En el transcurso del proceso para la recuperación sometió el registro fotográfico de la colección de 81 piezas al concepto del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icahn), cuyos arqueólogos determinaron que 77 "pertenecen al patrimonio arqueológico de la Nación", explicó la Cancillería en un comunicado.Sobre la procedencia de las piezas, el Icahn aseguró que estas tienen características visibles relacionadas con estilos de manufactura de piezas prehispánicas en cerámica, y metal procedentes de las regiones arqueológicas Tairona, San Agustín, Guane, Calima y Quimbaya.Las piezas fueron recuperadas en gestiones desarrolladas por la embajadora de Colombia en Alemania, Yadir Salazar, en interlocución con la firma de abogados Martini-Mogg-Vogt, administradores de la herencia de una familia alemana que declaró haber adquirido las piezas en Colombia en 1974.En la sede del consulado general de Colombia en la ciudad de Fráncfort del Meno, el canciller colombiano, Álvaro Leyva, y la embajadora Salazar recibieron 77 piezas precolombinas que se encontraban en manos de coleccionistas privados en el estado federado de Renania-Palatinado.La recuperación se produce dos meses después de que se produjera la entrega por parte de Alemania a Colombia de las dos máscaras prehispánicas rituales del pueblo kogui, el pasado 16 de junio, durante la visita del presidente colombiano, Gustavo Petro, a Alemania.El Gobierno de Colombia entregó en junio pasado al pueblo indígena kogui la "Máscara del Sol" y la "Gran máscara solar", dos máscaras sagradas que forman parte de su patrimonio cultural y que se encontraban en un museo de Alemania, desde donde fueron repatriadas.Las dos máscaras kogui se encontraban en el Museo Etnológico de Berlín tras ser adquiridas por Konrad Theodore Preuss alrededor de 1915 en Novoaka, vertiente norte de la Sierra Nevada de Santa Marta. Estos indígenas les atribuyen el mantenimiento del equilibrio de la naturaleza y la capacidad de cambiar condiciones ambientales y prevenir enfermedades.Las 77 piezas prehispánicas se suman a las 539 piezas del Patrimonio Arqueológico y Cultural de la Nación que se encontraban en Alemania, Estados Unidos, Italia, Países Bajos, Suiza y Reino Unido, que han sido recuperadas en el transcurso de este primer año de Gobierno del presidente Petro.La embajadora Salazar continúa las gestiones para la recuperación de la colección de líticos de la Cultura San Agustín que se encuentran en el Museo Etnológico de Berlín.Escuche lo mejor de la música clásica por la señal en vivo de la HJCK.
El proyecto editorial reúne a 42 chefs, baristas y portadoras de tradiciones culinarias que se dieron a la tarea de crear 100 recetas originales con las cuales participaron en actividades de diplomacia pública realizadas con las misiones de Colombia en el exterior."La planeación de esta iniciativa ha sido posible gracias a portadoras de conocimientos tradicionales, chefs, emprendedores culturales, e investigadores y su entendimiento de la tierra, lo que produce, y el entorno. Son personas apasionadas por su oficio y comprometidos con Colombia y su riqueza de recursos naturales", señala el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Álvaro Leyva.El libro de 400 páginas, que fue impreso en la Imprenta Nacional, contiene recetas que se pueden preparar con la abundante despensa de la que goza el país gracias a su variedad de climas que le permiten cultivar "de todo", a lo que se añade lo que aportan dos mares y los ríos."Hemos convocado en más de 60 países talleres, demostraciones, degustaciones, clases magistrales, visitas a mercados, laboratorios de innovación y, por supuesto, cenas alrededor del propósito de propiciar conversaciones, acompañar negociaciones o celebrar la amistad, y la solidaridad que nos une con el mundo", destaca Leyva en el prólogo del libro de gran formato."Cocinas de Colombia para el mundo: diplomacia cultural y diversidad gastronómica", que tiene enlaces que permiten el acceso a material audiovisual adicional, también está disponible en inglés en la página de internet de la Cancillería.La publicación subraya el liderazgo de la mujer colombiana en la gastronomía, con un artículo de la periodista Pamela Villagra, quien señaló: "Su trabajo desde los fogones, la coctelería o el servicio ha contribuido a que Colombia sea hoy un país reconocido tanto por su despensa diversa como por su riqueza cultural expresada en forma de platos o bebidas con identidad".El libro también destaca al viche, una bebida alcohólica que se extrae de la caña de azúcar, como un ícono de la cultura ancestral del Pacífico colombiano, y otros artículos sobre la importancia de la gastronomía en la diplomacia cultural.Quienes lo producen dicen que el viche sirve para el asma, la fertilidad, la virilidad, mejorar la actividad cerebral, tratar el colesterol y las mordeduras de serpientes, para aliviar los dolores menstruales e incluso para atraer al amor o evitar que se vaya. Recuerde conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El Museo de Arqueología e Historia Natural de Pasca cumple este 50 años de su fundación este 2023. Dentro del sistema de red de museos del país, su colección está considerada una de las más importantes en términos arqueológicos, ya que resguarda aproximadamente 2.600 piezas, que representan la cultura material, los saberes tradicionales y la cosmovisión de los pueblos indígenas que habitaron el territorio colombiano hace cientos de años.Además de la colección de historia natural conformada por unos 300 ejemplares de especies reptiles, mamíferos, aves e invertebrados, que se conservan mediante técnicas de taxidermia junto a la exhibición de 36 minerales y fósiles que presentan los tipos de rocas y su formación, evidenciando los cambios que han tenido lugar durante las distintas eras geológicas. Parte de esta colección se puede observar en tres salas permanentes que se distribuyen en: “Coleccionismo y arqueología en Pasca”, “Pasca territorio de ofrendas” y “Legar para el futuro”, en el museo ubicado en el municipio de Pasca, Cundinamarca. El Museo cuenta además con una sala dedicada a su fundador, el Padre Jaime Hincapié Santa María, un centro de documentación especializado en bibliografía de interés para curiosos e investigadores de las ciencias sociales con aproximadamente 4.000 volúmenes, y una sala de exposiciones temporales que exhibe diferentes propuestas museológicas en torno a las artes, la cultura y el patrimonio.La figura del padre Hincapié es fundamental para el museo. En 1969, siendo Párroco de Pasca, mientras hojeaba un libro de orfebrería, un humilde campesino le señaló sin titubear la imagen de una balsa de oro. Tiempo después, sobre la mesa de su casa, Cruz María Dimaté, reveló la pieza de oro que días antes había encontrado junto a su hijo en una cueva en la vereda Lázaro Fonte y que tanto se parecía al libro del Padre.Desde entonces el Padre Hincapié, quien ya era un gran estudioso de la historia de Colombia y de la cultura material prehispánica, supo que pisaba un territorio de gran riqueza arqueológica que merecía ser rescatada y valorada. El Padre Hincapié no escatimó esfuerzos, y gracias a una gestión incansable, la Balsa Muisca, que posteriormente fue catalogada como pieza cumbre del arte por la UNESCO, haciendo parte del patrimonio de la nación, protegido en el Museo del Oro en Bogotá.La Balsa fue apenas la antesala de lo que vendría. Convencido de que estaba sobre una mina arqueológica, comenzó a recolectar una a una las piezas que le traían niños y campesinos pasquenses, e incluso salvó muchas más, luego de negociarlas con guaqueros y coleccionistas que las tenían en su poder.Lo que comenzó en 1973 como un pequeño museo en un solar contiguo a la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación en Pasca, conmemora 50 años de historia, gracias al compromiso como la del entonces Gobernador de Cundinamarca, Miguel Santamaría Dávila, quien en 1979 facilitó los siete millones de pesos de la época con los cuales se construyó la edificación de estilo colonial en la que hoy se encuentra el Museo. Y la de la Maestra María del Tránsito Soacha, quien mantuvo mantuvo abierto el Museo incluso después de la muerte del padre Jaime Hincapié en 2005, y actualmente acompaña voluntariamente esta obra cultural como directora emérita del museo y memoria viva de la gestión de los museos regionales en Colombia con una trayectoria de casi 60 años.El Museo de Arqueología e Historia Natural de Pasca recibió durante el primer semestre de 2022 un total de 2.000 visitantes distribuidos entre estudiantes de colegios y universidades, investigadores especializados, turistas nacionales e internacionales, y habitantes del municipio de Pasca y hace parte de los ochos entes museales asociados a la Corporación Universitaria Minuto de Dios (Museo de Arte Contemporáneo MAC, EL Museo Arqueológico Nueva Esperanza MANE, el Agroparque Sabio Mutis y la casa de la historia).Dentro de los servicios que ofrecen está la Guía en museo, la consulta de la Biblioteca especializada y los aportes a la investigación arqueológica del país. Puede conocer más sobre el Museo de Arqueología e Historia Natural de Pasca en su página web o en sus redes sociales. Recuerde conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Durante la XII Mesa Nacional de Museos que se realizó los días 24 y 25 de mayo en Bogotá, en la instalaciones del Museo Nacional, en la que se reunieron 140 representantes de las 34 redes territoriales y temáticas del país para discutir los puntos clave para la formulación del proyecto que será conocido como la Ley de Museos.Con este propósito también se reunieron en el Centro de Eventos de la Biblioteca Luis Ángel Arango directores de museos, miembros de ICOM Colombia, miembros del Congreso de la República y expertos internacionales. Allí se crearon mesas de trabajo de las cuales se obtuvieron los insumos para el proyecto de ley que se entregará en los próximos meses.Los ejes temáticos de la ley en total fueron cinco, que inician con la arquitectura institucional, donde se plantea la necesidad de una Dirección Nacional de Museos, un Instituto Colombiano de Museos o Instituto Museológico Colombiano que permita la sostenibilidad económica y la acreditación de los museos, entre otras tareas. Además se mencionó la importancia de la autonomía y descentralización del Museo Nacional de Colombia. Es decir que este no dependa de la Política Nacional de Museos. Se discutió sobre la sostenibilidad y financiación, donde se propuso la creación de un marco fiscal e incentivos tributarios para los museos, así como la constitución de una línea de museos concertados en el Ministerio de Cultura.Se plantearon también como ejes la gobernanza institucional, en términos de autonomía participativa, económica y legal para vincular el sector de los museos colombianos con el Sistema Nacional de Cultura. De igual manera, se insistió en crear espacios de formación y acompañamiento para los museos del país, así como en la circulación de la gobernanza museal con otras leyes y sistemas nacionales y el sistema de acreditación de museos, entendido como un proceso para ayudar a mejorar las capacidades técnicas, tecnológicas, humanas y museológicas de los museos del país. Este sistema de acreditación debe ser voluntario y abogar por el óptimo funcionamiento de las entidades museales.Y por último el fortalecimiento de museos, donde se expuso la necesidad de contar con un Observatorio de Museos con enfoque diferencial, trabajar por la profesionalización del sector museal con condiciones laborales dignas e incluir a los museos en los planes de desarrollo territorial.Mauricio Reyes, asesor jurídico para la conformación de dicha ley, sugirió que el proyecto debería ser un marco mínimo de consenso social, “una autopista en la que todos podemos transitar y que debe tener una visión a 2043”.Por su parte, Fernando López, jefe del departamento de Gestión de Colecciones del Museo Nacional de Colombia, hizo un breve resumen sobre su libro Museos y derechos culturales. Conceptos clave para una ley de museos en Colombia. En su intervención, resaltó que la Ley general de cultura no protege a los museos colombianos, por lo cual se requiere una nueva definición legal de museos como “entes enriquecedores de la vida”. Y agregó que “la ciudadanía debe tener derecho a los museos, en el marco de los derechos culturales”.Por último, Eneida Braga, museóloga e historiadora brasileña, presentó el panorama que permitió la sanción de la Ley de Museos en Brasil, partiendo de la creación de una política nacional de Museos hasta la estructuración del proyecto de ley. “Este es el momento para Colombia. Se debe avanzar con coraje”, concluyó Braga. Cabe destacar que, en Colombia, los museos están regidos por la Ley 397 de 1997, con la cual el Ministerio de Cultura, por intermedio del Museo Nacional de Colombia, ha tenido la responsabilidad de orientar la política para el desarrollo del sector museístico del país, el cuál fue el encargado de crear el Programa Fortalecimiento de Museos (PFM) en 2011, y a partir de este, la creación de la Mesa Nacional de Museos en 2012 y en el 2013 el Consejo Nacional de Museos. Recuerde conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
La paz develó esta maravilla natural de 35 metros de profundidad ubicada en la localidad de La Uribe, departamento del Meta.Sus pasadizos iluminados con unos pocos rayos de sol que franquean cuevas inmensas fueron redescubiertos gracias al histórico acuerdo firmado en 2016 entre el Estado y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).Ahora decenas de turistas se embarcan en una aventura a bordo de los inflables, por pasajes de aguas a veces turbulentas y otras, serenas. Algunos cierran los ojos y se dejan llevar por el sonido de la selva, el cantar de los pájaros, y el torrente de la quebrada que recorre la misma ruta que usaron los rebeldes armados a finales del siglo XX."Antes por acá pasaba la gente armada con fusiles (...) Ver esto, la manera en la que cambió, es impresionante", resume uno de los guías, todos jóvenes víctimas de la violencia, antes de emprender un recorrido al que asistió un fotorreportero de la AFP.La Uribe saltó a la fama en los años 80 y 90 como enclave de la guerrilla más poderosa del continente.Anclado en los Llanos Orientales, entre el centro Andino del país y la Amazonía, el poblado fue escenario de una de las fallidas negociaciones de paz entre el Estado y las FARC. También fue epicentro de una arremetida sangrienta de los rebeldes que destruyó estaciones de la Policía y del Ejército.En 2017 la historia dio un vuelco. Rebeldes aún con uniformes camuflados y fusiles salieron de la espesa selva que oculta al cañón rumbo a la civilización que esperaba su desarme y transformación en partido político."A pesar de todas la vicisitudes y problemáticas que se han venido presentando durante décadas (...) hoy día la misma naturaleza se encarga de darle un renacer a las comunidades", alienta un boletín oficial sobre un lugar hasta hace poco desconocido en Colombia.Aunque el acuerdo de paz desarmó al grueso de las FARC y apaciguó ciertas regiones, diversos grupos armados se siguen enfrentando por el control del negocio del narcotráfico y la minería ilegal en un conflicto interno que a la fecha deja más de nueve millones de víctimas en medio siglo. Recuerde conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Ariza describió como un "privilegio" poder presenciar uno de los encuentros entre el Premio Nobel de Literatura (1982) y el expresidente cubano Fidel Castro, de quien fuera un gran amigo.En el conversatorio desarrollado en el complejo Morro-Cabaña (una de las sedes de la feria habanera), la ministra lamentó que "Colombia no ha sido lo suficientemente generosa con Gabo", como era conocido García Márquez."Tengo el sueño de que 'Cien Años de Soledad' (una de las obras cumbres del autor colombiano) se escriba por todas las paredes de mi país", señaló Ariza al intervenir en el encuentro.Por su parte, el cofundador de la Fundación Gabo, Jaime Abello, consideró que el autor de textos como "El coronel no tiene quien le escriba" y "Noticias de un secuestro" "tuvo una relación formidable y una amistad entrañable con Fidel" (Castro)."La Habana fue su segunda casa", precisó Abello al repasar los inicios del vínculo entre García Márquez e intelectuales cubanos.En el encuentro también se presentaron los libros "El cine según García Márquez", del crítico de cine cubano Joel del Río, y "Los amores contrariados. García Márquez y el cine", de la costarricense María Lourdes Cortés.Cuba se convirtió en uno de los puertos de la vida del novelista, donde vivió, trabajó y lo mismo se le podía encontrar en un concierto, impartiendo clases de guion cinematográfico o recorriendo una plantación de tabaco."No es que yo viva en Cuba, es que viajo tanto aquí que parece que estoy permanentemente", afirmó el colombiano en 2007, a propósito de sus frecuentes visitas, la mayoría de carácter privado.García Márquez fue fundador en la isla del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, de la Escuela Internacional de Cine y Televisión y de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, que presidía.Colombia es el país invitado de honor de 31 Feria Internacional del Libro, que abrió sus puertas el pasado jueves y culminará en La Habana el 19 de febrero para luego seguir por otras provincias durante un mes.Al evento asisten 120 expositores de al menos 40 naciones y se desarrolla simultáneamente en el icónico complejo histórico militar Morro-Cabaña, el centro histórico habanero y otras subsedes como la Casa de las Américas. Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
La ministra de las Tecnología de la Información y las Telecomunicaciones, Sandra Urrutia, aseguró que "con estas emisoras de paz se busca generar sentido de apropiación en las regiones, prestar el servicio de radio pública con alta calidad, producir contenidos culturales, musicales, informativos y de servicio".También se pretende "ofrecer contenidos equilibrados, juiciosos y de respeto hacia las audiencias", dijo Urrutia en la ceremonia de inauguración de las emisoras, realizada en Fundación, una población agrícola ubicada en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta que fue golpeada por la violencia de los grupos paramilitares y donde empezó a operar hoy una de las radios.Las otras tres emisoras que empezaron sus emisiones este viernes están en Tumaco, que tiene el principal puerto de Colombia en el Pacífico; San Vicente del Caguán, en el convulso departamento de Caquetá, y San José del Guaviare, capital del selvático Guaviare.La ministra recordó uno de los objetivos de estas emisoras de paz está hacer pedagogía sobre el acuerdo con las FARC y brindar información sobre su implementación, así como busca llegar a territorios afectados por la violencia para contribuir con el fortalecimiento de la identidad cultural de las comunidades.Explicó además que están brindando contenidos regionales en convergencia, pues combinan radio, televisión y redes sociales para divulgar información sobre convivencia, reconciliación, cultura, música, turismo, artesanías, educación, artes plásticas, talentos artísticos emergentes, cocinas locales, servicio a la comunidad y diálogo.Adriana Vásquez, gerente encargada de RTVC, el sistema de medios públicos de Colombia, explicó que la Radio Nacional de Colombia está encargada de supervisar estas emisoras, desde su instalación y mantenimiento hasta su funcionamiento.La subgerente de Radio de RTVC, Dora Brausin, manifestó por su parte que estas emisoras están llegando a muchos colombianos que viven "en municipios que son catalogados dentro de la expresión 'Colombia profunda'"."Con las emisoras de paz dejan de serlo para hacer una Colombia muy presente, una Colombia muy próxima, porque todo el país tiene la oportunidad de conocer que en estos territorios hay creatividad, emprendimientos, talentos, y muchas oportunidades", indicó.En las emisoras de paz la programación es concertada en un comité de contenidos compuesto por delegados del Gobierno Nacional y del partido Comunes, surgido de la desmovilización de las FARC. Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El anverso de la moneda, una aleación de cobre y níquel, muestra la imagen de la heroína, conocida como "La Pola", basada en un retrato al óleo de 1855 del pintor José María Espinosa, y lleva las inscripciones "Policarpa Salavarrieta" y "200 años del sacrificio de la heroína".En el reverso está la casa donde vivió la heroína en la población de Guaduas, en el departamento de Cundinamarca, con la inscripción "República de Colombia" y la denominación de "10.000 pesos", así como 2019, que es el año en que fue acuñada, informó el Banco de la República (autoridad monetaria).La moneda fue acuñada en cumplimiento de la Ley 1903 del 22 de junio de 2018, para conmemorar "el bicentenario del sacrificio de la heroína nacional Policarpa Salavarrieta acaecido el 14 de noviembre de 1817, resaltando el esfuerzo, dedicación y sacrificio de la mujer en la lucha de Independencia y la construcción de la República".Salavarrieta "es la heroína más popular de la Independencia de Colombia. Nació hacia 1795 y fue fusilada en Bogotá (...) por conspirar y espiar en favor de los patriotas de los Llanos de Casanare, en plena época de la Reconquista española", agregó el Banco de la República."La moneda conmemorativa es de curso legal y podrá ser utilizada para realizar cualquier tipo de transacción monetaria por el equivalente a su valor facial", indicó la autoridad monetaria.En la década de 1970, "La Pola" fue homenajeada en el billete de 2 pesos y en la de 1980 su figura apareció en las monedas de 5 pesos. Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"El origen de la violencia armada, el origen del conflicto armado en este país se llama desigualdad", expresó la funcionaria en Istmina, población del departamento del Chocó, uno de los más pobres y olvidados del país, donde tuvo lugar la presentación del nuevo ministerio.La vicepresidenta destacó que con el nuevo ministerio lo que busca es "garantizar el derecho a la igualdad y a la equidad a todas las y los colombianos y darle voz a quiénes históricamente han sido excluidos y marginados".En esa dirección explicó que en los últimos días del año pasado estuvo reunida con el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, para que le explicara "de dónde iba a salir el dinero" para el funcionamiento de esta nueva cartera."Este Ministerio es esencial; es un instrumento para afianzar las políticas que requerimos en términos de transformación en los territorios, en las comunidades", aseveró.Márquez dijo que el Gobierno escogió a Istmina para darle vida al Ministerio de la Igualdad, cuya creación fue aprobada por el Congreso en diciembre pasado, porque "no se podía hacer desde la comodidad" de Bogotá.La funcionaria recordó que el Chocó ha sido uno de los "departamentos más olvidados" y que por eso "desde Istmina (...) es que vamos a empezar a construir la igualdad y la equidad para todos". Asimismo, hizo énfasis en la manera como esta cartera se enfocará también en la defensa de los derechos de la mujer."La igualdad tiene que permitirles a las mujeres parar las violencias basadas en género, tener autonomía económica, tener acceso a un empleo en condiciones de igualdad, es decir, igual trabajo, igual salario. No tenemos porqué como mujeres trabajar más y ganar menos", recalcó la vicepresidenta.El presidente colombiano, Gustavo Petro, que llegó al acto con horas de retraso, firmó la ley que le da vida a la nueva entidad y reafirmó que la vicepresidenta será "la primera ministra de la Igualdad".El evento contó con la participación de sectores de la población en los que se enfocará el nuevo ministerio, entre ellos mujeres, población LGBTIQ+, afrodescendientes, negros, raizales, palenqueros, indígenas y rom. No olvide conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El carnaval se extiende del 2 al 7 de enero, aunque el pueblo pastuso se preparó para una de las fiestas más importantes del país, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, durante los días previos con una agenda que arrancó el 28 de diciembre."Nosotros no tenemos 31 de diciembre, tenemos 32, 33, 34, 35 y 36 de diciembre", bromea el que este año asumirá el papel de "Pericles Carnaval", Diego Chaves, para relatar que en su ciudad no comienza el año hasta que no inicia la festividad.Este rol que Chaves desempeñará por primera vez consiste en darle la bienvenida a foráneos y a "venideros" (locales que se fueron de la ciudad) que esperan, con oídos atentos, escuchar la historia de este carnaval que tiene su génesis en el siglo XVI.Un origen "tripartito"Pastos y quillacingas como pueblos indígenas de la zona, comunidades afro esclavizadas y europeos principalmente procedentes de la Península Ibérica se constituyen como las tres semillas del origen tripartito de esta festividad.La influencia de los pueblos originarios en el carnaval se hace presente especialmente el martes con el desfile de colectivos coreográficos en honor a la Madre Tierra o "Pachamama", en el que se dan cita cerca de 2.500 artistas portadores de instrumentos de tradición andina.Según relata Chaves, la presencia de instrumentos de viento en el carnaval deriva de los pueblos indígenas de la región, mientras que la percusión e instrumentos de cuerda son herencia de las comunidades afro y europeas, respectivamente.Pericles y la familia CastañedaEl pistoletazo de salida oficial de la fiesta lo marcaron el lunes pasado las nuevas generaciones de pastusos carnavaleros con el "Carnavalito", tratando de garantizar la preservación y cuidado del patrimonio inmaterial local. Ese día también se llevó a cabo una ofrenda a la Virgen de las Mercedes o "Michita Linda" pese al carácter pagano de esta fiesta."La 'Michita Linda' ha sido nuestra protectora toda la vida. Cuentan las leyendas que ella nos protegió de las invasiones de los ejércitos libertadores, porque Pasto se consideraba una ciudad realista y por su posición política fiel a la corona y los libertarios trataron de invadirla", explica Chaves.El día 4 es especialmente relevante para "Pericles", el personaje que encarnará Chaves: se celebra la llegada de la familia Castañeda, una tradición que los pastusos mantienen para dar la bienvenida a los extranjeros."Cuenta la historia que una familia iba de un lugar a otro atravesando la ciudad y pasaron en medio de las fiestas del carnaval. Alguien les dijo 'ustedes, los Castañeda, sean todos bienvenidos a las fiestas de Pasto'", explicó Chaves, quien añade que eso "se convirtió en el motivo de construir el desfile de la familia Castañeda para darles la bienvenida a los extranjeros".Negros y BlancosEl día 5 se celebra el "Día de Negritos", con que se da la bienvenida al "juego de caricias" donde se hacen "pinticas" en el rostro de color negro. Originalmente estas se hacían con ceniza y vaselina, hoy con cosméticos perfumados."Durante los tiempos de la colonia, se le concedía a los afro un día de descanso al año. Ahí aprovechaban para hacer sus fiestas, en las que se pintaba a los blancos de negro", rememora Chaves.Para el "Desfile Magno", el 6 de enero, una veintena de carrozas acompañadas de comparsas y de las tres modalidades de murgas -metales, instrumentos andinos y de fuelle-, reciben al "Día de Blancos" con talco y cosméticos blancos.Con este pasacalle, los artesanos que durante meses ponen a prueba su creatividad y habilidades técnicas volverán a inundar de música y color las arterias de la capital de un Nariño que en los dos últimos años no pudo disfrutar con plenitud de su tradicional festividad por las restricciones de la pandemia. Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Las películas románticas de navidad son clásicos que podemos ver una y otra vez en estas fechas del año, simplemente para pasar un buen rato y creer por un momento en el milagro de la navidad. Aquí le dejamos algunas imperdibles. Love Actually (2003) Esta película británica cuenta varias historias de amor entrelazadas durante la temporada navideña en Londres. Es conocida por su elenco estelar y su enfoque cálido y humorístico.The Holiday (2006) Dos mujeres intercambian casas durante las vacaciones y terminan encontrando el amor en lugares inesperados. Protagonizada por Cameron Diaz y Kate Winslet, esta comedia romántica tiene el encanto de dos historias de amor en diferentes continentes.Serendipity (2001) La historia de una pareja que se encuentra y se enamora en una noche mágica en Nueva York, solo para separarse y dejar su destino al azar. La película juega con la idea del destino y las segundas oportunidades.The Family Stone (2005) Una comedia dramática que sigue a una mujer que visita a la familia de su prometido durante las vacaciones, solo para descubrir que no encaja exactamente como se esperaba. Aunque no es una comedia romántica tradicional, tiene una historia de amor entrañable en su núcleo.Elf (2003) Mientras que esta película es más conocida por su enfoque cómico y festivo, también incluye una linda historia de amor entre Buddy, el elfo interpretado por Will Ferrell, y Jovie, interpretada por Zooey Deschanel. Es una opción divertida y conmovedora para la temporada navideña.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Huasipungo" de Jorge Icaza es un hito literario latinoamericano, publicado en 1934, que revela la brutalidad de la opresión social en la hacienda ecuatoriana. Esta novela, impregnada de realismo y crítica social, es una denuncia feroz de las injusticias sufridas por los indígenas frente al poderoso sistema terrateniente.La trama se desenvuelve en torno a la vida de los habitantes indígenas de la hacienda, sus luchas por la supervivencia y su sometimiento a condiciones inhumanas impuestas por los terratenientes. Icaza presenta personajes complejos que representan la lucha por la dignidad y la resistencia ante la explotación despiadada.Con un estilo narrativo vívido y desgarrador, Icaza exhibe la crueldad de la discriminación social y económica, ilustrando las consecuencias devastadoras del sistema feudal en Ecuador. La obra resalta la degradación humana, la violencia y la desigualdad, dejando una poderosa impresión sobre el lector."Huasipungo" trasciende como un documento literario indispensable que visibiliza las realidades marginadas y perpetuadas en la historia latinoamericana. Su relevancia perdura en la actualidad, al ofrecer una crónica penetrante y atemporal de la lucha por la justicia social y los derechos humanos.No olvide conectarse tarde con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"Leyenda Viva, el alma de un pueblo", es una película que desentraña la esencia del vallenato a través de diálogos auténticos con historiadores y músicos de la región. Revela cómo este género musical se moldeó, su origen y su proyección futura, siendo un legado arraigado en la memoria colectiva de Colombia, y que hoy conquista escenarios alrededor del mundo.Figuras como Nafer Durán, Rosendo Romero, Marciano Martínez e Ivo Díaz, junto a los historiadores Tomás Darío Gutiérrez, Julio Oñate y Jose Alberto ‘Beto’ Murgas, entre otros maestros, participan en este diálogo en el que se destaca que no es necesario ser un experto para disfrutar y aprender.‘Leyenda Viva’ se asemeja a una cátedra histórica y magistral, accesible para cualquier persona, independientemente de ser un apasionado del género musical. Relata anécdotas, como el origen de la tonada 'Amor, amor' durante la Guerra de los Mil Días, cuando soldados criollos aprendieron la canción entonada por los españoles durante la reconquista (1815 – 1816). También narra el primer encuentro del folclore vallenato en la película mexicana de 1945, 'Pasiones tormentosas', donde la actriz María Antonieta Pons baila al compás de la famosa canción ‘El caimán’ junto a Kike Mendive.Esta película es una producción de Memu(á) Films, dedicada a documentales de memoria, y Lanterna Pictures, con la colaboración de Codiscos Films, la nueva división de la disquera, respaldada por Grupo Éxito, Colombiana, Old Parr y Cine Colombia, quienes también se encargaron de su distribución en Colombia. Además, cuenta con el apoyo de Sony Music, Hohner, Spirit Music y Discos Fuentes, aliados clave responsables de los derechos musicales de la película."No olvide conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
La escritora bogotana María Ospina Pizano es la ganadora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2023 por su libro Solo un poco aquí, una novela que es animales y movimiento.Ospina Pizano se convierte en la segunda colombiana en obtener este prestigioso galardón luego de que Laura Restrepo lo obtuviera en el año 1997 con su libro: Dulce compañía. El premio Sor Juana Inés de la Cruz reconoce la excelencia del trabajo literario de mujeres en idioma español de América Latina y el Caribe.Aquí dejamos el discurso que dio al recibir el premio, texto en el que recuerda a Sor Juana Inés de la Cruz y hace una alusión al bosque como manto protector de la vida.Por «un territorio igual de hospitalario al bosque»Respetadas Licenciada Marisol Schulz Manaut, Directora General de la Feria Internacional del Guadalajara, Maestra Carmen Beatriz López Portillo, Rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana, y respetados miembros del jurado, Doctoras Sara Poot Herrera y Diana Sánchez y Doctor Daniel Centeno. Estimadas personas de la audiencia que están hoy acompañándonos:Muchas gracias por su presencia. Para mí es un honor enorme estar en la maravillosa FIL de Guadalajara por primera vez y con motivo de esta ocasión tan especial. Quiero empezar celebrando los treinta años que cumple este premio apoyando a las mujeres que escriben y reconociendo el deseo, el deber, la urgencia de contar, de indagar, de filosofar que Sor Juana Inés de la Cruz encarnó hace varios siglos, y que hoy sigue siendo urgente defender. Un premio que durante tres décadas ha defendido la literatura como lugar desde el que se trenzan las preguntas más complejas y se desafía a aquellos que están convencidos de la simpleza y la obviedad del mundo.Cuando recibí la llamada con la noticia de que lo había recibido, yo iba caminando por una calle antigua del centro de Madrid, un barrio que aún conserva edificios de ese extraño y accidentado y fascinante y barroquísimo fin del siglo XVII, que fue precisamente la época que le tocó vivir a Sor Juana. Un barrio donde seguramente algunas personas alcanzaron a leerla mientras ella aún vivía, cuando su fama y sus escritos ya llegaban desde el otro lado del Atlántico. A pocas cuadras de allí, muy cerca del Palacio Real de Madrid, que fue construido con los expolios de América y donde aún se elogia sin vergüenza la conquista y se silencian sus violencias, hay una estatua de Sor Juana que siempre me ha conmovido. Es quizás el único monumento que existe en honor a ella en España. Y me emociona que esa estatua de ella esté allí, mirando con rigor al horizonte, con pluma y papel en mano, en medio de tanta estatua de patriarca constructor de imperios, de tanta mujer reducida a alegoría o a figura mitológica, de tanto hombre a caballo deseoso de mandar y de ocupar. Cuando recibí la noticia de este premio, que además era el día en que cumplía yo los años aproximados que tuvo Sor Juana cuando murió, sin saber bien qué hacer con la alegría, peregriné unas cuadras hasta la estatua para darle las gracias, como buscando urgentemente un ritual y un cuerpo. Me costó treparme al pedestal, pero mi hijo de diez años lo escaló con entusiasmo y pudo dejar a nombre mío una flor en la mano de piedra. Una pareja de irlandeses nos miró, perpleja. Oí que se preguntaban por la estatua. Y como me cuesta renunciar a mi vocación docente, me metí en su conversación sin haber sido invitada y les conté sobre ella.Cómo no hacerle aquí un homenaje a la brillante poeta, dramaturga y filósofa, que ha sido mi maestra por muchas décadas y que también ha sido la de mis estudiantes que la leen en mis clases de la universidad, más de tres siglos después de que la obligaran a dejar de escribir. Cómo no agradecerle por siempre recordarnos, entre muchas cosas, que, aunque haya tantos mecanismos erigidos para subordinar y excluir a las mujeres de la cultura y la política, de la vida social y de la conversación pública, existe una red milenaria de pensadoras e intelectuales que siempre han usado la palabra y la acción para revelar la complejidad del mundo. Quisiera entonces hoy empezar dándole gracias por las enseñanzas, por la vitalidad de sus ideas, por su profunda erudición y osadía, por su empeño, desde los márgenes, en aquello que ella misma llama “poner bellezas y riquezas al entendimiento”. Por el compromiso de pensar sosegadamente y de defender el rigor de las ideas. Por ese ejemplo.En la famosa carta conocida como la “Respuesta a Sor Filotea de la Cruz” que Sor Juana envió en 1691 a su confesor, el obispo de Puebla, la escritora hace una defensa brillante de su vigorosa labor intelectual en un momento en que los hombres de la iglesia comenzaban a recriminarle por escribir sobre teología, ciencia, filosofía y estética, por tejer versos y obras teatrales, por reflexionar sobre la misoginia misma que buscaba silenciarla. En esa carta maravillosa Sor Juana reclama los derechos de la mujer a ser educada y a educar, defiende la posibilidad de disentir de los hombres que ostentan el poder y se inserta en una extensa genealogía de mujeres que han participado en la vida pública e intelectual del mundo a través de la política, la filosofía, la poesía, la educación, la teología y el arte, desde la antigüedad hasta sus días.Pero para mí, quizás, lo más original, lo más transgresor de esa carta, es la forma en que Sor Juana insiste en que, aunque quieran silenciar a las mujeres, aunque quieran representarlas como irracionales o viciosas o débiles de entendimiento, aunque intenten prohibirles escribir, excluirlas de las universidades o relegarlas al hogar o al rezo, nunca será posible privar a nadie de lo que ella llama “el deseo de saber”. Consciente de que la iglesia está a punto de decretar su silencio, Sor Juana explica que, aun sin libros en mano y sin acceso a la pluma, la reflexión profunda y paciente —que para ella está íntimamente ligada al ejercicio del deseo— nunca frenará su rumbo, pues esta excede el territorio de la letra y los espacios donde se ejerce el poder. Sor Juana le anuncia así a su confesor que ella siempre va a filosofar, con o sin su venerada biblioteca, con o sin su pluma, pues todo lo que ella encuentra en su caminar cotidiano es materia fértil, territorio deslumbrante en el que surgen las preguntas e ideas más profundas sobre el mundo. En vísperas de la censura fatal, Sor Juana anuncia, desafiante, que “nada se ve sin reflexión, nada se oye sin consideración, aun en las cosas más menudas y materiales”. Insinúa que mientras esté viva, en la cocina o en el patio del convento o donde sea, siempre estará filosofando.Al cuestionar la idea de que el ámbito intelectual institucionalizado es el único espacio para el pensamiento, al poner en duda esa dimensión que por tanto tiempo (y aún hoy) muchos han querido delimitar como un lugar de alianzas e interlocución masculina, Sor Juana sugiere que las restricciones que emergen de las jerarquías tradicionales del patriarcado, aunque contundentes y dañinas, siempre serán insuficientes. Nunca se podrá doblegar el deseo y la posibilidad de reflexión que emerge de la experiencia vital y cotidiana del cuerpo, de nuestros recorridos por los caminos. Esta bulle y crece y se propaga, como las raíces de los árboles, a pesar de la misoginia, con o sin acceso a los espacios del poder donde se tiende a censurar, como todavía vemos hoy en tantos lugares, el pensamiento hondo y la palabra insólita.Mi abuela, mi madre y muchos perros y perras me enseñaron desde la infancia aquello que Sor Juana luego hiló de forma tan hermosa en su carta, cuando la leí de adulta. En los bosques de las montañas donde crecí, en el altiplano cundiboyacense de la cordillera oriental de los Andes colombianos, en la región de Simijaca, Cundinamarca, donde está mi corazón, bosques que todavía frecuento en el peregrinaje de la migrante que soy, “nada se ve sin reflexión, nada se oye sin consideración”, para usar las palabras de Sor Juana. Ha sido en ese territorio de árboles, maizales y parcelas campesinas donde he convivido con perros y he aprendido a escuchar aves e insectos, enredaderas y musgos, líquenes y follaje, y las historias de la gente que allí cultiva, hila y pastorea. Ha sido en esos caminos donde lentamente se fue gestando esta novela.Narrar las mudanzas a las que sometemos o que hacen voluntariamente los animales más que humanos, habría sido imposible sin los años de deambular por las sendas rurales y los atajos de muchos de esos montes, sin la errancia que me dio haber nacido en una familia de mujeres caminantas, exploradoras de caminos muy antiguos, que me enseñaron que desde esas cuestas andinas y en presencia de otros seres, era urgente otear el mundo. Ese trasegar por bosque y pantano, antecede y es el sustrato de las ideas, como diría Henry David Thoreau, como de otra forma también lo expresó Arguedas y como también me enseñó mi abuela. María Negroni dice que escuchar otros ruidos es el motor implícito de la escritura. Para mí esos otros ruidos, son voces de otros seres más que humanos, de follajes y lluvias y vientos, y también son más que ruidos. Son otros olores y sonidos y movimientos de un mundo habitado por muchas especies. Este libro es un intento, aunque sé que limitado, imperfecto y lleno de paradojas, de bajarle el volumen a las voces humanas y a sus fantasías de dominio sobre el mundo, para que resuenen otras en el espacio siempre insuficiente, pero también siempre amplio, de la página escrita. En la pausa del camino, he buscado en la ficción un territorio igual de hospitalario al bosque, desde el cual preguntar cómo es la vida soberana de seres más que humanos que nos miran desde otras alturas y desde otras ontologías de espacio y tiempo. Para abordar ese misterio y reconocer nuestras limitaciones para comprenderlo.En mi vaivén de dos décadas entre Colombia y Estados Unidos, que es a donde terminé migrando, el acto de deambular por bosques y habitar el mundo rural a pie me ha dado una de las pocas certezas que tengo: que al estar situados en comunidades más que humanas nuestras vidas, y también nuestras errancias y nuestros errores, nuestras búsquedas de morada, siempre se cruzan con las de otros seres. Como bien lo expresa Dona Haraway, una de nuestras obligaciones como gente que comparte el mundo con seres más que humanos es tener curiosidad sobre lo que estos hacen, sienten, piensan, sobre cómo miran y en qué momento se cruzan nuestras miradas con las suyas. De hecho, creo que en cualquier consideración sobre lo que constituye un hogar humano, o su brevedad, en cualquier reflexión sobre los modos en que trazamos los caminos, está presente la pregunta ética y política de a qué otros animales desplazamos y a cuáles dejamos quedarse, de cuáles resisten y de cómo lo atestiguan, es decir la pregunta de quién es el huésped y quién es el anfitrión y cómo se complica esa distinción. Las tradiciones indígenas de las Américas llevan siglos insistiendo en que el devenir humano tiene que dar cuenta de otros seres vivos, que esto es digno de nuestra reflexión, de nuestra consideración, para usar de nuevo las palabras de Sor Juana. ¿Cómo tenemos en cuenta o los ignoramos? ¿Qué les debemos? ¿Cómo reconocemos su dignidad de testigos? ¿Cómo atestiguamos su vida, su sufrimiento, su resistencia, su soberanía? ¿Cómo se topan sus miradas con las nuestras? ¿Cómo abordamos las formas en que su existencia, más amenazada hoy que nunca por culpa nuestra, nos marca y nos conmueve? ¿Cómo encontrar su mirada y reconocerlos como actores y acompañantes puede ampliar las formas de la política? Honrando el legado de tantos pensadores y pensadoras que por siglos se han ocupado de estas preguntas, mi novela es un intento por pensar en todo esto, lejos de una tradición que insiste en la superioridad del orden humano y su racionalidad, cuando lo humano es precisamente una red de dependencias entre especies.He querido en este libro cuestionar la fantasía antropocéntrica de que otros seres vivos son irrelevantes o inferiores o deben estar siempre al servicio de las lógicas humanas, como la lógica de la propiedad privada, de la ganancia y del estado nación con sus fronteras. Como bien lo han notado las pensadoras ecofeministas, los discursos que presuponen la superioridad humana sobre lo que se ha sabido llamar la “naturaleza,” están íntimamente ligados a las nociones patriarcales de la jerarquía de género que fueron precisamente las que silenciaron a Sor Juana. He querido descentrar lo humano poniendo en el centro de la ficción a unas perras abandonadas, a una tángara escarlata que migra del noreste de Estados Unidos a los bosques altoandinos de Colombia, a un puercoespín pequeño de uno de esos bosques cuya especie se encuentra en vías de extinción, a un escarabajo recién salido de los fondos de esa tierra, animales más que humanos cuyas vidas inevitablemente se cruzan con las nuestras, pero que, desde su alteridad, se rehúsan a ser simplemente humanizados. En el proceso de indagar sobre el movimiento y el sufrimiento de estos seres, sobre lo que podría constituir para ellos un hogar, he querido preguntar sobre las maneras en que estos hacen reclamos a los humanos y sus tecnologías, y viceversa, aunque, como nos recuerda Haraway, esos reclamos nunca sean simétricos.Porque todas las especies están situadas históricamente, tenemos una responsabilidad de comprender la historia como más que humana. Hablar del trabajo, del afecto, del juego, de la vida comunitaria, de la política, de la guerra, de las relaciones de género, de la creación de fronteras políticas, requiere de una mirada que dé cuenta de que las sociedades y redes que tejemos están determinadas por los cruces entre especies. ¿Cómo se puede, si no, entender la historia de un país como Colombia, donde se talan bosques para llenarlos de vacas, donde se fumigan químicos letales para producir y erradicar las drogas ilícitas, donde se dragan ríos y se destrozan vidas para sacar oro y metales, donde hay gente valiente que a diario cuestiona y resiste todo esto, cómo abordamos esa historia sin al menos preguntarnos por la forma en que perciben, sienten, sufren y resisten esto los seres más que humanos que también la habitan? ¿Cómo son testigos ellos de los conflictos que causamos, como, por ejemplo, de un enfrentamiento armado que los exila, de una bomba que explota en el lugar a donde han parado a descansar (como les pasa, por ejemplo, a los millones de aves migratorias que cruzan Israel y Palestina en estos meses), o de una protesta pública que les nubla el cuerpo con gases lacrimógenos? ¿Cómo viven el estallido de los cohetes que Elon Musk alegremente hace explotar sobre sus bosques? Estas consideraciones, que para muchos pueden ser banales o minúsculas, tienen para mí una gran urgencia. Están en el centro de la historia, no son sus márgenes. Creo que la literatura, desde un lenguaje diferente al de las ciencias, debe estar allí para abordarlas.No podría terminar hoy sin hacer un breve homenaje a un pájaro que detonó la escritura de este libro hace ya más de una década. Un ave migratoria deslumbrante, cuya especie mora temporalmente en los bosques en los que crecí en Colombia y en los que ahora vivo en Estados Unidos, que de milagro encontré una mañana de 2008 en el balcón del apartamento de Bogotá al que yo había llegado a vivir temporalmente. Un ave pequeñita de cuerpo escarlata y alas negras que pasa parte del año en los Andes y la otra en el noreste de Estados Unidos, lugar del cual yo también hacía poco había llegado. Esa visita tan extraña de un pájaro que parecía paralizado en un día de abril en el que debía seguir su vuelo hacia el hemisferio norte con otros millones más, despertó en mí una enorme curiosidad. Una fascinación por la migración de los pájaros y sus viajes continentales y una obsesión por cómo atestiguan el mundo desde otras dimensiones espaciales y sensoriales, por cómo burlan nuestras fronteras y nuestros deseos egoístas de delimitar el mundo. Una curiosidad para la que creo que ya me había preparado mi vida de caminante de bosques.¿Cómo le habría ido a esa ave valiente que finalmente recuperó el vuelo y escapó de mi balcón? Ojalá que haya llegado a su bosque del norte, pero nunca lo sabré. ¿Qué rutas continentales habrá tomado y por cuántos otoños y primaveras habrá ido de norte a sur y de sur a norte? ¿Habrá durado su vida una década entera, que es lo que podría vivir un ave de su especie, o mucho menos? ¿Cuáles aguas que bebió estaban limpias y cuáles envenenadas? ¿Qué bosque encontró robusto y defendido y cuál diezmado? ¿Viven algunos de sus hijos y descansan en este momento del invierno septentrional en algún bosque andino? Tenemos que seguir hablando de los pájaros, de los territorios que ellos y tantos otros seres claman heroicamente y a pesar nuestro como morada. De los bosques y la vida que sostienen, que son la comunidad y el camino, la memoria del mundo y su conciencia. De la gente que los recorre y los defiende. De la soberanía de unos seres que son tan marginales en los espacios del poder, pero que sostienen la esperanza y la posibilidad del futuro.Quiero terminar agradeciendo a todos los perros y perras, y a todas las personas que me ha acompañado y acogido en estos años de escritura. A Salomé Cohen, mi brillante y generosa editora, a las editoriales que han publicado mis libros, a la universidad de Wesleyan donde enseño y a mis estudiantes, que son mis maestros, a la FIL de Guadalajara y a la Universidad del Claustro de Sor Juana, a Laura Niembro y al resto del equipo que ha hecho posible que yo esté hoy aquí. Un especial agradecimiento, también, al jurado que me honra enormemente, al elegir este libro entre muchas obras de escritoras valientes, que creen, como lo hizo Sor Juana, en el acto de conmover y de irritar para contar los enredos del mundo y sus misterios, para revelar, sosegadamente, los otros ruidos. Muchísimas gracias.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El galardón, dotado con 20.000 euros (cerca de 22.000 dólares), está considerado el reconocimiento público más alto a un compositor o compositora viva de la comunidad iberoamericana, según informó este lunes la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) de España en un comunicado.Tania León (1943, La Habana), ganadora de un Premio Pulitzer de Música en 2021 y del Premio Kennedy Center Honors en 2022, fue galardonada por "su experiencia artística que se proyecta como paradigma de comprensión y diálogo intercultural", según indicó el jurado.Junto a ello, el jurado reconoció "los exilios externo e interno que, como cubana en los Estados Unidos, han marcado su producción compositiva de alto reconocimiento internacional, así como a su posición como ser humano ante las coordenadas vitales por las que ha discurrido su trayectoria”."Siempre he sido fiel a mi filosofía. Me crié en una familia que tenían orígenes muy diferentes, crecí en una especie de pequeñita Naciones Unidas", explicó la ganadora quien aseguró tener "esa semilla mental de que el mundo debería ser igual para todos y no enfatizar tanto en las diferencias".Con más de 40 obras de cámara, orquestales, vocales y multitud de óperas, su forma de crear ha conseguido elevar la música latina en Nueva York: "Europa es la semilla de la composición, y en Estados Unidos se conocía muy poco la carrera de composición latinoamericana", precisó la artista.Su música se caracteriza por un estilo moderno de carácter cosmopolita, a la vez complejo y expresivo, basado en la incorporación de prácticas rítmicas derivadas de la diáspora latinoamericana, fusionadas con técnicas europeas en el Caribe, recordó la SGAE.Además, su obra siempre se ha marcado por su gran compromiso político. A través de la música se ha enfrentado al rechazo y a la misoginia, explicó la organización."Siempre he sido de perseguir mis propuestas y cuando me decían que no, no me dejaba amedrentar: Les daba la espalda y continuaba mi camino", dijo ella al respecto.León se fue de Cuba a los 24 años para emigrar a Estados Unidos. Afincada en Nueva York desde 1967, no pretendía dedicarse a la composición sino que su sueño era ser concertista y se formó como pianista, pero acompañó al coreógrafo Arthur Mitchell en el proyecto del Dance Theater of Harlem” y comenzó así "una de las carreras más brillantes y prolíficas de la composición en Latinoamérica", destacó la SGAE.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.