Para comprender por qué La Escombrera es tan importante en el esclarecimiento de casos de desaparición forzada y por qué las muestras artísticas que honran a las víctimas no deben ser censuradas hay que remitirnos a finales de los años noventa.Al occidente de la capital antioqueña está ubicada la Comuna 13 y al noroccidente del ahora famoso mirador de la comuna está ubicada la La Escombrera, que por años fue el tiradero de escombros, concreto y basura de construcción de la ciudad. Volquetas iban y venían con frecuencia a este lugar mientras la comuna atravesaba una ola de violencia solo comparable con la que sufrió entre finales de los años ochenta e inicios de los noventa a causa del narcotráfico.La Comuna 13 fue desde 1998 un territorio en disputa entre grupos paramilitares, autodefensas y facciones urbanas de guerrillas, en el centro estaban los habitantes de los barrios, quienes fueron víctimas de amenazas, extorsiones, reclutamiento, desapariciones forzadas, torturas y asesinatos, entre muchos otros crímenes de guerra.En medio del fuego cruzado estaban los civiles, muchos jóvenes acusados de pertenecer a un bando u otro, acusaciones que como consecuencia tenían sus desapariciones. Las víctimas aún vivas eran llevadas a La Escombrera para ser torturados, en algunos casos, o sus cuerpos ya sin vida eran arrojados en este lugar para que sus restos se perdieran entre montañas de escombros.Así lo confesaron exparamilitares, “quienes decidieron revelar los sitios usados para arrojar los cuerpos de sus víctimas como reparación y verdad en sus procesos penales de la Ley de Justicia y Paz”, según documentó la Unidad de Víctimas en un reportaje publicado en 2015. Este texto además cuenta que las personas que fueron sacadas de locales, casas y calles fueron llevados a este lugar y a la arenera para ser asesinados “por orden de jefes paramilitares como alias de ‘King Kong’ y el ‘Negro Elkin’”.El recrudecimiento de la violencia en la comuna fue tal que según los registros de la Unidad de Búsqueda de personas dadas por desaparecidas hay alrededor de 502 personas desaparecidas durante la década del 2000, una cifra que llega a 5.912 víctimas en toda la ciudad.En el 2002, “las Milicias Bolivarianas de las FARC, el ELN y los Comandos Armados del Pueblo prohibieron el ingreso de personas ajenas al barrio, incluyendo a las instituciones gubernamentales o no gubernamentales”, según registra el libro La huella invisible de la guerra. Desplazamiento Forzado en la Comuna 13, con el objetivo de bloquear la presencia paramilitar.Esta acción en los meses siguientes tuvo como resultado constantes enfrentamientos entre los grupos guerrilleros y los paramilitares del Bloque Cacique Nutibara (BCN) y el Bloque Metro.En ese contexto llegó el punto álgido de la violencia en la Comuna 13 que tuvo lugar el 16 de octubre de 2022 cuando inició la intervención armada de la comuna a manos de más de 1.500 efectivos de la fuerza pública acompañados de uniformados encapuchados y armados. Hasta ahora, ha sido la irrupción en espacio urbano más grande en la historia del conflicto y se extendió hasta diciembre de ese año.La Operación Orión, como se nombró esa intervención armada que pretendía mermar las acciones de la guerrilla en la zona, dejó como resultado desplazamientos forzados, 1 muerto, 38 heridos y 8 desaparecidos entre la población civil, de acuerdo con el Centro Nacional de Memoria Histórica.Después del 16 y 17 de octubre, la presencia armada continuó con al menos 150 allanamientos y señalamientos a la población de pertenecer a algún grupo armado, hechos en los que además se cometieron ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas, de acuerdo con informe de la Comisión de la Verdad entregado en 2022.Entre señalamientos, torturas y asesinatos los conductores de los escombros que iban hacia La Escombrera “fueron obligados, bajo amenaza de muerte, para que también cargaran con los cuerpos y así asegurarse que quedaran sepultados cada vez más profundo”, reza el documento de la Unidad de Víctimas. Fue así como La Escombrera se convirtió en una “fosa común a cielo abierto”.Las buscadoras y los primeros hallazgos en La EscombreraDesde el inicio de las desapariciones las madres de las víctimas han señalado a La Escombrera como el paradero de los cuerpos de sus familiares y en una lucha incansable han recurrido al Estado y organizaciones de Derechos Humanos para buscar a sus seres queridos.En 2015, por ejemplo, se llevó a cabo una ceremonia ritual el 27 de julio a la que asistieron familiares de desaparecidos entre 1998 y 2004 para abrir el camino a las excavaciones e investigaciones en la zona aledaña a ese vertedero, tras las declaraciones de ‘Móvil 8’, un exparamilitar.En medio de voluntades políticas inexistentes, tuvieron que pasar 22 años para que las excavaciones en La Escombrera se realizarán con efectividad y el 18 de diciembre de 2024 se anunciaran los primeros hallazgos de restos humanos como desde hace años las familiares habían señalado.“En el marco de las medidas cautelares de protección de lugares de inhumación que adelanta la Sección para Casos de Ausencia de Reconocimiento de la JEP, en plena coordinación con la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, fueron halladas las primeras estructuras óseas que podrían corresponder a personas desaparecidas en el contexto del conflicto armado en La Escombrera de la Comuna 13 de Medellín”, anunció la UBPD.Ahora dichos restos están en proceso de ser identificados, al mismo tiempo que el 10 de enero de este año la misma entidad informó del hallazgo de restos que corresponden a dos cuerpos.De estos hallazgos, anunciados hace más de dos décadas por las mujeres buscadoras surgió “Las cuchas tienen razón”, la frase emblemática que hace referencia al clamor por justicia y verdad de las madres, familiares e hijas de los desaparecidos.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Históricamente civilizaciones, países y comunidades han creado y preservado rituales que giran en torno al Año Nuevo, al proceso de despedir un año y recibir el siguiente, al tiempo que cierran ciclos en sus proyectos de vida, planifican cambios e incluso piden deseos para la nueva temporada.Muchas tradiciones están basadas en el agradecimiento y la unión, entre familia y seres queridos, casi como una recarga de energía para tomar un nuevo impulso antes de continuar con un nuevo año.Por ejemplo, en la antigüedad los romanos dedicaban el inicio del año al dios Jano (Janus), el dios de las puertas y los comienzos, allí las personas intercambiaban regalos como miel y frutos secos para atraer buena fortuna y solían hacer sacrificios y decoraciones en las puertas de sus casas como símbolo de protección.Para los mayas, por su parte, el tiempo era cíclico y medido en periodos llamados baktunes. Cada final de ciclo estaba cargado de rituales que incluían ceremonias de purificación, sacrificios y oraciones para garantizar que el nuevo ciclo llegara con equilibrio y prosperidad.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquíAhora a muchos rituales de Año Nuevo también los conocemos como agüeros, una ayuda extra, un deseo y una tradición en la que se deposita la esperanza de un buen año y sueños cumplidos. Estos son los más tradicionales de Colombia.1. Las 12 uvas de la suerteA la medianoche, se comen doce uvas, una por cada mes del próximo, pero no solo representan los meses, sino que mientras se comen se debe ir pidiendo un deseo por cada una. Esta es una tradición que tiene sus orígenes en España y que se hace para atraer buena suerte y cumplir metas en los próximos meses.2. Quemar el "Año Viejo"En muchas regiones del país se hacen muñecos de trapo, el Año Viejo, que se quema a la medianoche del 31 de diciembre. Estos muñecos suelen representar lo que la gente quiere dejar atrás, como malas experiencias o energías negativas, un adiós que décadas atrás estaba cargado de pólvora, ahora, por seguridad han cambiado sus tamaños a versiones más pequeñas y sin fuegos artificiales que puedan causar incidentes.3. La vuelta a la manzana con una maletaMuchos colombianos salen a caminar o correr alrededor de su cuadra a la medianoche con una maleta, que puede estar llena o vacía, con el deseo de viajar y explorar nuevos lugares durante el próximo año.4. Barrer y limpiar la casaAlgunas personas barren sus hogares justo antes de la medianoche o durante las primeras horas del nuevo año, como en cualquier día o con elementos específicos como hojas de ruda y jabón Rey, con el simbolismo de limpiar las energías negativas y atraer la prosperidad al hogar.5. Usar ropa interior de colores específicosLa prenda más común es el interior de color amarillo, asociado a la buena suerte y la prosperidad, pero en esta fecha además, se procura que sea una prenda regalada por alguien más para atraer riqueza, alegría y energías positivas.Otros colores de ropa interior frecuentes en Año Nuevo son el rojo, para desear pasión y amor y el blanco para atraer paz y armonía.6. Brindar con espumante o champañaAntes o después de las doce, las familias suelen brindar con una copa de champaña o vino espumoso. Algunos colocan un anillo de oro dentro de la copa al brindar, esta tradición representa prosperidad, unidad familiar y éxito en los proyectos.7. Intercambiar espigasAl igual que en Persia, los colombianos también recibimos el Año Nuevo con trigo y granos en la mesa tradicionalmente. Las familias intercambias espigas de trigo atadas con cintas de colores como símbolo de abundancia, prosperidad y fertilidad. Su forma alargada y dorada evoca ideas de cosechas abundantes y bienestar económico. Además, también es costumbre que una vez recibida la espiga, esta sea "sembrada" en un vaso que contenga siete semillas, que pueden ser de lentejas, frijol, arveja, maíz, arroz, garbanzos y girasol. 🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar
El fondo del mar es la caja fuerte de incontables tesoros engullidos por las aguas. Durante siglos, las cargas de los barcos que tuvieron la desdicha de naufragar han sido inaccesibles. Los archivos sobre navegación y las leyendas han estimulado la fantasía sobre esos tesoros que esconde el fondo del mar.Cuando la tecnología fue posibilitando poco a poco acceder a ellos, surgió el dilema de su destino. ¿Quién puede reclamarlos? ¿Pertenecen a quien los encuentra? ¿Al Estado en cuyas aguas costeras se encuentra la nave hundida? ¿Al país de cuya bandera es el barco? ¿O al pueblo al que fue saqueada la preciosa carga que alberga?En ese dilema se encuentra el galeón San José, que tiene bandera española, se hundió en aguas colombianas, contiene oro saqueado a pueblos originarios y fue localizado por empresas cazatesoros. Una de ellas, Sea Search Armada, demandó al Estado colombiano ante la Corte Permanente de Arbitraje, arguyendo que fue quien dio la posición y las coordenadas del galeón en 1982."Política, cazatesoros y gente poderosa”En aquel año, Colombia dio a Sea Search Armada derechos sobre su contenido, por lo que la empresa reclama ahora 10 mil millones de dólares, el equivalente a la mitad del tesoro del San José, ya que nunca pudo proceder a su extracción, porque los Gobiernos colombianos posteriores les pusieron obstáculos para hacerlo, mientras buscaban socios por otro lado para lograr precisamente ese objetivo.En 2015, el Gobierno de Juan Manuel Santos anunció la localización del naufragio gracias a una empresa contratada. "El asunto siempre se ha movido entre la política, los cazatesoros e intereses de gente poderosa dentro y fuera del país", dice a Deutsche Welle Juan Guillermo Martín, arqueólogo colombiano y profesor en la Universidad del Norte.Gustavo Petro apremió a su Gobierno a recuperar el tesoro del San José antes del fin de su mandato en 2026, urgencia que alarmó a la comunidad científica. "En el primer momento, Petro da la orden a la Armada Nacional de sacar el contenido del galeón San José, desconociendo las implicaciones desde el punto de vista técnico de hacer una extracción de ese tipo a 600 metros de profundidad. Y desconociendo un aspecto mucho más importante, que es el legal”, subraya Juan Guillermo Martín, que considera que la gestión del San José por parte del actual Gobierno colombiano, tras invertir 18 mil millones de pesos (unos 4 millones de dólares), es pobre.Según el experto colombiano, el balance puede resumirse en la clasificación, mediante un video, de poco más de mil artefactos, mientras que se evalúa, por parte de inexpertos, "qué les sucede al aire libre”. Además, se ha afirmado ahora que la nave no se hundió por una explosión, sino por una mala reparación.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquíImplicaciones legales"La diplomacia cultural necesaria para abordar un contexto arqueológico como este ha debido hacerse antes de cualquier otra cosa, garantizando sobre todo la seguridad jurídica del Galeón San José y su contenido”, comenta Martín.Y es que extraer cualquier objeto del pecio tendría unas implicaciones legales importantes. No solo está en marcha la demanda de Sea Search Armada, sino también la de pueblos originarios como los Qhara Qhara ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que reclama el contenido del pecio para sí, argumentando que les fue saqueado por la colonia. Y, por otro lado, está España, la propietaria de una nave de Estado, protegida por el principio de inmunidad soberana, y que además se encuentra en un contexto funerario, ya que en el accidente naval murieron cerca de 600 tripulantes y pasajeros."Antes de emprender cualquier actividad, lo primero que hay que resolver es el tema legal, porque hay inseguridad jurídica por distintos frentes. Desde la Red Universitaria de Patrimonio Cultural Sumergido, hemos insistido en que se necesita un proyecto que involucre a todas las partes y que se firmen acuerdos legales", reclama Martín."Patrimonio colectivo”Los debates actuales sobre el patrimonio sumergido van más allá de la propiedad única. La Convención de la UNESCO de 2001 tomó posición sobre el asunto, defendiendo que los pecios pertenecen al país de cuya bandera es el barco. Gracias al principio de inmunidad soberana, España obtuvo una importante victoria legal en la batalla por la propiedad de un tesoro valorado en 500 millones de dólares rescatado de aguas del Atlántico por la empresa Odissey en la fragata "Nuestra Señora de las Mercedes”."Ese principio de la propiedad que recoge la Convención de la UNESCO es muy del derecho romano: esto es mío”, dice desde Perú a DW Carlos Ausejo, especialista en patrimonio marítimo y subacuático. "Desde mi punto de vista, el Estado español del siglo XVII incluye muchos países actuales de las Américas. Consecuentemente, ese patrimonio es nuestro también, porque éramos parte de un Estado español”, explica Ausejo.Monedas fabricadas con oro de una región boliviana pudieron ser acuñadas en varios lugares distintos del virreinato. "Es un patrimonio compartido, y la UNESCO también dice eso”, prosigue Ausejo. "Hay una producción, una construcción humana de esos materiales. Y ahí voy en contra de los Qhara Quhara, que dicen que el oro es suyo”.Para Ausejo, la perspectiva que debe prevalecer es que el valor de los tesoros sumergidos no es económico, sino cultural. "Acepto que el barco sea español, pero los contenidos son una mezcla de patrimonio de todos aquellos que hemos intervenido de una forma u otra en la construcción de esos objetos, y no solo las monedas. Todo el conocimiento que podemos aprender de cómo se construían naves, cómo era la vida en el barco. Ese patrimonio es colectivo".🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Se trata de una alcarraza y un trípode funerario de la cultura tierradentro; una olla y un vaso funerario con dos gatos monteses de la comunidad de Pupiales, originaria y antecesora de 'Los Pastos', y una olla funeraria quimbaya.Las tres son culturas precolombinas que habitaron Colombia incluso desde el año 1.000 AC y por ello las piezas son "de un altísimo valor cultural" y han sido entregadas al Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) para su custodia.Las autoridades peruanas detectaron el material arqueológico que iba a ser trasladado por un ciudadano colombiano de Perú a Chile y alertaron a las colombianas.El ciudadano que las trasladaba alegó que las había recibido como parte de una herencia que le dejó un familiar en 2008.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquíTras acreditar la autenticidad de las piezas, las autoridades determinaron que correspondían a "bienes prehispánicos de origen colombiano de gran valor cultural, histórico y patrimonial", informó la Fiscalía.El poseedor de los bienes los entregó el pasado 2 de septiembre a las autoridades peruanas, que a su vez los traspasó a la embajada colombiana y finalmente, tras ser retornados al país, fueron puestos a disposición del ICANH que los resguardará en condiciones correctas.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Según el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), se trata de una pieza orfebre de la región Calima, en el oeste del país, del período Yotoco (200 a.C. a 1200 d.C.) y "presenta características externas visibles tales como: proporciones, forma, decoración, estilo representado y otros detalles que la relacionan con piezas prehispánicas procedentes de la región arqueológica Calima".El comunicado también critica que "el hecho de que se mantengan las prácticas del comercio de bienes culturales hace que se debilite el patrimonio, la identidad y la historia" de los pueblos.Eso fomenta, continúa la información, "el saqueo, el tráfico ilícito y blanqueo de bienes perpetrados por la delincuencia organizada transnacional", además de "atentar contra la arqueología moderna al incentivar excavaciones ilegales para extraer objetos e impedir su investigación, obstaculizando así el conocimiento sobre grupos humanos en el pasado"."Privan a las piezas sustraídas de su esencia cultural, histórica y simbólica, reduciéndolas a simples objetos con fines decorativos de particulares" y "atentan contra el legado histórico de las comunidades ancestrales del territorio colombiano", señala el texto.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquíAl rechazo también se suman el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) y la Embajada de Colombia en Francia."El Gobierno de Colombia renueva su compromiso en la lucha por la protección y conservación del patrimonio arqueológico colombiano", concluyeron las instituciones.La subasta se celebrará en París este jueves 12 de diciembre e incluye piezas de arte de África, Oceanía y América, según detalla la página web de Sotheby's, en la que se específica que se espera que la diadema en oro Calima se venda por hasta 60.000 euros.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Tradicionalmente cada comunidad ribereña se junta para armar estos altares navegantes, que al caer la noche del 7 de diciembre bajan a la Inmaculada Concepción, patrona del pueblo, hasta Guapi, mientras que sus luces, unos cocos centelleantes y decenas de lanchas incendian el río en una impresionante procesión.El sonido lo ponen los arrullos del Pacífico, las voces, las notas de la marimba y los tambores, herederas de la tradición africana, pero también los fuegos artificiales, los gritos y los aplausos que ayudan a elegir la más bella, la ganadora del concurso.Pero este año, solo dos comunidades, Temuey y Chamón, han participado. La violencia y la presencia de grupos armados ha provocado el desplazamiento forzado de algunas comunidades y otras no se atreven a salir."Se siente el miedo"Casi nadie quiere hablar, pero cuando se pregunta por qué solo hay dos balsadas, susurran: orden público.José Dolores Montaño, líder y jefe de la balsada de Temuey, por un lado se alegra, este año tendrán menos competencia, pero luego lamenta: "Esperemos que en esta comunidad no desaparezca porque estamos muy amañaditos (acostumbrados)".💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquí"El año pasado no teníamos miedo, pero ahora sí se siente", dice Montaño. Normalmente bajan a las ocho de la noche, pero este año tuvieron que salir a las 6:30 "por cuestiones de seguridad" para entregar la virgen a las ocho y devolverse temprano."No es aconsejable estar allá porque uno no sabe, mejor entregar a la gente sana y salva de vuelta a la comunidad", dice.Guapi, como muchos pueblos del departamento del Cauca, sufre con la violencia. Su tierra es un corredor para actividades ilícitas y sus montañas un escondite natural para grupos armados.Este año, las disidencias de las FARC se han cebado con el Cauca con arremetidas contra las fuerzas de seguridad que ha dejado decenas de víctimas. En Guapi, hace apenas un mes hombres armados atacaron con disparos de fusil y explosivos la estación de policía que hace esquina en la plaza principal.Dos atacantes murieron, dos policías quedaron heridos y hubo daños en varias casas y en parte de la iglesia.Por eso desde el propio Guapi este año no sale ninguna balsada: "decidieron no hacerla para, con esos recursos que se gastaban en la balsada, contribuir a la reparación de los daños a la iglesia", explica la alcaldesa Milena Grueso.La tradición de las balsadasLos habitantes de Guapi se resisten a que la violencia acabe sus tradiciones; a que cese la música, el currulao (ritmo típico del Pacífico) que les pone la piel a vibrar, como explica Jaime Alberto Vásquez, el coordinador de la otra balsada."Es nuestra identidad, es parte de nuestras costumbres, es parte de nuestras raíces. Esta costumbre nos reivindica con nuestros ancestros, con nuestros antepasados", asegura.Guapi es uno de los múltiples corazones que tiene el Pacífico colombiano. Aislado por tierra por la impenetrable selva, los ríos y su proximidad al mar son el centro de la vida, y por ello también de sus tradiciones.Y las balsadas guapireñas son su principal actividad. En las aldeas se juntan y mientras los hombres atan las dos canoas y construyen el soporte que hace de altar, las mujeres cortan la palma y arman los ramos decorativos, tareas en las que hasta los niños participan."Consideramos que esta tradición viene desde África, donde se hacían estos ritos que traían a la virgen o a su santo de devoción por el río para que nos proteja, que libre al municipio de todo mal. Por eso la virgen que tenemos ahí está mirando hacia el río como nuestra protectora y que nos cubra con su manto", explica la alcaldesa.Es la fiesta mayor del pueblo y en las calles no se siente la inseguridad ni el temor; corre el viche (bebida tradicional a base de caña de azúcar) y la gente se mueve de lado a lado 'arrullada' por la música que no cesa hasta el amanecer."No podemos dejar caer la tradición. Yo siempre digo uno no está metido en nada, no está metido con nadie, entonces por qué va a dejar de hacer las cosas", dice orgulloso Dolores Montaño.Este 7 de diciembre se volvieron temprano y les tocó acortar la fiesta, pero en el centro del pueblo hubo quien se encargó de celebrar por aquellos a quienes la violencia no les ha dejado salir.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Este 5 de diciembre el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, encabezado por Juan David Correa, dio a conocer su intención de enviar una segunda carta dirigida al Gobierno español para insistir en la repatriación de la Colección Quimbaya que actualmente reposa en el Museo América, de Madrid.La nueva solicitud llega ante la falta de respuesta a la carta enviada el 9 de mayo de este año por el Gobierno colombiano. Firmada por Correa y el canciller Luis Gilberto Murillo, esta solicitud busca el retorno de 122 piezas prehispánicas que se encuentran en ese país desde 1893, cuando el entonces presidente, Carlos Holguín, se las regaló al Reino de España."Es importante insistir en que nos contesten. Queremos una conversación, y explicarles, no solo al Gobierno español sino a los ciudadanos y ciudadanas españoles, por qué estamos reclamando esto", dijo el ministro de las Culturas, Juan David Correa.Entre las piezas, consideradas Bienes de Interés Cultural de la Nación, se encuentran bienes arqueológicos cerámicos, orfebres, líticos y orgánicos asociados al periodo Quimbaya Clásico.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquí"Este es un regalo espurio que hizo un presidente a finales del siglo XIX de manera inconsulta y abusiva porque esta colección había salido del país a una exposición, no para ser donada. Ese abuso de poder persiste hoy y es por eso que el Gobierno colombiano, en cabeza del presidente Gustavo Petro, nos ha dado el mandato de seguir insistiendo para que la Colección Quimbaya regrese al país, al Quindío y a donde pertenece", agregó el ministro.El ministro Correa además explicó que está a la espera de la firma del canciller Luis Gilberto Murillo para que la carta se haga pública para todos los colombianos.Por otro lado, el Ministerio designó en mayo de este año la creación de un fondo de $1.200 millones de pesos a través del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), para la investigación arqueológica en la cuenca media del Cauca y la apropiación social del conocimiento sobre la Colección.El ICANH también realizó una visita técnica al Museo de América, en Madrid, España, para fortalecer lazos de investigación y colaboración, continuar con el proceso de divulgación de la Colección y plantear nuevos proyectos para 2025.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El próximo domingo 10 de noviembre, el Gobierno Nacional visitará Armero, Tolima, para conmemorar los 39 años de la tragedia que el 13 de noviembre de 1985 sepultó esta localidad, cuando una avalancha de lodo y escombros generada por la erupción del Volcán Nevado del Ruiz cobró la vida de 25,000 personas.Encabezado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, el evento reunirá a varias entidades del Estado que, junto a la comunidad armerita, rendirán homenaje a las víctimas y presentarán los avances de los compromisos adquiridos en el marco del Pacto por la Memoria Histórica de Armero y los Niños Perdidos, firmado el año pasado entre el Gobierno y la comunidad. Este pacto incluye proyectos enfocados en la reparación y dignificación de la memoria histórica de las víctimas y sus familias.Asistirán el ministro de las Culturas, Juan David Correa; el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo; la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino; la ministra de Justicia, Ángela María Buitrago; la directora del ICBF, Astrid Eliana Cáceres; y la consejera presidencial para los derechos humanos, Lourdes Castro, entre otros representantes de entidades como el Servicio Geológico Colombiano y el Instituto Geográfico Agustín Codazzi.“Hace un año iniciamos un proceso de reconocimiento y dignidad con los armeritas. Esta tragedia, que marcó profundamente al país, necesita un abordaje serio y comprometido. Este 10 de noviembre rendiremos cuentas y miraremos hacia la conmemoración de los 40 años en 2025,” comentó el ministro Correa.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquíLa conmemoración se llevará a cabo en el Parque Omaira Sánchez de Armero-Guayabal, donde también se realizarán actividades culturales, como un concierto de la Banda Sinfónica Nacional y presentaciones de grupos escolares locales. Además, se proyectarán minidocumentales sobre los niños desaparecidos de Armero, parte esencial del dolor y la memoria de la comunidad.Francisco González, director de la Estrategia Armero Territorio Biocultural, enfatizó: “En Armero borraron el territorio, pero nos quedó el mapa de los sueños”.El Pacto por la Memoria Histórica de Armero y los Niños Perdidos, firmado el año pasado, compromete al Estado en iniciativas como la creación del Parque Nacional Temático Jardín de la Vida, el desarrollo de un programa de turismo comunitario, la edición del libro Armero 30 años después, y la elaboración de un protocolo para la protección de niñas, niños y adolescentes en situaciones de desastre. La meta es que para 2025, en la conmemoración de los 40 años, se hayan alcanzado avances significativos en estos compromisos, honrando la memoria de Armero y brindando justicia y reparación a las víctimas y sus familiares.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Después de El bogotazo, este es quizás uno de los hitos más violentos que ha marcado la historia reciente del país. Han pasan pasado 39 años desde que un comando de la guerrilla del M-19 asaltó el Palacio de Justicia un miércoles 6 de noviembre, con el fin de llevar una “demanda armada” ante los magistrados para someter al entonces presidente Belisario Betancour a un juicio por violar un cese al fuego acordado en agosto de 1984.Ese fue el inicio de un mar de violencia que desde las 11:00 de la mañana y durante 28 horas más desencadenó la toma de rehenes, la respuesta violenta de las fuerzas armadas, el silencio del gobierno y de las autoridades frente a lo ocurrido en esas horas, que rodearon las desapariciones, la muerte de once magistrados, la incineración del edificio y sus expedientes. Hechos que durante años el periodismo ha investigado y registrado, como en estos libros que a continuación recomendamos.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquí1. “El Palacio de Justicia, una tragedia colombiana” (2009)La periodista y escritora colombo-irlandesa Ana Carrigan publicó en 2009, en inglés originalmente, uno de libros que esclarecen los hechos ocurridos durante la toma del Palacio de Justicia a manos del comando del M-19, liderado por Andrés Almarales y Luis Otero.Para esa fecha, Carrigan era corresponsal del periódico The New York Times en Bogotá y en su quehacer investigó los hechos que rodearon la llamada por la guerrilla “Operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre” en la que profundiza los móviles del M-19, pero también de las fuerzas armadas encargadas de la retoma del Palacio, en la que murieron once magistrados de la Corte Suprema de Justicia, enmarcada por la violencia y las desapariciones.¿Sabía el Ejército de la toma y dejó que entrara la columna guerrillera para darles una lección por las acciones pasadas? ¿Quién dio las órdenes en esas 28 horas de incertidumbre? ¿Quiénes y por qué hubo al menos once desaparecidos? Son algunas de las preguntas a las que intenta dar respuesta la autora.2. “El palacio sin máscara” (2008)Cuando se conmemoraban 23 años de uno de los hechos más atroces que ha vivido el país, Germán Castro Caycedo publicó este libro en el que pone su destreza como periodista, escritor e investigador al servicio de esclarecer los hechos que por décadas permanecieron en la penumbra.Este libro es un reportaje periodístico en el que Castro Caycedo hace una profunda investigación de los delitos cometidos el 6 y 7 de noviembre de 1985, a través de documentos obtenidos en seis juzgados penales, en el Tribunal Especial de Instrucción Criminal, en la comisión de la Verdad, en el Consejo de Estado, en la Procuraduría General de la Nación, en Tribunales Contenciosos Administrativos y especialmente en la Fiscalía General de la Nación.3. “Noches de humo” (1988)También desde el periodismo, pero con un versión novelada, la periodista y escritora colombiana Olga Behar escribió su segundo libro, después de Las guerras de la paz (1985), en el que le entregó al país nuevas voces y versiones de la Toma y retoma del Palacio de Justicia.Aunque se perciba como una novela, esta historia es verídica y se alimenta de los testimonios recolectados por la escritora, principalmente por el de Clara Helena Enciso, alias “la mona”, y quien sería la única sobreviviente del comando del M-19 que salió de Palacio. Además de esta versión y de detalles de los preparativos para este ataque, este relato se robustece con los testimonios de un alto funcionario, un desertor de la Armada Nacional, un abogado, entre otros.4. “1985, la semana que cambió a Colombia” (2015)Los relatos de nueve periodistas y cronistas colombianos se reúnen en este libro que cuenta los días grises que vivió el país desde la Toma del Palacio. Pese a que cuenta otros eventos como el Reinado Nacional de Belleza celebrado apenas cinco días después de este hito en nuestra historia y la tragedia de Armero, las cuatro primeras crónicas se adentran la historia previa entre el M-19 y las Fuerzas Armadas, el día del holocausto, sus víctimas y los días siguientes de dolor, pérdidas y confusión.Los textos que cuentan estos hechos son Miércoles 6 de noviembre: La herida vengada, de Alfredo Molano Bravo; Jueves 7 de noviembre: Las horas finales, de Armando Neira; Viernes 8 de noviembre: El día después del holocausto, por Jorge Cardona Alzate y Sabado 9 de noviembre: El misterio de la fosa común.5. “Holocausto en el silencio” (2005)A dos décadas del genocidio generado por la inaceptable acción del M-19 y por la respuesta igualmente desproporcionada de la fuerza pública, el presidente y si gabinete, Adriana Echeverry y Ana Maria Hanssen hacen un recuento documentado de los ocurrido en la Plaza de Bolívar y buscan entre los silencios que durante años rondaron estos hechos.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
En noviembre, se desarrolla en el Museo de la Independencia Casa del Florero el Mes de la Memoria, durante el cual se generan espacios de escucha, participación, diálogo y reflexión con el público y los familiares de las víctimas del Palacio de Justicia para conmemorar los 39 años de la Toma y Retoma del Palacio de Justicia, a través de acciones educativas, culturales y académicas que permitan la resignificación del museo como un lugar de memoria en el que se construyen nuevas narrativas sobre estos hechos.El 6 de noviembre a las 3:00 p.m. se realizará la inauguración de la exposición temporal “Registros inéditos: espacios sensibles” en el Museo de la Independencia Casa del Florero en alianza con el Centro Nacional de Memoria Histórica-Archivo de los Derechos Humanos y el Museo de Memoria de Colombia.La exposición muestra una serie de fotografías inéditas de los hechos del 6 y 7 de noviembre de 1985 de la Toma y Retoma del Palacio de Justicia. Las fotografías de Rafael González, fotógrafo y periodista, enlazan los hechos sucedidos hace 39 años con los espacios del Museo de la Independencia Casa del Florero que fueron utilizados por las fuerzas de seguridad del Estado como centro de operaciones militares. "Así, mediante un recorrido sensible narrado por la casa, se reflexiona sobre unos de los hechos más violentos de la historia nacional que se deben conocer, no olvidar y no repetir", menciona el Minculturas en un comunicado.💬 Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquíAgenda del Mes de la Memoria: 7 de noviembre. 11:00 a.m.Recorrido comentado: 6 y 7 de noviembre de 1985: hechos que se deben conocer, no olvidar y no repetir.7 de noviembre. 3:00 p.m.Apertura y recorrido por la exposición temporal “Registros inéditos, espacios sensibles”9 y 16 de noviembre. 10:00 a.m.Talleres: tejer para no olvidar con tejidos Chakaná13 de noviembre. 3:00 p.m.Proyección documental Por cielo y tierra14 de noviembre. 2:30 p.m.Conversatorio Mirada forense a la memoria15, 22 y 23 de noviembreHuellas del pasado: talleres de Cianotipia sobre la historia afro en Colombia19 de noviembre. 11:00 a.m. y 3:00 p.m.Socialización Pedagogías sobre la memoriaViernes, 22 de noviembre. 3:00 p.m.Recital Arrullos de la MemoriaMiércoles, 27 de noviembre. 3:00 p.m.Presentación del material Pasó en mi niñezSábado, 30 de noviembre. 11:00 a.m.Radionovela No sabe nadie cuánta falta me hace🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.