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Facundo Cabral: el sermón de la montaña

Tras cumplirse 10 años de su trágico asesinato cuando iba de camino al Aeropuerto Internacional La Aurora de Guatemala, exploramos nuestro archivo para recordar la voz de este mensajero mundial de la paz.

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Facundo Cabral.
AFP

"No es una gira, es una fiesta", así le aseguró Facundo Cabral a nuestra periodista Alejandra Buitrago el 04 de octubre de 1987, mientras se encontraba de paso por Colombia. En esta conversación, elogia los paisajes de Pereira y Manizales y que, según él, "habría sido el Edén en el que Adán andaba corriendo a Eva".

En este registro habla además de la canción "Vuele Bajo", una composición que escribió a los 17 años cuando no pensaba que sería un cantante profesional. Nació por la conmoción que le provocó leer "El sermón de la montaña". Es una canción que habla de no comprar y que con nostalgia afirma, es una canción de cuna que le hubiera gustado cantarle a su hijo pero que se la canta a los hijos de los que se acercan a escucharlo cantar. "Vuela abajo porque abajo está la verdad", traduce en sus palabras, que la verdad no es el cine ni el arte, sino la vida misma, la asociación con la flora y la fauna, los miedos, los amores, etc.

"Somos una sociedad hipócrita, donde un político sabe que miente, pero que lo hace para poder ganar una elección", dice. "Un hombre puede ser dueño de lo que goza, porque, salvo que Dios sea tonto, nacemos con lo que necesitamos para vivir. Todo lo que está fuera de lo que trajimos al nacer, es exceso".

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Hablando sobre la filosofía de su vida, sobre su música y sobre las inspiraciones de su obra, reconoce que un hombre que sigue viviendo sin la esperanza de que el mundo va a ser mejor, es un "gusano masoquista", afirma. "Soy más conciso", reconoce cuando le preguntan por su lírica y su poesía. "Aunque sigo con la misma filosofía, ahora necesito un lenguaje rápido y ágil, que obvie la metáfora y que sea entendido de inmediato", reconoce.