Mujer Incómoda, de Vanessa Rosales Altamar (Lumen, 480 págs.)
Un viaje al interior de la vida, las ideas y la prosa de una de las feministas más influyentes en Colombia. Vanessa Rosales no sólo es crítica cultural, productora y conductora del podcast Mujer vestida, historiadora de moda y escritora, sino que también se ha erigido como una de las voces más escuchadas del feminismo desde su esquina muy particular. Echando mano de distintos referentes culturales, esta multifacética escritora ha forjado una mirada atemperada sobre la vivencia femenina, y desde allí ha logrado abordar el universo de las mujeres, y también el de los hombres, bajo el lente de diversas perspectivas.
En este nuevo libro narra en su estilo único vivencias entrañables y reflexiones personalísimas sobre sus inquietudes más genuinas, basadas en la experiencia de ser mujer y siempre desde los cuestionamientos y la incomodidad. Acá se encuentran temas como el amor, la familia, la figura del padre, le estética, el catolicismo, el Caribe, todo aquello que ha labrado el pensamiento de su autora.
J. B. L., barón de Gros. Una vida entre cimas y abismos, de Efrén Ortiz Domínguez (Laguna Libros, 240 págs.)
Diplomático, explorador, artista y, por añadidura, científico, la vida de Jean Baptiste Louis Gros constituye aún hoy una gran incógnita. Su figura casi olvidada representa una estancia necesaria para la historia diplomática de Francia, pero también para la historia del arte latinoamericano, especialmente de la pintura de paisaje y el arte fotográfico. Fue un pintor romántico extasiado ante la belleza del paisaje, además de un ágil explorador, célebre por sus crónicas que recrean el accidentado doble ascenso al Popocatépetl, o sus excursiones a las grutas de Cacahuamilpa, al salto del Tequendama o al Puente de Icononzo. Es recordado como el primer fotógrafo que realiza tomas de Bogotá, así como luego lo hará con las ruinas de la Acrópolis ateniense o los muelles de Londres, y uno de los primeros teóricos de la fotografía, creador de un estilo de representación gráfica de la ciudad.
El país de las emociones tristes, de Mauricio García Villegas (Planeta, 242 págs.)
En Colombia hemos tenido demasiados conflictos que se habrían podido resolver pero que terminaron en una guerra, demasiados proyectos que se habrían podido llevar a cabo pero que acabaron extraviados en las disputas entre facciones, demasiados consensos que se rompieron por rencores, demasiadas leyes que se enredaron en las contiendas, demasiados buenos propósitos que se malograron en los odios, en síntesis, demasiadas buenas ideas estropeadas por malas emociones. Claro, en todos estos fracasos también hubo mucho de injusticia social, de despotismo, de oligarquía, de incapacidad administrativa y de corrupción; pero todos estos pesares habrían sido más fáciles de superar si no hubiesen estado envenenados por las furias de la política, por el cerramiento emocional de los espíritus.
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¿Cómo explicar esto? Este libro responde a esta pregunta de la siguiente manera: en todas las sociedades (como en las personas) existe una tensión interna entre, por un lado, lo que Baruch Spinoza llamaba, las emociones tristes, como el odio, la venganza, el resentimiento, la envidia, el miedo y, por el otro, las emociones amables o plácidas, como la benevolencia, la civilidad, la compasión, el respeto y la simpatía. Cada país adopta un determinado balance emocional entre estos dos abanicos emocionales, de lo cual obtiene su identidad cultural, que es algo así como el temperamento de los grupos sociales. En Colombia ese balance, sobre todo en el ámbito de la cultura política, ha estado demasiado inclinado hacia los odios y las venganzas.
Este es un libro empieza con los hallazgos de la llamada revolución cognitiva para explicar el peso que tienen las emociones en la naturaleza humana y termina con una discusión sobre el mal, la polarización política y con una defensa ética de la tolerancia y otras emociones plácidas.
"Ensayos", de William Ospina (Penguin Random House, 388 págs.)
En los treinta años y casi veinte libros en los que ha cultivado el género del ensayo, William Ospina ha escrito textos extraordinarios sobre los más diversos temas y ha puesto a reflexionar a lectores d todas la edades sobre los asuntos más urgentes. Los veinticuatro ensayos que componen esta antología son una fiesta de lucidez y la buena escritura, y no han perdido nada de su vigencia; por el contrario, han cobrado con el tiempo una mayor resonancia, y significan una gran oportunidad de acceder al vasto fascinante universo literario de uno de los grandes maestros del idioma español.
Sobre el duelo, de Chimamanda Ngozi Adichie (Penguin Random House, 112 págs.)
En este emotivo y poderoso ensayo, que nace de un artículo publicado en The New Yorker , la autora nigeriana pone palabras al inenarrable grado de dolor causado por la repentina muerte de su padre en Nigeria: la crisis sanitaria por la pandemia de COVID-19 impidió que la autora pudiese salir de Estados Unidos para reunirse con su familia.
En un intento por encontrar consuelo ante la sensación de vacío que la sacudió hasta la médula, Sobre el duelo es una breve pero inteligente y conmovedora crónica autobiográfica de las primeras etapas de la gestión de la pérdida, un revelador examen de la naturaleza del dolor, un tributo al padre que la llamaba «nwoke neli» («la que equivale a muchos hombres») y una profunda reflexión sobre la lengua y las tradiciones igbo.
Este libro se enmarca en la más rabiosa y dolorosa actualidad: la autora escribe desde la certeza de ser sólo una más de entre los millones de personas en duelo, sobre las dimensiones culturales y familiares del mismo y, también, sobre la soledad y la ira inherentes a él. Sobre el duelo es un libro imprescindible para estos momentos. Y, sin embargo, resultará atemporal, duradero, y una adición indispensable al canon de la autora. En el mismo formato que Todos deberíamos ser feministas , el lector lo atesorará y compartirá más que nunca.