"Las fotos tomadas por alemanes constituyen la casi totalidad de la documentación fotográfica del Holocausto. En la actualidad imaginamos el gueto a través de su mirada", declaró el historiador Jacek Leociak en una conferencia en el museo de Historia de los Judíos Polacos."Este rollo es un documento inestimable pues supera la perspectiva alemana, (...) la de los verdugos que fotografiaban a los judíos como víctimas deshumanizadas, anónimas", agregó.Las fotos no muestran los combates. En una de ellas, tomada desde un lugar alto, un grupo de judíos, hombres, mujeres y niños, es escoltado por soldados alemanes armados hacia Umschlagplatz, desde donde partían hacia los campos de exterminio.En otra, en una calle desierta, una espesa humareda cubre edificios, mientras escombros y cables se ven en la calzada. En la tercera, los bomberos apagan edificios incendiados.Todas las imágenes muestran una atmósfera de apocalipsis. "Son las únicas fotos que no fueron tomadas por alemanes [en el gueto durante la insurrección] y que no fueron realizadas con fines de propaganda", declaró a la AFP Zuzanna Schnepf-Kolacz, una de las comisarias de la exposición "En torno a nosotros, un mar de fuego", que las presentará al público a partir de abril.Copias de mala calidadEn total, 33 fotos del gueto figuran en este rollo milagrosamente hallado en diciembre. Fueron todas tomadas por Zbigniew Grzywaczewski, bombero polaco que era convocado para apagar incendios provocados por los nazis tras desencadenarse la insurrección del gueto de Varsovia, el 19 de abril de 1943.Los alemanes incendiaban sistemáticamente edificios para sacar a los insurgentes escondidos. El gueto de Varsovia fue creado por los alemanes un año después de la invasión de Polonia en 1939. Su objetivo era exterminar a sus habitantes por hambre y enfermedades o deportarlos hacia el campo de exterminio de Treblinka, 80 kilómetros al este de Varsovia.El 19 de abril de 1943, unos centenares de judíos atacaron a los nazis, optando por morir armas en manos en vez de ser llevados a las cámaras de gas. Solo doce fotos de este rollo eran conocidas hasta ahora como copias realizadas en papel de mala calidad, mal enmarcadas, y el rollo durante mucho tiempo se consideró desaparecido.Las copias fueron entregadas por el autor a una familia judía que se ocultó en su apartamento durante la guerra y que emigró luego a Estados Unidos. En los años 1990, fueron ofrecidas por esa familia al Memorial del Holocausto en Washington.La guerra y el amorHace apenas seis meses los organizadores de la próxima exposición, que conocían las copias, contactaron a la familia del fotógrafo con la esperanza de hallar otras fotos. El hijo de Zbigniew, Maciej, encontró el viejo rollo con sus bordes algo dañados, en una caja de cartón olvidada desde hace décadas, que contenía archivos fotográficos de su padre, muerto en 2003."Mi padre nunca nos dijo que había tomado esas fotos en el gueto, tal vez porque era muy duro para él. Hace poco supe que las copias en papel estaban en Washington", explicó Grzywaczewski a la AFP. "A petición de la comisaria de la exposición, me puse a buscar el rollo sin éxito durante mucho tiempo. Finalmente, mirando en la última caja de las varias donde estaban los archivos fotográficos de mi padre, lo encontré el rollo"."En el rollo se ven también fotos de mi madre, su familia y las imágenes del gueto. Podemos decir que este rollo se podría denominar con el nombre de 'la guerra y el amor'", agregó. Su padre también escribió un diario durante la guerra.En mayo de 1943, apuntó: "Pienso que guardaré en la memoria siempre las imágenes (...) de esas siluetas titubeando de hambre y pavor, sucias, destrozadas. De [esas personas] fusiladas masivamente, con sobrevivientes caminando sobre los cadáveres de los que fueron abatidos". No olvide conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Kaminsky fue un "humanista, fotógrafo y resistente francés, especializado en la fabricación de falsos papeles" de identidad, afirmó su hija Sarah, quien relató la vida de su padre en el libro "Adolfo Kaminsky, vida de un falsificador".Judío de origen argentino, Kaminsky era un "fotógrafo talentoso que se convirtió en falsificador de genio, suministrando papeles a los miembros de la Resistencia francesa y a los judíos perseguidos, antes de comprometerse en otras causas después de la guerra", señaló la Fundación para la Memoria de la Shoah.De la Resistencia a los movimientos anticoloniales, Adolfo Kaminsky fue, en la clandestinidad, proveedor de papeles falsos de identidad para diversas movimientos del siglo XX.Hijo de inmigrantes rusos judíos, nacido en Buenos Aires antes de venir a Francia, quería convertirse en pintor. Pero a los 17 años se comprometió con la Resistencia en París, tras salir del campo de internamiento de Drancy.Ofreció sus conocimientos de química y fotograbado para fabricar papeles falsos en un laboratorio clandestino, salvando así miles de vidas. Así comenzó una carrera de tres décadas, a riesgo de su vida, bajo la cobertura de una actividad de un fotógrafo común y corriente en sus talleres de París."Tuve la suerte de salvar vidas humanas. Trabajé día y noche, con microscopio. Perdí un ojo, pero no me arrepiento de nada", dijo en 2012 a la AFP quien era entonces conocido como "el señor Joseph".Trabajó para los servicios secretos franceses hasta la capitulación de la Alemania nazi y ayudó a los judíos que se evadían de los campos de la muerte a emigrar a Palestina. Luego se desempeñó como falsificador político al volverse experto en papeles falsos para las luchas anticoloniales y antifascistas.De esa manera ayudó al Frente de Liberación Nacional durante la guerra de Argelia, a los antifranquistas de España, a los anti-Salazar de Portugal, y a quienes luchaban contra los coroneles en Grecia.Trabajó también para los participantes en la Primavera de Praga, los que luchaban contra las dictaduras en América Latina, Guinea, Angola, los desertores estadounidenses de la guerra de Vietnam y hasta con Daniel Cohn-Bendit, el famoso líder estudiantil de mayo de 1968 en Francia.En 1971 concluyó sus actividades de falsificador. Su obra fotográfica, cuyo humanismo recuerda al fotógrafo francés Doisneau, fue expuesta en el Museo de arte e Historia del Judaísmo en 2019. Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Ya hace algunos años pudieron presentar trabajos de Brassaï en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México (2018), Paz Errázuriz en el Moreia Sales de Sao Paulo (2020) o Nicholas Nixon en el Tomie Ohtake de Sao Paulo (2020), entre otras."Hacer itinerar nuestras colecciones y exposiciones de fotografía nos ayuda a apoyar y a difundir a artistas que no siempre tiene que ser internacionalmente conocidos y nos facilita que muchas más personas puedan disfrutar de la cultura", señaló a EFE Nadia Arroyo, directora de cultura de la Fundación.Este año está previsto que Carlos Pérez Siquier, tras su paso por el Fotografie Forum Frankfurt irá al Huis Marseille de Amsterdam; Judith Joy Ross cerrará en el Fotomuseum de la Haya y partirá hacia el Philadelphia Museum of Art; Paul Strand se presentará en la Fondation Cartier Bresson de París, y Graciela Iturbide en el Centro Portugués de la Fotografía de Oporto.Asimismo, seguirán dedicando "mucho esfuerzo a publicar con editoriales internacionales" sus catálogos de fotografía, tal y como este año consiguieron co-editar IIse Bing con Deni Lewis Publications y Carrie Mae Weems con Artbook DAP, un catálogo que ha sido seleccionado entre los diez libros del año de fotografía por el New York Times."Nuestra actividad principal se centra en la ciudad de Madrid y Barcelona, pero a través de colaboraciones internacionales permitimos que grandes exposiciones puedan construirse, como Leonora Carrington que abriremos en nuestra sala de Recoletos este febrero y que hemos coorganizado con el Arken Museum de Dinamarca donde arrancó y puede verse hasta el 15 de enero", afirmó.Además de Leonora Carrington, Facundo de Zuviria, Tina Modotti, Louis Stettner o Medardo Rosso son algunos de los protagonistas de las exposiciones que Fundación Mapfre presentará el próximo año. Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
La nueva cámara, cuyo diseño todavía está en un estadio inicial bajo la supervisión de su equipo de investigación y desarrollo, sería de tipo compacto -de apuntar y disparar-, según adelantó esta fuente, que dijo que en un inicio se comercializará en el mercado japonés antes de venderse en el resto del mundo."Ha habido un renacimiento en el interés por las cámaras de película recientemente; queremos proporcionar a los entusiastas de estas cámaras de todo el mundo nuevos productos para usuarios experimentados y fotógrafos jóvenes", señaló la empresa en un comunicado.Pentax, propiedad del fabricante de productos de electrónica y de imagen Ricoh, se convertiría entonces en una de las pioneras en la producción de nuevas cámaras analógicas, después de que algunas de sus competidoras, como Eastman Kodak, anunciaran que están contratando a técnicos en película para seguir el ritmo de demanda de reparación de cámaras antiguas.En una encuesta "online" realizada por la empresa entre 3.000 fotógrafos de Japón, se dio a conocer que alrededor de un 20 % eran usuarios de cámara analógica, sin incluir cámaras desechables o instantáneas.Según Ricoh, con el dominio de las cámaras digitales puede ser "un desafío" obtener las piezas necesarias para las cámaras analógicas, por lo que este proyecto involucrará también a otros fabricantes para conseguir las piezas necesarias.En 2020, la compañía japonesa Olympus, fabricante de algunas de las cámaras analógicas más emblemáticas, decidió vender su deficitaria unidad de imagen para centrarse en la industria médica, lo que supuso su despedida del sector de la fotografía después de 84 años."Creemos que el tiempo y el esfuerzo que lleva tomar fotografías analógicas significan individualidad, creatividad y constituyen una experiencia humana", concluyó Ricoh, que no adelantó, sin embargo, cuándo se espera que la primera cámara salga al mercado. Recuerde conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
En una entrevista con EFE por la inauguración de su exposición La construcción del instante en la Fundación Casa de México de Madrid, Orduño asegura que, tras 42 años de carrera, se sigue extrañando cuando alguien adquiere una fotografía suya y celebra que todos estos años haya tenido "libertad" para poder vivir de la fotografía."Nunca se me ha hecho normal (vender fotos), cuando las vendo personalmente a los coleccionistas les quedo mirando como qué personaje es como para estar comprándome una foto a mí y qué bueno porque eso me mantiene fresca y espontánea", dice.Además de la exposición en la Fundación Casa de México, la obra de Orduño podrá verse también en Madrid en la galería Blanca Berlín. "Más que exponer en la ciudad, para mí es el lugar, estar en Casa de México es un honor porque estoy viendo las actividades que hacen, muy ricas, me da mucha emoción (...), ser parte de este escaparate cultural para mi es fabuloso ", dice.Libertad para crearOrduño explica que siempre ha vivido de la fotografía, "desde los 21 o los 22 años", cuando empezó a retratar a sus amigas y a venderle los retratos que obtenía.Más tarde aprendió a fotografiar reproducciones de cuadros para libros de pintores o escultores, lo que le supuso que instituciones culturales como la Universidad Nacional Autónoma de México contara con ella para proyectos "de primera línea"."Lo aprendí a hacer muy bien, muy meticuloso, eso me quedó para siempre, ser muy meticulosa con la luz y los paralelajes", recuerda la fotógrafa. Comparte que siempre tuvo trabajos "que fueron muy divertidos" y le dieron "la oportunidad de no estar en una oficina o en un lugar fijo".Orduño residió 20 años en Suiza y allí tampoco aceptó trabajos a "largo plazo" para poder organizar su tiempo: "Si tengo que estar en un lugar a una hora cada día de la semana ahí siento que no tengo mi libertad, porque yo agarro el carro y me dicen hay una fiesta o algo que ir a ver en una comunidad, yo agarro y me voy".Acercarse a los fotografiados "suavecito" y "sin imponerse"La fotógrafa explica cómo empezó a fotografiar a las comunidades indígenas mexicanas, junto a la Secretaría de Educación y el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas de su país."Siempre tenía un referente que era un maestro del lugar, no iba sola y la gente ni me miraba, era más fácil hacer el trabajo que necesitaba yo hacer y llevar otro chasis de Hasselbad (otra cámara) para mis cosas", rememora.Cuenta que su "gran pasión", la artesanía, le ayudó a descubrir nuevos lugares y nuevas historias. "Ha sido siempre mi pretexto (...), puedes ir a un sinfín de lugares, pero desde el principio me ayudó ver una pieza, preguntar de dónde era e ir a ese lugar", narra.En esos viajes "siempre encuentras cosas", "siempre son muy amables (...), sin conocerte, la gente te mete en su casa, ahí yo ya veo el corral, el animalito, el juguete, el bebé... y así me iba metiendo y así he trabajado en todo el mundo, vas suavecito y no te impones".Cree que se trata "de ser lo más discreta posible y respetuosa con las costumbres" de los lugares donde trabaja. "He hecho cosas que no sé si no la hayan tomado los demás fotógrafos, pero nunca las he visto como las he tomado yo, en la intimidad más cerrada de las comunidades"."Me han invitado, no solamente en México, sino en toda América Latina, funerales, cosas muy tristes, muy sentidas, he podido introducirme tratando de desaparecer, con cámaras muy discretas", apunta.Y es que, lamenta, "la mayoría de los fotógrafos" con los que ha trabajado, "americanos, canadienses o alemanes", iban "con unos telefotos gigantes tomando las fotos de una ceremonia desde el carro dando vueltas, con una falta de respeto enorme, como si fuera un safari". No olvide conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
“En realidad nunca me planteé ser fotógrafo” ni “que mis fotos pudieran gustar, pero amaba la fotografía y seguí con ella sin pensar en el futuro”, explica este prestigioso artista en una entrevista a EFE en la que, a sus 84 años, repasa sus más seis décadas de carrera profesional desde sus inicios revelando negativos en el baño de un hotel.Los logros de este pionero de la fotografía de moda son objeto de un homenaje en la exposición que se inaugura hoy en Milán bajo el título "Gian Paolo Babieri: Inconvencional" y en la película sobre su vida, "El hombre y la belleza", que llegará a España a partir del 23 de enero.De la buhardilla al estrellatoTras un breve paso por el teatro y el cine, Barbieri (Milán,1938) comenzó como asistente en París de Tom Kublin, el famoso fotógrafo de Harpeer's Bazaar, pero la prematura muerte del artista húngaro cortó este prometedor inicio. Con todo, a los 26 años abrió su propio estudio en "una buhardilla en pésimas condiciones" en el que colocó una placa de latón para que pareciera más profesional: "Hubo muchos momentos en los que quise dejarlo, hubiera preferido tener un trabajo fijo", explica sobre esa época, en la que solo fotografiaba a mujeres de la alta sociedad.A pesar de todo, Barbieri llegó a la cúspide de la fotografía, retratando rostros como los de Hepburn, Loren, Sharon Stone o Monica Bellucci y marcando el hito de convertirse en el primer fotógrafo de moda, junto con Gianni Penati, en trabajar para la entonces recién fundada Vogue Italia.Kublin, Valentino y Vangelis "La experiencia con Tom Kublin sin duda alguna marcó mi camino", explica Barbieri sobre su mentor, mientras recuerda también a Valentino, otra de las figuras que definió su carrera y a quien considera "uno de los mejores diseñadores que hayan existido". "Creamos, con el modisto Walter Albini, el prêt-à-porter italiano e inventamos juntos las dobles portadas para Vogue Italia. Alcanzamos juntos hitos importantes en la historia de la moda italiana", asegura.Con más de un millón de imágenes a sus espaldas, Barbieri tiene claro su recuerdo preferido: la banda sonora inspirada por y para sus imágenes que le regaló el compositor Vangelis, ganador del Oscar por Blade Runner. Según cuenta Barbieri, tras ver sus fotografías, Vangelis le insistió en crear la música que acompañase con 600 discos la edición limitada de su libro “Silent Portraits”, que pagó el propio compositor como "tributo" al fotógrafo.La hermosa VenezuelaBarbieri es esa clase de fotógrafo ambivalente al que no le cuesta cambiar los estudios por todo tipo de escenarios geográficos, tal y como ha demostrado con sesiones singulares en la Polinesia, Madagascar, Seychelles o Tahití. "Fuera del estudio, en ambientes naturales o en la calle, estaba en constante diálogo con los estímulos inesperados del lugar", explica, al recordar su trabajo en el trópico venezolano con la modelo local Laura Álvarez, "uno de las más hermosos" de su vida.Gracias a escenarios como el archipiélago Los Roques, Margarita, Canaima, Maracaibo o Coro, Barbieri colocó a Venezuela en los mapas en 1976 con el reportaje de Vogue Italia en el que se mostraba por primera vez el país. "Dos años después volvimos a hacer otro reportaje, "Pieles". Debo decir que fue muy divertido porque esta vez, más que la primera, quise hacer el trabajo lo más inmersivo posible con la flora y fauna venezolana y Laura siempre fue la cómplice perfecta", subraya.Del séptimo arte a la fotografía"El cine, como el arte y la literatura, juega un papel fundamental en mi obra", explica el fotógrafo, que de joven interpretó algunos papeles secundarios, como en "Medea" de Luchino Visconti, y que ha intentado siempre dar a la fotografía "ese dinamismo tan característico del cine". Como su aspiración inicial era convertirse en actor, comenzó en el mundo de la imagen experimentando con la luz y tratando de imitar lo que veía en el cine y el teatro: "Mis fotos siempre han querido contar algo que estaba pasando; así como en el teatro o el cine todo surge de un conflicto tanto interno como externo, así sucede en mis fotografías".Y sobre la evolución tecnológica, Barbieri no esconde cierto recelo frente un mundo que "mira ante todo el perfil comercial" respecto a "un pasado que concebía la figura del fotógrafo como la de un artista integral". "Las fotografías ahora están tan limpias que pierden su autenticidad", concluye.Recuerde conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Con 1.613 artistas de todos los rincones del mundo, Paris Photo apostó por invertir en el talento femenino, que compone un 31 % de los creadores. Esta inclusividad se demuestra con "Elles x París Photo", una iniciativa que comenzó en 2018 y cuya meta es destacar la labor de las mujeres fotógrafas.Entre las artistas expuestas hay varias iberoamericanas, como la española Elo Vega o la argentina Adriana Lestido, que profundiza en la realidad y los conflictos humanos a través de su trabajo como fotógrafa documental.Cristina de Middel, presidenta de la agencia de fotografía internacional Magnum Photos presenta, tras siete años, la finalización su proyecto "Gentlemen's Club" dedicado a retratar a clientes de prostitutas alrededor de diez ciudades del mundo conocidas por su romantización de la prostitución. "Al recoger sus testimonios también estás recogiendo la masculinidad y el nivel de libertad sexual que tiene ese país", explica, en declaraciones a EFE durante la preinauguración de la feria.De Middel recomienda que el fotógrafo profesional realice su trabajo de manera "muy multidisciplinar, ser un poco una navaja suiza, y poder adaptarse a todo", ya que el mundo fotográfico actual "está cambiando realmente muy rápido".Para esta fotógrafa española, hoy día los profesionales de la imagen cuentan con más herramientas para hacer visible su trabajo, pero destaca que la fotografía profesional "es un maratón y no un sprint", y hay que esta dispuesto "a que te digan que no cuarenta veces antes de que llegue el primer sí".La audiencia, según De Middel, debe tratar de informarse a través de varias fuentes, comprender que "lo que lees en el periódico o en redes sociales es una pequeña fracción de algo que ha pasado" y ser proactiva.Rossy de Palma escogió, como invitada de honor, 25 obras fotográficas, como un retrato de Amy Winehouse tomado por Bruce Weber o la conocida foto "El origen del mundo" de Mircea Cantor.Fotógrafos emblemáticos como Man Ray, la italiana Letizia Battaglia, fallecida este año, o la artista serbia Marina Abramovic son algunos de los talentos que también estarán expuestos en esta importante feria internacional, que celebra su 25 aniversario por todo lo alto.Recuerde conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Es "una elección radical que no corresponde a ningún canon estético de nuestro tiempo y que hace brillar el poder de las mujeres", declaró a la AFP la escritora, comisaria y editora italiana Federica Chiocchetti, que ha diseñado la exposición especial "Elles x" para el salón Paris Photo, con instantáneas de estas 77 fotógrafas."En la lotería napolitana, el número 77 se asocia a las piernas de las mujeres, pero también al diablo, vestigio de una sociedad patriarcal. Quise rehabilitar ese número que es también el nombre de un movimiento feminista de los años 70", agregó.Rossy de Palma, una de las actrices fetiche del director español Pedro Almodóvar y musa de innumerables fotógrafos y diseñadores de moda, seleccionó 25 fotos de los 183 expositores, galerías y editores de 31 países presentes en esta edición de Paris Photo en el Grand Palais Ephémère.Diversidad de géneroEntre las profesionales homenajeadas están la estadounidense Bertha E. Jaques (1863-1941) y sus cianotipos -un antiguo procedimiento fotográfico monocromo-, la activista italoamericana Tina Modotti (1896-1942), fotógrafa de la escena bohemia de la Ciudad de México en los años veinte, y la artista radical alemana Gabriele Stötzer (nacida en 1953), que cuestionó el papel de la mujer en la Alemania del Este.Pero París Photo también resalta el trabajo de nuevas pioneras, como la sudafricana Zanele Muholi, que no se reconoce ni como mujer ni como hombre y busca "descolonizar la imagen" trabajando en la diversidad de género.También resalta los trabajos de la italiana Letizia Battaglia, que documenta los crímenes de la mafia napolitana, y la serbia Marina Abramovic, conocida por sus "performances" de "body art" que llevan la representación del peligro hasta el punto de ponerse en riesgo físico, según Chiocchetti.Entre los más de 1.600 artistas presentes, el 31% son mujeres, la mayoría de Europa (70%), aunque también figuran fotógrafos de Sudáfrica, Irán, Israel, Líbano, Marruecos, China, Corea del Sur, India, Canadá, Estados Unidos y Latinoamérica.Varios de ellos están especialmente homenajeados en solitario o a dúo, como el ucraniano Boris Mijailov, que lleva 50 años lanzando una mirada provocadora sobre la historia de su país con su serie "Theater of War" [teatro de la guerra], tomada en 2013 durante las manifestaciones proeuropeas en la plaza Maidan de Kiev.Temas de actualidadEntre los temas de actualidad presentes en las fotografías figuran los confinamientos, el aislamiento, las guerras, los genocidios o los cambios ecológicos.Es "una plataforma que cubre cerca de dos siglos de historia y de práctica fotográfica", subraya Florence Bourgeois, directora del salón. Varias galerías proponen además exposiciones colectivas que cubren el trabajo de grandes maestros hasta temas sociales contemporáneos.La galería ADN, de Barcelona, explora por ejemplo la iconografía del desastre y de la protesta, especialmente en lo que respecta a la feminidad y los medios de comunicación. La galería Karsten Grève, de París, expone a los artistas Eugène Atget, Brassaï y Edward Steichen. Por su parte, la galería Magnum, también de París, celebra sus 75 años con una exposición encargada al fotógrafo británico Martin Parr.Los artistas emergentes están representados por 16 galerías de nueve países, lo que pone de manifiesto el carácter interdisciplinario de las prácticas artísticas basadas en la imagen. No olvide conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
La exposición lleva el título de la obra que ya en 1938 publicó Capa con sus imágenes del primer año de la Guerra Civil española: un libro (con la famosa "Muerte de un miliciano" como portada) editado entonces sin mucho cuidado, con numerosos errores en la atribución de las fotos o en la identificación de lugares y que ahora la comisaria Cyinthia Young se ha ocupado de reparar en una nueva edición aparecida en 2020.La exposición en el ICP no es sino una prolongación de esta nueva edición del libro que ha tratado de ser lo más fiel al original, evitando la tentación -reconoce Young en entrevista con EFE- de incluir otras imágenes icónicas de la larga carrera de Capa, aunque fuera de otros periodos de la misma guerra española.Tres nombres y tres seudónimosSi hay una persona ensombrecida por la fama de Capa, esta es Gerda Taro, su amante y colega, con quien en 1936 viajó de París a Madrid a pisar el barro del frente, siempre del lado de los republicanos.Comienza aquí el primer equívoco: ni ella ni él se llamaban así: ambos eran judíos -Gerda nacida en Alemania, Robert en Hungría- y decidieron cambiarse sus nombres por otros que no denotaran sus orígenes en aquella Europa podrida de antisemitismo, y que tuvieran una sonoridad más "internacional".Dicen sus biógrafos, y Young lo confirma, que Taro, procedente de una familia acomodada, enseñó a Capa a moverse en sociedad -a vestirse y hablar con propiedad-, mientras que él le enseñó el arte de la fotografía, en el que ella pronto destacaría. Junto a ellos se movía un tercer fotógrafo, también judío y también con un seudónimo, Chim.Aquí llega el segundo equívoco, el más injusto: las fotografías de Taro y de Chim llegaron a los periódicos y revistas europeas -y más tarde americanas- remitidos por Capa, y tal vez por ello todas pasaron a la historia como obras de Capa, aunque -precisa Young- nadie puede demostrar que Robert tratase de apropiarse de las imágenes de sus amigos.La prueba: cuando el fotógrafo publicó aquel libro en 1938 lo dedicó "a Gerda Taro, que pasó un año en el frente de España, y allí se quedó". Una elegante elipsis para no contar que a Gerda la aplastó por error un tanque "amigo" a las afueras de Brunete, donde en julio de 1937 se desarrollaba una de las batallas más sangrientas de la guerra. Tenía 26 años.La maleta mexicanaLa comisaria ha logrado trazar la autoría de casi todas las fotos de aquel bautismo de fuego que supuso el paso de Capa a la posteridad, gracias entre otras cosas a una maleta aparecida en México en 2007 y que contenía miles de negativos del propio Capa, de Taro y de Chim.Ahora, en el nuevo libro y en la exposición neoyorquina, Young ha establecido con certeza que de todas las fotos de aquel libro, cabe atribuir 111 a Capa, 24 a Taro y 13 a Chim.Young siente que ha hecho justicia a Taro: "Ya no es simplemente la novia de Capa, aunque no haya entrado en la Historia". Sostiene Young que en la atribución de las fotos a Capa tuvo mucho que ver no tanto una intención de Capa sino el machismo de una época, en la que convenía presentar al héroe con su servicial amante. En cuanto al "borrado" de Chim, lo atribuye a errores o desidia de la agencia Magnum.Milicianos, curas y la cibelesLas imágenes del trío de fotorreporteros trazan un panorama bastante familiar -gracias sobre todo a ellos- de aquella España que trataba de levantar un ejército casi de la nada: pueden verse sesiones de formación de reclutas en Valencia, la bendición de un cura a un batallón vasco o un miliciano con la imagen de un santo entre las ruinas de una iglesia bombardeada.Aparece la estatua de la Cibeles mientras se levanta a su alrededor un parapeto de sacos terreros, mujeres y niños que miran angustiados al cielo de Madrid al paso de unos aviones y milicianos que suben al tren. Una vez en combate, unos son retratados heridos en camilla, y otros tocando música con acordeones en un momento de asueto."No es un bonito libro de fotografías a la usanza actual", advierte Young. Para Capa, que ni siquiera sabía inglés cuando el libro se publicó, se trataba de "una herramienta de propaganda", un útil educativo destinado a contar al público estadounidense "una causa pura". No olvide conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
"La migración no es nueva, los procesos migratorios son procesos naturales que llevan ocurriendo desde el origen de la humanidad, aplicables a todos los seres vivos del mundo", señaló a EFE Dezfuli en el Centro Cultural de España de Lima, que acoge una muestra de su trabajo.Dezfuli inició "Pasajeros" en 2016 cuando subió a uno de los barcos de salvamento que han cruzado el Mediterráneo en los últimos años y comenzó a fotografiar, una a una, a las 118 personas rescatadas en alta mar que habían decidido emprender un futuro mejor.Pero el escuchar y conocer las historias de cada una de estas le impulsó a seguir y no quedarse en la fotografía típica que retrata la migración como fenómeno de masas. Comenzó así un proceso de búsqueda para ver qué había ocurrido con estos migrantes después del rescate e investigar qué caminos habían encontrado después de emprender su gran viaje.Mirar a los ojos a los migrantesDezfuli relata que el objetivo de esta muestra que está viajando por el mundo es que los visitantes puedan mirar a los ojos a Amadul, Mohamed o Abdul y entender un poco mejor cómo funciona la migración y quiénes son las personas que la protagonizan. "Se ha mancillado el concepto de migración cuando no tendría que ser siempre algo negativo y problemático y es hora de empezar a reivindicar el uso de la palabra migración de una manera positiva empezar a hablar de una manera más amplia y más completa de lo que implica", indicó.Entre primeros planos y fotografías de los detalles de las diversas vidas de estos migrantes que se montaron en el mismo barco en 2016 descansa un mapa de África y Europa con multitud de líneas de colores que unen países y continentes. Pero no son trazos que representan corrientes o movimientos migratorios, si no las historias en singular de cada una de estas personas. De dónde salió, qué países africanos recorrió, cuáles fueron sus primeros pasos en Europa, y donde acabó residiendo."Lo interesante es que todos ellos llegaron el mismo día y a la misma hora a Europa. El proyecto me permite explicar cómo funcionan los procesos de integración, como son las diferencias entre los sistemas de acogida de los países de Europa, puesto que no hay sistema común de acogida y cada país tiene sus propios suyo", señaló.Dezfuli explicó que, a lo largo de estos casi siete años, ha observado a través de ellos "cómo una persona puede integrarse mejor en unos países u otros" y ha intentado entender a qué se debe. También ha sido testigo de lo injusta que es su condición y cómo en muchos lugares son el centro de un debate que no les concierne. "Los migrantes están siendo víctimas de la polarización política que está siendo transversal en todos los lugares del mundo", denunció.Historias disparesUno de los enormes rostros que preside una de sus fachadas del Centro Cultural de España es el de Amadul, una mirada profunda de agotamiento tras ser rescatado con el azul Mediterráneo de fondo. "Amadul llegó a Barcelona hace casi cuatro años y ya tiene sus documentos. Ha conseguido protección internacional a raíz del empeoramiento de la situación en Malí. Eso le va a permitir y facilitar una vida digna a partir de ahora", dice Dezfuli.Algunos trabajan como jornaleros en el campo recorriendo la geografía española en busca de frutas de temporada, otros están formando su familia en Italia con trabajos estables y un grupo fue a Alemania, donde consiguió integrarse.Entre la diversidad de las historias también se encuentra la tragedia. Una fotografía de manos acariciando la tierra del suelo esconde el final de Abdul, quien falleció en Italia en 2019 en un centro de acogida de menores. "Su familia consiguió repatriar su cuerpo a Guinea y a principios de este año estuve allá visitando a su familia. Me parecía importante que la gente pueda escuchar y entender estas historias para empatizar y entender las complejidades de la migración", explicó el fotógrafo."La libertad no es la ausencia del compromiso, sino la capacidad de elegir. Ser libre no es solamente deshacerse de las cadenas, es vivir de una forma que respete y refuerce la libertad de los otros", reza en la pared parte de un poema escrito por otro de los jóvenes, Mohamed Diarra.No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
El actor británico Bernard Hill interpretó al capitán Edward Smith en el filme sobre la tragedia del transatlántico ganadora del Óscar en 1997 y también al rey Théoden en la trilogía de El Señor de los Anillos.Ha sido el único actor que ha aparecido en dos películas que ganaron once Óscar de la Academia de Hollywood cada una, en El Señor de los Anillos: el retorno del rey y Titanic.Entre otras actuaciones, destaca la de Yosser Hughes, un personaje cuya vida se desmorona en el programa Boys from the Blackstuff de los pasados años 80.Nacido en la localidad de Blackley (norte de Inglaterra) el 17 de diciembre de 1944, el actor creció en el entorno de una familia católica de mineros y desde edad temprana se inclinó por el arte dramático, lo que le llevó a estudiar en Escuela Politécnica de Drama de Manchester. Estaba casado con la actriz Marianna Hill.También dio vida al sargento Putnam en el filme Gandhi, de 1982, dirigido por el cineasta Richard Attenborough, mientras que hizo papeles pequeños en varios programas dramáticos en la televisión británica, como en I, Claudius (1976), como el personaje de Gratus.Entre otros trabajos, se puso en la piel de Thomas Howard, tercer duque de Norfolk, en la adaptación de la BBC en seis partes de las novela de la escritora Hilary Mantel Wolf Hall.La actriz Barbara Dickson, que protagonizó con él un musical basado en los Beatles, estuvo entre los que este domingo le rindieron homenaje y lo describió como un "actor maravilloso" en la red social X."Con gran tristeza conozco la muerte de Bernard Hill. Trabajamos juntos en John, Paul, George, Ringo y Bert, (por) Willy Russell, maravilloso espectáculo 1974-1975. Un actor realmente maravilloso. Fue un privilegio haberme cruzado con él. Benny x", agregó.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.La directora de BBC Drama, Lindsay Salt, dijo hoy que Hill "abrió un camino en la pantalla y su duradera carrera llena de papeles icónicos y notables es un testimonio de su increíble talento".Desde Boys from the Blackstuff hasta Wolf Hall, y muchos más, "nos sentimos realmente honrados de haber trabajado con Bernard en la BBC. Nuestros pensamientos están con sus seres queridos en este momento triste", agregó Salt.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Según Graham Sadler (estudioso de la música francesa): "Un melómano francés del siglo XVIII seguramente se sorprendería de la escasa atención prestada a Mondonville en nuestro siglo. Se trataba de un hombre que ocupaba algunos de los cargos musicales más prestigiosos de Francia, un hombre que, en su apogeo, era considerado casi igual a Rameau como compositor de ópera y muy superior a él en el ámbito del motete.Sin embargo, hasta los últimos años las representaciones modernas han sido raras. Una razón de este abandono es que la música de Mondonville no siempre parece especialmente interesante en la página. Sin embargo, en la interpretación cobra vida de una manera sorprendentemente directa". Les fêtes de Paphos se representó por primera vez en la Académie Royale de Musique de París el 9 de mayo de 1758 y fue un éxito popular. Así disfrutó de veintinueve representaciones consecutivas y, aunque sólo se revivió el tercer acto, la popularidad del conjunto nunca estuvo en duda.Les Fêtes de Paphos, aunque se describe en la portada como un ballet heroico, se clasifica mejor como una ópera-ballet.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.Aquí el argumento y acción de este primer acto:Marte, el dios de la guerra, decide seducir a Venus, pero primero debe deshacerse de Adonis, el rival a quien Venus ama. A pesar de las protestas de Venus, Adonis con un grupo de cazadores va a destruir un monstruo temible que aterroriza al vecindario, pero él mismo resulta herido de muerte. Cuando exhala su último suspiro, Venus lo transforma en una anémona. Marte, no contento con la muerte de su rival, desea destruir la flor, pero el propio Júpiter interviene para devolverle la vida a Adonis. Marte se va, amenazando con que las furias de la guerra lleguen hasta el cielo. Venus y Adonis, junto con las Ninfas y las Gracias, celebran su amor.Podrá escuchar la obra completa en la nueva edición de Canto y Música Coral este domingo, 5 de mayo a las 9:00 p. m. por la señal en vivo de la HJCK.
Hablamos con la docente Catalina González, docente del programa de diseño de modas de la Universidad ECCI. El diseño de modas, no solo inspirado en las tendencias, lo que está de moda digámoslo así, sino en el bienestar de ciertas poblaciones que tienen unas dificultades determinadas y hablamos de las mujeres que han sufrido cáncer de seno y que ustedes han pensado, no solo qué ropa les sirve, sino cómo apoyarlas. Quisiera que me hablaras de este proyecto. Este proyecto básicamente se centra en desarrollar una cartilla como asesoría de imagen para este tipo de mujeres que han sufrido cáncer de mama que han pasado por una mastectomía radical. Esta cartilla está enfocada en todo lo que es el análisis de su imagen, de enfrentarse nuevamente a lo que son ellas después de este tipo de cirugías. Hablamos sobre el uso de maquillaje, el uso de prendas y adicional a eso contamos también con un apoyo a nivel de psicología para enfrentar todas estas barreras que se tienen a nivel de autoestima y de encontrar nuevamente su rol en la sociedad.Catalina, a veces uno piensa que la ropa es solo ropa y ya y lo hemos hablado con la profesora Alexandra que es la directora de diseño de modas aquí en la ECCI, pero en estos casos la ropa también suple un tema de autoestima y también sirve para decirle a la mujer que no está incompleta. Porque luego de una mastectomía pues ya sabemos la cosas que hay frente al espejo y cuán duro nos puede dar ese reconocimiento. Buscamos que con las prendas que ellas tienen en su guardarropa se sientan seguras y proyecten su nueva imagen a partir de esta cirugía. Entonces, la idea es que no es un un prototipo que nos va a llenar ese vacío porque muchas mujeres pueden utilizar prótesis hay otras que deciden no utilizarlas, la idea es que esas prendas ellas las lleven con poder, con empoderamiento, por ese motivo es importante el apoyo psicológico porque se trabaja desde la parte interna hacia la parte externa y así mismo poder proyectar esa nueva imagen.💬Síganos en nuestro canal de WhatsApp aquí.Cuénteme de las prendas, pues sabemos que otras universidades también habían repensado. El tema sobre brasieres, por ejemplo, prendas íntimas, ¿cómo se diseñan estas prendas, qué tienen de particular?Bueno pues conozco de un prototipo que se elaboró que es un brasier, pues es un tejido especial para el proceso de cicatrización para ayudar en ese en postoperatorio y en ese proceso pues nosotros intentamos también desarrollar algunos prototipos de prenda, pero encontramos fue esa debilidad a nivel psicológico, a nivel emocional, que las mujeres necesitaban retomar nuevamente su imagen. El tema de la cartilla, ¿cómo lo elaboraron, cómo fue ese proceso? Bueno actualmente estamos en la prueba de aplicación con las mujeres y a partir de toda esa asesoría esperamos sacar como tal el resultado que es la cartilla. La cartilla básicamente sería: si tienes este tipo de piel puedes utilizar este tipo de prendas, los colores que puedes utilizar son estos... a nivel de accesorios a nivel de maquillaje. Incluso hay un estudiante que también está trabajando con nosotros sobre el tema de la colorimetría para este tipo de mujeres porque las mujeres cuando se enfrentan a quimioterapias o después de un postoperatorio su piel tiende a ponerse un poco más pálida, entonces la idea es que por medio de estos colores de las prendas se realce nuevamente su color natural.¿Cuál es el futuro de este proyecto? ¿Cómo se lo imaginan desde la ECCI?Estamos en conversaciones con el Instituto Nacional de Cancerología porque ellos son los que nos van a dar esa población donde vamos a aplicar realmente esta cartilla y ya a partir de ese estudio de la evaluación que ellas mismas nos hagan. La idea es empezar a replicarlo a otras comunidades, a otras instituciones que puedan colaborarnos con esta población.Catalina yo quisiera que me contarás sobre tu experiencia personal en este proyecto. No como una mujer, también una diseñadora. Impacta, impacta bastante. Darse una cuenta todo lo que puede llegar a dañar a nivel psicológico y a nivel físico este tipo de condiciones de salud, adicional a esto tener un poco más de conciencia, como lo decías al inicio, la moda no es solamente las prendas, la tendencia, sino darle un sentido social a esa prenda, a ese color que vamos a usar de temporada que realmente permita que esa mujer que lo tiene se proyecte y se afiance nuevamente como un rol femenino en la sociedad.Más allá de las mujeres también es un proyecto para las familias. Creo que es una posibilidad para apoyar a su mamá, a su abuela, a su tía, su hermana o a una misma ,una mejor amiga. Se vuelve casi que un impacto más grande que la única persona. No olvide conectarse con la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Spencer Throckmorton, dueño de esta galería del este de Manhattan, cuenta que en 1977 compró una foto de Frida a su sobrina-nieta Cristina sin apenas conocerla y desde entonces ha recorrido el mundo sumando más y convirtiéndose en un experto sobre su vida y obra, incluso descubriendo títulos perdidos.Con su perro descansando a los pies, abre un grueso monográfico de Taschen en el que ha colaborado y muestra las imágenes de dos cuadros que halló: Congreso de los pueblos por la paz (1952) y otro sin firmar: "el ultimísimo" de su vida y "premonitorio", dice, pues el cabello de la pintora, que fue cremada, luce en llamas."Simplemente me enamoré de Frida", resume el galerista, especializado en fotografía latinoamericana y que buscaba fotos tomadas por el padre de la fotografía mexicana Manuel Álvarez Bravo cuando se topó con su retrato de Frida posando con una esfera, que despertó su interés en la exponente del surrealismo.Throckmorton, que pronto aparecerá en un documental sobre Frida al que ha cedido fotos, asegura que la fotografía fue muy importante para esta, pues empezó a pintar retocando las fotos de su padre, el fotógrafo Guillermo Kahlo, a los 8 años, y gracias a él aprendió a posar como lo hizo para numerosos fotógrafos.Nombres como Fritz Henle, Lucienne Bloch, Bernard Silberstein, Leo Matiz o Nickolas Murray, este último su amante, retratan a Frida seria, sonriente, desinhibida, fumando, mostrando sus cuadros y posesiones, y feliz junto al muralista Diego Rivera, probablemente el hombre de su vida, con el que se casó dos veces.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí.Entre las rarezas a la vista en la sala, hay tres pequeñas fotos de Frida tomadas por Edward Weston que esconden secretos: la artista dibujó en su reverso pies, manos, ojos y lágrimas; también hay una foto sin firmar en la que Frida, Diego y sus amigos observan un eclipse solar en 1932.Throckmorton va divulgando precios a un marchante interesado -50.000 dólares esta foto, 60.000 aquella- pero asegura que le cuesta despedirse de las obras, por lo que mantiene una selección personal "única" en la que cuenta con fotos tempranas de Frida, con dos y tres años, y tardías, en su lecho de muerte.Y vaticina que seguirá coleccionando fotografías de Frida, de quien le fascina, sobre todo, su "intelecto", revela.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.
Todo el disco está recorrido por la idea de la madurez de la cantante en el ámbito de los vínculos sentimentales, en un momento en el que sabe lo que quiere, como muestra, por ejemplo, en Training season, donde enumera una serie de sus requisitos para establecer una relación."¿Eres alguien que puede darme eso? No quiero tener que enseñarte; si no eres tú, házmelo saber porque la temporada de entrenamiento ya acabó", canta la artista en este sencillo, que sirvió de anticipo del álbum junto a Houdini e Illusion."Escribir estas canciones es una forma de terapia para mí; escribir tus pensamientos y convertirlos en melodía para que otra gente los consuma me hace sentir vulnerable", dijo en una entrevista publicada dos días antes del estreno por Apple Music.Acorde al títuloDua Lipa cumple lo que promete con el título del disco, y lo hace desde la carátula del álbum —en la que aparece relajada en una piscina observando cómo un tiburón nada a su lado— hasta en su propia página web, donde llama a "registrarse para el optimismo".El concepto que da nombre al álbum le llegó a través de un amigo, quien, durante una entrevista, le dijo que lo que el mundo necesitaba era optimismo radical."Es la idea de seguir pese a los golpes y no dejar que nada te desanime por mucho tiempo", expresó la artista en la conversación con el DJ Zane Lowe, algo que califica como una "parte fundamental del proceso de crecer y madurar".Este optimismo radical que la artista defiende va más allá de las relaciones amorosas y pasa por amistades y otros tipos de vínculos, a los que Dua Lipa mira "en perspectiva", un término que para ella equivale a la madurez emocional.💬 Síganos en nuestro canal de Whatsapp aquí."Pienso mucho sobre emociones, sentimientos, pensamientos… sobre cómo me hace sentir a mí y a otras personas cuando escuchan una canción", razonó.Evolución y crecimientoEn los aproximadamente cuarenta minutos de Radical Optimism de Dua Lipa, la artista se abre más que nunca, en un momento en el que considera que ha encontrado su voz y ese sentido de la felicidad en el que "lo que te corresponde, será para ti".Esta evolución se puede percibir en especial en las dos canciones que cierran el disco.En Maria, la cantante de origen albanokosovar agradece a quienes forman parte del pasado y de los que se aprende —"Te lo debo, el mayor cariño siempre tiene una razón, yo también soy mejor por las personas a las que perdí"—, mientras que en 'Happy for you' también se alegra de cómo alguien que estuvo en su vida está feliz junto a otra persona."No habría sido capaz de escribir esa canción en mis primeros discos porque creo que no había crecido suficiente como persona o como artista para ver cómo alguien a quien quería pasaba página", dijo sobre esta última.Destino, GlastonburyEste verano, Dua Lipa actuará en el Mad Cool en Madrid el 10 de julio y en el NOS Alive de Lisboa el 12 de julio.Días antes, el 28 de junio, encabezará el cartel del festival de Glastonbury, en la localidad británica del mismo nombre y al que dedica la mitad de sus pensamientos diarios, como reconoció en una entrevista para la BBC.De hecho, lo califica como su barómetro, con el que mide si una canción merece estar en el álbum al compararla con cómo sonaría en el festival.En Radical Optimism, la artista deja de lado algunos ritmos electrónicos por ordenador para sustituirlos por instrumentos en directo, logrando lo que ella definió como "pop alternativo, pero con un toque psicodélico"."Por fin estoy en un momento de mi carrera donde me siento muy segura de mí misma; me ha costado mucho llegar hasta aquí", aseguró en la BBC la artista.🔴 No olvide conectarse a la señal en vivo de la HJCK, el arte de escuchar.