Una escuela perforada por disparos, una cancha marcada por la muerte de los líderes comunitarios, una casa que no volverá a ver a su guardia indígena y una calle donde los habitantes resistieron para evitar que un grupo armado se llevara a sus jóvenes. Estas son solo algunas de las escenas capturadas por Fernanda Pineda, fotógrafa y documentalista, durante su visita a las comunidades afrodescendientes de Chachajo y Mojaudó, y al poblado indígena de Puesto Indio, en Alto Baudó (Chocó). Invitada por Médicos Sin Fronteras (MSF), Pineda registró la vida de estas comunidades que viven bajo el confinamiento impuesto por el conflicto armado y la ausencia del Estado en esta región del Pacífico colombiano.De ese trabajo surgió "Riografías del Baudó: ¿Cómo se cura un territorio herido?", una exposición fotográfica que retrata la profunda crisis humanitaria en Alto Baudó, una subregión duramente afectada por la violencia y la falta de presencia institucional. MSF, que ha trabajado en la zona durante tres años, acompañó el proyecto. Tras su exhibición en ARTBO, la muestra se podrá ver en el Centro Cultural Gabriel García Márquez de Bogotá (Cl. 11 #5-60) del 15 al 21 de octubre, con entrada libre y disponible de 8:00 a.m. a 6:00 p.m.La exposición está compuesta por 25 fotografías que narran las historias de mujeres curanderas, yerbateras y parteras, quienes no solo identificaron los lugares heridos por el conflicto, sino que también los sanaron simbólicamente a través de suturas y remedios tradicionales. Nancy Guerrero Castillo, directora de MSF para Sudamérica, enfatiza que "este proyecto refleja un esfuerzo conjunto entre la comunidad, nuestra organización y la fotógrafa Fernanda Pineda para visibilizar una crisis humanitaria que ha recibido poca atención".Un proceso de sanación colectivaEl proyecto inició con un taller de fotografía impartido por Pineda al equipo de involucramiento intercultural de Médicos sin Fronteras (MSF), compuesto en su mayoría por mujeres indígenas y afrodescendientes. Este equipo actúa como un puente entre las culturas locales y la asistencia sanitaria brindada por Médicos sin Fronteras. Durante los encuentros, se acordó que las fotografías no solo mostrarían las heridas del conflicto, sino también las prácticas tradicionales que las comunidades emplean para sanar.Pineda, acompañada por las integrantes del equipo de MSF Yazury Dumaza, Angélica Rojo, Malory Mogollón y Leslie Valencia, recorrió el río Baudó para llegar a las comunidades de Chachajo, Mojaudó y Puesto Indio. En estos lugares, donde las mujeres tienen un rol crucial por su conocimiento ancestral de las plantas, se realizó un ejercicio de reconocimiento y sanación de los territorios afectados por la guerra.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.Siete mujeres de estas comunidades señalaron los lugares más marcados por la violencia y, utilizando suturas, remedios y flores, los sanaron simbólicamente. El resultado es una obra colaborativa que combina material simbólico —fotografías de territorios heridos curados por las sabedoras— con testimonios literales de líderes y sobrevivientes, que hablan sobre cómo el miedo y la vulnerabilidad persisten ante la falta de respuestas efectivas de las instituciones.La fotógrafa Pineda reflexiona: "Queremos sensibilizar a la sociedad colombiana para que vea estos territorios no solo a través de la dureza y el sufrimiento, sino también desde su riqueza cultural y el vasto conocimiento de estas mujeres, que desean ser reconocidas por algo más que el dolor y la injusticia".Las cicatrices del conflictoLas comunidades afrodescendientes e indígenas de Alto Baudó han sufrido las graves consecuencias del conflicto armado y la falta de presencia estatal. El acceso a servicios básicos como salud, educación y agua potable es limitado, y la inseguridad alimentaria es constante debido a la presencia de actores armados y explosivos en las zonas de cultivo. Estas condiciones afectan gravemente tanto la salud física como la mental de sus habitantes.Según la Defensoría del Pueblo, en 2023, Chocó fue el departamento con más casos de confinamiento forzado, con 124 eventos que afectaron a más de 40,000 personas. Además, fue el segundo departamento en desplazamientos masivos, con 19 de los 154 ocurridos en todo el país. Alto Baudó fue el segundo municipio más afectado de la región, con más de 5,700 víctimas registradas.El aislamiento de estas comunidades, cuya principal vía de comunicación es el río Baudó, hace que los costos de transporte sean inalcanzables para muchas familias, dejándolas desconectadas de servicios básicos, incluidas las atenciones médicas más esenciales.Es crucial que el Estado colombiano, con el apoyo de organizaciones nacionales e internacionales, trabaje para cerrar estas brechas y garantizar el acceso a salud y servicios básicos para todas las comunidades. La vulnerabilidad constante de las comunidades afrodescendientes e indígenas del Chocó no puede ser normalizada.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El Centro Día - Casa de la Sabiduría de Sierra Morena, en una de las localidades más grandes de Bogotá, ahora es la sede del primer Centro Filarmónico para la Paz, una iniciativa que le ofrece a los menores un espacio de formación musical sinfónica, coral y de iniciación.Liderado por la Orquesta Filarmónica de Bogotá, en alianza con la Secretaría de Integración Social y la Consejería Distrital de Paz, Víctimas y Reconciliación, este centro artístico es el primero de al menos siete que se esperan abrir en los próximos años.La particularidad de este espacio es el público a quienes está dirigido, niñas, niños y jóvenes víctimas del conflicto en el país, que han llegado desplazados junto a sus familias desde otras regiones y que también son víctimas de otros tipos de violencia.David García, director general de la Filarmónica de Bogotá explica que este proyecto y la apertura del primer centro es el el resultado o la síntesis de un proyecto que ha iniciado la Filarmónica hace dos años con el coro Hijas e hijos de la paz, destinado a acoger a niños que nacieron después de la firma de los Acuerdos de paz. “Ellos han desarrollado un proceso musical, pero esa fotografía de la reconciliación y de la paz en Colombia es amplia para víctimas de todos los orígenes”, puntualiza.Además, cuenta que en el proceso de elegir a los artistas formadores que acompañan estos espacios se toma en cuenta el aspecto musical por un lado, pero también que tengan un conocimiento sobre el origen de estos niños, el contexto social, cuál es su situación psicosocial.En ese proceso de selección, la música Cindy Camacho fue favorecida y elegida como formadora principal del Centro Filarmónico para la Paz, quien nos contó que además de su trayectoria en la música, también tiene una vocación por la enseñanza y “por buscar la forma de apoyar a la construcción de sociedad”.“Estamos muy interesados en la construcción de paz, en buscar un futuro mucho mejor para estos niños a través de la música. Además de ofrecer la formación musical, la orquesta también ofrece un apoyo psicosocial a los niños y sus familias. Este modelo propone también talleres para las familias porque más allá del proceso musical, este es un proceso social”, comenta.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.A ella, la acompañan tres maestras, Leidy Vargas encargadas de la formación sinfónica; Liseth Rodríguez, del área coral y Ángela Cardona, enfocada en el proceso de iniciación musical. Ellas, junto a alrededor de treinta niños fueron las encargadas de inaugurar el centro con una muestra artística del coro y del grupo de cuerdas frotadas.El equipo de trabajo lo complementan dos acompañantes logísticos, quienes están al tanto del cuidado de los niños, desplazamientos y atención que requieran para asistir a las clases.Camacho nos explica cómo funciona cada área de formación, “en la coral los niños tienen la posibilidad de llegar a aprender, a trabajar en equipo; la segunda área, sinfónica, tiene un énfasis en cuerdas frotadas que comprende violín, viola y chelo, por ahora. Por último, tenemos el área de iniciación musical es un espacio donde los niños pueden explorar la música a través del cuerpo, de la voz y con instrumentos de percusión menor”.Los niños y niñas que se presentaron en la apertura del espacio llevan alrededor de un mes recibiendo las clases, pero algunos están desde antes asistiendo a los programas del Centro Día de Sierra Morena junto a sus familias.Ese es el caso del hijo de Paula Meza, un pequeño de ocho años que ha participado en actividades artísticas del lugar desde inicios de este año y ahora también asiste a las clases del Centro Filarmónico tres veces por semana.“Él tiene una guitarra propia y también tiene ahora la curiosidad por instrumentos que no conocía como el violín. Me dice que con la música se siente más tranquilo, más relajado, no sé por qué, pero así lo dice”, comenta Meza, quien, como amante de la poesía, también participó en el acto inaugural leyendo un texto sobre el arte y su poder transformador.Meza y su familia llegaron a Ciudad Bolívar desde Soacha en busca de un cambio de vida, tras ser víctimas de violencia doméstica. Ahora, cuenta que ha recibido atención psicosocial en este espacio y encontró también una actividad que ayuda a la formación de su hijo."Bogotá es el hogar de miles de víctimas que llegan en busca de segundas oportunidades, por eso debemos ser una ciudad donde todos y todas puedan reconstruir sus proyectos de vida; y es allí donde el arte y la cultura son fundamentales para recuperar ese tejido social”, comenta Isabelita Mercado, Consejera Distrital de Paz, Víctimas y Reconciliación.Actualmente el centro está acompañando los procesos musicales de treinta niños, pero se espera recibir alrededor de setenta para final de año. La convocatoria está abierta permanentemente y de manera gratuita en el Centro Día - Casa de la Sabiduría Sierra Morena, en la Transversal 60 #73C - 07 Sur.“Queremos invitar en este Centro Filarmónico a todos los niños y niñas que sean víctimas o hijos de víctimas de diferentes orígenes del conflicto armado y social en Colombia, por ejemplo, los firmantes de la paz, víctimas de todos los actores de la guerra, los hijos de la fuerza pública que han sufrido alguna victimización”, concluye García, quien también adelantó que para el 2025 el proyecto es abrir entre tres y cuatro centros más en la ciudad.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Se cumplen 25 años desde que, el 13 de agosto de 1999, Jaime Garzón fue asesinado en Bogotá por orden del entonces jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Carlos Castaño, un crimen que dejó al país sin una de las voces más importantes en la historia del periodismo colombiano.En un acto de construcción de memoria y conmemoración a la vida y obra de Jaime Garzón, el Centro Nacional de las Artes Delia Zapata Olivella será el escenario de conversaciones, muestras artísticas y musicales que honran al periodista este martes.El Delia, en alianza con la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), la Biblioteca Nacional de Colombia (BNC) y el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) llevarán a cabo la jornada cultural desde las 2:30 de la tarde, en la que el evento central será la presentación de la novela gráfica Garzón, el duelo imposible: una obra monumental, escrita por Alfredo Garzón ,hermano de Jaime, en compañía de la dramaturga Verónica Ochoa.“Este libro es un bello testimonio gráfico y poético de un hombre que nos enseñó que podíamos ser libres riéndonos de nosotros mismos. El poder lo eliminó, pero su obra periodística y pública nos sigue dando ejemplo hoy. Gracias Jaime, siempre gracias”, expresó el Ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes, Juan David Correa, quien también estuvo acompañando el proceso de la novela desde un primer momento.Garzón, el duelo imposible, de la editorial Rotundo Vagabundo, invita a los lectores a explorar los entresijos de la historia nacional. Alfredo, quien relata la historia de su hermano y la suya propia, despliega una conmovedora conversación con el devenir social y político que esculpió sus propias miradas y sensibilidades, pero también, con los jóvenes del presente quienes han mantenido vivo el ideario de su hermano.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.La novela pasa por el movimiento gaitanista, el trágico asesinato de Gaitán y los hilos invisibles del genocidio político, el trabajo del maestro Humberto Martínez Salcedo y su impacto en el periodismo independiente y el humor político. Aborda la intersección entre lo educativo, lo cultural y lo comunicacional, la imposición discursiva durante la Guerra Fría y la censura que marcó la historia política del país.Narra también los años de infancia de Jaime Garzón y su perspicacia como educador popular y humorista nato. Y, claro está, afronta con agudeza la infructuosa búsqueda de justicia, sus hipótesis y preguntas sobre el caso, sobre los determinadores del crimen, la influencia del narcotráfico en el conflicto armado y el clima ideológico que se instauró a partir del magnicidio de su hermano.A la presentación del libro, se suman actividades como la creación de un mural efímero, un conversatorio, un concierto, entre otras acciones de entrada libre al público hasta completar aforo. Estos son los horarios de la agenda. Mural efímero pintado por los dibujantes de la novela en honor a Jaime/ proyección de material en la pantalla del escenario exterior/ venta de la novela gráfica por el Colectivo Huracán📍Plazoleta del Delia🕒2:30 a 5:30 p. m.Micrófono abierto📍 Plazoleta del Delia🕒 4:30 a 5:30 p. m.Conversatorio moderado por Carol Ann Figueroa con inscripción previa en este enlace📍 Sala Delia Zapata🕒 5:45 a 7:00 pmVenta y firma del libro Garzón, el duelo imposible📍 Sala Delia Zapata🕒 7:00 a 7:30 p. m.Concierto de La-33 Orquesta y Gabriel Garzón Montano📍 Plazoleta del Delia🕒 7:30 a 9:00 p. m.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Jaime Garzón, también abogado y periodista, fue tiroteado en Bogotá el 13 de agosto de 1999 por sicarios bajo órdenes del entonces jefe de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Carlos Castaño, con la complicidad de agentes del Estado, entre ellos José Miguel Narváez, en la época subdirector del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), la policía secreta.Garzón, en ese entonces de 39 años, se había hecho famoso con ¡Quac! El Noticero, un programa televisivo de sátira política en el que con un agudo sentido del humor criticaba al Gobierno, los políticos, la corrupción y todo lo malo del país.Se hizo tan popular que fue buscado varias veces para mediar en la liberación de secuestrados por la guerrilla de las FARC, por lo cual se ganó el rótulo de "izquierdista" en un país dominado por la derecha."Más que un hombre de izquierda, Jaime fue realmente un demócrata en el sentido amplio de la palabra y lo que eso significa", dice en una entrevista Alfredo Garzón.El dolor por la pérdida de su hermano no nubla la razón de Alfredo, quien tiene claro que mediante la sátira política y los múltiples personajes a los que Jaime dio vida dejó un legado que, un cuarto de siglo después, sigue presente especialmente entre los jóvenes."He estado por todas partes en Colombia y se encuentra uno cantidades de grupos culturales, grupos de teatro, e incluso, en varias universidades tienen cátedra 'Jaime Garzón', organizada por estudiantes", explica Alfredo, quien subraya que "en muchos casos es gente que no conoció a Jaime".💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.Futuro en la juventudEn medio de las turbulencias actuales, Alfredo Garzón también destaca que uno de los legados es que los jóvenes se concientizan de que deben tomar "las riendas de su destino y del destino del país".Se emociona cuando recuerda que la juventud ha entendido la importancia de "asumir responsabilidad política porque eso tiene que ver con todos, con el país"."Los jóvenes deben participar en la organización de la sociedad que quieren, de la sociedad que sueñan. Yo diría que eso es, 25 años después (del asesinato), un legado muy valioso de Jaime que la juventud tomó", asegura.En sentido señala que los jóvenes, en buena parte, eligieron al Gobierno actual y que en últimas "abogan por una democracia más moderna, no tan primitiva, y buscan una Colombia más igualitaria".Y es que aunque Colombia no ha tenido dictaduras como otros países del área, "la cantidad de líderes asesinados, de grupos políticos exterminados -como el caso del partido Unión Patriótica-, y los miles de jóvenes asesinados hacen que superemos ampliamente a esas dictaduras".Alfredo Garzón considera que si Jaime estuviera vivo lo más seguro es que estaría señalando las fallas del actual Gobierno, el primero de izquierdas del país.De todos modos, cree que el Gobierno del presidente Gustavo Petro está "tratando de funcionar dentro de una estructura diseñada por las derechas desde hace muchísimo tiempo. Llegaron al Gobierno, pero no tienen el poder, el poder lo tienen los grupos económicos".Justicia poéticaGarzón no oculta su decepción porque por este crimen, declarado de lesa humanidad por la Fiscalía, solo hay un condenado. "Este aniversario, que son 25 años, nos agarra en una situación de impunidad total del caso porque el único condenado no ha pasado ni un solo día en la cárcel", puntualiza.Con motivo de estos "25 años de impunidad", Alfredo Garzón y la dramaturga Verónica Ochoa homenajearán al humorista con la novela gráfica 'Garzón, el duelo imposible', una obra "sobre la vida, ideas y el legado de Jaime, que significa darle una especie de justicia poética", explica el dibujante.La novela, publicada por la editorial independiente Rotundo Vagabundo -el mismo nombre de un grupo de teatro fundado por Jaime Garzón-, tiene 500 páginas y más de 3.000 ilustraciones, "recoge la vida de Jaime y su pensamiento y pone en contexto los hechos que terminaron en su homicidio".La presentación del libro hace parte de los homenajes que se le harán este martes en Bogotá, que incluyen un mural, charlas y un concierto de la Orquesta La 33 y del cantautor e instrumentalista Gabriel Garzón-Montano.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
“Mal haríamos en decirles buenas tardes. Otra vez Colombia se llena de vergüenza. Andrés Escobar, jugador de la Selección Colombia fue cobardemente asesinado en Medellín. Doce disparos cegaron la vida de un hombre que se entregó entero por representar al país con dignidad. Los asesinos después de cada disparo lo insultaban y le gritaban ‘golazo’. Por Dios, qué locura es esta”. Así fue como el periodista Félix de Bedout le dio la noticia al país de que uno de los jugadores insignias de la selección de Colombia, el ‘inmortal número 2’ había sido asesinado.Habían pasado apenas diez días desde que Colombia perdió las esperanzas de triunfar en el mundial de fútbol de Estados Unidos 1994 cuando la violencia y la convulsión que vivía el país se descargó contra Andrés Escobar. Hombres armados, relacionados con el narcotráfico, lo confrontaron a la salida de una discoteca en Medellín para reprocharle el autogol cometido el 22 de junio en el partido contra el anfitrión del mundial y asesinarlo a tiros.Desde el 30 de abril de 1984 Colombia entró en un estado de alerta y pánico colectivo con el asesinato del entonces ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla a manos del narcotráfico y Pablo Escobar.A su muerte siguieron las de Jaime Pardo Leal (1987),Guillermo Cano (1986), Bernardo Jaramillo Ossa, Luis Carlos Galán y Carlos Pizarro Leongómez (1990), jueces, policías y civiles, bombas y atentados que dejaron pocos lugares en los que los colombianos pudieron refugiar sus esperanzas, uno de ellos, el fútbol y la pasión que siempre había estado ahí.La Selección Colombia, liderada por Franciso Maturana, ilusionaba y daba una luz en medio de la oscuridad. El 5 de septiembre de 1993 nos dieron uno de los momentos que sigue siendo motivo de orgullo, el 5-0 frente a Argentina en la última fecha de eliminatorias que llevó a Colombia a ser favorita en Estados Unidos 1994.Así, siendo favorita y con grandes nombres como Óscar Córdoba, Faustino Asprilla, Freddy Rincón, Carlos 'Pibe' Valderrama, Adolfo Valencia y Leonel Álvarez, Colombia debutó ante Rumania en un encuentro que terminó 3-1 en contra. Entre esos grandes nombres que ya se inscribían en la historia del deporte colombiano estaba el del defensa Andrés Escobar Saldarriaga con el dorsal número 2.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.“Salida impecable, orden para frenar al rival y consistencia en zona central”, así recuerda Atlético Nacional al joven Escobar Saldarriaga, que con apenas 19 se convirtió en futbolista profesional en el club paisa, el 31 de agosto de 1986, destacándose por su control, su carácter siempre aplomado y su distintiva elegancia, lo que le valió el sobrenombre de ‘el caballero del fútbol’.El 31 de mayo de 1989 se consagró campeón de la Copa Libertadores en un partido en el que acompañó y defendió el arco que estaba en manos de René Higuita y se encargó de patear el primer penalti en la tanda que le dio el título en El Campín de Bogotá frente a Olimpia de Paraguay. Consiguió además dos títulos de la liga nacional en 1991 y 1994.La historia del joven futbolista, nacido en Medellín, el 13 de marzo de 1967, también fue un éxito. Debutó el 30 de marzo de 1988 ante Canadá; contribuyó a la clasificación de la selección nacional al mundial de Italia 90, tras su paso de seis meses por el Young Boys de Suiza, y fue titular en los cuatro partidos que disputó la tricolor. Pese a que una lesión lo alejó de las próximas eliminatorias, su recuperación y buen rendimiento en partidos anteriores lo hicieron merecedor de la convocatoria para el que sería su último mundial, en el que además se había dado a conocer su paso al equipo italiano AC Milán al que nunca llegó.A treinta años de su muerte, Atlético Nacional, así como ex compañeros y aficionados, lo homenajearon con sentidos mensajes. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Atlético Nacional SA (@nacionaloficial) 🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
La muestra, instalada en febrero en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá, donde estará hasta diciembre, es una iniciativa que abre los hallazgos de la Comisión de la Verdad a toda la población y está pensada como una herramienta de aprendizaje que ayude a esclarecer qué fue lo que pasó en 60 años de conflicto.Paneles ambientados con música y fotografías de la biodiversidad colombiana acompañan las dos horas de recorrido que incomodan y emocionan a las personas que visitan la muestra, que en los primeros tres meses fueron más de 13.000.Sufrimiento en primera personaLos muros recogen los anhelos y los gritos de un país desangrado por un conflicto que dejó unas 450.000 personas asesinadas entre 1985 y 2018, según estableció la Comisión, aunque si se tienen en cuenta los subregistros, la estimación de homicidios puede llegar a duplicar el número.En total, la Comisión de la Verdad registró 8.775.884 víctimas de todo tipo por el conflicto armado en esos 33 años abarcados por su informe.La coordinadora de comunicaciones de la exposición, Paula Velásquez, cuenta que las personas que la recorren una vez suelen salir muy impactadas, pero aquellas a las que les interesa el tema, "vuelven y en cada visita recorren rutas diferentes de la muestra".La exposición está organizada en seis momentos que recorren la guerra y sus consecuencias y rescatan las resistencias de la sociedad civil para llevar al público a comprender las conclusiones y recomendaciones de la Comisión.Los recuerdos de guerrilleros, exmilitares y comandantes se combinan con las declaraciones de mujeres que buscaron sin cesar a hijos y amigos que fueron víctimas de los 'falsos positivos' -como se conoce en el país las ejecuciones de civiles cometidas por miembros del Ejército- con la finalidad de "contar toda la verdad, no solo la de unos pocos", dice Velásquez.Un arcoíris de diez líneas de colores da la bienvenida a los visitantes. Cada una hace referencia a un hallazgo de la Comisión con la oportunidad de hacer inmersiones en los cuatro periodos para comprender cómo afectaron al país en fechas diferentes.Así, algunos de los hallazgos se refieren a violaciones de derechos humanos, el narcotráfico, la impunidad o la relación entre la cultura y el conflicto.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.17 años de silencioEl año pasado, la Comisión de la Verdad, que surgió del acuerdo firmado en 2016 entre el Gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos y la antigua guerrilla FARC, entregó el informe final de la reconstrucción de la memoria del conflicto armado y del resumen de 11.000 páginas se tomaron las bases de esta exposición."Es el resumen de 11.000 páginas y aún así faltaron demasiadas cosas", dijo Velásquez, quien recalcó que la idea inicial era que la exposición estuviera de manera permanente en el Museo de Memoria de Colombia antes de que el edificio fuese abandonado sin terminar la obra.Según la coordinadora, "se dice que si hiciéramos un minuto de silencio por cada una de las víctimas del conflicto armado en el país serían 17 años de silencio", y de manera simbólica a los grupos de estudiantes que llegan a hacer el recorrido les piden hacer 17 segundos de silencio.La exposición fue una iniciativa incluida en el informe de la Comisión de la Verdad y trata de resumir las miles de páginas de sus conclusiones sobre el auge y la persistencia del conflicto armado, así como su comportamiento regional, sus efectos y recomendaciones para la no repetición.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Durante una corta temporada, que inicia este 22 de mayo y se extiende hasta el próximo 15 de junio, el Teatro Petra ubicado en la localidad de Teusaquillo tendrá en escena su obra Una banda sonora, con los conflictos humanos y el conflicto armado que atraviesa, usualmente, las obras escritas y dirigidas por el dramaturgo Fabio Rubiano.En esta ocasión, a diferencia de puestas en escena como Historia de una oveja, referente de la obra de Rubiano, el conflicto no se desarrolla en contextos rurales, sino que se traslada a lo urbano y a la cotidianidad de la ciudad.“Aunque en Colombia hemos vivido en conflicto por mucho tiempo, la peor parte ocurre en las zonas rurales. Por eso nos preguntamos qué sucedería si esa guerra llegase a nuestras ciudades. ¿Cómo reaccionaría la población urbana si la guerra se librara en su propio hogar?”, comenta Rubiano.“Esto nos llevó a imaginar una distopía urbana, en un barrio como Chapinero, donde las personas acostumbradas a la guerra experimentan una cotidianidad distorsionada por el conflicto: desayunar, almorzar y cenar bajo la sombra de la guerra; cuidar de sus pertenencias y relaciones personales, todo filtrado a través del prisma de un conflicto constante”, agrega.Esta historia, que cuenta con las actuaciones de Marcela Valencia, Derly Neira, Sharon Pacheco, Juanita Cetina, Bernardo García y Juan Diego Marín, se centra en el hogar de tres hermanas que luchan por mantener la vida cotidiana en medio de la guerra, junto a la hija de una de ellas, un inquilino y un joven que no pudo regresar a su casa al otro lado de la ciudad.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.A medida que la historia avanza, aumenta la tensión entre la amenaza exterior y los conflictos internos, entre la insistencia de algunos porque se vayan, y la resistencia de otros a abandonar su casa, su tierra.Desapariciones, romances, el arraigo y reclutamiento forzado son algunos de los temas que aborda esta obra donde el sonido es un elemento clave, que refleja tanto el ambiente de la ciudad como el estado emocional de los personajes, quienes, a pesar de la constante amenaza, se aferran a la cotidianidad.La guerra es omnipresente en la historia, se escucha a lo lejos por momentos, en otros, toca a la puerta y elementos como un gran ventanal o un automóvil de los años setenta toman relevancia en la vida de los personajes y sus intenciones.Esta coproducción del Teatro Petra y el Teatro Colsubsidio cuenta con la dirección artística de Hernán García, la escenografía de Henrry Alarcón, la iluminación de Daniela Leiva, y el diseño sonoro y musical de Sergio y Santiago Mejía.Las funciones se presentarán de miércoles a viernes a las 8:00 p.m. y los sábados contarán con doble función, a las 6:00 p.m. y 8:30 p.m. Los asistentes pueden adquirir su boleta a través de Tu Boleta y en el caso de los estudiantes, obtener un descuento del 20 % en la función de los jueves.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
En las últimas décadas, la denuncia y lucha contra las violencias sexuales en contextos del conflicto armado han ganado un lugar cada vez más central en la búsqueda de verdad, justicia y reparaciones. Sin embargo, esa atención no se ha extendido a las violencias reproductivas.En este sentido, continúan siendo invisibles experiencias traumáticas como esterilizaciones, abortos, anticoncepción y embarazos forzados, así como las maternidades y paternidades provocadas por la violencia sexual.Con esa temática, desde este 14 de mayo y durante un mes, en el Museo Nacional, en Bogotá, se “bordará”’ esta problemática por medio de la exposición “Tejer justicia reproductiva: conflicto y paz en Colombia” y una serie de talleres colectivos de entrada libre.La exhibición consiste en un acercamiento a las experiencias de cuatro mujeres afrocolombianas cisgénero y un hombre afrocolombiano transgénero, quienes quedaron en embarazo luego de sufrir violencias sexuales cometidas por grupos armados. Por diversas razones, que a veces incluyen falta de acceso a servicios de aborto seguros, gratis y libres de prejuicios, dieron a luz. Sus frustraciones, dolores, alegrías y ambigüedades han sido plasmadas en diferentes piezas que se exhiben a lo largo de esta exposición.“El hombre trabajó con dibujo y escritura creativa, hizo un patakí que se compone de tres momentos de su experiencia de violencia reproductiva: su reconocimiento como un hombre transgénero en embarazo, las implicaciones que esto tuvo para su ser y lo que ha pasado desde que dio a luz hasta llegar a ser el hombre que es hoy en día”, explica Tatiana Sánchez Parra, investigadora de la Universidad de Edimburgo.Agrega que, a su vez, “las mujeres crearon piezas en las que trabajaron con diferentes técnicas como patchwork, fotobordado, serigrafía… y en cada una de las piezas están reflejando y plasmando diferentes texturas y momentos de sus experiencias de violencias reproductivas. Algunas nos hablan de su embarazo, lo que pasó durante y después del parto, así como diferentes momentos asociados a la crianza de sus hijas e hijos”.La exposición y los talleres forman parte de un proyecto de investigación colaborativo y etnográfico de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), con el financiamiento del United Kingdom Research and Innovation (UKRI) y el apoyo de Women’s Link Worldwide.“Trabajamos para visibilizar la violencia reproductiva como una forma de violencia basada en genero autónoma y diferente de la violencia sexual, que debe ser investigada y sancionada por la Jurisdicción Especial para la Paz en Colombia”, explica María Cecilia Ibáñez, abogada de Women's Link Worldwide.¿Cómo la guerra ha transformado la vida reproductiva de las personas? ¿Cómo nos imaginamos la justicia reproductiva? ¿Cómo incluimos preguntas sobre sexualidad, reproducción, placer y cuidado en los procesos de verdad, justicia y reparación? Alrededor de estas preguntas se construyó el ciclo de talleres Tejer justicia reproductiva: conflicto y paz en Colombia, para dialogar y generar reflexiones colectivas.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.Durante las sesiones se realizará la costura de una colcha de retazos para visibilizar las violencias reproductivas y construir justicia reproductiva. Esta pieza construida colectivamente será una obra itinerante que seguirá abriendo caminos y encuentros. Todos los talleres serán gratuitos, pero los cupos son limitados y se requiere registro previo.Conozca las actividades y talleres de la exposiciónMayo 14: Apertura de la exposición y espacio de co-creación “Tejer justicia reproductiva: conflicto y paz en Colombia”. Entrada libre.📍 Sala Talleres del Panóptico🕒 5:30 p. m.Taller de serigrafía, patchwork y colcha de retazosAprenderemos a hacer serigrafía y patchwork, y trabajaremos en la creación de una colcha de retazos, la cual será un reflejo de nuestras diversidades, empatías y trabajo para lograr no sólo que las violencias reproductivas sean reparadas, sino para que no vuelvan a repetirse. El taller será dictado por Judith Barrera y Karol Cardona (Pulpoink Casa Taller, Cali), quienes lideraron parte del proceso creativo de las piezas expuestas en la exhibición. Registro.📍 Sala Talleres del Panóptico🕒 Mayo 15: 2:00 p. m. a 5:00 p. m. - Mayo 16: 10:00 a. m. a 1:00 p. m.Taller mi cuerpo altar desde el dibujoA través del dibujo, la meditación y la construcción propia sobre la espiritualidad, conectaremos con ese “empaque” llamado cuerpo, para celebrarlo en un ritual colectivo y, a la vez, individual. El taller será dictado por le artiste Naki (Posá Suto, Cali), quien hizo parte del proceso de creación de las piezas expuestas. Está dirigido a personas y organizaciones afro y disidentes de género. Registro. 📍 Sala Talleres del Panóptico🕒 Mayo 17: 2:00 p.m. a 5:00 p.m.Taller de crochet, creación de granny squares y colcha de retazosAprenderemos a hacer crochet y granny squares. Trabajaremos en la creación de una colcha de retazos, la cual será un reflejo de nuestras diversidades, empatías y trabajo para lograr no sólo que las violencias reproductivas sean reparadas, sino para que no vuelvan a repetirse. Este taller nos invitará a imaginar caminos y redes hacia la justicia reproductiva. Será dictado por la artista plástica Valery Martínez Castillo y contará con la participación de Tatiana Sánchez Parra (Universidad de Edinburgo), investigadora principal del proyecto. Registro.📍 Sala Talleres del Panóptico🕒 Mayo 22: 2:00 p.m. a 5:00 p.m.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El Cristo Mutilado, símbolo de resistencia, encabezó la peregrinación por el río Atrato con la que comenzó el acto de conmemoración, reparación y no repetición que la comunidad de Bellavista, casco urbano del municipio de Bojayá, recordó a las más de 100 víctimas de la masacre del 2 de mayo de 2002.El acto, que la comunidad del municipio realiza cada año, también incluyó un ritual de sanación y presentaciones de agrupaciones locales como las Cantadoras de Pogue. “Las víctimas de Bojayá no paramos de cantar, para mitigar el dolor y que nos dejen en paz. La paz, la paz, la paz queremos”, cantaron las integrantes de la agrupación.La peregrinación partió de la iglesia del nuevo Bellavista, siguió por el Atrato y llegó a la iglesia del viejo Bellavista, epicentro de la masacre en la que cayó un cilindro bomba lanzado por guerrilleros de las FARC.Este sitio se resignificó a través de una ceremonia religiosa y de las presentaciones musicales, con protagonismo de los alabaos, que recordaron a las víctimas, demostraron la capacidad de resiliencia y reconciliación de este municipio y, además, exigieron garantías para la no repetición.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.“Queremos un municipio de colores, donde se respete la vida, prevalezca la educación, la cultura y el medioambiente; donde los campesinos y campesinas, los líderes, lideresas y defensores de derechos humanos puedan caminar libremente sin temor alguno”, aseguró en su intervención Yúber Palacios Córdoba, representante del comité de víctimas.El Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes y el Ministerio de Educación acompañaron el acto a través del programa Sonidos para la Construcción de Paz, que apoya a instituciones educativas locales que adelantan procesos de formación musical para generar una Cultura de Paz a través de la música y de las expresiones artísticas."Mil gracias una vez más por haber sido y por ser muestra de que la única posibilidad de resistencia en el territorio, aún hoy en medio de la guerra, es la cultura, es la relación profunda con la memoria, con el territorio y con la sensibilidad", aseguró en su intervención el ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes, Juan David Correa.El Minculturas agregó que se adelantará el plan especial de salvaguardia de Bojayá para declararlo como Bien de Interés Cultural del Ámbito Nacional y, después, como un lugar de memoria ante la UNESCO.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
A través del cine, el arte y la palabra siete comunidades de distintas regiones del país cuentan sus experiencias de resistencia frente al conflicto en “Somos historias”, la serie documental liderada por el laboratorio de cine comunitario Historias en Kilómetros.El Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá fue el escenario en el que Historias en Kilómetros presentó el 11 de abril esta serie documental de siete episodios en el marco de la exposición “Hay futuro si hay Verdad. De la Colombia herida a la Colombia posible”. Esta exposición, al igual que la serie documental, le apuesta a la construcción de memoria y a narrar desde el arte las vivencias de las víctimas del conflicto armado en Colombia y a difundir el mensaje del informe final de la Comisión de la Verdad. “Es importante la redignificación de los relatos, de las víctimas, contadas en sus palabras, en sus formas, en sus principios y no desde una mirada ajena, eso es lo más valioso”, explicó Paola Andrea Díaz Gómez, codirectora de Historias en Kilómetros, sobre la importancia que tiene el cine comunitario y el rol de las comunidades al momento de identificar, producir y contar sus historias.Cada narración es tan diversa como potente, llena símbolos, tradiciones y expresiones artísticas que buscan honrar a sus comunidad y resistir ante el conflicto, o en sus palabras, “dispararle a la guerra a través del arte”.Cada uno de los siete capítulos es un relato sobre el impacto de la guerra en su territorio. Por ejemplo, en un viaje por el río Mitú los espectadores conocerán la vida de dos mujeres que vivieron dos lados opuestos de la guerra y terminan juntas sus estudios de bachillerato.También se cuentan historias como la de la décima cimarrona llena de memoria y resistencia en la ciudad de Tumaco o los recuerdos de infancia de adultos cargados de historias de la violencia paramilitar en San Martín, Cesar quienes entre salones escolares y huertas comunitarias tejen posibilidades de paz.“El alma de la serie son resistencias pacíficas culturales y artísticas frente al conflicto armado y sobre eso cada equipo tenía una libertad creativa para proponer desde el lugar que quería su historia”, comenta Díaz sobre el proceso de producción de cada episodio.Aliados a Historias en Kilómetros, siete productoras de cine comunitario trabajaron durante un año en procesos de formación con cineastas de varios países dispuestos a escuchar sus historias e ideas y darles las herramientas técnicas y conceptuales que los llevaran a hacer cine.Así, en este proceso de cocreación entre los equipos, las ideas, las comunidades y HEK, se concibió otra de las entregas que hace parte de esta serie, la de una familia indígena coreguaje desplazada en Florencia, Caquetá, que a través del cine comunitario pretende preservar su lenguaje, su cultura y sus tradiciones.Este episodio, narrado en su totalidad en el lenguaje coreguaje, detalla las tradiciones de la comida como elemento fundamental de la medicina ancestral. También expone el riesgo en el que se encuentran sus saberes a causa del desplazamiento y el desarraigo que ha generado entre generaciones.Díaz contó que la misión de este capítulo es reconectar con esa cultura y su cosmovisión, entre otras, mediante el lenguaje. “Su apuesta con el cine comunitario es poder mantener la cultura y todo el saber ancestral coreguaje vivo. Usaron esta herramienta del cine y este capítulo para poder mantener viva la historia y la sabiduría alrededor de la medicina ancestral, que es la misma comida, que es un espacio de sanación”, puntualizó.Las experiencias de resistencia, que destacan y hacen eco de las voces de quienes han sufrido el conflicto en primera persona y hasta ahora permanecían fuera de las historias, se centran en Tumaco, Nariño; Tierra Grata, Cesar; Mitú, Vaupés; Florencia, Caquetá; San Martín, Cesar; Ibagué, Tolima; y Cereté, Córdoba.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.“Resilire, entre la vida y el arte”La presentación de Somos historias estuvo acompañada de la proyección del capítulo Resilire, entre la vida y el arte, realizado por la productora de cine comunitario de Ibagué, Tolima, Cocosur.En medio de conversaciones entre amigos, graffitis, música y hip hop, este capítulo cuenta la detalles de la vida de “Sombras”, un joven del municipio de Girardot víctima de la violencia policial. Con su historia y los recuerdos que su mamá, su hermana y sus amigos comparten, la vida y la muerte de “Sombras” se presenta como el relato de miles de jóvenes que han sido víctimas de la violencia estatal y policial.En un sentido homenaje al joven artista, su madre y sus familiares asistieron a la proyección en Bogotá para ser aplaudidos por su valor y decisión de contar su vida. Cocosur, por su parte, hizo de la presentación un performance de danza y rap para homenajear a los jóvenes asesinados, a “Sombras” y su legado que hoy reúne a un grupo de jóvenes gestores culturales en su municipio. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Historias en Kilómetros (@historiasenkm) “Creo que lo que ‘Sombras’ quería, y lo que todos queremos es que se dignifique al artista, que se respete, que hayan espacios donde realmente el arte esté salvando vidas, en territorios marginados, gente que sufre la violencia, las drogas, que el arte, el rap y el hip hop pueda llegar a todos esos rincones a salvar vidas”, cuenta Lore, miembro de Cocosur y directora de este capítulo.Lore, junto a CrisMaster y otro colega, cineasta y rapero, unieron sus voces tras la presentación de la historia de “Sombras”, en una serie de canciones que rechazan la violencia de azota las regiones del país y que reclaman memoria, justicia y la, tan anhelada, paz.“Esto es una muestra de lo que viven los jóvenes en Colombia: discriminación, estigmatiación, racismo [...] y pues el artista responde con lo que sabe hacer. Esta es una respuesta al conflicto también. Es una bala que le disparamos a la guerra”, señaló CrisMaster.Aunque el objetivo es lograr que esta iniciativa y cada capítulo sean conocidas masivamente, el proceso de distribución de la serie está en su fase inicial y en busca de espacios para ser proyectada.“Empezamos la fase de difusión del cine comunitario, teniendo siempre como principio dentro del laboratorio de formación que los primeros que ven esto son los miembros de la comunidad”, agregó Díaz.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El volumen explotado de oro en Colombia representa aproximadamente el 1,5 por ciento de la producción mundial, de acuerdo con la Agencia Nacional de Minería. La extracción de este metal sin embargo, trae consigo impactos medioambientales y sociales perjudiciales como contaminación y desplazamientos y claro, aquí podríamos describirlos a detalle, pero un panorama de esta problemática también lo puede ver en la nueva película colombiana Uno.Junto a la travesía de Esmeralda, la protagonista de esta historia encarnada por Marcela Mar, Uno le presenta a los espectadores, desde el thriller y el misterio, distintas caras de una de las realidades de la minería de oro. Resistencia, desplazamientos, contaminación, corrupción, enfermedad, son algunos de los contextos con los que se encuentra esta mujer que, tras una pérdida, solo es movida por el dolor y la búsqueda de respuestas.Guatapé y distintas locaciones de Antioquia, uno de los departamentos con mayor minería de oro en el país, configuran La Alameda, la población ficticia en la que Esmeralda descubre el contexto minero. Relaciones hostiles entre multinacionales mineras, barequeros, ciudadanos y grupos al margen de la ley giran en torno al oro. Para la productora de este thriller, cargado de drama y también acción, Laura Franco, la tensión que vive La Alameda puede ser la historia de cualquier población en Latinoamérica que está atravesada por la minería. Pese a retratar un contexto real, esta es una historia de ficción, que entretiene y mantiene a los espectadores a la expectativa, acompañando a Esmeralda en su búsqueda. Sin embargo, a las persecuciones y las intrigas las acompaña ese trasfondo de la minería, el que hace la historia cercana e indirectamente invita a la reflexión. 💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquí"Uno es de esas películas que se tienen que contar más, películas con mucho contenido, que te invitan a pensar, a reflexionar, que te hablan de un tema importante y a la vez que te entretienen", explica Juan Pablo Urrego.Tras ver la película en su estreno, Marcela Mar reflexiona sobre la producción: “Esta película nos plantea una situación donde se pone en peligro la vida de los habitantes de esta población donde se manejan las cosas con mucha irresponsabilidad, a través de la corrupción. Es una película que te pone a pensar al respecto”. El rol de Mar es particular. pues la vemos de principio a fin hilando la historia, solo un personaje adicional tiene rostro y la acompaña, Joaquín, interpretado por Urrego. Esmeralda interactúa con más personas, sí, pero el dolor que la habita es tan grande que la enceguece y a la vez, el público sigue la historia con ese mismo velo. Urrego, por su parte, da vida a Joaquín, un joven habitante de La Alameda que vive con su padre, movido por la rabia contra quienes han usurpado los recursos de la comunidad y contra quienes hostigan a sus amigos, quienes practican la minería artesanal. “En mi vida he tenido la oportunidad de conocer Joaquines, gente que trabaja en el campo, que está luchando por algunos derechos y nos los pueden conseguir. He tenido esas experiencias en mi vida, cercanas, otras lejanas, algunas las he visto”, cuenta. Agrega que en estas experiencias basó su trabajo para darle una personalidad a Joaquín, “un personaje que tiene rabia encima por lo que ha vivido, muertes, desapariciones, desplazamientos”.Uno es el debut en largometrajes de ficción de Julio César, quien durante alrededor de veinte años ha trabajado en la industria en trabajos para televisión, dirigiendo videos musicales, comerciales y algunos shows de comedia para Netflix. Sin embargo, cuenta que hasta este momento y con esta historia se sintió plenamente seguro para dirigir su ópera prima. Producida por Clover Studios, del cineasta Simón Brand y Laura Franco Franco, a esta película le da un toque particular el trabajo realizado por Matt Waters, reconocido diseñador de sonido de Juego de tronos. Y así, con esta suma de ingredientes de sonido, actuación y temática sobresalientes Uno se estrena en cine este 21 de noviembre. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Clover Studios (@cloverstudios__)🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Han pasado cinco años desde la última vez que el ganador de cuatro premios Grammy, Lenny Kravitz, visitó Colombia. Fue en marzo de 2019 cuando hizo vibrar a los asistentes al Movistar Arena con su Raise Vibration Tour. Ahora, regresa en su Blue Electric Light Tour en el que promociona su más reciente disco homónimo, pero en el que también interpretará éxitos como Are You Gonna Go My Way, Again, I Belong To You, entre otros.Kravitz llegará a Colombia para continuar con el tour mundial en el que se embarcó tras el lanzamiento de su álbum número doce este mismo año, con el que ha recorrido Europa y Estados Unidos desde junio.Este concierto será otro hito dentro de la lista de éxitos que han marcado el año artístico que ha tenido el artista. En la primera mitad del año, por ejemplo, además de recibir el premio Ícono de la Música en los People 's Choice Awards, también recibió su estrella estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, la número 2.774 de este famoso recorrido.En septiembre pasado, Kravitz recibió también el premio en categoría Best rock en los MTV Video Music Awards de 2024, donde se presentó tras 25 años después de la actuación en la que tocó la guitarra junto a Madonna.Entre las novedades que tendrá este concierto, estará la presentación de la banda bogotana Diamante Eléctrico como invitada al show de Kravitz. Juan Galeano, Daniel Álvarez Mejía y toda la banda compartirán escenario con el artista estadounidense.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquí Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Diamante Eléctrico (@diamanteelectrico)Recomendaciones para asistir al concierto de Lenny Kravitz en BogotáEl concierto de esta leyenda viva del rock tendrá lugar en el Coliseo Med Plus el miércoles, 11 de diciembre a las 8:00 p. m. Tenga en cuenta que al ser un concierto en mitad de semana y a las afueras de Bogotá (en Cota, en la vía El Rosal-Bogotá) debe prever el tráfico de las afueras de la ciudad y salir con anticipación.Si se desplaza en vehículo propio, puede reservar su cupo en el parqueadero a través de la tiquetera Taquilla Live, donde también puede adquirir boletas para el concierto, disponibles en todas las localidades, desde $294.000 hasta $647.000.Aunque el concierto, organizado por Páramo Presenta y Mercury Concerts, iniciará a las 8:00 p. m. y se extenderá hasta las 11:00 p. m. aproximadamente, de acuerdo con Taquilla Live, la apertura de puertas será a las 7:00 p.m.Tenga presente que la edad mínima de ingreso para menores de edad es de 12 años. Los menores de 16 años deben estar acompañados de un adulto responsable y que cuente con ticket para la localidad de menores de edad.Entre los elementos que no se permiten ingresar al coliseo están cámaras profesionales o grabadoras de audio, sombrillas, alimentos y bebidas. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Lenny Kravitz (@lennykravitz)🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Así lo avanzaron este miércoles en conferencia de prensa los organizaciones del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, que se celebra del 5 al 15 de diciembre en la capital cubana, y que hablaron de "primicia mundial".“La adaptación cinematográfica de la obra maestra del Premio Nobel de Literatura se estrenará el 6 de diciembre en la capital cubana, en el segundo día del Festival de Cine”, adelantó la directora del evento cultural, Tania Delgado.Netflix, que no está disponible en la isla caribeña, tiene previsto estrenar a nivel mundial esta miniserie el 11 de diciembre.García Márquez (1927-2014) fue una figura muy vinculada a Cuba y a su cine durante años. Entre otras cosas, presidió la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, una organización con sede en La Habana.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquíA propósito del festival, una de las principales citas culturales del año en Cuba, su directora adelantó que este año participarán 110 filmes -89 menos que el año pasado- de un total 42 países, incluidos Cuba, México y Argentina, entre otros.La edición 45 del festival abrirá con la película argentina “Los domingos mueren más personas”, e incluirá foros como el que se va a dedicar al guionista y director de cine de animación cubano Juan Padron (1947-2020).De igual manera, en el concurso de carteles competirán 30 originales de 17 países. La gala de premiación se realizará el 15 de diciembre.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Hathaway y Showalter contarán la historia de Lowen Ashleigh, una escritora que está al borde de la ruina financiera y que recibe una oferta laboral para completar los libros de una exitosa serie de suspenso escrita por Verity Crawford (interpretada por Hathaway), después de que un misterioso accidente impidiera a la autora terminar su trabajo.En el proceso, Ashleigh deberá discernir si los escritos de Verity son simplemente escabrosas obras de ficción o una ominosa advertencia de un psicópata trastornado.Anteriormente, la intérprete de 'The Princess Diaries' y el director de 'The Big Sick' trabajaron juntos en la comedia romántica 'The Idea of You', estrenada este año, sobre el romance de una madre soltera de 40 años con un joven de 24 líder de una banda de pop de fama internacional.El guion actual está siendo escrito por Nick Antosca ('The Act') y se espera que la película se estrene en salas de cine.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquí'Verity', de Hoover, es un thriller gótico y psicosexual que fue publicado en 2018 y adquirido en 2021 por Grand Central Publishing por el gran éxito que estaba teniendo.Este es el cuarto libro de Hoover que llegará a la gran pantalla; el primero fue 'It Ends With Us', protagonizada por Blake Lively y Justin Baldoni y estrenada en agosto, y junto con 'Verity', 'Regretting You' y 'Reminders of Him' se encuentran en proceso de producción con diferentes estudios.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
PRIMERA PARTEITodas las familias felices se parecen entre sí; pero cada familia desgraciada tiene un motivo especial para sentirse así. En casa de los Oblonsky andaba todo trastrocado. La esposa acababa de enterarse de que su marido mantenía relaciones con la institutriz francesa y se había apresurado a declararle que no podía seguir viviendo con él.Semejante situación duraba ya tres días y era tan dolorosa para los esposos como para los demás miembros de la familia. Todos, incluso los criados, sentían la íntima impresión de que aquella vida en común no tenía ya sentido y que, incluso en una posada, se encuentran más unidos los huéspedes de lo que ahora se sentían ellos entre sí.La mujer no salía de sus habitaciones; el marido no comía en casa desde hacía tres días; los niños corrían libremente de un lado a otro sin que nadie les molestara. La institutriz inglesa había tenido una disputa con el ama de llaves y escribió a una amiga suya pidiéndole que le buscase otra colocación; el cocinero se había ido dos días antes, precisamente a la hora de comer; y el cochero y la ayudante de cocina manifestaron que no querían continuar prestando sus servicios allí y que sólo esperaban que les saldasen sus haberes para irse.El tercer día después de la escena tenida con su mujer, el príncipe Esteban Arkadievich Oblonsky –Stiva, como le llamaban en sociedad–, al despertar a su hora de costumbre, es decir, a las ocho de la mañana, se halló, no en el dormitorio conyugal, sino en su despacho, tendido sobre el diván de cuero.Volvió su cuerpo, lleno y bien cuidado, sobre los flexibles muelles del diván, como si se dispusiera a dormir de nuevo, a la vez que abrazando el almohadón apoyaba en él la mejilla. De repente se incorporó, se sentó sobre el diván y abrió los ojos.«¿Cómo era», pensó, recordando su sueño. «¡A ver, a ver! Alabin daba una comida en Darmstadt… Sonaba una música americana… El caso es que Darmstadt estaba en América… ¡Eso es! Alabin daba un banquete, servido en mesas de cristal… Y las mesas cantaban: "Il mio tesoro"..: Y si no era eso, era algo más bonito todavía.» Había también unos frascos, que luego resultaron ser mujeres… »💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquíLos ojos de Esteban Arkadievich brillaron alegremente al recordar aquel sueño. Luego quedó pensativo y sonrió. «¡Qué bien estaba todo!» Había aún muchas otras cosas magníficas que, una vez despierto, no sabía expresar ni con palabras ni con pensamientos.Observó que un hilo de luz se filtraba por las rendijas de la persiana, alargó los pies, alcanzó sus zapatillas de tafilete bordado en oro, que su mujer le regalara el año anterior con ocasión de su cumpleaños, y, como desde hacía nueve años tenía por costumbre, extendió la mano hacia el lugar donde, en el dormitorio conyugal, acostumbraba tener colocada la bata.Sólo entonces se acordó de cómo y por qué se encontraba en su gabinete y no en la alcoba con su mujer; la sonrisa desapareció de su rostro y arrugó el entrecejo.–¡Ay, ay, ay! –se lamentó, acordándose de lo que había sucedido.Y de nuevo se presentaron a su imaginación los detalles de la escena terrible; pensó en la violenta situación en que se encontraba y pensó, sobre todo, en su propia culpa, que ahora se le aparecía con claridad.–No, no me perdonará. ¡Y lo malo es que yo tengo la culpa de todo. La culpa es mía, y, sin embargo, no soy culpable. Eso es lo terrible del caso! ¡Ay, ay, ay! –se repitió con desesperación, evocando de nuevo la escena en todos sus detalles.Lo peor había sido aquel primer momento, cuando al regreso del teatro, alegre y satisfecho con una manzana en las manos para su mujer, no la había hallado en el salón; asustado, la había buscado en su gabinete, para encontrarla al fin en su dormitorio examinando aquella malhadada carta que lo había descubierto todo.Dolly, aquella Dolly, eternamente ocupada, siempre llena de preocupaciones, tan poco inteligente, según opinaba él, se hallaba sentada con el papel en la mano, mirándole con una expresión de horror, de desesperación y de ira.–¿Qué es esto? ¿Qué me dices de esto? –preguntó, señalando la carta.Y ahora, al recordarlo, lo que más contrariaba a Esteban Arkadievich en aquel asunto no era el hecho en sí, sino la manera como había contestado entonces a su esposa.Le había sucedido lo que a toda persona sorprendida en una situación demasiado vergonzosa: no supo adaptar su aspecto a la situación en que se encontraba. Así, en vez de ofenderse, negar, disculparse, pedir perdón o incluso permanecer indiferente ––cualquiera de aquellas actitudes habría sido preferible–, hizo una cosa ajena a su voluntad («reflejos cerebrales», juzgó Esteban Arkadievich, que se interesaba mucho por la fisiología): sonreír, sonreír con su sonrisa habitual, benévola y en aquel caso necia.Aquella necia sonrisa era imperdonable. Al verla, Dolly se había estremecido como bajo el efecto de un dolor físico, y, según su costumbre, anonadó a Stiva bajo un torrente de palabras duras y apenas hubo terminado, huyó a refugiarse en su habitación. Desde aquel momento, se había negado a ver a su marido. «¡Todo por aquella necia sonrisa!», pensaba Esteban Arkadievich. Y se repetía, desesperado, sin hallar respuesta a su pregunta: «¿Qué hacer, qué hacer?».🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.