Para dar un vistazo a la vida y obra de Giovanni Battista Sammartini, nos apoyaremos en las notas de la musicóloga Anna Cattoretti, estudiosa de los grandes maestros italianos.
Dice Anna Cattoretti:
"En el proceso compositivo de Giovanni Battista Sammartini se refleja plenamente en la importante evolución estilística que se produjo en el curso del siglo XVIII en Europa: del estilo barroco galante hasta los primeros ejemplos del estilo clásico.
Su vida transcurrió íntegramente en Milán y si, como parece, no traspasó las fronteras de Lombardía, a cambio fue su música la que viajó y conquistó Europa. Fue organista y maestro de capilla en numerosas iglesias y congregaciones de Milán, maestro de música en algunos conventos de monjas, en prestigiosos colegios de la ciudad, en familias nobles y en el séquito de la archiduquesa Beatriz.
Publicidad
Hombre de cultura y de amplios intereses, miembro de la Accademia dei Trasformati, que reunía a intelectuales y hombres de letras, y muy probablemente amigo del poeta Giuseppe Parini, Sammartini fue en definitiva una figura de referencia universal en Milán".
Los gobernantes de Austria nunca dejaron de confiarle tareas importantes a Giovanni Battista Sammartini, y no sólo con motivo de celebraciones oficiales. Una iniciativa de gran importancia fue, por ejemplo, la puesta en escena de conciertos públicos, con interpretaciones de sinfonías compuestas y dirigidas en gran parte por Sammartini, que el gobernador Conte Pallavicini promovió durante algunos años en Milán, a partir de 1749, en la "explanada del Castillo Real".
Publicidad
Sabemos que estos conciertos, al menos tres veces por semana, eran seguidos con entusiasmo por todos los ciudadanos, hasta el punto de que en una ocasión incitaron al Gobernador (era el 7 de septiembre de 1752) a decirle al Arzobispo "puedes terminar la función [religiosa] a tiempo para que la nobleza y la riqueza del pueblo disfruten del entretenimiento de tan noble sinfonía?".
Naturalmente encontramos a Giovanni Battista Sammartini entre los promotores de la Academia Filarmónica, fundada en 1758 a instancias de un grupo de "aficionados" y que entre sus objetivos estaba constituir una orquesta válida y preparada para la interpretación de repertorio sinfónico.
💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquí
Entre los compromisos que involucraron a Sammartini más allá de las fronteras de Milán, cabe recordar al menos su contrato de dos sinfonías al mes para enviarlas a Viena, a la corte del príncipe Esterhazy. Pero crónicas, reportajes de actuaciones aparecidas en los periódicos de la época y testimonios demuestran cómo su música (no él) llegó rápidamente a las capitales de la música: París, Viena, Londres y también Alemania, Suecia, Holanda.
Publicidad
Continúa la experta Anna Cattoretti: "La escritura de Giovanni Battista Sammartini parece muy sencilla sobre el papel y su encanto se revela enteramente en la ejecución. Sammartini nos da sorpresas, en elaboraciones temáticas, intercambios de material y roles entre todas las herramientas con el desafío continuo de quienes saben combinar economía sublime y gran efectividad.
La forma es muy clara, aunque no esté cerrada en patrones ni organizada en períodos regulares. El discurso es fluido, tornándose amable en los retornos temáticos y al mismo tiempo ingenioso en ocurrencias nunca demasiado descaradamente subrayadas, como en el uso de tomas falsas que inesperadamente abren el discurso hacia nuevos horizontes. Muy delicada o chispeante, pero en cualquier caso llena de tensión y expresividad, la línea melódica que, especialmente en los movimientos centrales (por ejemplo, en el Largo del Quinteto nº 3) alcanza cimas de rara belleza".
Podrá escuchar obras maravillosas de Giovanni Battista Sammartini en la nueva edición de El Músico de la semana el lunes 13 de enero a las 3:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.
Publicidad