Después de que Franz Lehár, director de banda y compositor nacido en Kormorn, Hungría en 1870, consiguiera su primer éxito mundial con La viuda alegre en 1905, se enfrentó al desafío habitual, aunque no demasiado angustioso, de que ‘cualquiera que escribe una obra maestra al principio de su carrera: ¿podría superarla o incluso igualarla?’
Pero sí, vinieron obras como: El conde de Luxemburgo, Amor gitano, Doña Frasquita, Federica y El país de las sonrisas, que fue representada por vez primera en el Teatro Metropol de Berlín el 10 de octubre de 1929.
El país de las sonrisas es una opereta romántica en tres actos con música de Franz Lehár. El libreto en alemán es obra de Ludwig Herzer y Fritz Löhner quienes se basaron en una opereta anterior del propio Lehár Die gelbe Jacke "La chaqueta amarilla". La primera escena se desarrolla en el salón de la casa del Conde Lichtenfel en Viena.
El Conde da una fiesta para celebrar el éxito de su encantadora hija Lisa en una gincana (juego de competición en equipo en el que los participantes deben superar una serie de pruebas que pueden ser de ingenio, habilidad, físicas o deportivas a lo largo de un recorrido).
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Cuando Lisa aparece los invitados brindan a su salud; Lisa les agradece y les pide que se unan a bailar un vals típico de Lehár. Entre los pretendientes más persistentes de Lisa se encuentra un joven oficial, el conde Gustav von Pottenstein, conocido por sus amigos como Gustl. Está profundamente enamorado de ella desde hace algún tiempo, pero nunca ha recibido las 20.000 coronas que, según un reglamento gubernamental, todo funcionario debe tener antes de poder casarse.
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Cuando Gustl ha ahorrado la cantidad y puede proponer matrimonio. Sus esperanzas se desvanecen cuando Lisa revela que su corazón es para un diplomático chino, el príncipe Sou-chong. Que ella y él sólo pueden ser amigos, Gustl acepta con resignación militar.
Llega a la fiesta el príncipe Sou-chong, que ya ha enviado un excelente regalo: una estatua de marfil de Buda. Lisa le agradece el regalo, una reliquia familiar, y se sientan a disfrutar de una taza de té (té chino, por supuesto), que coinciden en que es insuperable.
Llegan noticias dede China para Sou-chong durante la noche. Ha sido designado Presidente de su país y su Embajada ordena su inmediato regreso a China. Lisa ahora tiene que tomar la importante decisión de irse con Sou-chong o, como desea su padre, quedarse y casarse con Gustl, a quien ve como la pareja ideal.
Lisa se da cuenta de que está realmente enamorada de Sou-chong y él expresa su amor y gratitud. Este es el primero de los tres actos que componen esta ópera, que con música de Franz Lehár y libreto en alemán de Ludwig Herzer y Fritz Löhner fue representada por vez primera en el Teatro Metropol de Berlín el 10 de octubre de 1929.
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La versión que escucharemos este 13 de octubre en la señal en vivo de la HJCK estuvo a cargo de Elisabeth Schwarzkoff, en el papel de Lisa, hija del conde Ferdinand Lichtenfels; Erich Kunz como El Conde Gustav von Pottenstein (Gustl); Nicolai Gedda interpretó al Príncipe Sou-Chong; Emmy Loose estuvo a cargo de interpretar a la Princesa Mi, hermana de Sou-Chong y Otakar Kraus personificó al tío de Sou-Chong, Tschang. Estos solistas estuvieron acompañados por el Coro y la Orquesta Filarmonía bajo la dirección de Otto Ackermann.
Podrá escuchar la obra completa en la nueva edición de Canto y Música Coral este domingo, 13 de octubre a las 9:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.
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