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Louise Labé: ¿solo un sueño?

Esta es la historia y la posible tesis de cómo la poeta francesa del siglo XVI Louise Labé, quién enamoró al mundo con cada uno de sus sonetos y su fisonomía delicada y bella, jamás existió. Sus poemas fueron escritos por un colectivo de hombres que se refugiaron bajo ese seudónimo.

Louise Labé
Louise Labé, nacida Louise Charly, fue una poeta francesa perteneciente a la Escuela Lionesa del Renacimiento.

Hay quienes aseguran que fue en 1956 cuando Ester de Andreis tradujo los poemas de la poetisa francesa Louis Labé y esto desencadenó la fama de aquella hermosa y además astuta mujer. Entonces, sus poemas no solo fueron recitados en Italia, sino que, además, habían llegado a América Latina. Así fue como hombres y mujeres de aquella época renacentista averiguaban como había sido la vida de aquella mujer que estaba revolucionando al mundo con cada uno de sus versos.

Diversos historiadores narraban fragmentos importantes sobre la vida de Labé, como que desde muy niña había tomado lecciones de latín, italiano y griego, incluso el español lo hablaba a la perfección. Era afortunada de pertenecer a una buena familia, esto la condujo a disfrutar de una buena educación. Gozaba del poder de saber leer y se escondía en algún lugar de su casa para que nadie la molestara y así acostarse en el piso para sumergirse en las historias de aquellos protagonistas de la literatura.

Sostenían que era feliz, pero en su interior había un sentimiento de furia, una extraña sensación de ira que debía canalizar. Así fue como aprendió equitación y no contenta con esto, decidió conocer las armas, aprendió a disparar y al cabo de un mes ya sabía manejarlas al derecho y al revés. Al observar su interés por el funcionamiento de estas su padre, quien era un rico cordelero, se lo prohibió. Enfurecido le gritaba que las armas habían sido creadas para proteger a los hombres y no a las mujeres, pues ellas debían esperarlos en casa. Se casó con un cordelero igual que su padre, pero su matrimonio no duró muchos años pues aquel hombre fue asesinado.

“Ni Ulises ni otro Nadie más astuto aventurado hubiera en su semblante tan divino, agraciado y respetable, el afán y el quebranto que yo sufro.
Porque, Amor, con los bellos ojos tuyos tal llaga en mi alma ingenua perforaste —nido ya de calor para albergarte— que no podrá tener remedio alguno
Si no se lo das tú. Qué dura suerte: mordida de escorpión, ayuda clamo contra el veneno a quien me da la muerte.
Solo le pido calme esta agonía; mas no extinga el deseo a mí tan caro que si me ha de faltar me moriría”.

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Ahora que sus poemas se encuentran en la Pléiade, biblioteca que colecciona a través de antologías las obras de los grandes autores del canon de la literatura universal, surgió una pregunta ¿Realmente aquella escritora francesa Louise Labé existió? La docente y especialista en el siglo XVI Mireille Huchon contó para el diario El País que en el siglo XVI existió una mujer llamada Loyse Labbé (con y griega y dos b). Como prueba, en La Pleíade reposa un documento que se refiere a Loyse como una mala e ignorante mujer. “El libro, si miramos lo que se escribió bajo el nombre de Louise Labé, supone conocer el latín y el griego y tener a su disposición una biblioteca excepcional. Es imposible que Loyse Labbé tuviese esta cultura. Era hija de un cordelero iletrado: hay documentos notariales que muestran que su padre no sabe firmar. Su madre murió joven y su madrastra tampoco sabía firmar. Creció en un ambiente iletrado. ¿Cómo habría ella podido adquirir tal cultura? Además, después se casó con un cordelero que también era iletrado”. Para Huchon es imposible que una mujer como Labbé, con pocos conocimientos, haya logrado escribir más de veinticuatro sonetos y tres elegías. Asegura que aquellos sonetos fueron escritor por hombres de clase que acostumbraban a reunirse en las noches y al ver lo que pasaba bajo el gobierno de Francisco I, se atrevieron a escribir sobre las emociones.

Tal vez esta historia sea parecida a una historia contemporánea sobre la escritora italiana Anita Raja, esposa del escritor Domenico Starnone, quien publicó varias novelas durante más de veinte años bajo el seudónimo de Elena Ferrante. Fue el periodista Claudio Gatti quién descubrió aquel secreto a través de las cuentas bancarias que le transfería la editorial Edizione E/O a la escritora Anita Raja. Eso y la compra de varios inmuebles en Roma y la Toscana fueron prueba suficiente para que la escritora más leída del siglo XXI por fin saliera de su anonimato.

En internet se encuentran algunas fotografías de la poetisa Louise Labé, su fisonomía delicada, sus ojos claros y suaves y sus joyas que adornan su belleza hacen que una se quede observando por horas la hermosura que existe en aquellas fotografías. ¿Podría asegurarse que esta mujer con ojos color miel y con su prosa fuerte y sorprendente existió? O ¿solo fue una creación de cuatro o cinco hombres que en aquellas noches acompañadas de vino se inventaron una historia que tuviese como protagonista a una mujer de nariz y boca pequeñas que hicieran desvelarnos en sueños con sus poemas?