EditorialEn este trabajo, mucho más que en otros, es fácil engrosar el ego con la nostalgia del pasado. Por eso resulta problemático celebrar el aniversario de una marca, festejar una fecha que a ciencia cierta solo la conocen quienes trabajan en ella y que les sirve tal vez para renovar el deseo de mantenerse haciendo lo que hacen todos los días: escribir, locutar, manejar redes sociales, producir un video. Aplaudir el cumpleaños de un medio de comunicación sirve, también, para olvidarse por un día del cansancio de simular que no nos importa estar pendientes de Google Analytics todos los minutos del día.La HJCK es un anciano en el cuerpo de un bebé. Hoy cumple 71 años y apenas estamos entendiendo cómo mantener una emisora cultural en la web, cómo hacer que camine, pero además de los desafíos claros de la actualidad: la cacería casi que indiscriminada de clics, la información que se desecha como basura porque todos los días las tendencias en redes sociales son diferentes y tener que “convencer” a una audiencia de que nosotros somos la mejor opción; lo más difícil de todo es cargar en los hombros tantos años de historia y serles dignos.El trabajo de Álvaro castaño, Gloria Valencia, Gonzalo Caro Rueda y todo el equipo de trabajo dejaron un estandarte que tiene la merecida fortuna de que su nombre sea recordado aún a pesar de haber estado muchos años fuera del aire. Aunque la HJCK nunca ha estado en silencio fue un golpe casi mortal su traslado al internet. Y, sin embargo, acá estamos: con un archivo que supera los 20.000 registros y con la imperante necesidad de grabar, escribir y registrar las voces de hoy.No hay una nueva o antigua HJCK, hoy como hace más de setenta años nos esmeramos por escuchar en un país aturdido. Pero hoy, más que nunca, creemos que es momento de que los micrófonos y en nuestro espacio tengan un lugar determinante los que sí han sido la inmensa minoría: las mujeres, los indígenas, la comunidad LGBT... No somos una organización de beneficencia, como podría tomarse la anterior afirmación, pero creemos que la misión de este medio ha sido y será siempre retratar la cultura desde los creadores y ya no existen justificaciones para dejar por fuera a los que casi siempre han sido marginados. No creemos en un mundo sin lecturas en voz alta, sin especiales de poesía, sin entrevistas a cineastas y aunque muchas veces nos preguntemos para qué sirve lo que hacemos, si con esto no salvamos a nadie, aterrizamos en la realidad y es que sí, tal vez un poema no le va a dar comida al hambriento, o refugio al migrante, pero podría dar sosiego, compañía y eso es justo lo que buscamos, que en un mundo donde defendemos la diferencia a toda costa, la individualidad como mayor virtud, haya algo que nos haga sentir acompañados y parecidos. La música académica, los conciertos, la ópera seguirán siendo protagonistas de nuestra programación y acompañan a las cumbias, a la salsa, al rock, reggae, indie y toda la música que podamos compartir con ustedes. Esperamos que todos sigamos construyendo esta oreja gigante que imaginamos debería ser un medio cultural, nos pensamos como oyentes de ustedes. Creemos en el arte de escuchar.
El Doctor, por antonomasia, para mí y no sólo para mí, se llamó en el siglo Álvaro Castaño Castillo, fundador y director de HJCK, una de las mayores hazañas culturales cumplidas por Colombia a lo largo de su Historia. Conocí al Doctor alrededor de 1980 en Colonia, donde sobrevivo. Estuvo aquí para visitar mi emisora, la Radio Deutsche Welle, y nos debimos caer bien recíprocamente, de lo contrario no se explica que la relación continuase ininterrumpida por carta y por teléfono. Nuestro siguiente encuentro tuvo lugar en Estocolmo, diciembre 1982, cuando la entrega del Premio Nobel a GGM. Y gracias al Doctor tuve entrada libre desde el primer momento al santuario colombiano de la fiesta, una que solía iniciarse cuando los suecos se iban a la cama, y más o menos duraba hasta que los pobres suecos se levantaban para iniciar su jornada laboral. Creo que fue allí cuando el Doctor y yo descubrimos que somos Géminis con un solo día de diferencia en el nacimiento: él festejaba sus aniversarios el 9.6., yo sigo lamentando los míos a las 24 horas.No sabría qué comentar acerca del Doctor que no esté ya trillado de sobra en la bibliografía entretanto existente acerca de su persona. Pero sí puedo contar algo que sabe muy poca gente: que el 9 de junio de 1999, en París, le dí una de las mayores sorpresas y alegrías de su vida, con nuestro regalo por su cumpleaños, el cual festejamos con Álvaro Mutis y Juan David Botero, amén de las respectivas esposas, en una brasería cerca de los Inválidos.Y fue porque cuando estuve el año anterior en Bogotá con motivo de la feria del libro –aquella vez con Alemania como invitado de honor–, un día, en su despacho de la HJCK, el Doctor se quejó amargamente de que ahí faltaba uno de los objetos más valiosos de su carrera: la estatuilla del caballo alado Pegaso, el Premio Ondas que le habían otorgado en Barcelona hacía añares, y algún visitante se la “llevó” sin que nadie se diese cuenta.Me explicó que había recurrido desesperado al orfebre español que fragua las estatuillas del premio, encargándole un duplicado, pero el hombre se negó porque su contrato estipula que ese modelo es único y exclusivo de la SER y no se puede hacer un ejemplar más de los que se entregan anualmente como premios.Cuál no sería la sorpresa del Doctor cuando desempacó el regalo que le habíamos llevado Diny y yo, ¡y era la dichosa estatuilla! No la que le habían robado, claro está, pero sí una auténtica. El Doctor casi bailaba de contento, pero a pesar de su mucha insistencia nunca le revelé cómo se la conseguí. Tampoco lo voy a revelar aquí y ahora. Un poco de misterio siempre le viene bien a la prosa de la vida. Y lo que importa es que la estatuilla regresó al lugar de donde nunca debió salir: a la colección de trofeos del Doctor.
El Retiro convirtió sus zonas comunes en galerías de arte, con obras de 90 artistas el centro comercial estrena su segunda edición de esta muestra trayendo el arte al público de una manera única y dando a conocer el trabajo de artistas inugualables como Omar Rayo o Marcelo Wong. Los asistentes se encontrarán con distintas técnicas que identifican a cada uno de los artistas, por ejemplo, las obras del maestro Edgar Negret con dobleces, tuercas y tornillos; Hugo Zapata, Pez Barcelona, Tot Cat, Chicadania; artistas que han llevado su arte a festivales internacionales de Barcelona, Moscú, Bahamas y otros lugares del mundo. Por su parte MAMBO, El Museo de Arte Moderno de Bogotá, cumplió 60 años y para celebrarlo eligió al Retiro para exponer la colección Voz a Voz, un proyecto que nació de la pandemia donde artistas colombianos de diferentes generaciones crearon esta obra inédita que tiene como objetivo difundir reflexiones sobre el aislamiento, la soledad, la crisis social, entre otras temáticas contemporáneas.Algo a resaltar es lo maravilloso que es tener el arte cerca y poder disfrutarlo en otro contexto distinto al que ya se conoce, esta también es una oportunidad para descubrire artistas que no hayamos conocido antes.Aparte de exposiciones de arte contemporáneo y emergente, estará expuesta también la fotografía de moda de Santiago Quiceno que con su cámara plasma lo mejor del estilo, el color, el brillo, y las texturas que se convierten en tendencia.Por otro lado esta muestra también tendrá presentaciones de música clásica para todos los gustos y edades y un taller de pintura con el Maestro German Tessarolo que con su técnica invita a los asistentes a olvidarse de los procedimientos y combinaciones para dejar volar la imaginación plasmando con un pincel en el papel sus sentimientos y sueños.El evento estará disponible en los pasillos del centro comercial El Retiro en Bogotá hasta el 12 de abril, nosotros asistimos y le dejamos aquí como fue nuestra experiencia visitando la exposición. Escuche lo mejor de la música clásica por la señal en vivo de la HJCK.
El "retrato de Juan de Pareja", que Velázquez pintó en 1650 durante un viaje a Roma, fue adquirido por el MET por 5,5 millones de dólares en 1971 y es, desde entonces, una de las obras maestras del museo, pero nunca hasta ahora se había exhibido junto al contexto necesario de su época, ni junto a las obras que el propio De Pareja pintó con su firma (dos de ellas prestadas por el Museo del Prado).Ese retrato, que muestra a un hombre de mediana edad, de abundante cabello negro y barba, con una mano en el pecho, es exhibido aquí enfrente de otro retrato de Velázquez aún más famoso: el del papa Inocencio X, ya que se considera que ambas obras expresan lo mejor de Velázquez como retratista, con una capacidad sin par de captar la psicología del personaje.En medio de los dos, la muestra contiene un documento único llegado desde los Archivos de Roma (la ciudad donde se firmó): es la carta de manumisión en la que Velázquez da la libertad a su siervo ("captivus") así como "a sus hijos y descendientes", aunque precisa que esa liberación será efectiva cuatro años después.Las dos obras y el documento están datadas en 1650, cuando Velázquez estaba en el cénit de su fama y reconocimiento. Cuando el retrato de Juan de Pareja fue exhibido lo describieron así, tal y como recoge un testimonio de la época: "Era tan semejante, y con tanta viveza que, habiéndolo enviado con el mismo Pareja, á la censura de algunos amigos; se quedaban mirando el retrato pintado, y á el original con admiración y asombro".Una sociedad multiétnicaVanessa K. Valdés, co-comisaria de la exposición "Juan de Pareja, pintor hispanoafricano" -que se podrá visitar del 3 de abril al 16 de julio-, explica a EFE que no hay certezas sobre los orígenes del pintor liberto, aparte de que también su padre se llamaba así -"posiblemente un apellido común"-, y que se supone que su madre era de origen morisco.Nació en Antequera y creció en Sevilla, una ciudad multiétnica en la que la esclavitud no era extraña, dadas las constantes batallas con los turcos y otros emiratos norteafricanos en los que los prisioneros pasaban a ser esclavos que se vendían o se intercambiaban por otros.Valdés subraya que la idea de la esclavitud entonces no debe entenderse como en el siglo XIX -los siervos en una plantación de algodón-, ya que un esclavo podía desarrollar una carrera profesional, como fue el caso de Juan de Pareja, que pasó veinte años en el estudio de Velázquez, donde adquirió una cierta posición, hasta el punto de ser elegido para acompañar al maestro en aquel viaje a Italia.Por esa razón, la muestra recoge tanto pinturas de la época con otros personajes africanos -una obra de Murillo y otra de Zurbarán, contemporáneos de Velázquez-, y en otro apartado varias obras atribuidas a Velázquez que actualmente se considera fueron en gran medida obras colectivas de su taller, en la que la intervención de los ayudantes -Pareja entre otros- es probable, aunque no se pueda demostrar.Uno de los mitos que la muestra quiere desterrar es que Pareja desarrollase su pintura "a escondidas" -circulaba una anécdota de que pintaba a hurtadillas en el reverso de lienzos desechados por Velázquez-, y precisamente muestra cómo su técnica se pulió al lado del maestro.El pintor maduroAquel viaje a Roma fue para Pareja tan importante como para Velázquez: siendo Italia el epicentro del arte en el siglo XVII, Pareja tuvo, como ayudante de Velázquez, acceso a las mejores obras y los artistas más reconocidos de la época.A su regreso a Madrid, donde se encontraba la corte y donde medraban los pintores, Pareja desarrolló un arte de temática principalmente religiosa. No parece que tuviera ningún conflicto religioso como morisco, toda vez que -como recuerda Valdés- los descendientes de los moriscos hacían gala de una acendrada religiosidad católica para que nadie les recriminara por su impureza de sangre.De las cuatro obras firmadas por el propio Pareja, llama la atención la de "La vocación de San Mateo", fechada en 1661: el pintor se autorretrató en el extremo izquierdo del cuadro, de cuerpo entero, con un papel en la mano donde aún puede leerse "Juan de Pareja Fecit". Probablemente en imitación a su antiguo dueño y maestro, que cinco años antes se había autorretratado en "Las Meninas".Escuche lo mejor de la música clásica por la señal en vivo de la HJCK.
El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, destacó estos datos en la mesa sobre "La fuerza del español en Europa y en la escena internacional" del IX Congreso Internacional de la Lengua Española, inaugurado este lunes en Cádiz (España).Albares subrayó la "creciente relevancia" en el contexto internacional de la lengua española, uno de los idiomas oficiales en organismos internacionales como Naciones Unidas y la Unión Europea (UE).El ministro sostuvo que la presidencia española de la UE en el próximo semestre dará "un papel protagonista" a este idioma y será una oportunidad para impulsarlo.La UE es una de las áreas donde más creció el interés por aprender español, ya que, junto con Estados Unidos y Brasil, reúne al 81 por ciento de los cerca de 24 millones de estudiantes del idioma.Según un informe del Instituto Cervantes, uno de los organizadores del congreso, en Estados Unidos hay cerca de 8 millones de estudiantes de español, más de 5 millones en Brasil, algo más de 3 en Francia y más de 800.000 tanto en Reino Unido como en Alemania.La presidenta de la Asociación Internacional de Hispanistas, Ruth Fine, señaló por su parte que "la fuerza del español es indiscutible". Esta entidad, fundada en 1962 para promover el idioma, sigue creciendo con la incorporación de nuevas asociaciones de hispanistas, la última de ellas creada en Taiwan.Unos seiscientos congresistas de más de medio centenar de países está previsto que participen en julio próximo en el XXI congreso de la asociación en Neuchatel (Suiza).El español lo hablan como lengua materna o aprendida unos 595 millones de personas, el 7,5 por ciento de la población mundial, según el Instituto Cervantes, con México, Colombia, Argentina, España y Estados Unidos entre los países con mayor número de hispanohablantes.El congreso se desarrollará durante cuatro días, organizado por instituciones como el Instituto Cervantes, la Real Academia Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), que aglutina a 23 agrupaciones de América, España, Filipinas y Guinea Ecuatorial.Escuche lo mejor de la música clásica por medio de la señal en vivo de la HJCK.
Bajo el nombre "A few degrees more" (unos cuantos grados más), el museo vienés ha sacado varias obras maestras de su milimétrica horizontalidad, en un intento de usar el arte para llamar la atención sobre la crisis climática, que sea también alternativo a los ataques contra obras de arte protagonizados por activistas."Nos gustaría hacer nuestra contribución para sensibilizar a nuestros visitantes sobre el urgente problema de la crisis del clima", explica a EFE el director del Museo Leopold, Hans-Peter Wipplinger.Educación y no agresionesEl responsable del museo recuerda que hace cuatro meses dos activistas arrojaron un líquido negro contra "Muerte y vida", una de las obras más conocidas de Klimt, en una protesta para llamar la atención contra la emergencia climática en la que el cuadro no resultó dañado."Estamos completamente en desacuerdo con esas agresiones a las obras de arte. Somos solidarios con quienes protegen el clima, con los investigadores. Pero queríamos hacer una acción más inteligente, más constructiva y educativa y que no cause daños. Y esta es nuestra respuesta", afirma Wipplinger.En el proyecto colabora el Climate Change Centre Austria, una plataforma de científicos e investigadores que ha redactado textos que explican los efectos en el medioambiente en función de cuántos grados centígrados aumente la temperatura del planeta. Los cuadros, principalmente paisajes, cuelgan en diagonal en ángulos de entre 1,5, y 7 grados, y los científicos explican qué cambios causaría un calentamiento de ese mismo nivel, y también qué puede hacer cada persona para evitarlo.Así, una vista del monte Rax, pintada por Koloman Moser en 1907, cuelga en un ángulo de 1,5, el aumento en centígrados de las temperaturas a partir del cual la comunidad científica considera que los efectos serían irreversibles. Una subida de ese nivel tendría graves consecuencias en los Alpes, advierten los científicos, y pondría en peligro la diversidad vegetal, derretiría la mitad de los glaciares y amenazaría el suministro de agua potable en Austria.Colapso del lago de KlimtOtros cuadros alertan del riesgo de colapso de lagos como el Attersee, que Klimt pintó en numerosas ocasiones, si la temperatura sube dos grados, o de cómo un aumento de 3 afectaría a la producción agrícola en Europa Central. El Museo Leopold recurre a "Puesta de Sol", de Egon Schiele, para advertir de que un incremento de la temperatura de 4 grados hasta el año 2100 reduciría o eliminaría hábitats como los que muestra el cuadro, y causaría una subida del nivel del mar que obligaría a desplazarse a millones de personas.La escala llega hasta los 7 grados de ángulo con los que cuelga "Joven en el manantial", de Albin Egger-Lienz, en el que un joven bebe agua de una fuente natural como las que desaparecerían con el calentamiento. "Al colgarlos torcidos queremos mostrar que incluso cambios marginales, de dos o tres grados, tienen efectos increíbles. Que las cifras abstractas sean llamativas visualmente y llamen la atención", resume Wipplinger la intención de este proyecto."Más constructiva""Creo que es una buena forma para un museo de encontrar una posibilidad de que se vea el problema. Pero no sé si esto va a cambiar el mundo", dice a EFE Lisa, una escolar de 16 años que considera que esta acción es "más constructiva" que protestas como pegarse a un cuadro o arrojar líquidos.Con ella está de acuerdo Paul, de 17 años, que ve la iniciativa del modelo como una "buena solución" en contraste con protestas climáticas en las que se ha atacado, incluso sin causar daño, obras de arte. "Llaman la atención pero al final lo que hacen no aporta mucho. Lo considero un poco innecesario", opina.De momento, Wipplinger está satisfecho con el resultado de esta iniciativa, que se mantendrá hasta el 26 de junio. "Nos damos cuenta con las reacciones de que logramos una cierta atención y esperamos que provoque un cambio en la forma de pensar de los visitantes", confía.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El 4 de julio de 2022 el presidente electo Gustavo Petro anunciaba en su cuenta de Twitter el nombre de la ministra de cultura que lo acompañaría a partir del 7 de agosto cuando tomara posesión en su gobierno: La dramaturga y gestora cultural Patricia Ariza. La también poeta fue elegida para lo que se denominó "un estallido de cultura en toda Colombia para la Paz y la convivencia. Una cultura para la identidad para dinamizar la colombianidad diversa", según el anuncio. Recibido de gran forma, el nombre de Ariza planteaba una ruptura con los perfiles que habían sido cabeza de la cartera ministerial, con el que se esperaba un amplio dialogo entre sectores artísticos a nivel nacional y el gobierno. El primer gran anuncio de su ministerio vendría en el marco del 12 de octubre en el que radicó dos proyectos de ley con reformas simbólicas: la primera cambiar el nombre del Día de la Raza por el Día de la Diversidad Étnica y Cultural y el segundo, cambiar el nombre del Ministerio de la Cultura por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes” con el que el Ministerio pasó a denominarse MiCASa.Este último proyecto además busca un cambio frente al enfoque ministerial del gobierno de Iván Duque y la economía naranja, articulando lo que denominaron como "una nueva valoración" de las culturas, las artes y los saberes ancestrales, dividida en cuatro ejes que funcionarían como nuevo enfoque de la cartera: 1. Cultura de paz, 2. Colombia en el planeta y en el mundo, 3. Memoria Viva y 4. Arte, artistas y Educación para la vida. Tan solo algunos días después en su cuenta de Twitter, Ariza anunciaría el que quizá sea el logro más importante dentro de su administración: Para 2023, el presupuesto de inversión más alto de la entidad en su historia por $701.000 millones de pesos, 125% más que los recursos estimados por el gobierno anterior y un 25% más que el presupuesto de 2022, con lo cuál por ejemplo, en la apertura del Programa Nacional de Estímulos 2023 el pasado 23 de febrero y que estará disponible hasta el 3 de abril, el presupuesto aumentó en un 51% con el anterior programa, ofreciendo 1070 becas, 199 reconocimientos, 18 premios, 13 pasantías y 18 residencias. Para un total de 1318 convocatorias. No obstante es en este mismo programa de estímulos en donde varios artistas y gestores culturales han levantado quejas alrededor de una de las causales de rechazo de propuestas para aplicar a estas convocatorias: para este año se ha limitado a los interesados en participar a tener la posibilidad de solo presentar (1) propuesta dentro de todo el portafolio, contrario a como venía ocurriendo en años anteriores. Esto, en otras palabras traduce, a que se han reducido las posibilidades de todos aquellos interesados en participar de estos estímulos haciendo aún más difícil su vinculación laboral dentro del campo artístico, ya que es común, que se presenten a varias convocatorias en paralelo para poder ser beneficiario de alguna de ellas. Para noviembre del 2022 en la rendición de cuentas de los primeros 100 días de gobierno, el ministerio publicó en su página web, al igual que las demás carteras ministeriales sus logros. En este caso, además de los ya mencionados proyectos de ley y el incremento presupuestal, destacó la ejecución de "1.479 actividades en 258 municipios de Colombia, entre las que sobresalen 135 conciertos de la Fundación Batuta, con la participación de 18.600 niños, niñas y jóvenes; 53 conciertos de la Orquesta Filarmónica de Bogotá; 436 funciones de teatro en 218 salas concertadas; 92 funciones de teatro comunitario y de calle; y un piloto de formación artística en 100 instituciones públicas". Junto a ello la apertura de cuatro bibliotecas públicas con el apoyo de la Embajada de Japón de las que se estiman se beneficiarían 90 mil niños, niñas y jóvenes en los municipios de Rivera, Huila; San Agustín Huila; Totoró, Cauca y Pijiño del Carmen, Magdalena y los cambios y el incremento en la convocatoria del Programa Nacional de Concertación en el que se registraron 5.175 proyectos, desde 797 municipios de los 32 departamentos del país y la ciudad capital, lo que significó un aumento en 18.58% en la participación.También se destacó la expedición del decreto que reglamenta el artículo 64 de la Ley 397 de 1997 (Ley general de Cultura) en relación con la estructura, el desarrollo y funcionamiento del Sistema Nacional de Educación y Formación Artística y Cultural (SINEFAC) que busca en palabras del ministerio "garantizar que en todos los niveles y modalidades educativas haya currículos con componentes de formación artística y cultural". Para el mes de diciembre fue debatido y aprobado en primer debate por la Cámara de Representantes el Proyecto de Ley 189 de 2022 conocido como “Ley de la Música” que tras varias reuniones con el sector, propone construir una propuesta más incluyente en términos poblacionales, diferenciales, territoriales y de género para beneficio del sector colombiano de la música en términos de precariedad laboral, informalidad, mínimos de participación en eventos y desfinanciación en general del sector. Este proyecto sigue su curso de aprobación en cámara y siguen existiendo espacios de disertación para el proyecto. Además se le ha atribuyó que en la radicación de la reforma tributaria con el que el gobierno recaudará $19,7 billones en 2023 y un promedio de $20 billones en los siguientes tres años, presentada en diciembre de 2022, el sector cultural no haya sufrido modificaciones. Sin embargo, también existieron tensiones. Quizá el que más se destacó fue desde el sector de las artes visuales, donde a través de varios medios reclamaron un papel donde se reconociese la pluralidad de las artes y no solo encasillar las manifestaciones artísticas a ciertos temas y ciertas practicas como el muralismo. Sumado a estas tensiones a inicios de febrero del presente año, se sumó el sector musical con una carta firmada por 2.424 personas, poniendo sus preocupaciones con la iniciativa del Gobierno confirmada por el presidente tras la visita de la primera dama Verónica Alcocer a Venezuela, en el que uno de los puntos de reunión fue revisar la implementación del modelo orquestal venezolano en el país. Si bien en el último mes las comunicaciones frente al tema por parte de Ariza fueron ambiguas, en entrevista con La W, la dramaturga declaró que "Había malos entendidos, pero no diferencias esenciales. Pensé que eran cosas normales que suceden", y todo parece indicar, que las diferencias radicaban en este enfoque. El Ministerio de Cultura sigue sin cabeza oficial. Mientras tanto, Ignacio Zorro, ministro encargado ha salido a desmentir en medios como el diario El Tiempo la implementación del sistema orquestal en Colombia o en Blu Radio argumento que el enfoque sería distinto aunque el 20 de febrero en su cuenta de Twitter, Patricia Ariza haya publicado un comunicado en el que también aparece la firma de zorro, done expresa que: "El gobierno del Cambio busca fortalecer todas las músicas: estimular y promover la creación de nuevas orquestas y grupos musicales. Como lo señala el presidente Gustavo Petro, este año despegará el Sistema orquestal colombiano, ligado al Sistema Educativo, acogiendo y complementando la actual cobertura del PNMC (El Plan Nacional de Música para la Convivencia)" y su relación con los hijos del presidente Gustavo Petro.Sin embargo, los tres proyectos de ley presentados por Ariza hasta ahora siguen su curso en las cámaras, al igual que las convocatorias y programas de estímulos. Lo más urgente es conocer quién será ahora la nueva cabeza del estallido cultural y si mantendrá este enfoque ministerial de los últimos siete meses. Lo que sí habría que pedir, es que un espacio que necesita de la concertación de tantos sectores y manifestaciones culturales, abra aún más espacios de escucha para artistas y gestores culturales, de ahí quizá, de la gente que hace prácticas artísticas, esta la clave para el desarrollo del ministerio. Le invitamos a conectarse con nuestra señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.