El calor abrazador de la mañana, la comida humeante, el aborrajado dulce. El sol de la tarde va aterrizando en las paredes amarillas reflejando la luz, la sala muda, los bailarines mudos, el cuerpo se convierte en las alas de un guacamayo aventurero y el silencio regresa como rugido intangible, sin embargo, todo se escucha, las palmas, los golpes, el sonido del cuerpo. La música que no es música fue presentada por la compañía Danza Común y la obra Tumpacté, la onomatopeya del baile. ❤️🔥 El segundo día de la Bienal Internacional de Danza de Cali estuvo lleno de demostraciones de magia con el cuerpo. 💃🏻🕺🏻