Entrado el siglo XX las mujeres empezaron a conquistar nuevos campos. Escenarios artísticos y de la vida pública en los que tal vez ya habían participado, pero de forma oculta. Es así como figuras clave como la escritora y política María Cano o la artista Débora Arango marcaron un hito en la historia de Colombia.
En conmemoración a 200 años de historia, esta vez, se tuvo en cuenta un personaje fundamental que no ha sido lo suficientemente contado: las mujeres. Fue así como recorrimos las memorias de miles de mujeres que dieron su vida por la libertad. Mujeres que, a pesar de ser recluidas por las normativas de la época, alzaron su voz: educaron, escribieron y trabajaron por la construcción de un país que sigue en deuda con ellas.
En este nuevo capítulo de Libertadoras se hablará de las mujeres que desde finales del siglo XX y la transición al siglo XXI han sido líderes desde diferentes frentes como la cultura, el deporte o la ciencia. De igual forma, y tal vez como una antítesis, se abarcará el tema de la violencia de género y tomando como referente ciertos casos, como el de Rosa Elvira Celis, que marcaron un antes y un después con respecto a los feminicidios en Colombia.
Las mujeres siempre lucharon por sus derechos. Lo hicieron cuando ese término aún no existía y lo hicieron después cuando se estableció, pero no las incluía del todo a ellas. Sin embargo, hoy, son más las luchas que se han ganado y muchos más los debates que aún quedan por dar. Las mujeres se han sobrepuesto a abusos, censura y represión y por eso hoy en Libertadoras, recordamos sus luchas.
El mundo le daba forma al nuevo orden político después de la Segunda Guerra, la Carta de Naciones Unidas había surgido para garantizar los derechos de la familia humana, y desde Colombia esa brega incluía las garantías de las mujeres. Es así como el 1 de diciembre de 1957, en desarrollo del plebiscito que le dio vida al Frente Nacional, las mujeres votaron por primera vez con una participación del 42%. Por su parte, Esmeralda Arboleda y Josefina Valencia fueron las primeras en ser elegidas dentro de la escena política que hasta ese momento había sido solo masculina.
Los años 30 fueron determinantes para los derechos sociales y laborales, lo mismo que para las primeras conquistas femeninas. Un ejemplo de ello fue Ofelia Uribe de Acosta, que se convirtió en una voz ejemplar en medio de movimientos feministas que no bajaron la guardia en su lucha por los derechos político. En septiembre de 1932 los centros femeninos organizaron una marcha en Bogotá con cerca de 10.000 mujeres exigiendo soberanía.