito de la actual crisis sanitaria, Nancy también reflexionaba sobre los cambios en las democracias actuales, y hablaba de las necesidades de ajustes en los cuerpos sociales . En ese mismo texto que constituye su última publicación, Nancy también señaló que la pandemia de alguna forma vino a exigir la reformulación de ciertas temáticas, como lo divino o lo político. Junto a otros grandes pensadores como Giorgio Agamben, Nancy puso sobre la mesa el debate alrededor de los efectos generados por la pandemia, así como sobre el manejo que han tenido las autoridades internacionales alrededor del manejo del nuevo virus y la búsqueda de la vacuna.Quizás una de las más importantes reflexiones del ensayo sea que el virus ha reflejado nuestras fortalezas y debilidades como especie. Sin embargo, afirma que la pandemia será transitoria y que hace parte de una crisis mayor en la que urge cuestionar el concepto de "progreso" y "civilización".Finalmente, Nancy retoma algunos conceptos de la filosofía nietzscheana como aquello que es demasiado humano y que se opone a lo sobrehumano, al concepto del "superhombre" del siglo XXI.
Músicos clásicos de Viena se preparan para volver a hacer presentaciones en vivo después de un período que puso a prueba su motivación y despertó dudas sobre su carrera.Laurent Delage, agente de cantantes, compara el desafío que enfrentan los músicos con el de "atletas de élite que tienen que volver a encender las máquinas" después de un período de inactividad. En la Sala Dorada del Musikverein, considerada una de las mejores salas de concierto en el mundo, se encuentra uno de esos "atletas": la francesa Sophie Dervaux, quien toca el fagot.Ella ensaya una sinfonía de Gustav Mahler y desea volver a tocar ante el público, por primera vez desde noviembre pasado, cuando su orquesta realizó una gira por Japón. "No esperábamos que esto durara virtualmente 200 días", dijo la música de 29 años. Tras los conciertos de esta semana en Viena, tiene presentaciones en Dinamarca y Noruega, en momentos que Europa reabre para los viajeros. Dervaux se unió a la Filarmónica de Viena hace seis años, un nombramiento de por vida."Yo me preguntaba: '¿Para qué trabajar? ¿Para qué practicar escalas si no tengo conciertos?'", contó. Después de dejar el fagot de lado durante un tiempo, encontró algunos proyectos alternativos, como grabar discos, para mantenerse animada y evitar oxidarse. Daniel Froschauer, primer violinista y presidente de la Filarmónica de Viena, dice que los conciertos transmitidos por internet resultaron ser "proyectos musicales increíbles que [le] mantuvieron vivo musicalmente" durante la pandemia.Varios músicos encontraron alivio en estas presentaciones en línea, sin importar si eran producciones profesionales u organizadas por los propios músicos y transmitidas por redes sociales.Pero incluso Froschauer, de 55 años, admitió que esos conciertos virtuales siempre fueron "un poco insatisfactorios". "Cuando tocas para un público, su respuesta es algo que no se puede subestimar", como lo redescubrió semanas atrás cuando tocó en la Scala de Milán.Antes de la pandemia, Viena tenía unos 15.000 conciertos por año, siendo una de las escenas de música clásica más activas del mundo. Delage, el agente de 52 años, explicó que los cantantes de la escena musical clásica "tienen que encontrar sensaciones que habían perdido por más de un año", para "lanzarse de vuelta a una actuación de tres dimensiones". Algunos de ellos se han encontrado con que la pandemia los dejó con "músculos y nervios laxos", mientras que otros "perdieron el rumbo, es muy desestabilizador"."La expectación es como el primer día de escuela", contó el tenor Michael Schade. "Son muchas emociones mezcladas". De camino a su primer concierto en persona del año, admitió sentir algo de inquietud sobre el futuro. "Somos como pacientes en coma que acaban de despertar y nadie sabe cuánto daño se ha hecho", comentó, y expresó su temor de que el sector musical haya sufrido un daño de largo plazo.El director de ópera Benjamin Prins se ha visto particularmente golpeado el último año, que calificó como un "desastre financiero". "Perdí 70% de mis ingresos", admitió. "Si he podido subsistir es gracias a los ahorros", agregó, aunque reconoció que eso no lo salvó del efecto psicológico devastador de la pandemia. "Estoy al límite".Prins teme que, a largo plazo, los efectos del coronavirus provoquen el fin de las "inmensas, cosmopolitas" producciones que sustentan la industria de la ópera.
La iniciativa, que combina la experiencia musical de esta compañía nacional de ópera con los conocimientos médicos de los profesionales de la salud del Imperial College de Londres, tiene como objetivo aliviar a las personas que sufren efectos a largo plazo de la enfermedad.Bautizado "ENO Breathe", el programa está diseñado para ayudarles a respirar mejor y superar su ansiedad. De seis semanas de duración y gratuito, está abierto a todos, cantantes y no cantantes, a partir de los 18 años. Canciones de cuna, ejercicios de respiración, consejos posturales: el objetivo es relajarse y recuperar el control de la respiración. "Si están experimentando un momento de profunda falta de aire combinado con ansiedad, hay ejercicios que pueden hacer para ayudarles a ralentizar y regular su respiración y dar a su cerebro la oportunidad de recuperarse", explica Zumpe a la AFP."Si se sienten muy faltos de aire, eso es exactamente lo que ocurre cuando están ansiosos", añade. "Así que no es de extrañar que esto provoque en las personas una gran ansiedad en la que pierden el control de su respiración", subraya.Los participantes siguen estos ejercicios desde casa, por videoconferencia. "Aunque prefiero estar en una sala con gente, es increíble lo conectados que se sienten todos", dice Zumpe. Una de las participantes, Sheeba, comparó el programa con una "terapia de grupo musical". "Hice amigos que estaban en el mismo barco que yo.... Podía identificarme con ellos y ayudarles, fue así como funcionó para mí", afirma. Ocupándose de la recuperación de estos pacientes fuera del hospital, la iniciativa busca también descargar al servicio de salud pública, sometido a una enorme presión por el repentino brote de casos a partir de diciembre, atribuido a una variante más contagiosa del coronavirus.País más castigado de Europa por la pandemia, el Reino Unido cuenta ya más de 108.000 muertos confirmados, el mayor balance de un país europeo. "ENO Breathe" empezó como una experiencia piloto en Londres, pero ahora se está extendiendo a todo el país. Sus organizadores prevén trabajar pronto con unas mil personas convalecientes y se ha lanzado una campaña de recaudación de fondos para poder atender a mil más.
El autor de "Soul Makossa", una de las músicas que ha dado la vuelta al mundo desde los años 70, es el primer artista que fallece debido al COVID-19."Murió de madrugada, en un hospital a las afueras de París", dijo a la AFP, Thierry Durepaire, representante y gerente de las ediciones musicales del artista.El funeral se celebrará en la intimidad y habrá un homenaje al artista posteriormente, cuando sea posible, se lee en la página en Facebook del artista.El saxofonista y cantante camerunés Manu Dibango, uno de los gigantes del jazz africano, murió este martes a los 86 años en un hospital de la región de París, donde estaba hospitalizado por el coronavirus, informaron fuentes de su entorno.El anuncio de la desaparición de Papy Groove se hizo en la página Facebook del propio músico, en la que se explicó que sus exequias se harán "en la estricta intimidad familiar", pero también que se le rendirá un homenaje más adelante, "cuando sea posible".La leyenda del jazz africano, autor en 1972 del gran éxito mundial Soul Makossa, había comunicado su hospitalización por el Covid-19 la semana pasada y manifestó entonces su voluntad de poder reunirse con su público "próximamente".Manu Dibango nació en diciembre de 1933 en la ciudad camerunesa de Douala y tuvo sus primeras experiencias musicales en el templo protestante en el que su madre dirigía la coral.En Francia, adonde fue a estudiar a finales de los años 1940, aprendió a tocar el piano y el saxofón, entró en contacto directo con el jazz y empezó su carrera de artista. Pero fue en Bruselas en los años 1950 donde su jazz se africanizó en contacto con músicos congoleses.Manu Dibango acusó a Michael Jackson de plagiarlo en su álbum "Thriller".Michael Jackson admitió que utilizó un fragmento del tema de Dibango en su single "Wanna be startin' something", que incluyó en su álbum Thriller, que llegó a convertirse en el disco más vendido de todos los tiempos. El asunto se zanjó hace años de manera amistosa tras un acuerdo económico. Pero más tarde, en 2009, Dibango denunció de nuevo a Michael Jackson y a Rihanna ya que alegaba que el "Rey del pop" dio su consentimiento a Rihanna para que empleara en 2007 el mismo fragmento en su single "Don't stop the music" (canción escrita por Michael Jackson), sin el permiso del autor original: Dibango.A fecha de 2008, tanto Rihanna como Michael Jackson hicieron caso omiso a las denuncias de Dibango. De hecho, el "Rey del Pop" instó al cantante Akon a que versionara su tema "Wanna be startin' something" para la versión 25 aniversario del álbum Thriller, y así se hizo.Pero Dibango señaló de nuevo a Michael Jackson como el principal infractor, ya que el "beat" había sido utilizado de nuevo en un álbum de Michael y no de Akon, aunque fuera este quien lo cantara.Tras la muerte de Michael Jackson en junio de 2009, la demanda seguía abierta. Poco después, Rihanna optó por comprar los derechos totales del "beat" por una cantidad económica desconocida, y desautorizó a Dibango a seguir comercializándolo.En mayo de 2010, Rihanna hizo público mediante su página web oficial, que solo permitía la utilización de la base en la música de Michael Jackson y en la suya propia.