Yan que recibió el premio literario por la paz Lee Hochul, explicó en una breve entrevista concedida a Efe tras la ceremonia que está muy contento de "poder estar delante de tanta gente después de tanto tiempo" cumpliendo con las restricciones pandémicas de las autoridades de su país.
El novelista y crítico literario reside ahora mismo en Hong Kong, donde encabeza el departamento de humanidades de la Universidad de Ciencia y Tecnología, y gracias a que la situación en la excolonia se ha normalizado esta pasada semana, con el fin de las cuarentenas obligatorias para personas venidas de fuera, ahora puede entrar y salir a su antojo.
"La pandemia en el mundo ha sido algo que no cabía en nuestra imaginación y la respuesta del Gobierno chino a la pandemia desde luego está más allá de cualquier cosa que hayamos podido imaginar. A cualquier escritor le gustaría trasladar una situación así a una novela", explica.
Yan no menciona explícitamente si va a utilizar la política del "cero covid" en uno de sus llamados relatos "mitorrealistas", en los que la realidad se entremezcla con distintas imposibilidades cargadas de sátira e imaginación. Para leer: "La intuición de la isla", un retrato de la intimidad de José Saramago
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El escritor opina que, tal y como ha sucedido ya con lugares como Hong Kong o Corea del Sur, "China volverá a estar abierta en el futuro", aunque no opta por aventurar fechas.
"China es el país más peculiar del universo y lo más parecido con lo que se la puede comparar es Corea del Norte", dice el escritor, que está hablando en realidad en términos literarios, y no tanto políticos.
En ese sentido, no extraña que su novela "Servir al pueblo" (2005) -una mordaz historia de infidelidad marital en plena Revolución Cultural prohibida en China por su contenido sensible y su exceso de erotismo- haya sido llevada a la gran pantalla este año por el surcoreano Jang Cheol-soo, que optó por ambientar la historia en un país cuyo nombre nunca se menciona en la película pero que es un calco de Corea del Norte.
Yan ha visto la película en su casa en compañía de su mujer que, cuenta, no paró de decirle durante el visionado "mira ya están (los dos protagonistas) desnudos otra vez".
"La verdad que no pienso en cómo el actual aislamiento de China puede afectar a su literatura nacional, sino en cómo China afecta a mi literatura, porque la situación actual en China es a efectos literarios estupenda, surreal y muy absurda", prosigue. Para leer: Colombia difundirá su literatura más actual en la feria Liber en España
Con respecto a sus futuros proyectos, dice no estar obsesionado con la posibilidad de que las autoridades de su país le prohíban a día de hoy publicarlos, tal y como ha pasado con novelas suyas como la mencionada "Servir al pueblo" o "El sueño de la aldea Ding" (2006), ya que cree que en el futuro todos sus escritos se podrán leer en China.
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"Mi esperanza es publicar algo en los próximos cinco, 10 años, que me deje completamente satisfecho y que me ha sentir que me he superado a mi mismo, tanto si se publica en China como si no", asevera. Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.