El 17 de agosto de 1959 la historia de la música norteamericana se partió en dos. Ese lunes la discográfica Columbia Records sacaba a la venta el disco Kind of Blue, de Miles Davis, un álbum que con el paso del tiempo se convirtió en el más vendido de la historia del jazz.
Grabado en dos sesiones de 10 horas cada una (2 de marzo y 22 de abril de 1959) en los estudios de Columbia en la ciudad de Nueva York, Davis juntó en un solo cuarto una banda incomparable conformada por algunos de los músicos más grandes de la historia del jazz. Músicos como John Coltrane, Bill Evans, Cannonball Adderley, Paul Chambers, Jimmy Cobb y Wynton Kelly, quienes se destacaron con obras en solitario que también marcaron tendencia en el género.
La clave de Davis en su proceso creativo fue dar la espalda a progresiones de acordes estándar y optar por escalas modales para componer e improvisar.
En las notas originales del disco lanzado en Estados Unidos, el pianista Bill Evans contó que la banda no tocó ninguna de las piezas antes de la grabación. De hecho, Davis presentó los acordes antes de que la cinta rodara; luego vino la improvisación.
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Un año antes Davis había explorado ya esta forma de trabajo en el disco Porgy and Bess, que produjo con el arreglista canadiense Gil Evans, basado en la ópera del mismo nombre del compositor George Gershwin.
Publicado en agosto de 1958, Porgy and Bess fue la segunda colaboración entre Miles y Evans. Sobre ese trabajo, Miles decía:
Cuando Gil Evans escribió el arreglo de ‘I love you, Porgy’, solo escribió una escala tonal para mí. Nada de acordes”, cosa que, según comentó en su momento, le daba “montones adicionales de libertad”.
De esta manera trabajó en Kind of Blue un año después. El resultado aún intriga a algunos de los músicos más influyentes, como Carlos Santana, quien comentó en un documental realizado para el aniversario 50 de esa obra: "¿Cómo es posible llegar al estudio con lo mínimo y salir con algo eterno?"
El crítico alemán Joachim Berendt, en su libro Das Jazzbuch, comenta:
Esa libertad descubierta por músicos como Coltrane, Evans y el propio Miles se convirtió por primera vez en fuerza integradora, que redundó en un lirismo y una sensibilidad hasta entonces desconocidos en esta clase de música”.
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Éxito de ventas:
En el éxito con el gran público Berendt dice que tuvo que ver la forma en que Miles Davis tocaba la trompeta con sordina, casi como si soplara despacio con la trompeta hacia el micrófono.
Esta técnica en específico se puede escuchar en el solo de ‘Round Midnight, del disco ‘Round About Midnight (1957), que alcanzó especial éxito comercial. Otro solo tocado con sordina es el de All of You, de ese mismo disco, elevado incluso en algunos análisis como “uno de los más bellos solos de jazz de los años cincuenta”.
El sonido de Davis no es el típico de otros trompetistas, que empiezan en un momento preciso para terminar en otro momento determinado; “el tono de Davis empieza en un momento que no se puede asir; parece venir de la nada y termina sin que se sepa cuándo, para desvanecerse, por así decirlo, otra vez en la nada”, según analiza el texto Das Jazzbuch.
El arreglista Gil Evans decía que “en ese sonido en apariencia reprimido y tímido hay una fuerza y presencia de expresión que nadie más ha alcanzado con la sordina de aluminio”.
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De hecho, desde que Davis introdujo esa sordina por primera vez en 1954 en el tema ‘Oleo’, la interpretación con ese accesorio en el jazz, incluso en el rock y el pop, se ha vuelto tan habitual que vale aclarar que él fue el primero en popularizar ese timbre en la música norteamericana.
La sencillez como recurso:
Por otro lado, y en su afán por tocar sencillo, Miles liberó sus improvisaciones de la prisión que pueden representar progresiones de acordes constantemente cambiantes y armó sus improvisaciones a partir de escalas.
Por ejemplo, la composición de So What se basa, en sus primeros 16 compases, en una sola escala que luego, hacia la mitad, es relevada por otra escala, para luego regresar, en los últimos ocho compases, a la primera escala. Por eso se cita a Kind of Blue como una prueba para neófitos del jazz: si no siente placer escuchándolo, esta música no es para usted.
El álbum trabaja en niveles diferentes. Es música avanzada, pero extraordinariamente sencilla y de fácil consumo. Tal vez por eso el compositor y musicólogo francés André Hodeir, al analizar ese momento histórico del jazz, dijo:
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Los únicos logros estéticos auténticos desde la gran época de Charlie Parker y Dizzy Gillespie son los de Miles Davis”.