Nacido en Venecia, el 29 de enero de 1924, Luigi Nono, recibió el nombre de su abuelo paterno el pintor Luigi Nono, importante representante de la escuela veneciana del siglo XIX.
Nuestro compositor, especializado en música contemporánea, comenzó a seguir los cursos de Gian Francesco Malipiero en el Conservatorio de Venecia y se familiarizó con el sectarismo dodecafónico, el método de composición musical ideado por el compositor austriaco Josef Matthias Hauer.
En 1946, Luigi Nono terminó su carrera de Derecho en la Universidad de Padua y viajando a Roma conoció a Luigi Dallapiccola y a Bruno Maderna, con quien entabló una gran amistad y con él asistió al curso de dirección orquestal que por aquel entonces impartía en Venecia Hermann Scherchen.
En 1952, Luigi Nono se unió al Partido Comunista Italiano. Durante casi toda su vida, su obra se caracterizó por tener una fuerte carga política, en particular, la lucha contra el fascismo.
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La composición para soprano, piano, orquesta y cinta magnética Como una ola de fuerza y luz, fue el primer intento de Luigi Nono de darle al piano un papel protagónico en una composición.
‘Caminante, no hay caminos. Hay que caminar.’ Estas palabras son el contenido de una inscripción que Luigi Nono leyó en la pared de un monasterio de Toledo a mediados de los años 80. Deben haberle afectado más profundamente, ya que en los últimos tres años de su vida los convirtió en la base de los títulos de un trío de obras. En ‘Hay que caminar’ seguramente reconoció el principio de su vida de continua inquietud creativa, de estar perpetuamente en el camino que lo guio desde el principio. Durante mucho tiempo esto tal vez fue inconsciente, pero durante los varios años de incubación de Prometeo tomó forma consciente en la presentación de un caminar sin ruta que lo dirige todo. Una observación de 1981 es característica de esta conciencia. Para él se trataba principalmente del intento de “encontrar algo, pero no algo seguro.
En la década del sesenta Luigi Nono dio clases en el Instituto Di Tella, de Buenos Aires. Alí tuvo como alumna a la compositora y escritora colombiana Jacqueline Nova, quien se convirtió en representante de las vanguardias musicales en Colombia.
Así mismo Luigi Nono fue el único músico que apoyó la ópera Bomarzo (de Manuel Mujica Lainez y Alberto Ginastera), prohibida por pornográfica por la iglesia católica argentina y la dictadura del general Juan Carlos Onganía. En su ópera Prometeo (escrita entre 1981 y 1984) Luigi Nono le da a la palabra ópera’ el significado italiano genérico de ‘obras’, y la etiqueta desdeñosamente como: una tragedia de la escucha.
A partir de la década de 1980 Luigi Nono se interesó por los sonidos electrónicos y trabajó en la sede del Estudio Experimental de la Fundación Heinrich Strobel en Friburgo. Este nuevo enfoque se tradujo en obras como Quando Stanno Morendo, Diario polacco N° 2, Guai ai gelidi mostri, y Omaggio a György Kurtág.
Podrá escuchar obras maravillosas de Luigi Nono en la nueva edición de El Músico de la Semana este lunes 29 de enero a las 3:00 p.m. por la señal en vivo de la HJCK.
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