Muchas veces, las historias de los músicos parecen construidas sobre épicos recuerdos. Niños genio que debutan desde muy temprano con instrumentos enormes que exceden su tamaño. Luego, horas y horas de entrenamiento y disciplina. Las presentaciones. Los discos. Sin embargo, la historia de la pianista uruguaya Polly Ferman tiene otros matices. En muchas partes de su vida, incluso teniendo que dejar de tocar el piano, Ferman debe ponerse en pie para iniciar de nuevo, siguiendo sobre todo a su propio instinto.